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Estableciendo el valor de la información

Infonomics

Durante el incendio de la Torre Windsor de Madrid en 2005, no sólo se perdió toda la torre -tuvo que ser derruida-, no sólo el centro comercial colindante a la misma tuvo que cerrar durante días; también se perdieron horas de trabajo que se quedaron atrapadas en los ordenadores de la empresa y junto a ellos mucha información. Nos encontramos en 2005 y los sistemas de Cloud no eran tan populares. Aunque existirían servidores redundantes externos a la Torre, posiblemente, durante el incendio, miles de horas de trabajo se perdieron en las distintas oficinas que se situaban en el edificio. Sin embargo, es probable que nadie se hiciese cargo de esas horas perdidas, de esos bits que no pudieron ser alojados en otro lugar. Desde luego que no hay empresa aseguradora que se haga cargo de la pérdida de unos y ceros. Pero como bien sabemos la información es uno de los recursos más valiosos de las empresas.

La infonomía, de la que ya hablamos en el pasado, es la disciplina que estudia la importancia económica de la información. Es un campo todavía por explotar pero que sin duda sufrirá una rápida expansión en los próximos años. Las empresas se preocupan por la “curación” de la información, cómo se captura, cómo se difunde; aunque la información generada internamente como un activo estratégico todavía no tiene el suficiente peso dentro de ellas como para ser valorada.

Las nuevas tendencias como el Big Data van a comenzar a transformar esa percepción a pesar de que esa información no aparecerá publicada en las memorias anuales de la empresa destinadas a los inversores. Hoy en día, las empresas gestionan mayores cantidades de información que en el pasado, pero cómo se gestiona esa información y cómo se explota ese valor, todavía es un campo por definir. Por ejemplo, una máquina sensorizada se encuentra constantemente generando datos, pero cómo se recogen, se estructuran y se analizan esos datos, aportan el valor diferencial a la empresa. ¿Cómo se evalúa el valor de esa información? ¿Cómo se asegura su pérdida?

Desde luego que la información es uno de los mayores recursos de los que disponen las empresas, pero se resisten a aparecer dentro de los libros contables por su intangibilidad. Pero, mientras no lo hagan, la información será difícilmente evaluable como propiedad.

Para ello, la infonomía se dota de sus siete principios, en los cuales profundizaremos más adelante, para comenzar a transformar esa percepción de la información. Estos son:

  1. La información es un activo
  2. La información tiene un valor potencial y otro realizable.
  3. El valor de la información puede ser cuantificado.
  4. La información debe ser cuantificada como un activo.
  5. El valor realizable de la información debe ser maximizado.
  6. El valor de la información debería ser usado para priorizar inversiones y presupuestos tanto en tecnologías de la información como de los negocios.
  7. La información debería ser gestionada como un activo.

Publicado en Infonomía

Un comentario

  1. […] la forma en la que se usa y en el momento en el que se usa. Es decir, la información como activo tiene un valor potencial y valor realizable. Tratar de aproximar las curvas entre el potencial valor de la información y su valor realizable […]

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