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Facebook mete la pata por enésima vez con la privacidad de sus usuarios

Los medios de comunicación han transmitido la reculación de Facebook como una batalla ganada por los usuarios, pero ¿es que nunca vamos a aprender que los mercados son conversaciones? ¿Dónde quedan las cacareadas La Conversación o la Inteligencia Colectiva? ¿No debería Facebook precisamente por tratarse de una Red Social, por ser una empresa nacida por y para Internet, contemplar todos estos aspectos antes de empantanarse en el cambio unilateral de las Condiciones de uso de su sitio web? ¿No deberían aceptar los usuarios esas modificaciones como un nuevo contrato a firmar? En cualquier caso, no deberíamos cometer el error de caer en la sorpresa por este desliz acometido por Mark Zuckerberg, porque desde luego no hay dos sin tres.

En esta ocasión, Facebook realizaba una pequeña modificación en el contrato de las Condiciones de uso, según el cual la Red Social se reservaba el uso de todos los materiales (incluyendo la identidad) que un usuario pudiese subir o utilizar dentro de su web, aunque esto ya lo hacía antes del escándalo, incluso si el usuario se daba de baja. El blog Consumerist daba la voz de alarma en el texto Las nuevas condiciones de uso de Facebook: “Podemos hacer lo que queramos con tu contenido para siempre” – Facebook’s New Terms Of Service: «We Can Do Anything We Want With Your Content. Forever.» Y la reacción no se hizo esperar sobrepasando a la empresa de tal manera que sus directivos han constituido un grupo llamado Declaración de Derechos y Deberes de Facebook mediante el cual los usuarios pueden aportar ideas para una nueva propuesta, más respetuosa con la información personal de los internautas. Es decir, los responsables de la empresa se retractan pero seguirán intentando “jugar”, si se quiere esta expresión, con la información con la que les estamos alimentando continuamente.

Pero este gran error, se conjuga con otros de igual o peor calado en la búsqueda de rentabilización de la ingente cantidad de información que está recogiendo y gestiona de sus usuarios y que es muy reticente a borrar de sus bases de datos. De hecho, hace aproximadamente un año, se descubrió que no había manera de darse de baja de forma definitiva de Facebook (Con el borrado de los datos que esto supone), sino que sólo podías desactivar la cuenta. La empresa se defendió arguyendo que no se borraban los datos por si en algún momento el usuario cambiaba de opinión y quería retornar a la Red Social, argumento que curiosamente también ha desempolvado en esta ocasión asegurando que los datos permanecían en la Red para que los amigos que todavía permanecían dentro de ella pudiesen recuperar los elementos textuales y audiovisuales que hubiesen dejado en ella. Por supuesto que, desde Facebook, tuvieron que desandar el camino y aceptar que los usuarios pudiesen darse de baja de forma completa y definitiva cuando ellos deseasen.

De forma previa a esta polémica, la empresa lanzó Facebook Beacon, un sistema que se intercambiaba información de usos y comportamientos de los usuarios de Facebook a otras empresas de tal manera que éstas pudiesen realizar campañas de marketing dentro de ella. Así, por ejemplo, se dio el caso de una usuaria que adquirió una cafetera a través de una web y Facebook informó a todos sus contactos de la compra, así como dónde la había comprado. Obviamente, no existió consentimiento por parte de la usuaria ni de, primero, que la web compartiese información con Facebook, ni que posteriormente esta información se redistribuyese con los contactos, lo que provoca un serio conflicto entre la privacidad y el control de la información que diseminamos dentro de esta Red Social sobre la que Facebook parece insistir en esta ocasión.

Publicado en Homo Digitalis

2 comentarios

  1. Me he encontrado aquí:

    http://www.cincodias.com/articulo/opinion/red-estrecha/20090224cdscdiopi_6/cdsopi/

    El cambio de licencia, apabullante, la verdad:

    «Usted es el único responsable del contenido de usuario que usted publica en o a través del Servicio de Facebook. Por la presente, Usted otorga a Facebook una licencia irrevocable, perpetua, no exclusiva, transferible, totalmente pagada, mundial (con derecho a sublicenciar) para (a) utilizar, copiar, publicar, transmitir, almacenar, conservar, mostrar o ejecutar públicamente, transmitir, escanear, cambiar, modificar, editar, marco, traducir, extractar, adaptar, crear obras derivadas y distribuir (a través de múltiples niveles), cualquier contenido del Usuario que haya (i) publicado en o en relación con el Servicio de Facebook o la promoción del mismo con sujeción únicamente a sus configuraciones de privacidad o (ii) permitir a un usuario para que después, entre otras cosas, compartir un enlace en su sitio web y (b) para utilizar su nombre, similar e imagen con cualquier fin, incluidos los comerciales o de publicidad, cada uno de (a) y (b) o en conexión con el Servicio de Facebook o la promoción del mismo. Usted manifiesta y garantiza que tiene todos los derechos y permisos para la concesión de las licencias anteriores.»

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