Saltar al contenido →

La confusión tecnológica llega a las empresas españolas

Lentos pero seguros, en España vamos dando los pasos que otros ya dieron antes. Desgraciadamente para nosotros, una década no parece ser suficiente, somos contumaces y caemos reiteradamente en los errores que cometieron otros. La noticia que nos relataba que las empresas españolas no mejoraban sus resultados a pesar de estar implementando nuevas tecnologías en sus organizaciones nos indica que estamos retrasados tecnológicamente hablando, pero es que además no somos cuidadosos. Esta noticia no podía sino recordarme lo que ya contaba Alfons Cornella en su libro de 1994 Los Recursos de Información: Ventaja competitiva de las empresas.

Pero fijémonos en las comparaciones de la noticia de reciente publicación junto lo que nos relataba Cornella. Así, la noticia publicada aseguraba que la llegada de las nuevas tecnologías (TIC) había supuesto una reducción de costes para las empresas que las utilizaban, pero que el aumento de la inversión en tecnología (49%) y en los servicios de consultoría y colaboración (47%) habían producido que los resultados no se hubiesen incrementado sustancialmente. Así, a pesar del impacto significativo de las tecnologías de la información y la comunicación en las empresas españolas, los directivos aún esperan mayores frutos de la inversión dedicada a tecnología en los últimos años.

Por otro lado, contra la idea de que las TIC simplifican las estructuras jerárquicas, un 33 por ciento de los encuestados cree que las tecnologías de la información no han eliminado mandos intermedios y un 38 por ciento niega que su organización sea ahora más horizontal.

Si nos fijamos ahora en lo que Cornella nos contaba en su libro, de muy recomendada lectura, la situación que se dio a principios de los años 90 en los países anglosajones es curiosamente muy similar a la que se produce actualmente en España. Sin embargo, Cornella nos aporta un camino a seguir para salir de la confusión tecnológica que por lo visto nubla el futuro de las empresas.

En el libro se afirma que cuando en las organizaciones se invirtió en tecnología, no se hizo de una forma suficientemente coordinada ni planificada, lo que hacía que se forzase a las organizaciones a tener que adaptarse a la tecnología que se ponía a su alcance, pero no al revés. Es decir, adaptar la tecnología a las organizaciones. Esto tuvo un impacto inmediato en la reinversión, ya que entonces las direcciones se plantearon si la relación coste – esfuerzo había sido realmente satisfactoria. Sin embargo, ya entonces se descubrió que no era posible un paso atrás respecto la relación entre las organizaciones y la tecnología, las deberían seguir aplicando tratando de obtener una mayor rentabilidad en sus procesos.

Los mayores problemas a los que se enfrentan las organizaciones, a pesar del gran esfuerzo inversor y de desarrollo en la tecnología realizado, son:

  • Los directivos no disponen de la información que necesitan en el momento que la necesitan.
  • Se dispone de una gran cantidad de recursos de información externa y, a pesar de ello, no encuentran la que requieren.
  • La heterogeneidad de sistemas operativos y la diversidad de software disponible hace que en muchas ocasiones sean incompatibles.
  • La incomunicación que produce el desconocimiento del lenguaje informático entre los responsables del departamento de sistemas y la dirección de la organización.

Aún nos queda un largo camino por recorrer en España en la aplicación efectiva de las nuevas tecnologías en las organizaciones, pero tomar atajos es algo factible si aprendemos a aprovechar los conocimientos de las personas que están formadas en la Gestión de la Información en las organizaciones, y si comenzamos a analizar y aprender de los errores que cometieron otros. Otro camino es posible.

Publicado en Infonomía

5 comentarios

  1. Jon Jon

    Dicen que Spain is different, parece que vamos dejando eso atrás

  2. Sí, precisamente porque nos vamos encontrando con los errores que ya tuvieron otros. Por lo tanto, no somos tan «different». En cualquier caso, un tanto triste.

  3. […] Según me dicen, mi único pecado al escribir en este blog consiste en que siempre intento arrimar el ascua a mi sardina. En este caso, nuestra sardina, puesto que siempre intento enfocar las noticias que voy descubriendo a la Documentación y los documentalistas, aunque parezca que no tengan nada que ver con nosotros. Personalmente, creo en nosotros y en lo que escribo, que la Sociedad desconozca el trabajo que realizamos los profesionales de la información desde luego que no es su responsabilidad última, pero se está demostrando que ciertos proyectos empresariales funcionarían mejor si hubiese realmente un documentalista dentro de ellos. […]

Los comentarios están cerrados.