Saltar al contenido →

Mes: abril 2014

De iPhone a un Android de gama media-baja… No importa

iphone-money

Apple está preocupada porque las ventas del iPhone se encuentran estancadas. Mientras comienzan los rumores sobre el tamaño de la pantalla, el grosor del terminal y el hardware del que dispondrá en nuevo iPhone 6; desde la compañía de Cupertino afirman que sus competidores han mejorado el hardware de sus dispositivos y el ecosistema de sus aplicaciones lo que ha laminado la ventaja competitiva de Apple. Además, consideran que los terminales de bajo coste pero con buenas especificaciones también les están arañando cuota de mercado frente a sus terminales baratos como el iPhone 4s.

Hace dos años y medio yo poseía un iPhone 4s. He hablado con muchos usuarios medios y lo consideraban como “lo mejor”, sin duda repeterían. Aunque algunos han tenido que acudir a la segunda mano para poder permitirse uno. En mi caso, tras dos años de uso intensivo, comencé a sentir que el smartphone comenzaba a quedárseme pequeño y desfasado.

A finales del verano pasado, Apple estaba a punto de anunciar el nuevo iPhone 5s, mientras que se rumoreaba insistentemente sobre un nuevo iPhone barato, así que decidí esperar un poco hasta comprobar cuál era nuevo terminal de Apple. Sin embargo, un hecho se cruzó en mi camino antes de la presentación de la compañía de la manzana. Google rebajó el precio de sus Nexus 4 ante la inminencia de la salida del Nexus 5. No me lo pensé y adquirir uno como posible reemplazo de mi iPhone. Sin embargo, no tardaría en descubrir que Android todavía no estaba listo. A pesar de leer referencias de personas que habían pasado de un iPhone a un Nexus satisfactoriamente, no era mi caso. Guardé el Nexus en un cajón y esperé a que se presentase el nuevo iPhone. Lo hicieron y sentí cierta decepción ya que era un producto inalcanzable.

Modelo iPhone Precio modelo menor capacidad ($) Precio siguiente modelo ($)
Primera generación (2007) 499 (4 Gigabytes) 599 (8 Gb)
3G (2008) 499 (8 Gb) 599 (16 Gb)
3Gs (2009) 599 (16 GB) 699 (32 Gb)
4 (2010) 599 (16 GB) 699 (32 Gb)
4S (2011) 649 (16 GB) 749 (32 Gb)
5 (2012) 649 (16 GB) 749 (32 Gb)
5s (2013) 649 (16 GB) 749 (32 Gb)

En la tabla superior, se muestra la evolución del precio de venta al público de terminales libres en el momento de su lanzamiento. Los precios están en dólares, sin embargo, en Europa la conversión se hacía directamente a euros. Es decir, si un modelo se lanzaba en EEUU a un precio de $599, se vendía a €599. Esto obviamente molestaba a los usuarios europeos del iPhone, ya que los teléfonos adquiridos en el Viejo Continente eran más caros comparativamente que al otro lado del Atlántico. De hecho, si hoy en día quisiésemos adquirir un terminal iPhone 5s en la Apple Store deberíamos abonar €699 que al cambio a día de hoy son $958 (Hablamos de precio final con impuestos incluidos).

Tras el lanzamiento de los nuevos terminales de Apple, ni siquiera me pude contentar con adquirir un iPhone 5 ya que dejaron de comercializarlos y precisamente ese modelo fue sustituido por los terminales de plástico, pero de colorines, 5c que, desde luego, no eran para mí. Como modelo de la gama más baja se quedaba el iPhone 4s con un precio de €399. Además, el lanzamiento de iOS 7 apretó un poco más a mi vetusto terminal, lo que me hizo percatarme de que el cambio comenzaba a ser necesario. Para más inri, a mi iPhone se le estropeó la batería justo cuando cumplió dos años. Sentí que la tan cacareada obsolescencia programada me abrazaba.

Así pues, tenía en mis manos un terminal viejo y obsoleto que no podía cambiar puesto que me parecía obsceno el precio de un terminal nuevo iPhone. La subvención de terminales en España por parte de las compañías telefónicas desapareció y ni se le espera. Además, las alternativas Android no me satisfacían, mientras que el sistema operativo del Nexus me resultaba deficiente en comparación con iOS con cuelgues y ralentizaciones injustificables. Sin embargo, afortunadamente todo cambió con Android KitKat.

La actualización limpia de KitKat mejoró lo suficiente el comportamiento del terminal Nexus, por lo que empecé a percatarme de que el cambio era posible. Además, la batería me permitía usar el teléfono con una carga diaria lo que personalmente me parecía suficiente y que con el iPhone hacía meses que ya no podía realizar.

Para entonces, no había vuelta atrás. Desgraciadamente, el Nexus acabó roto por mi torpeza y no dudé en cambiarlo por un terminal mucho más barato, el Moto G que hasta ahora me ha funcionado impecablemente.

Actualmente, Apple tiene en España una cuota de mercado del 4,8%, una cifra que se considera baja atendiendo a la situación de países vecinos de la Unión Europea donde alcanza hasta el 10%. No es difícil verlos por las calles, sin embargo son en su mayoría modelos antiguos 4s o 5. Personalmente, no creo que Apple tenga fácil remontar las ventas en la situación económica en la que se encuentra el país, la política de precios de la que siempre ha hecho gala y mucho menos con las alternativas baratas y muy satisfactorias que se están lanzando últimamente. Claro que Apple no hace teléfonos basura, pero desdeñar la gama baja puede ser un error que les salga caro. Aunque, claro, Android es para los pobres.

Un comentario

Chief Disruption Officer (CDO), ¿la Inteligencia Competitiva en el club de las Cs?

Debido ya no sólo a la competitividad de las empresas, si no también al cambio del tipo de consumidor y sus exigencias, las empresas se enfrentan a escenarios más cambiantes en breves más cortos de tiempo y menos predecibles. Las disrupciones en el mercado se suceden en distintos ámbitos y algunos consideran que empieza a ser necesaria la emergencia de una nueva figura dentro de las empresas capaz de gestionarlos. Aunque también es cierto que algunos consideran que el top de las empresas empieza a estar demasiado poblado con la delimitación de tantas funciones.

Las empresas se enfrentan cada vez más a hechos disruptivos que si no son detectados a tiempo pueden poner en peligro la viabilidad económica de las mismas. Uno de los clásicos ejemplos de una disrupción de un mercado es el de Kodak. La empresa norteamericana bien pudo anticiparse a un cambio en el mercado fotográfico cuando éste asimiló la imagen digital frente a la analógica. De hecho, Kodak poseía una buena cantidad de patentes referentes a la fotografía digital gracias a un esfuerzo de I+D sobre ella. Sin embargo, prefirió situarse dentro de una zona de confort, dentro de un mercado que conocía (el carrete fotográfico), y su futuro pasó a la historia.

Pero no solamente los productos hacen que un modelo de negocio quede obsoleto, sino también los cambios socioeconómicos. Hoy en día, los consumidores no quieren ser ignorados y son plenamente conscientes de que la competencia o un producto sustitutivo se encuentra a un clic de distancia. Las nuevas generaciones, al contrario ya no de sus padres sino casi de sus hermanos, ya no disponen del concepto de propiedad. Quieren usar, pero no tienen la necesidad de poseer. Véase por ejemplo el caso de Spotify en el sector musical.

Por ejemplo, el sector servicios está sufriendo en sus propias carnes la gran transformación que está suponiendo la economía de la colaboración. En este caso, la disrupción proviene de la asimilación y aceptación social de modos alternativos de transporte como es el que ofrece Blablacar (compartir coche) y que ya ha puesto en alerta a las empresas de transporte españolas por la laminación que ya está provocando en sus ingresos.

Hasta hoy, el término disruptivo poseía cierta connotación negativa. Las palabras confusión, desorden o caos bien podrían ser los sinónimos más próximos, pero la disrupción en cuanto se observa desde un punto de vista de la innovación cambia su significado hacia términos más positivos. Los usuarios tienen nuevas necesidades, utilizan otros medios para comunicarse y compartir ideas, acceder a nuevas tecnologías y las empresas deben saber adaptarse a estos cambios no tan deseados por ellas.

En el contexto de la innovación, la disrupción se intenta usar desde este punto de vista como algo que se encuentra en movimiento, dando un paso más allá de la mera innovación que constituiría un término mucho más estático, el de puramente de las ideas. Las disrupciones se suceden a distintos niveles y contínuamente ya sean sociales, políticas, económicas o de marketing. Las organizaciones deben ser conscientes del entorno completamente cambiante de ello y algunos ya empiezan a sugerir que los Chief Disruption Officer (CDO) deberían comenzar a hacerse un hueco en ellas (algunos sugieren incluso que deberían denominarse Chief Innovation and Disruption Officer), aunque parece que el club de las Cs de las empresas empieza a estar bastante concurrido.

En cualquier caso, no está de más recordar las palabras de Tim Cook (CEO de Apple) sobre la innovación y las empresas.

Creativity and innovation are something you can’t flowchart out. Some things you can, and we do, and we’re very disciplined in those areas. But creativity isn’t one of those. A lot of companies have innovation departments, and this is always a sign that something is wrong when you have a VP of innovation or something. You know, put a for-sale sign on the door.

Everybody in our company is responsible to be innovative, whether they’re doing operational work or product work or customer service work.

3 comentarios