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Etiqueta: Reseñas

“Steve Jobs” de Walter Isaacson

Parece observarnos desde la portada, con la mirada divertida e inteligente, dedicándonos una sonrisa entretenida, casi pícara. Esta fotografía emula a un retrato que ya le harían en su primera etapa en Apple. En aquella, mucho más joven, con el flequillo característico de aquellos que no tienen nada que perder gracias a su juventud, su mirada es mucho más penetrante, más inquisitiva, más pura. En la segunda fotografía, canoso, con alopecia y con una barba cuidadosamente descuidada; su aspecto es mucho más relajado, parece que ya ha vivido suficiente para haber encontrado su camino, para haberlo cambiado todo y con intención de seguir intentándolo.

El autor, Walter Isaacson, fue invitado por Jobs a componer su biografía para tratar de explicar a sus hijos cómo había construido un imperio tecnológico y el porqué de no haber pasado bastante tiempo con ellos. Isaacson trata reconstruir una personalidad nada sencilla y con múltiples aristas que nace ya marcada desde su nacimiento por su abandono y una búsqueda interior en su juventud que no dio especial resultado, ya que él mismo abandonó a su primera hija, Lisa. Es, por tanto, una biografía oficial marcada por la decisión de Jobs de contar su propia historia, de facilitar el acceso del periodista a sus seres queridos, a sus colegas de trabajo y a sus enemigos más acérrimos. Según cuenta Isaacson, en sus últimos momentos, Jobs le confesó que esperaría a que pasase un año antes de leerla, para que no se enfadarse tanto.

De Steve Jobs nos quedará el recuerdo de sus presentaciones, sus zapatillas, sus vaqueros y su jersey negro. Esas keynotes que solía adobar con el famoso y mágico “Y una cosa más” que empezó a desvanecerse a finales de su última etapa en Apple debido a las filtraciones y descuidos. En su última etapa, Jobs no se sacaría un nuevo conejo de la chistera, pero creó una cultura de entender la tecnología y los objetos que nos rodean que seguirá evolucionando en los años venideros tanto dentro de Apple como fuera de ella. Durante el tiempo que estuvo en activo cambió varias industrias (Informática, musical y cinematográfica con Pixar) con su visión particular del desarrollo y la capacidad de la tecnología disponible barriendo a los competidores que trataban de seguir su ritmo.

Su intensa personalidad se desprende en cada una de las páginas del libro de Isaacson. Su “campo de distorsión de la realidad” impulsaba a sus colegas a llegar a límites insospechados, de hecho, según admitía el equipo desarrollador del Macintosh, “llegamos tan lejos porque no sabíamos que no podía hacerse”. Jobs les exprimía hasta las últimas consecuencias, para él todo o “era una basura o era genial”, no había términos intermedios. Esa audacia, ese comportamiento blanco o negro, lo pagó caro tras ser despedido de Apple justo después de la presentación del Macintosh, y posteriormente su obcecación su propia vida al no querer enfrentarse al cáncer y buscar otras alternativas.

 Isaacson nos presenta a un personaje sin concesiones. En un estilo periodístico, claro y directo, establece una estructura narrativa en la que prevalece el desarrollo profesional de Jobs más que el personal. Sus colaboradores y sus detractores se suceden apoyando la visión de Jobs y a pesar de la divergencia de puntos de vista, confirmando que a pesar de las agrias discusiones, todos concluyen que Jobs solía tener razón.

No acabó sus estudios, no fue un programador, fue una persona sensible y amante de la tecnología que trataba de hacer lo complejo sencillo, que un objeto no necesitase más que un momento para ser comprendido y usado. Isaacson se enfrenta al reto de condensar una vida difícil y una personalidad extraordinaria en 744 páginas y tratar de hacerlo ameno. Lo consigue. Desde luego que se trata de un retrato amable de una vida apasionante y contradictoria, de un ser iracundo y mentiroso en ocasiones, pero que en sus últimos momentos trató de dejarlo todo listo y hacer las paces consigo mismo.

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La madurez del Anuario ThinkEpi

Anuario Thinkepi 2010El equipo editorial nos hace llegar el Anuario ThinkEpi 2010 (Análisis de tendencias en información y documentación) que se presentará en Madrid el próximo mes de octubre (Ver pié de página) y que se consolida año tras año, dejando a un lado sus titubeantes inicios allá por 2007. Tanto es así que nos hallamos frente un producto más pulido que sus antecesores y que dispone de un mayor valor añadido. De hecho, este año nos llevamos una agradable sorpresa al comprobar cómo cada grupo temático de los debates que se han ido lanzando a Iwetel se encuentra coronado por un análisis, un resumen de aquello que ha dado y puede llegar a dar de sí cada uno de ellos.

Así, por ejemplo, Dídac Margaix da buena cuenta al tema Web 2.0 y redes sociales, pero obviamente no sólo en estos campos la profesión se encuentra innovando y evolucionando, ya que podemos encontrarnos muchos más y que siempre han sido de la consideración de los bibliotecarios y de los documentalistas como son su propia profesión, la formación, el mercado y los recursos de información; la preservación digital o la comunicación científica y métrica de la información (Este último muy emergente gracias a los dos muy potentes grupos de investigación surgidos en nuestro país)

En cualquier caso, la publicación sale reforzada justo cuando los temas lanzados a debatir no consiguen arrancar las contestaciones que antaño producían tal y como se apuntaba en el blog del SEDIC. Puede que se deba a varios factores como una mayor especialización de los temas tratados, el posible cansancio de las personas que se encuentran dadas de alta dentro de la lista de distribución o puede que se trate del formato de publicación de las notas y por lo tanto de los propios debates, al otorgarles un aspecto mucho más formal, acercándose al artículo de revisión y que puede coartar a aquellos que se apresten al debate.

Sin embargo, esto no desmerece la calidad de las notas publicadas dentro de la lista de distribución que encuentran su acomodo en este Anuario que año tras año se convierte en un referente para todos los profesionales de la información que desean permanecer actualizados sobre aquellos temas emergentes dentro de ella. Cada año, una obligada lectura.

Nota:

Presentación Anuario (21/10/2010 a las 11h)
Ministerio de Cultura
Plaza del Rey, 1
Madrid

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“What would Google do?” de Jeff Jarvis

What would Google do? Ya hemos mencionado en alguna ocasión a Jeff Jarvis, el otrora defensor acérrimo de Google, anda estos días un tanto disgustado con el lanzamiento de SideWiki, una nueva implementación de la Google Toolbar que permite a los usuarios realizar comentarios sobre una página web cualquiera utilizando los recursos del gigante de Mountain View. Fundamentalmente, Jarvis considera que la gran G está apropiándose de una de las principales características de la Web Social, la Conversación, fragmentándola y rompiéndola; haciéndola suya sin respetar a los generadores de contenidos que ven cómo uno de sus alicientes, la interactuación con sus lectores, se desvanece. Por supuesto que, ante esta crítica, los comentarios que Jarvis ha recibido han pasado por la ironía hasta por la resignación. De este modo, sus lectores le han recordado que aquel que defendía los usos que hacía el buscador de los contenidos de los medios de comunicación, ve cómo sus palabras se tornan en su contra; así como los argumentos que aseveran que la Conversación, la bandera que se enarboló con la Web 2.0, se encuentra completamente fragmentada desde hace ya mucho.

Sin embargo, antes de que Jarvis se hallase en esta aparente crisis de fe, publicaba un libro, What would Google do?, que aunque por su título aparente invitar a ello, su objetivo no es repasar la historia o las bondades de Google como organización; sino más bien realizar la consideración de cómo deberían comportarse las empresas en ese nuevo mundo en el que el buscador se ha posicionado como rey. De hecho, Jarvis realiza un inventario de las bondades ya estudiadas en la Web 2.0 y la consiguiente Web Social, analizando ejemplos como lo sucedido en los medios de comunicación y en empresas que se han volcado en la Web para mejorar sus productos como Dell.

Jarvis como buen bloguer nos cuenta cómo su mala experiencia con el servicio de post-venta de Dell le invitaron a escribir un post en su blog, una pataleta si se quiere, de la que surgió una llamada desde la misma empresa para tratar de sofocar el incendio en su credibilidad que ese texto había provocado.

Así pues, aquellos como yo, que nos adentramos en el libro buscando algo más de la estrategia de Google, el destripamiento de su funcionamiento, sus hitos alcanzados, etcétera; nos vamos a quedar un tanto insatisfechos por el planteamiento formal del texto, puesto que, al fin y al cabo, Jarvis realiza una exposición de hechos, errores y correcciones realizados por empresas dentro de la Web, para posteriormente tratar de dilucidar qué deberían realizar otros sectores, más allá de los tecnológicos, más allá de los informativos que tanto conoce, para proponerles una salida, un savoir-faire para lo que se avecina. Sin embargo, el enfoque de Jarvis descorazona al lector ya manejado en esas lindes, sintiendo que lo expuesto ya está más que trillado y que el ir más allá, vislumbrando el futuro en distintos sectores, puede que no sea lo más indicado utilizando el gancho de Google como fuerza de ventas de su libro. Y es que el autor se atreve a analizar el enfoque que le daría la venta de papel higiénico a través de la Web. Por supuesto que él no se atrevería con el término “papel de váter”, así que realizaría un nuevo enfoque en la denominación del producto. ¿Cómo vender algo como si no lo fuera? Eso deberíamos dejarlo para los expertos de marketing, pero ejemplos los tenemos en el zumo que no es zumo o el producto lácteo que es mucho más que un yogur.

En cualquier caso, este humilde lector se ve envuelto, en breve tiempo, en disquisiciones sobre cómo se debe vender un producto nuevo reinventando su enfoque hacia el mercado, llegando a aquellas tazas automatizadas que limpian las reales posaderas de sus usuarios sin utilizar agua y jabón. A fin de cuentas, Will Smith posee una de esas tazas de 5000$. Y ante esto, sólo me queda levantar una ceja y, como diría el buen infoxicado, anunciar “todo esto se ve muy interesante, pero no tengo tiempo para leerlo”.

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“Multitudes inteligentes. La próxima revolución social” de Howard Rheingold

Aquel que se aproxime a Multitudes Inteligentes va encontrarse durante su lectura con cierto regusto a algo que ya sabe, pero que actualmente se denomina de otra manera. Es decir, en este libro nos encontramos con un autor que  propone hechos, actitudes y tecnologías que actualmente se encuentran muy difundidos y establecidos dentro de la Web, así como nuestra actual estrecha relación con las nuevas tecnologías aplicadas en el día a día. Puede que dé la impresión de que Reinhgold se hubiese equivocado a la hora de utilizar los términos que utilizamos actualmente para designar ciertas actitudes o tecnologías, pero somos nosotros los que erramos, porque ni el autor está desencaminado en su exposición de los hechos ni en su definición, ni el lector se encuentra ante un intento de cambiar lo ya establecido.

Más bien al contrario, nos encontramos frente un libro de prospectiva, un texto editado en 2004 que recopila las tendencias de ese año y nos invita a adentrarnos en aquello que va a ser de hecho común en los próximos meses. Sí, el gato al agua puede que se lo llevase O’Reilly fijando el término Web 2.0 en 2005, pero lo descrito por Rheingold, aunque también la señala, va más allá de la web colaborativa y de las herramientas que se derivarían de ella. De este modo, el autor abre su texto contándonos su fascinación al descubrir un cruce muy específico de Tokio (Shibuya), sorprendido por la actividad frenética de los adolescentes aporreando con los pulgares las teclas de sus móviles, así como las nuevas relaciones sociales que son capaces de establecer utilizando esta herramienta. Por supuesto que no se queda ahí, ya que lentamente se desplaza hacia otra tipología de colaboraciones tanto en el mundo físico como en el virtual, deteniéndose incluso en las Redes Sociales tan populares en los últimos dos años.

El título original del libro Smart Mobs, multitudes inteligentes, hace referencia específicamente a las potencialidades que nos brindan las nuevas tecnologías a la hora de expandir nuestra capacidad de análisis de un problema y aportar una solución. Así, por ejemplo, nos comenta el movimiento de ofrecer conexión a internet gratuita a través de WiFi en las principales ciudades norteamericanas, algo que sería tratado de llevar en España por la inicativa FON, y de forma concreta el hecho que durante los días posteriores al 11-S un movimiento colaborativo permitió que en la isla de Manhattan empresas y particulares pudiesen disponer de una conexión a Internet a pesar de las dificultades técnicas que se estaban encontrando tras el caos producido tras los ataques.

Por supuesto que la mirada hacia el futuro no se queda ahí. Rheihgold también nos hace visitar distintos centros tecnológicos donde se estudian las ropas inteligentes, así como la aplicación e integración de las nuevas tecnologías dentro de nuestras vidas diarias más allá de nuestros comportamientos sociales. Obviamente, esto queda un tanto lejano para su aplicación práctica más inmediata, pero teniendo presente el acierto de lo obvio -la red ubicua, la creación de herramientas colaborativas en la Web- el texto Multitudes Inteligentes puede estar preconizando un futuro no tal lejano.

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“Más allá de Google” de Jorge Juan Fernández García

Aunque menos conocido de lo que debería dentro del gremio de los profesionales de la información en España, siempre me ha atraído la figura de Alfons Cornella como introductor de las teorías de la gestión de la información en el ámbito hispanohablante. No hace falta señalar que el concepto de Infoxicación ya era conocido en ámbitos anglosajones como Information Overload, aunque tal vez lo que necesitase esta disciplina para ser aplicada de forma práctica en nuestro ámbito fuese, además de la oportunidad, nuevas maneras de aproximarse a ella.

Cornella lo consiguió mediante, además del mentado término, introduciendo la Infonomía y la contemplación de la empresa como un ecosistema de la información que debía ser estudiado y convenientemente administrado para ser más competitivos. Sin embargo, ser innovador también dispone de cierto riesgo y es posible que en ocasiones el medio diluya el mensaje. Puede ser que esto me sucediera con las pequeñas píldoras que Cornella publicaba en su revista If, a la que dediqué un texto bajo el título ¿Ley de la termodinámica informacional?, no muy convencido de lo que el autor quería transmitir en su momento. Es probable que el autor descubriese que el mensaje se diluía cuando publicó su libro kNewton: buscando un orden en la información donde recogía un buen número de estas píldoras o leyes informacionales y, como bien nos cuenta en el prólogo del libro que nos ocupa, se lamente de que los lectores lo encontrasen “divertido”.

Confío que el autor, Jorge Juan Fernández García, no se moleste si algún compañero infonomista decide confesarle que ha encontrado divertido este libro, ya que enfocar un libro como si te tratase de una suerte de Ley de Murphy no puede dar un margen para su lectura desde un punto de vista que no sea otro que el de reírse sin llegar a creérselo.

No vamos a caer en el error de considerar “Más allá de Google” (Descargable en PDF y de forma gratuita) una bagatela destinada a gestores de la información, ya que la estudio de la economía de la información y de las características de la información como un bien económico son especialidades muy respetables. Sin embargo, la exposición del argumentario en algunos pasajes del libro invita a no tomar demasiado en serio lo que se afirma en él, a pesar de las intenciones manifiestas en la contraportada:

En el texto están recogidas y ordenadas casi 300 “leyes” relativas a cómo utilizamos o nos afectan a nivel individual u organizacional la información y las tecnologías. Estas leyes “todavía no científicas” son los primeros pasos hacia la definición de una nueva disciplina académica, la Infonomía, cuyo impacto en las vidas de las personas y en la eficiencia de nuestras empresas será crítico en el siglo XXI.

Como muestra sólo recogeros la Ley sobre la propiedad del futuro (P. 184) para que nuestros lectores juzguen por sí mismos, en la que se recoge “El futuro pertenece a los geeks. Nadie más lo quiere”.

Por otro lado, como el lector habrá notado ya, el título puede conducir a la confusión. No se trata de un libro para la gestión de la información en Internet dando un rodeo por Google, no es una historia de Internet, ni de un compendio de herramientas a utilizar tanto on-line como off-line. No, no lo es, aunque trate de acercarse a las tesis de la Web 2.0 o de la Larga Cola, no dispone como finalidad acercarse a ellas, por lo que aquellos lectores que se aproximen a él esperando hallar esto, se sentirán un tanto decepcionados.

En cualquier caso, considero que este libro es necesario. En primer lugar, porque el análisis y el desarrollo de la Gestión de la Información es un campo por explotar, aún un tanto desconocido y completamente indispensable para mejorar la competitividad de las empresas y organizaciones de todo tipo y, en segundo lugar, porque aunque podamos disfrazar este texto como un anecdotario, considero que, a veces para iniciar la reflexión, el cambio, para innovar hay que ser arriesgado y creo que es previsible que este libro sea uno de los ejemplos.

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«El Manifiesto Cluetrain» en castellano

Decíamos ayer que no nos destacábamos precisamente por ser los primeros en publicar con urgencias. Desgraciadamente, por una vez que nos deberíamos haberlo primado, resulta que llegamos demasiado pronto. Porque al igual que en otros blogs, desde la editorial Deusto, nos ponían sobre la pista de la traducción y edición de El Manifiesto Cluetrain en castellano y la posibilidad de obtener una copia completamente gratuita a aquellos que accediesen a la página web de la editorial para solicitarla. E hicimos correr la voz a través del correo electrónico, pero en aquella fecha, martes 2 de diciembre, nos advertían que la página no estaba accesible. Es decir, desde la editorial se habían adelantado a su página web y, al menos, a principios de la tarde del 2 de diciembre, la página no era accesible para solicitar el libro. Así que nos hallamos en la tesitura de publicarlo en el blog o no hacerlo, para finalmente dejarlo estar por el momento hasta el día siguiente.

Pero sucedió que en menos de 24 horas la noticia había corrido como la pólvora dentro de la blogosfera y los 2000 ejemplares gratuitos que la editorial había puesto a disposición de los primeros lectores se agotaron, dejándonos impávidos ante el éxito de la propuesta. Cabe destacar, como no puede ser de otro modo, el seguimiento que se realizó desde la editorial, apagando los fuegos y subsanando los errores que durante esta promoción se habían revelado, acallando las posibles críticas que se hubiesen derivado de ello. Para mi, la campaña fue perfecta y no podría haberse ejecutado de otra forma teniendo en cuenta del libro que estamos tratando. Y es que antes de que la Web 2.0 fuese ni siquiera definida como etiqueta de marketing, ya existía el Manifiesto Cluetrain en 1999.

Y es que dentro de este texto, más allá de las 95 tesis sobre las que se fundamenta el desarrollo de esta teoría, se perfila el cambio de paradigma que nacería tras la difusión de Internet dentro de los consumidores y el seguimiento que las empresas deberían realizar para cimentar y desarrollar su branding dentro de un mercado donde los grandes medios de comunicación son simples actores. Más allá de las nuevas concepciones de la Empresa 2.0 que se fundamentan sobre los desarrollos tecnológicos posteriores (Blogs, wikis o redes sociales) una serie de autores vieron más allá y concibieron el cambio de «La Conversación» antes de que éste se produjese. Es posible que el crash de la Burbuja.com a finales del siglo XX y la decepción que supuso, soterrase una visión que a principios del presente siglo se antojase una quimera, aunque realmente ya estaba ahí y que posteriormente otros retomaron con un nuevo término. Pero lo que no cabe duda es que antes de O’Reilly se editó y difundió El Manifiesto Cluetrain y, por ello, es sumamente acertado e interesante que se edite en castellano en España ampliando la visión de la nueva comunicación dentro de la Red.

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Anuario ThinkEPI 2008 – Análisis y tendencias en información y documentación

El sitio web de ThinkEPI, o más bien su Repositorio, el cual ya criticamos hace un tiempo ante el aparente cierre de sus contenidos, funciona como una especie de blog asíncrono, algo que llama poderosamente la atención, puesto que lo hace al contrario que el resto de la Web. Así, cuando el mundo de la blogosfera se muestra como un lugar para la comunicación tremendamente acelerado y con apenas espacio para la cautela y la reflexión, los profesionales de la información proponen una metodología de la comunicación y de la reflexión que va a contrapié del resto de la Red.

El planteamiento a la hora de crear contenidos también es bastante novedoso respecto a lo que se está haciendo en la blogosfera. En vez de crear una comunidad en torno a un blog, aprovechan una ya creada sobre el eje de una lista de distribución por correo electrónico, Iwetel, para la creación y recolección de opinión. De este modo, un grupo de profesionales e investigadores de la Biblioteconomía y Documentación hispana proponen con cierta cadencia una serie de temas a la comunidad para su ponderación y enriquecimiento. Después de cierto tiempo, y cuando el debate ya ha finalizado, las opiniones vertidas que hayan resultado interesantes o de relevancia pasan a formar parte del repositorio tras su estructuración para su mejor comprensión como testigo de esos debates.

La iniciativa, que esperemos que se prolongue en el tiempo, tuvo su primera recopilación el pasado año (2007) en forma de anuario. Lo cierto es que me sorprendió que se reuniesen en forma de libro aquellas aportaciones, sin embargo, me pareció muy atrayente el hecho que los debates digitales acabasen negro sobre blanco más allá de las pantallas. Por supuesto que este año ThinkEPI nos ofrece una segunda tanda de los debates desarrollados durante el año pasado y, visto lo que tenemos en nuestras manos, podemos afirmar que la propuesta ha madurado.

El Anuario es un digno complemento a una de las publicaciones periódicas más importantes de la Biblioteconomía y Documentación española, El Profesional de la Información. La herencia respecto a la revista es completamente perceptible nada más abrir el tomo de 295 páginas, ya que utiliza su mismo diseño gráfico para abordar de forma más amena, directa y menos academicista temáticas que se encuentran en su punto de ebullición en el momento de su propuesta y que no pueden esperar a repasos bibliográficos y revisiones entre pares para su discusión. Por lo tanto, nos encontremos ante textos mucho más ágiles y enriquecedores, puesto que son los propios profesionales los que contestan, corrigen y puntualizan las consideraciones tanto del autor como de otros comentarios realizados a tenor de lo expuesto. Asimismo, los editores han huido de la pesadez de publicar los documentos tal cual se produjeron (A través del correo electrónico apenas se pueden dar apoyos al texto), añadiendo elementos para reforzar la información que se nos provee y facilitando sobremanera la lectura del mismo.

Además, no contentos en encerrarse en su Repositorio, el equipo ThinkEPI hace un esfuerzo para cubrir otros grupos de discusión presentes en Internet. En esta edición, los editores se han centrado en la lista de distribución Iwetel, anteriormente citada, y el servicio de promoción de noticias social DocuMenea. De este modo, se han recogido, en un impulso loable, aquellas noticias y debates que han causado mayor impacto, extractando y resumiendo lo más destacado de cada una de ellas. Sin embargo, debemos señalar que puede que lo más censurable sea el resumen dedicado a DocuMenea por su completa inconsistencia y la falta de enlaces entre temas, a pesar del hecho de que se tenga el afán de agrupar las noticias temáticamente.

En definitiva, este Anuario nos ofrece una pequeña ventana a las investigaciones que se van a realizar en un futuro cercano dentro de nuestro ámbito profesional, de la forma que lo haría la misma blogosfera, y que se recogerán en publicaciones y libros, aunque se hiciera premonitoriamente y como punto de partida dentro de sus mismas páginas.

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