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Etiqueta: Vigilancia Tecnológica

Tres estados históricos de la Inteligencia Competitiva

  • El primer estado ocurrió durante la década de los sesenta y setenta, y fue asociado principalmente con la recogida de datos informal y táctica. En este estado, la inteligencia competitiva apenas se vinculó a la toma de decisiones y a los aspectos concernientes a la alta dirección, y consistía en pequeños análisis.
  • El segundo estado se produjo durante la década de los ochenta, cuando adquirió un gran auge en análisis de los competidores y de la industria. El personal de inteligencia competitiva, en esa época, cambió las funciones de biblioteca por las de marketing o planificación. Las actividades de inteligencia competitiva permanecían orientadas de forma táctica durante el segundo estado.
  • El tercer estado, que comenzó  en los noventa, mostró que la inteligencia competitiva contribuye a la toma de decisiones estratégica, y que se construye en unidades de una manera formal. Las actividades de inteligencia competitiva están orientadas tanto a toma de decisiones estratégicas como tácticas e incluyen análisis cuantitativos y cualitativos.

ARROYO VARELA, Silvia R. Inteligencia Competitiva. Una herramienta clave en la estrategia empresarial. Madrid: Pirámide, 2005. p. 42

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«De la Vigilancia Tecnológica a la Inteligencia Competitiva» de Pere Escorsa y Ramón Maspons

Pere Escorsa  es un profesional bien conocido en el mundo de la Vigilancia Tecnológica en España, es consultor y profesor en la Universitat de Barcelona, fundador de la empresa Iale Tecnología. Por otro lado, Ramon Maspons es consultor y profesor de la asignatura de Inteligencia competitiva de la licenciatura en Documentación de la Universitat Oberta de Catalunya.  Este libro De la Vigilancia Tecnológica a la Inteligencia Competitiva [ISBN: 84-205-3057-3] está considerado como la "Biblia" dentro de este campo en España, así que poco podría añadir sobre él salvo que cualquier documentalista que quiera ampliar sus conocimientos dentro de esta ciencia debería, al menos, echarle un vistazo.

Porque como se descubrirá según se avance en la lectura del libro, se trata de dos ingenieros que están hablando de hacer Documentación enfocándose en el sector empresarial. Obviamente, van un poco más allá de las tareas tradicionalistas de los documentalistas, pero básicamente abordan tareas que los profesionales de la información conocen y son, en teoría, expertos. Así, los autores en distintos capítulos del texto nos explican el funcionamiento del mercado de las bases de datos de artículos científicos, lo que es la bibliometría y la cienciometría, el diseño de mapas tecnológicos o análisis de patentes. Tareas, en definitiva, que bien podrían desempeñarlas los documentalistas que debido a su poca inserción en el mundo empresarial pasan completamente desapercibidos.

Por otra parte, nos hallamos ante un documento ameno e introductorio, que aborda los principales conceptos que pasan de la Vigilancia Tecnológica eaInteligencia Competitiva sin excesivos tecnicismos, pero que guían y clarifican qué es y qué no es una cosa y la otra, cómo y cuándo se deben desempeñar estas actividades y cuál es su fin. Algo que es de agradecer puesto que algunos confunden Vigilancia con espionaje, algo que ni se le acerca, por supuesto, ya que no se trata de eso. Así pues es un libro que defiende que las empresas se preocupen de recabar, procesar y analizar la información desde todas las fuentes que puedan hallarse disponibles, algo que no siempre se hace ni se considera necesario realizar, aunque es necesario para su superviviencia a medio y largo plazo dentro de la Sociedad Post-Industrial en la que nos hallamos.

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Visio 2007 – Aprendiendo a ser documentalistas

El Visio 2007 (Congreso Internacional sobre vigilancia e inteligencia sistemática para la innovación en las organizaciones) nos dejó un regusto agridulce. En su primer día, más bien parecía que nos encontrásemos en un curso magistral sobre la Vigilancia Tecnológica y/o Inteligencia Competitiva que en un congreso donde lo que debe exponerse son resultados más que teorías. Algunos acudieron esperanzados, con la ilusión de poder intercambiar experiencias y conocimientos, tal vez para no sentir la soledad que los Vigilantes sienten dentro de sus organizaciones.

Hace unos días, hablábamos de la Ley de Moore Semántica y bien podría llegar a la conclusión que también puede ser aplicable a la hora de definir a los documentalistas. Primero, fue el término infonomista el que fue un poco más allá de la definición del documentalista capturando su esencia para finalmente realizar su misma función, ahora son los profesionales de la información que se dedican a la Vigilancia Tecnológica los que andan ocupados y preocupados considerando la forma de definirse. Puede que la diferenciación tan sólo consiga la fragmentación de una profesión que ya se mira con cierta desconfianza desde los sectores de Archivística, Biblioteconomía y Documentación que se aferran a sus papeles para diferenciarse, olvidando que el futuro de la profesión pasa, siempre lo hizo, por la información y el futuro es digital. Así que los vigilantes, esta vez son en su mayoría ingenieros reconvertidos en documentalistas para realizar la función de estos, andan preocupados tratando de encontrar la forma de explicar a la sociedad lo que hacen y para qué lo hacen, a la vez que se justifican ante sus inmediatos superiores el valor añadido que aportan a sus organizaciones.

Pero no podemos llevarnos a engaño ni echarnos las manos a la cabeza, los documentalistas fueron en su tiempo profesionales de otros ámbitos que se remangaron la camisa para gestionar las hemerotecas de las organizaciones en las que trabajaban, así como los bibliotecarios fueron en otro tiempo y en su mayor parte personas de Humanidades que catalogó y clasificó los fondos de las bibliotecas donde llegaron a trabajar (Para qué hablar de los archiveros). Los profesionales de la información se encuentran preocupados ahora mismo para justificar a la sociedad su función. Buen ejemplo de ello son los estudios universitarios de Biblioteconomía y Documentación que no están atravesando un gran momento en este año de transición hacia el marco europeo de educación. De hecho, los foros echan humo respecto al "ocaso" de esta profesión.

Me resultó curioso que una de las ponencias más interesantes viniese desde la Biblioteconomía. Presentada por Andréa Vasconcelos de la Universidad de Zaragoza, ahondaba sobre el uso de redes sociales como una fuente para realizar inteligencia. La presentación de su metodología y usos presentaba algunos puntos flacos, aunque por supuesto nos ofrecía una aplicación práctica de las redes sociales y data-mining. Por supuesto que también merece mención Enric Escorsa e Ivette Ortiz de Iale Tecnología que nos presentaron un proyecto que parece dispuesto a revolucionar la forma de investigar y realizar inteligencia sobre las patentes a través de Patexpert financiado por la Unión Europea.

Aunque la mención especial la merece Koldo Saratxaga por su ambición y atrevimiento a la hora de presentar la creatividad de las organizaciones, a la vez que criticaba la forma en que éstas se jerarquizan impidiendo a sus trabajadores ser innovadores. Sus palabras abriendo su segundo día retumbaron durante toda la sesión posterior y provocaron algunas reacciones por parte de los ponentes que trataron de socavar sus argumentos. Por descontado que el argumentario de Saratxaga era atacable, sin embargo por ambicioso y valiente consiguió lo que buscaba: Hacer reflexionar.

A modo de resumen, podría decirse que las segundas jornadas Visio resultaron bastante flojas respecto a lo que podría exigírseles. En esta ocasión que la Vigilancia Tecnológica es un concepto claro y aceptado en cuanto a sus competencias, se deben encauzar sus contenidos hacia las experiencias y casos de éxito, no tan sólo a que las consultoras presenten el trabajo que realizan o a presentar grandes teorías que a estas alturas están claras para cualquier profesional de la información. Esperemos que en el 2009 sean trabajadores que ejercen vigilancia dentro de empresas, como Lara Rey que se encontraba allí, los que expongan sus conocimientos y necesidades y no sólo instituciones que disponen de otros objetivos.

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Inteligencia Competitiva & Gestión del Conocimiento

La Inteligencia (Competitiva) se ocupa de captar la información estratégica del exterior de la empresa, con un propósito anticipativo. La Gestión del Conocimiento se orienta, sobre todo, a inventariar y organizar los conocimientos acumulados en el pasado de forma que puedan ser compartidos. Ambos enfoques son complementarios por lo que su fusión es inminente.

ESCORSA, Pere; MASPONS, Ramón. De la Vigilancia Tecnológica a la Inteligencia Competitiva. Madrid: Prentice Hall, 2001.

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