El pasado 15 de enero, se publicaron en el BOE las nuevas normas de acceso de la Biblioteca Nacional.
Siguiendo las intenciones que proclamó su actual directora, Rosa Regás, en sucesivas entrevistas, la nueva normativa permite el acceso de la Biblioteca Nacional al público general y, además, la consulta con el carné de lector de los libros editados a partir de 1931 y no sólo desde el 57, como regía la normativa anterior.
Se establece diferentes condiciones de acceso a sus fondos, dependiendo de que se trate de: el usuario general, con carné de lector, con carné de investigador, para trabajos de investigación o con carné de documentación bibliotecaria.
Pero, en lo que nos atañe como bibliotecarios y documentalistas, o aspirantes a serlo, resulta de especial interés destacar los dos tipos de acceso que especifica dicha normativa:
- Los bibliotecarios, documentalistas, archiveros y conservadores de museos podrán obtener el carné de investigador, con una validez de cinco años, que les permitirá el acceso a todos los fondos y servicios de la Biblioteca Nacional, excepto a aquellos cuya consulta o utilización se halle restringida por razones de seguridad o conservación.
- Los profesionales del libro y bibliotecas y quienes cursen estudios en dichas áreas podrán obtener el carné de documentación bibliotecaria, con una validez de tres años, que les permita el uso del préstamo personal de los fondos del Servicio de Documentación Bibliotecaria.
Acceso a todos los fondos!!! Vale, mañana me hago el carnet. No me piensoo perder la oportunidad de pasearme por la B.N 😀
Quizá tenga trampa.
Yo por si acaso me leería la letra pequeña de la normativa. 😛
Pero aprovecha, tú que vives en Madrid. Yo tendré que esperar a una confluencia adecuada de los astros que me permita acercarme a Madrid y ver todo lo que tengo pendiente (incluida la Biblioteca Nacional).
Lástima que ya me pille un poco lejos… los dos años que pasé en Madrid, siempre quise poder disfrutar de un paseo por la BN, y nunca fue posible 🙁
A su favor, puedo confesar, que las veces que quedaba con alguien, siempre nos reuníamos en la entrada de la BN, al menos, por fuera sí que me permitían admirarla.
Yo también quise entrar en la biblioteca nacional en su momento, sin embargo me quedé con dos palmos de narices.
Al menos la visita no fue en balde. Había entonces una exposición fotográfica sobre la Alemania de la postguerra que no estaba nada mal.
Hola, me gustaria que me mandaran información de las Bibliotecas Culturales Hispánicas.