Como Yavannna se encuentra empecinada en buscar, recopilar y enriquecerse con vocaciones bibliotecarias, le dedicamos una. Aunque no sea la nuestra.
De Diario El País, edición Comunidad Valenciana. 8 de marzo de 2004
Pasión por los libros
El sueño de Sandra Guerrero es la enorme biblioteca de una ciudad anciana con las paredes forradas de libros. Ése es su destino vocacional, algo que no desconocía cuando empezó ha estudiar estudiar Filología Española. Hoy, transcurrido un año ya desde que se licenció, compagina su trabajo de kiosquera en un gran centro comercial de la periferia de Valencia con una colaboración en una pequeña biblioteca de su ciudad, Silla.
«Cuando inicié mis estudios sabía que no viviría de ellos», explica Sandra, «pero no me importaba porque los hacía por puro gusto, por aficción a la Literatura». No se arrepiente de haber ocupado cinco años en la facultad aunque hoy es el dia que muchas de sus compañeras le recuerdan que tendrían que haber estudiado una carrera técnica y «ahora tendríamos trabajo», le espetan. Pero la carrera, con todo, cumplió con creces sus expectativas. «Filología» -confiesa- «me abrió la puertas a autores y títulos de todo el mundo, la viví a través de profesores que se emocionaban explicándola». Su experiencia con los libros, no obstante, ha ido más allá de la del lector consciente, sólido: «He trabajado en editoriales, es decir, vendiendo biografías por teléfono», bromea. «Lo pasé mal», prosigue, «y sólo dure veinte días… ofrecía biografías por muy poco dinero y luego, a quienes compraban, les esperaba la visita del comercial con un catálogo mucho más caro… Me sentía como si les estuviera engañando ya que no podía advertirles para no perjudicar a mis compañeros los comerciales».
Ahora, continúa de una forma u otra relacionada con la literatura desde su peculiar atalaya en un centro comercial. A Sandra la experiencia le está gustando y confiesa sentirse a gusto mientras le llega su oportunidad de tener el trabajo de su vida: bibliotecaría. Detrás del mostrador ha aprendido también muchas cosas de los libros. «Me irrita», explica, «ver que la gente compra los libros porque valen un sólo euro y no porque están escritos por Gabriel García Márquez o cualquier otro gran autor, es una completa frivolización de la cultura». También ha comprobado que ya no existen los ladrones de obras que le contaron que hace décadas frecuentaban presentaciones y actos literarios, como mucho algunos se llevan revistas porno o publicaciones con regalo. Y algo de los periódicos y la complejidad de nuestra sociedad: «Hay toda una organización simbólica de la prensa dentro de un kiosko… por ejemplo, los deportivos del Valencia siempre van al medio de los deportivos del Barça y el Madrid». Y de los gustos: «Hay periódicos que invariablemente, como EL PAÍS, se agotan… otros me sobran casi todos los ejemplares y casi todos los días». El trabajo le deja poco tiempo y ha aprendido a ponerse al día con un rápido escaneado de las portadas de todos los periódicos. El poco tiempo que le queda lo dedica a leer y de hecho últimamente es rara la vez que se desprende de Paula, de Isabel Allende.
El CAP (Curso de Adaptación Pedagógica) ha sido otra de sus últimas ocupaciones. «Me he planteado dedicarme a la enseñanza», explica, «aunque la verdad y después de haber hecho las prácticas en un Instituto no sé qué puedo enseñarles». Recuerda que la mitad del tiempo estaba «llamándoles la atención, diciéndoles no hagas eso, deja aquello… No creo que sea mi camino», concluye.
¿Escribir, tal vez? Sandra no lo tiene claro. «Me lo he planteado alguna vez pero ni siquiera tengo un tema, un eje. Ya veremos».
Me parece una vocación preciosa, pero no dejo de preguntarme cuando leo cosas similares el por qué no estudiaron «biblioteconomia» para poder trabajar como bibliotecarios???
No es la primera vez que oigo lo mismo 🙁
Ante todo GRACIAS POR LA DEDICATORIA!!! Chicos sois estupendos!!!
Si, Catuxa tiene razón, si tanto le apasionan la bibliotecas ¿Por qué no biblioteconomía? Yo también me he encontrado con muchos caos similares, generalmente son estudiantes de Historia,Filología y Filosofía, que ven en las bibliotecas una salida profesional más allá de la docencia.
Como vocación es buena, muy buena, como salida a esa vocación… no commentes 😛
Se me olvidaba, Pingggggggg
😀
Aqui el ping 😀
Bueno, seguramente se tratará de una de estas personas que ha estudiado Filología y ante el amplio espectro de ofertas laborales de esa carrera ha decidido cambiar de profesión.
Imagino que todavía no se habría planteado seriamente lo de dedicarse a la bibliotecología.
:-S
Yo apoyo que haya estudiado lo que realmente le gustaba: la literatura.
Puede que una carrera no tenga futuro, pero si te gusta es la mejor opción: le dedicas tanto tiempo de tu vida y tanto esfuerzo que, si no te gusta, puede convertirse en un auténtico calvario.
Tampoco es cuestión que todo el mundo elija carreras técnicas porque tienen más salidas.
Luego la literatura la ha llevado a la biblioteca.
Quizá no tenga la suficiente base técnica, pero si le pone remedio ¿por qué no?
No es que esté apoyando el intrusismo. Pero, no todos escogen la carrera en la que después trabajarán (el futuro es muy incierto) y lo importante es, que una vez en su trabajo, se molesten en aprender las bases que lo rigen.
¡¡¡Y que conste que yo soy de Biblioteconomía y Documentación, pura y dura!!!
No creo que sea cuestión de intrusismo. Pero a veces la gente se crea unos esquemas sobre las bibliotecas y el trabajo que se desarrolla en ellas que están un tanto lejanos de la realidad.
Pues esa ultima frase de Marcos es precisamente lo que siempre he pensado de todos esos filologos, abogados, maestros… que una vez acabada su carrera que eleigieron porque les gustaba! deciden opositar a bibliotecas, ¿realmente trabajar en una biblioteca es estar todo el día leyendo?
En eso os doy la razón a los dos (Marcos y Catuxa). La gente da por hecho que el trabajo bibliotecario no implica ninguna preparación específica, por eso todos los «marginados» por la administración acaban recolocados en la biblioteca.
Y respecto a leer, los bibliotecarios leen como todo el mundo: en su tiempo libre.
Si lo que se quiere es una profesión que te permita leer en horas de trabajo, hay tres opciones: crítico literario, el que elige los textos a editar en una editorial y… vigilante en un museo entre semana.
¡Estos últimos sí que tienen tiempo de leer! Cuando alguien entra se levantan y «vigilan» un poco, pero en su banqueta siempre queda la prueba del delito: un libro.
Ey! Para ser un gran lector de libros (Además de escuchar mucha música) no hace falta hacerse agente jurado, tan sólo tienes que ser usuario de Metro/Tren en grandes ciudades.
😛
Hola, si en realidad te gustan los libros y tienes eso de entregar algo o de que alguién valorice un gran libro, pues dedicate a atender una biblioteca. es un mundo abierto tanto para conocer mas personas como tener ventanas al mundo. Yo que estudié Administración de Empresas terminé atendiendo una biblioteca de un colegio, vieras tú lo enriquecedor que es,di con tu dirección buscando material de C.D.U para implantarlo en la biblioteca,te cuento que soy una ignorante en esto pero me gustó y estoy buscando donde estudiar o saber algo más.
chao
Por eso no discrimino a los que vienen de otra formación. Lo único que pido es que valoren lo que supone este trabajo y se tomen la molestia de preocuparse por aprender.
Y respecto a leer en el metro, será en Madrid o Barcelona, porque en Valencia te cruzas la ciudad en 20 minutos y de que pillas sitio ya te tienes que levantar para bajarte. Vamos, que no hay manera de «envolverse» con la lectura y d-i-s-f-r-u-t-a-r-l-a (así, paladeándola).
Yo creo que el tema está en que hay una falta de normalización.
Todos podemos tener mucho gusto por las Bibliotecas, dedicar décadas enteras a la literatura, a los catálogos de libreros, pero a nivel técnico, no disponer de la preparación necesaria.
Mi visión en estos casos; es que en principio estos profesionales de filología, abogacía, etc, tienen derecho a ser lo que ellos deseen ser (Creo que es lógico, todos somos libres). Pero también se hace necesario que dispongan de un título de colegiado, que debería expedir un Colegio Profesional de Biblioteconomía y Documentación.
Propondría que este Colegio Profesional debería regular el tema del intrusismo. Se me ocurren varias vías:
1.- Vía de Estudios: Las personas que obtengan la diplomatura o licenciatura están en posición de obtener libremente su título de colegiado.
2.- Vía para Profesiones Tangenciales: Permitiría a Profesionales de la Filología, Derecho, Magisterio, Empresariales, etc. obtener un certificado que les habilita para prestar servicios Bibliotecarios o Documentales, en función de sus conocimientos. Además sólo se permitiría esta posibilidad a los profesionales cuyas carreras o instituciones representantes, permitieran la obtención por parte de nuestros profesionales de Biblioteconomía, de un certificado respectivo o similar que nos habilitara en sus campos de trabajo.
Dentro de esta vía se tendría que ver los sistemas a emplear para valorar los conocimientos y los sistemas de formación de estos profesionales, para adecuarlos a funciones concretas.
3.- Vía para Profesionales con Tradición Biblioteconómica y Documental: Me refiero a las personas que aún no teniendo estudios específicos en nuestra carrera, pero si puedan probar que tienen una tradición libraria, desempeñando sus funciones en el ámbito documental, puedan acceder a una fase de prueba y preparación para obtener su certificado de profesional expedido por el colegio profesional. Esto estaría dirigido y beneficiaría a todos los libreros o archiveros que no han tenido una formación específica y que llevan tradicionalmente realizando sus servicios, tanto en la entidad pública como privada, durante un tiempo determinado.
Pero como todo, es sólo un sueño o una proposición. Creo que este plan resultaría beneficioso para nosotros, porque nos pone en igualdad de condiciones y derechos respecto a otras profesiones y no perjudica a aquellos que llevan muchos años en nuestro sector y que por tiempo y experiencia se manejan bien en su entorno.
Salu2 Sir Mijail.
Yo tan sólo espero que los Colegios Profesionales no se conviertan en meros expendedores de «Permisos de Trabajo» para Bibliotecarios / Documentalistas, que tal como muestra el Anteproyecto de Creación del Colegio de la Comunidad Valenciana será necesario colegiarse para poder ejercer, siempre que no seamos funcionarios puesto que tienen bula.
Espero que no nos convirtamos en clases de Documentalistas Regulares e Irregulares.
Estoy de acuerdo con Maria Elena, sería muy triste que los colegios profesionales se dedicasen en exclusiva a dicha función.
Creo que lo que Sir Mijail pretendía argumentar es que se valíde a todo aquel profesional que ejerza la función y que sin embargo a partir de ahora (por ejemplo) se tenga en cuenta la carrera de biblioteconomía para algo.
Conozco a excelentes profesionales de nuestro campo que jamás han tenido formación sobre la materia, pero también es cierto que despues de cinco años de estudios el planteamiento general es: ¿Se puede saber para qué he estudiado yo esto? Obviamente a parte de porque te guste….
Es triste recibir ofertas de empleo de documentación que pidan licenciados en historia, en filología, en…. te hace pensar
Recuerdo que un profesor comentó que abarcamso un campo demasado grande, que lo correcto seria la especialización desde otra carrera. No creí que estuviera en lo cierto, pero a lo mejor no era tan incorrecto su postulado, así, puede que hasta nos tuvieran en cuenta.
Gracias Yavanna por aclarar mi postura. Efectivamente, eso era lo que quería decir. 😉
Si no se me entendió bien, quizás ahora me explique mejor.
Hace tiempo intentamos un grupo reducido de la EUBD de Madrid diseñar un colegio profesional. Nuestro diseño no solo se basaba en lo que acabo de comentar. Además de Regularizar o Normalizar la situación, relativa a oposiciones, trabajo, etc, también tenía previsto otras competencias.
Un Colegio Profesional debería además acoger una serie de puntos:
– Asistir en primera instancia a nuestros profesionales que están pidiendo a gritos una institución que les proteja de los abusos empresariales.
– Obtener un reconocimiento de la labor que realizan nuestros profesionales. No se trata sólo de publicidad, sino de abrir nuevos horizontes, dar a conocer mejor nuestra labor, ya que es muy necesaria a mi juicio y no se le da la importancia que debiera.
– Desarrollar una estructura financiera dentro del propio colegio profesional, donde se contraten a profesionales cualificados de Biblioteconomía y Documentación para realizar proyectos de investigación y desarrollar productos informativos con salida de mercado. Esta posibilidad nos permitiría formar a los que terminamos la carrera (Con contrato de Trabajo y Sueldo dignos) y obtener así beneficios económicos para el Colegio Profesional destinados a su propia subención.
– Ofrecer servicios de Información Gratuitos para nuestros profesionales, donde se les informe de todos los empleos públicos y privados relacionados con nuestro área del conocimiento. Teniendo este punto, se trataría de establecer unos requisitos mínimos que deberían de cumplir todas las ofertas laborales. Estos requisitos tendrían que ver con el sueldo, tipo de trabajo, tiempo de trabajo, y condiciones o derechos laborales. Si el colegio fuera avalado por todos los profesionales, las empresas tendrían que flexibilizar su postura y ceder con empleos de mejor calidad. De hecho hay mucha gente en Becas que no obtiene ni siquiera el salario mínimo.
– Normalizar la situación referente al intrusismo: Lo que he comentado anteriormente. Es necesario que nuestra gente tenga posibilidades en una oposición y que no se sientan invadidos. Pero a la vez regular casos especiales en los que se tiene que tomar una decisión importante.
– Promover actividades culturales: Fundamental en cualquier colegio profesional. Desarrollar este tipo de actividades en todos los ámbitos Bibliotecarios, Archivísticos, Documentales y Museísticos en cooperación con la Administración Pública y más concretamente con la Subdirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos. También se trata de informar y desarrollar conferencias, congresos y cursos de formación continua. (En este apartado se podría inscribir la SEDIC)
– Generar un Consorcio de Investigación Biblioteconómico-Documental: Esto enlaza con el desarrollo de la estructura financiera, que tendría que apoyar a este consorcio o rama del colegio. Aquí todos podríamos realizar investigaciones. Nos permitiría desarrollar proyectos tecnológicos, de restauración documental y archivística, de estudio de la semántica, lenguajes documentales etc.
– Desarrollo de Publicaciones Periódicas: El Colegio Profesional tendría que apoyar el desarrollo y publicación de todo tipo de publicaciones periódicas desarrolladas por sus profesionales colegiados y por los alumnos que tengan iniciativas.
– Apartado de Formación Empresarial: Este apartado se crearía adjunto al colegio profesional donde daríamos la oportunidad a nuestros profesionales para que montasen sus propios negocios. Se les enseñaría todo lo necesario para fundar la empresa, mantenerla, las cuestiones relacionadas con la contabilidad, papeles, burocracia etc. Esto permitiría generar un foco de creación de empleo, otra salida.
Y no comento más puntos, porque daría para escribir un libro o un artículo, pero como se puede observar, existen más motivos y motivaciones por los que crear un colegio profesional. Todo será que estemos de acuerdo y tengamos el apoyo institucional necesario.
Salu2 Sir Mijail.
No quiero representar el papel de chinche, pero la correspondiente jsutificación de muchos (cada caso es un mundo, eso sí) de que aunque no tienen la carrera son buenisimos bibliotecarios, o es que cuando acabo su carrera (historia, magisterio, filologia…) se dio cuenta de lo que le gustaba era la biblioteconomia… etc. me hace pensar en que pasaría si yo ahora me quiero dedicar a la abogacía o a fisioterapeuta y digo que no tengo el titulo pero que realmente siempre me ha gustado y puedo hacerlo muy bien porque me he preparado a conciencia estos años… ¿lo aceptarían?
Catu efectivamente ese es el gran problema del intrusismo en nuestra carrera, no que alguien que es apasionado de los libros decida que le encanta la biblioteconomía, si no que los puestos de trabajo correspondientes a biblotecarios se cubren con cualquier especialista en cualquier materia, mientras que «ellos» ocupan nuestros puestos de trabajo nosotros no podemos ocupar los suyos… un bonito mundo si señor!!
Sir Mijail…. creo que corso seguramente añadiese: y una sección de contactos!!!!:P
Soy un intruso y reconozco que tenéis parte de razón en vuestras opiniones. Hice Derecho por unas determinadas circunstancias que me impidieron estudiar Biblioteconomía y Documentación, entre ellas, la de no disponer de este título en mi ciudad. Cuando por fin acabé decidí aparcar las salidas que me ofrecía mi carrera y lanzarme a lo que realmente me gustaba, y no, no soy de los que creen que ser bibliotecario es pasarse el día leyendo y mimando libros. Sé que es mucho más que eso, que implica unos conocimientos técnicos complejos, una amplitud de contenidos considerable, una práctica continua, etc., y me enfrento a todo ello con respeto hacia vosotros, valorando el esfuerzo que supone llegar a ser un buen bibliotecario. Llevo meses preparando los contenidos de las oposiciones y os aseguro que, aun siendo una tarea interesante por las cosas que se van aprendiendo, no es un camino nada fácil y creo que puedo entender cómo se debe sentir uno cuando ningunean su profesión.
Sin quitaros con ello la razón, puesto que pienso que el sistema es muy mejorable, tan sólo quería aportar el punto de vista de un «intruso».
A ver… Me permito recordar que la carrera de biblioteconomía es relativamente nueva. Algunos de los que empezamos a estudiar hace algunos añitos, simplemente no la estudiamos porque NO EXISTÍA, o si existía era en Madrid ( y no todo el mundo se podía permitir irse fuera a estudiar).Y los que ocupaban estos puestos eran gente de Humanidades.
Que conste también que yo no pretendo ser bibliotecaria, sino archivera, y he hablado con gente de biblioteconomía que me han dicho que en la carrera , a lo sumo dan un par de asignaturas de archivos, en toda la carrera ( al igual que en la carrera de Historia, por cierto).
Yo poseo un master en archivista y bastantes cursos de formación, he aprobado varias oposiciones de arhivos,y sigo aprendiendo.
No pretendo quitarle el puesto a nadie, pero cada uno se gana la vida como puede.Y si no tengo la carrera de biblioteconomía, si tengo-mucha- formación en archivística.
me estoy planteando estudiar biblioteconomia ya que es una profesión que me atrae y en la que creo que tengo vocación .Aparte de estoy mi otra motivación es la de salir de la carrera profesional que ejerzo y que no tiene que ver con el mundo de las letras y que odio en estos momentos .Por lo tanto no es solo la vocación que creo tener lo que me motiva sino una cierta cierta vertiente práctica que me permita cambiar de trabajo y encontrar lo que me gusta .Por este motivo me pregunto si biblioteconomía me servirá para encontrar trabajo y dejar el actual o será una perdida de tiempo que por mi edad y situación no me puedo permitir si quiero salir de la situación laboral en la que me encuentro .Me gustaría que algún profesional de este mundo me pudiera aclarar esta duda.
Las salidas profesionales dentro de la carrera de biblioteconomía y documentación son, de entrada, difíciles. Por un lado, tenemos las bien sabidas salidas al sector público (Bibliotecas y archivos), mientras que actualmente cada vez más empresas están solicitando personas con el perfil de documentalistas para la gestión de la información en sus organizaciones.
Dependiendo de tu lugar de residencia, es posible que encuentres más o menos empresas dispuestas a contratar a un documentalista, sin embargo, como sabrás, actualmente la situación del mercado laboral en España es complicada con contratos inestables o de prácticas.
Por otro lado, no es infrecuente que muchos estudiantes, recién licenciados y no tan recién licenciados encadenen una y otra beca o uno y otro contrato en prácticas en distintas instituciones.
La decisión es tuya, claro, pero como podrás imaginar no existe la panacea. Mi consejo es que analices las ventajas y los inconvenientes y tomes una decisión, pero obviamente ser bibliotecario o documentalista en España no es una panacea ni un camino fácil.
Un saludo