Últimamente, las patentes están dando bastante juego. Un sistema pensado para la protección de la propiedad industrial e intelectual, en ocasiones puede sufrir cierta desvirtuación cuando se llega a los límites que el propio sistema olvida establecer. La semana pasada la Red se entretenía con la publicación de la patente de Google respecto a su Doodle, es decir, el cambio de su bien conocido logotipo dependiendo de la fecha y la localización geográfica del visitante dependiendo de si se trata de una efeméride o de una celebración. Puede que sea una patente estúpida, pero teniendo presente la cantidad de denuncias que se realizan año tras año, simplemente resulta ser una buena fuente de ingresos.
Podríamos creer que, en el caso del sistema de las patentes norteamericanas, esos documentos que deben ser revisados por técnicos antes de su otorgación siguiendo criterios de novedad, se ha perdido su razón de ser tras la publicación de las patentes para inventos como el doble clic, el peinado en cortinilla o la teletransportación (Obviamente, queda reservada la idea para desarrollos futuros). Pero el orgullo patrio nos conduciría a opinar que los americanos lo patentan todo sin discriminación, provocando que un sistema que debería favorecer la innovación, simplemente la frena. Desgraciadamente, en España, también protegemos grandes innovaciones como el tinto de verano o como su título reza “Mezcla y envasado de derivados de la uva, anhídrido carbónico y agua”, no veo que los bares vayan a pagar regalías por la mezcla poco científica de esos líquidos refrescantes, pero por intentarlo que no quede.
Patentes absurdas, locas o curiosas hay muchas y podemos ver una buena recopilación de ellas en distintos sitios web. Os dejo dos ejemplos Crazy Patents o Funny Patents por si os inspiran.
Hace poco ojeaba Crazy Patents. Te encontrabas verdaderas burradas!