Y si alguien leyese o poseyese libros de herejía o escritos de cualquier autor condenado y prohibido por razón de herejía o sospechoso de falsas enseñanzas, sufrirá inmediatamente la sentencia de excomunión.
Concilio de Trento: Reglas de libros prohibidos
A lo largo de la Historia, muchos han sido los libros que han sido tachados de inmorales o perniciosos tanto para la Fe como para el pensamiento humano. Actualmente, es posible acceder a una lista de estos libros prohibidos, si bien en este caso se nos invita a leerlos. Hablamos de la iniciativa de la ALA (American Library Association) que se celebra la última semana de septiembre en denominada Banned Books Week donde podemos encontrarnos con libros que son objeto de censura por distintas características. Lo curioso es que este año el buscador Google se sumó a la iniciativa a través de su nuevo producto, Google Book Search, desde el cual se nos referenciaba a este tipo de libros censurados.
Para la sociedad occidental, la lista de libros prohibidos más relevante es el Index Librorum Prohibitorum et Expurgatorum, también conocido como Index Expurgatorius que consistía en una lista de aquellas publicaciones que la Iglesia Católica consideró como perniciosas para la Fe. Su objetivo principal era prevenir la corrupción de los fieles dictaminando la prohibición de la lectura de libros y trabajos inmorales que contuviesen errores teológicos. Además, en el Index se establecía en una primera parte las normas que la Iglesia adoptaba respecto a la censura de libros. Así, era tarea de los bibliotecarios recortar de los documentos aquellos pasajes que se considerasen censurables como, por ejemplo, el texto del libro el Quijote (2ª parte, capítulo 36) la frase: «…las obras de caridad que se hacen tibia y flojamente no tienen mérito ni valen nada.»