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Año: 2010

Citas al libro /37

“El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee”
Umberto Eco

“Entre un hombre culto y un erudito hay la misma diferencia que entre un libro y un índice de materias”
Thomas Say

“Hay cuatro cosas viejas que son buenas: viejos amigos para conversar, leña vieja para calentarse, viejos vinos para beber y viejos libros para leer”
Émile A. Faguet

“Hay que tener cuidado con los libros de salud; podemos morir por culpa de una errata”
Mark Twain

“La historia verdadera está en los periódicos y no en los libros”
Enrique Jardiel Poncela

“La mayoría de los lectores meten sus libros en la biblioteca; la mayor parte de los escritores meten su biblioteca en sus libros”
Nicolas Chamfort

“La pasión por la literatura, como todos los buenos vicios, se acrecienta con los años, y con el tiempo se descubre que lo importante no son los libros que se escriben, sino el hecho de escribirlos, el tránsito hacia el libro”
Mario Vargas Llosa

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Modos de leer en el Metro

Una de las cosas que más echo de menos desde que dejé la vida como estudiante son los viajes en Metro. No porque me haya convertido en uno de esos personajes que usan el coche para ir a la farmacia de la esquina, sino porque mis trayectos ahora son demasiado cortos, de escasas estaciones. Fue Daniel Pennac el que definió al Metro parisino la mayor biblioteca ambulante del mundo y aunque el de Valencia no se le acerca, esta ciudad, como otras, sufren también la transformación de los hábitos de lectura de sus viajeros.

Si os fijáis un poco, aún es posible ver a personas que forran sus libros con papeles de periódicos para que no sepamos cuál es el objeto de su lectura, otros que retuercen las tapas de los libros convirtiendo al libro en una simple cuartilla y otros que lucen orgullosos los tejuelos de las bibliotecas de donde tomaron prestados sus ejemplares. Yo ya dejé de leer, me he apartado de esos hábitos, algo que lamento porque, junto a verse deslizarse el paisaje mientras escuchaba música, era una de las formas que más me gustaba a la hora de perder el tiempo al mismo tiempo que viajaba. Realmente, no tengo forma de saber cuando volveré a ser uno de ellos. A la vez que tampoco sé cómo leeré, ni bajo qué soporte.

Hace unas semanas, me percaté que en un radio de cinco metros tres lectores se aprestaban a sus lecturas de formas muy distintas pero muy evidentes. Por un lado, el lector tradicional que tenía recostada su cabeza en una de las barras agarraderas de las que siempre echamos mano aquellos que no tenemos la fortuna de viajar sentados. Lo cierto es que parecía que su libro fuese bastante plúmbeo por la posición de su lectura, aunque hay lectores para todos los gustos. Por otro, el lector apresurado que utilizando su móvil deslizaba el texto, muy intrigado y con la cara cercana al terminal, incitándome a tratar de dilucidar si se trataba de SMS o de un texto muchísimo más largo. Mientras que un poco más allá, se encontraba el lector avanzado, que orgulloso mostraba su eBook, no era un Kindle, no; sin el menor reparo apoyando sus codos sobre los muslos.

Fue fascinante, tres lectores, tres modos de leer tan distintos en el reducido espacio de un vagón. Para aquellos que no nos dimos cuenta antes, los tiempos ya han cambiado.

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Leer es caro

Sucedió que, en una jornada de financiación de la Investigación y Desarrollo, una responsable de I+D de una empresa se quejó amargamente de que leer era caro. “La formación no sólo son cursos, también lo es la lectura. Formación también es leer, leer y leer; y leer es caro.” Esta persona parecía hallarse en una contradicción en un momento en el que acceder a la información nunca fue tan sencillo y tan barato.

Actualmente, los científicos no necesitan de desplazarse a bibliotecas lejanas para acceder a una tesis o a realizar búsquedas bibliográficas. La mayoría de las fuentes de información secundarias se encuentran accesibles a través de la web de forma gratuita (o una gran parte de ellas), mientras que las universidades realizan una gran inversión de sus presupuestos para permitir a sus investigadores que accedan al documento primario de una forma sencilla y ágil. Los investigadores universitarios reconocen que cada vez con menos frecuencia disponen de la necesidad de desplazarse hasta sus bibliotecas del campus, casi todo se encuentra en línea. Es decir, el esfuerzo de los investigadores para documentarse ha disminuido, lo que conlleva un aumento de su productividad, pero esto bien sucede en las instituciones públicas.

¿Qué sucede en los otros motores de la I+D? ¿Dónde quedan los investigadores y los innovadores de las pymes o pequeños centros de investigación? ¿Qué mecanismos les quedan a ellos para acceder al documento primario? Si cada artículo científico tiene un coste de media de 30$, ¿qué pyme se encuentra dispuesta en realizar el gasto de 300$ para artículos que, en ocasiones, se reducen a una crítica de un libro de dos páginas? ¿Cómo puede justificarlo ante sus gerentes?

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Medios de comunicación frente al Social Media, ¿dónde puede haber más impacto?

Este mes cumplíamos un año desde que comenzamos a colaborar con la edición digital del diario Levante-EMV incorporándonos a su red de blogs. Para los que nos seguís desde hace un tiempo, huelga recordar que he trabajado dentro de este medio de comunicación y que aún sigo colaborando con él de diversas formas más allá de esta digital; pero, llegados a este punto, nos gustaría realizar un pequeño balance de lo que ha supuesto para este modesto blog esta colaboración.

Lo primero es señalaros que el peso de la cabecera es mucho. Aparecer dentro de la portada de un medio de comunicación serio supone una barrera ante los temas que deseas abordar e intentas sortear algunos temas polémicos, mientras consideras que otros puede que no lleguen a disponer el atractivo para los lectores del medio. Es decir, sientes como si perdieses el control sobre qué es lo que quieres decir, basculando hacia lo que es correcto decir. Éste podría considerarse como el punto negativo, sin embargo la cabecera, al menos dentro de la comunidad valenciana donde este medio de comunicación impreso es líder en difusión, también otorga cierto lustre.

En un principio esta colaboración genera sorpresa entre el colectivo de profesionales de la información, que me han consultado cómo lo conseguí y qué me da el diario. Las respuestas son sencillas, la primera es que no fue difícil, consideraron que los contenidos eran interesantes, y a lo segundo, de momento, nada tangible. De hecho, ésta es una suerte de relación simbiótica en la que ambos quedamos favorecidos y que podemos romper en cualquier momento, sin presiones de ninguna clase. Lo cierto es que nunca he recibido ninguna amonestación ni correo de reproche, así que si me he censurado ha sido más por sentido de la responsabilidad que por otra cosa.

Nuestro interés, obviamente, pasa por el tráfico de usuarios desde el sitio web del diario y éste se produce mediante tres vías fundamentalmente. La primera de ellas mediante la página principal de la edición digital donde existe una pequeña caja con las últimas actualizaciones de la red de blogs, la segunda mediante la página destinada a recoger las direcciones web y últimas actualizaciones de la red de blogs del Levante-EMV y, finalmente, si el contenido es relevante los editores de la edición digital pueden llegar a publicar una pequeña noticia como contenido destacado. En ninguna de las dos intervenimos directamente, así que intentando realizar una comparativa de posible impacto, he considerado que sería interesante realizarla con dos de los sitios web más importantes del Social Media actual: Facebook y Twitter.

He de confesar que siempre he estado más interesado en aprender que en dedicarme a promocionar este blog a través de cualquiera de las dos vías del Social Media, mi perfil siempre ha sido bastante bajo. De hecho, no me he preocupado en exceso de ello hasta hace bien poco cuando Feedburner permitió realizar un tweet automáticamente a cualquier cuenta de Twitter que deseásemos cuando publicásemos un post. No puedo negar que también he jugado un poco, enchufando mi cuenta twitter con mi cuenta en Facebook, pero al final he desistido de seguir haciéndolo puesto que generaba demasiado ruido y son dos ecosistemas completamente distintos. Por lo que actualmente, en Twitter sí que publico las actualizaciones de este blog, pero en Facebook no.

Los resultados han sido bastante curiosos y no demasiado concluyentes este primer año. Como podéis ver, la página principal del Levante-EMV dispone de un gran poder de difusión. Los picos son muy pronunciados siempre que se trate de contenido destacado. El primer dato corresponde al mes de febrero de 2009 donde se hizo una más que correcta difusión de nuestra incorporación a la red de blogs, mientras que el resto corresponden a contenidos muy puntuales que se destacaron en forma de noticia.

Usuarios únicos por fuente

Por otra parte, eliminando los dos primeros picos de difusión, podemos comprobar de forma más clara que la página web de la Red de Blogs dispone de unas métricas similares comparadas con la página principal, mientras que si bien Facebook mantiene su poder de difusión muy estable a lo largo del tiempo (Insistimos en que no hemos trabajado mucho con ello), Twitter va ganando peso rápidamente en la segunda parte del año cuando me incorporo activamente en su ecosistema.

Usuarios únicos por fuente (Mayo 2009 - febrero 2010)
Usuarios únicos por fuente (Mayo 2009 - febrero 2010)

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Mis addons de Firefox imprescindibles

No puedo ocultar que soy un fan declarado de Firefox, podría decir que sólo he utilizado Internet Explorer para descargar Firefox, pero mentiría. Desgraciadamente, en el entorno laboral en el que me muevo, todavía es necesario utilizar Explorer para algunas cosas, por lo que de vez en cuando me vuelvo a encontrar con esa interfaz y esa manera de hacer las cosas. Qué le vamos a hacer.

Pero, qué duda cabe, Firefox es mi navegador por defecto el que utilizo el 95% de las ocasiones y del que doy gracias porque siga su desarrollo. Es cierto, puede ser un poco lento a la hora de arrancar, pero me animó que en su última versión (Firefox 3.6) se aligerase un poco y que, por defecto, casi te invitase a probar Personas, las plantillas de personalización de las que he cogido una un poco insulsa (Greyday), pero me recuerda a cierto entorno.

Actualmente, tras algunas semanas de intensa utilización, mi navegador se mueve un poco más lento, pero no puedo dejar de usarlo. Creo profundamente en él, en la Fundación Mozilla que lo gestiona y en su inmensa comunidad. Miro de reojo las novedades que nos traerá Firefox 4 y sólo puedo alegrarme del viento fresco que supone Firefox en la Web.

Pero este texto no iba encaminado a ensalzar las bondades de Firefox, sino más bien a contaros qué addons, o complementos, que tengo instalados en todos los Firefox que toco (es decir, en el trabajo o en casa). Estos pueden variar dependiendo del momento del año, en qué trabajo o proyecto ando metido y todas esas cosas, pero estos son básicamente los que no me pueden faltar y que considero que cualquier internauta puede encontrar interesantes:

  • Adblock Plus. No sé que haréis, pero yo no veo publicidad. No es que me molesten los anuncios contextuales de Adsense, es que me incomodan tremendamente los banners, popups y animaciones en Flash que alguien decide que debemos sufrir cada vez que queremos acceder a algún tipo de contenido. Para mí, es imprescindible.
  • Delicious Bookmarks. Algo de web 2.0 iba a quedarse en mi navegador y la necesidad de “taguear” y guardar algunas páginas a las que más tarde acudiré para escribir algo (o para olvidarlas quién sabe) se me antoja una necesidad, además de tenerlas accesibles en cualquier lugar y momento.
  • Diccionario de Español/España. Trabajar en la nube tiene sus ventajas e inconvenientes. Uno de los principales inconvenientes es que, al contrario que podemos realizar con aplicaciones de escritorio, no podemos corregir la ortografía mientras escribimos. Todos tenemos algún día tonto en el que avance se escribe con zeta. Este diccionario viene a suplir esa carencia en cualquier contexto, ya sea posteando, realizando un comentario o redactando un mail. Completamente necesaria.
  • Download Statusbar. Como dije antes, odio los popups y, en general, cuando descargamos cualquier documento en la web, tenemos una molesta ventanita que debemos respetar para que el proceso de descarga llegue a buen término. Afortunadamente, este complemento permite gestionar las descargas de forma integrada en la ventana principal del navegador. Casi el primer addon que me instalé.
  • Echofon. Anteriormente conocido como Twitterfox, me permite saber qué andan tramando mis followers de Twitter. No es excesivamente invasiva si se la trata bien, aunque el número de tweets que pueda llegar a recoger en 30 minutos pueda dar la impresión de estar completamente infoxicado… O terriblemente ocupado en el trabajo.
  • Email This! Siempre hay alguna noticia que resulta relevante y que quieres compartir. Esta pequeña aplicación te permite enviarlo o bien a través de algunos clientes de correo electrónico de escritorio o, aquí lo interesante, a través de los correos de Yahoo! o Gmail en un sólo clic. Si no lo tengo instalado, lo echo en falta.
  • Optimize Google. Ese gran gigante al que algunos temen y otros miran con recelo. Esta aplicación la utilizo para controlar fundamentamente la privacidad, aunque también añadía funciones por defecto que algunos servicios de Google no permitían hasta el momento.
  • Read it later. Todo esto se ve muy interesante, pero no tengo tiempo para leerlo. Puede que no quieras guardarlo en marcadores para que sea abandonado en el sueño de los justos, o puede que no quieras guardarlo en Delicious, o no crees que puedas utilizarlo en un futuro, o puede que estés demasiado ocupado en ese momento y posteriormente en un valle de tu actividad diaria quieras darte el gustazo. Simplemente, léelo después.
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There will be blood (Todos contra Google)

He aquí una empresa que encontró ElDorado, una organización que dio un paso más allá en el mercado global de un mundo interconectado, que entendió la quinta esencia de cómo se comportaba el mercado dentro de un canal completamente nuevo, que intuyó cómo sería el futuro y se atrevió a desarrollar todo un modelo de negocio para sí misma y lo hizo accesible para el resto. Pero en el camino, son muchas las piedras en las que tropezar, muchos los enfrentamientos que superar y muchas mentes a las que convencer. En crisis, si todos admiran tu cuenta de resultados, si todos contemplan que tu caja sigue aumentando cada trimestre, sólo ansiarán meter la mano en ella. No les van a faltar las maneras de encontrar caminos para ello.

Aunque todas las miradas se centrarán en los medios, no son los únicos. Los medios de comunicación, esos agentes que consideran que sin ellos en Internet carecería de sentido, no habría contenido; quieren su pedazo de pastel sobre el buscador de Google y Google News. Haces dinero con nosotros, con nuestro producto, queremos nuestra parte, parecen aseverar. Sin embargo, la tendencia está cambiando, la competencia pura y perfecta de Internet es la culpable, y Facebook ya redirecciona más tráfico que Google a las webs. ¿No cabría también que pedir su parte del pastel a estos concentradores emergentes?

Los gobiernos, con Francia a la cabeza con su “tasa Google”, consideran que sus ingresos vía impuestos no están lo suficientemente bien recaudados como debieran y consideran que ese dinero podría ser bien utilizado para “protección de la oferta legal de contenidos en Internet y a la remuneración de los creadores”. Es decir, destinarlo a subvenciones que protejan el sector cultural. Los medios de comunicación han tratado de añadir leña al fuego difundiendo la noticia que Google no paga los suficientes impuestos en España, ya que sólo declara el 5’1% de lo que ingresa en este país (Según algunas estimaciones).

Por otro lado, las operadoras de telecomunicaciones, algunas cansadas de lanzar productos fallidos, tratan de convertirse en algo más que tuberías y solicitan también su parte, mientras Google ya muestra interés en convertirse también en una operadora más instalando cables submarinos, ofreciendo conexiones ultrarrápidas experimentales o con servicios de voz. Al mismo tiempo que algunos consideran que esa reclamación podría fin a la neutralidad red, Google se muestra conciliador asegurando que las telefónicas recibirán lo que hayan invertido. ¿Una aceptación de su debilidad?

Y, mientras tanto, la compañía sigue enredada en aspectos legales antiguos y nuevos provocados por la precipitación a la hora de publicar nuevos servicios. En Estados Unidos, prosigue el litigio sobre el control de los contenidos y sus planes de digitalización de casi toda obra editada en el mundo. Sin embargo, la travesía de Google Books nunca fue sencilla con acuerdos y denuncias que ponen en cuestión la viabilidad de un proyecto muy ambicioso y que dispone de detractores y defensores que no deja indiferente ni satisfecho a ninguno de los actores implicados.

Para que todo esto no fuese suficiente, Google Buzz el producto destinado a plantar cara a los productos estrella del denominado Social Media (Twitter y Facebook) se ha lanzado sin tener presentes aspectos claves como el de la privacidad que violaba y la sobrecarga informativa que provocaba, lo que ha conducido que se esté preparando una demanda contra el gigante de Mountain View de la que a buen seguro no saldrá  muy bien parado.

Desde luego que esta no es manera de empezar el año.

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¿Acabará el Chat de Facebook con el Messenger?

El movimiento ha pasado completamente desapercibido, el mundo estaba demasiado preocupado intentando destripar Google Buzz por esas fechas, o tal vez porque esta opción ya era conocida y estaba disponible desde hacía tiempo, pero desde Facebook se ha realizado un movimiento más para que casi toda la actividad social de los internautas pase por su sitio web (o por sus servicios). El chat de Facebook, un pequeño menú desplegable más molesto que otra cosa que aparecía a pie de página, se ha hecho mayor o al menos va a intentarlo. Desde la semana pasada, es posible acceder a él a través del protocolo Jabber. Es decir, los usuarios pueden utilizarlo de forma abierta como si de un MSN Messenger se tratase, asaltando el escritorio de los internautas. La conversación asíncrona puede llegar a ser síncrona, aunque por supuesto todavía debe pasar un proceso de mejora en el que sea posible filtrar a esos usuarios molestos que aceptamos como integrantes de nuestra red social, pero que realmente tenemos bloqueados y de los que no queremos saber nada.

Sin embargo, este servicio es cada vez usado con mayor frecuencia por los usuarios de Facebook, que se detienen a charlar con sus contactos mientras publican y comentan los estados de los mismos. En el mismo momento en que ya no hace falta conocer el correo electrónico concreto de una persona, tan sólo cómo se llama – o se hace llamar – dentro de la Red Social, será posible hablar con ella, socavando los esfuerzos de Microsoft de convertir su Messenger en otra red social.

Y es que Facebook y Twitter tienen lo que otros quieren, Google lo sigue intentando tratando de cerrar su asignatura pendiente, mientras Facebook se propone posicionarse también en el escritorio, puede que desarrollando funcionalidades más allá del intercambio de mensajes. De momento, lo ha puesto un poco difícil al usuario medio, con configuraciones de aplicaciones de terceros un tanto liosas, aunque algunos como Adium (sólo para Mac) ya lo integran, pero puede que no tardemos en descubrir un Facebook Messenger tratando de destronar una de las aplicaciones favoritas de los internautas españoles.

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