Alguien me comentó una vez divertido que cuando visitaba un medio de comunicación, tenía querencia por leerse el titular y pasar directamente a los comentarios mientras se reía. Me pareció un punto de vista interesante, ya que acababa de despreciar el contenido del medio de comunicación por la conversación que se generaba, y además marcaba otro lugar fuera de lo que actualmente se considera que el lugar donde deben realizarse las conversaciones de bar digitales: Twitter. Por supuesto que la red social no está marcada tan sólo por polémicas informativas, ya que se han llegado a diferenciar hasta seis tipos de conversaciones en Twitter, pero no me parecía sensato que se abonase el terreno dentro de una web para discutir casi de cualquier cosa porque, como es obvio, la conversación podría escalar hasta límites insospechados.
Tampoco debemos olvidar que no sólo los medios de comunicación generan polémicas alrededor de los comentarios ya que sitios de compra o de recomendación como Amazon o Tripadvisor también los poseen dentro de su ámbito. Por lo tanto, como podemos comprobar cómo gestionar la participación de los usuarios y los lectores dentro de las webs ha sido intenso y complejo. En el caso de los medios, ¿qué valor añadido pueden dar? ¿realmente fomentan el debate y la generación de argumentos, contraargumentos e ideas? ¿o simplemente se trata de armar una discusión abonada al insulto o a afirmar que el otro no tiene ni idea sin atender a nuestras propias argumentaciones?
Desde luego, que más allá de la problemática de gestión que generan los comentarios en un medio de comunicación, también hay que tener presente que los profesionales que firman un artículo también se pueden llegar a sentir afectados de cierta manera sobre el debate sin freno que pueden generar. Sin embargo, aunque el debate se ha extendido incluso teniendo que dar explicaciones en algunas ocasiones debido a la virulencia de los comentarios, que un medio renuncie a los comentarios es renegar de una parte del valor que generan los contenidos. Y aunque es cierto que ese debate se ha trasladado hacia otras fuentes de información y de difusión como son las redes sociales, esos comentarios permiten a los medios de comunicación construirse una identidad tanto dentro de internet como fuera de ella.
Por eso, en un primer momento, los medios de comunicación no percibieron la polémica con los comentarios como un problema, si no como algo positivo. Principalmente, porque la presencia de que algún usuario incitase a la polémica servía a la retención del resto de los usuarios, a registrarse en el medio y por supuesto a que permaneciesen más tiempo en la página. Claro que finalmente el contenido del artículo no era lo importante y se veía desplazado por las descalificaciones que se entrecruzaban unos y otros. Se alcanzaba un punto que los propios autores de las piezas informativas debían evitar la lectura de esos comentarios puesto que descubrían que lo importante no era lo que se relataba en ellos sino más bien la viralidad que se podía obtener de ellos.
Sin embargo, los medios de comunicación han tratado de cuidar los comentarios desde un primer momento tratando de controlar el ámbito y las buenas formas. Simplemente para dar un valor añadido a los artículos. Lamentablemente, en algunas ocasiones, las peores cosas de los propios medios de comunicación son los lectores y desde luego que tener la posibilidad de decir no implica tener algo que decir y es lo que siento cuando yo mismo leo los comentarios de algunas noticias.
Imagino que cuando ya se alcanzan las descalificaciones personales es cuando el asunto se descontrola. En el pasado, las cartas al director eran una vía de salida a aquellos lectores enfadados con el medio. Por supuesto que eran otros tiempos cuando todo se destilaba de una forma más tranquila y sin las premuras de esta sociedad líquida. En cualquier caso, los medios de comunicación todavía no han acabado con la posibilidad de que sus lectores aporten sus puntos de vista a través de los comentarios y desde luego no parece que sea una opción que vaya a cerrarse en el medio plazo.