Saltar al contenido →

«Todos los hombres del presidente» de Alan J. Pakula

Todos los hombres del Presidente (All the President’s Men) es una película basada en las tareas de investigación que los periodistas de The Washington Post, Bob Woodward (Robert Redford) y Carl Bernstein (Dustin Hoffman), llevaron a cabo durante el escándalo del Watergate (1972-1974) que finalizaría meses después con la dimisión del presidente de los Estados Unidos Richard Nixon. En un trabajo de investigación profundo y en el que nadie creía – de hecho Woodward llevaba apenas unos meses en el periódico cuando inició su investigación, es decir era un novato, y trataron de pasar el tema a un redactor más experimentado cuando la dimensión del caso fue ampliándose – las tareas de recuperación de información y entrevistas con testigos y con implicados fueron determinantes para esclarecer lo que realmente había sucedido dentro del Hotel Watergate.

Para percatarnos de el enorme trabajo que supuso desvelar el verdadero trasfondo de lo que se convertiría en un escándalo de enormes proporciones, en la película se nos ofrece una simple muestra. Las pesquisas de los dos reporteros les llevan hasta Howard Hunt y su secretaría que había solicitado una serie de libros sobre el asesinato de John F. Kennedy a la Biblioteca del Congreso (Library of Congress). Woodward consulta a una de las bibliotecarias si ese extremo era cierto y durante un momento de duda la bibliotecaria lo afirma para posteriormente negarlo todo. Sorprendido por la reacción de la bibliotecaria, Bernstein vuelve a llamar y se produce de nuevo la negación de la bibliotecaria. El hecho de que la Casa Blanca pida material sobre Kennedy a una biblioteca podría parecer poco relevante, hay que recordar que Nixon se enfrentó a JFK en las elecciones presidenciales y perdió, pero las formas y el aparente temor que parece demostrar la bibliotecaria ante una cuestión tan trivial invita a los dos investigadores a desplazarse hasta la Biblioteca del Congreso.

Finalmente, ante la imposibilidad de poder contrastar el interés de la Casa Blanca sobre el asesinato de Kennedy vía telefónica, los dos periodistas solicitan revisar las fichas de préstamo de todo un año (1971) ante lo que uno de los bibliotecarios accede no sin antes decirles: “Se les van a caer los ojos”.

En la película, se nos ofrece un plano cenital de una de las salas de consultas de la Library of Congress que es lo que recogemos aquí.

Publicado en Cine

Un comentario

Los comentarios están cerrados.