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Mes: marzo 2009

Las debilidades de Google

Omnipresente en el día a día de cualquier internauta, es difícil concebir un futuro inmediato en la Web sin que la gran G se encuentre en ella. Pero, a pesar de sus defensores a ultranza, la empresa de Mountain View también puede contemplar como el futuro puede ennegrecerse en el horizonte. La consultora francesa faberNovel se ha atrevido a conjeturar cuáles son actualmente las máximas amenazas para Google y en la presentación Why could Google die… nos la resumen. He aquí algunas de las claves:

Amenazas legales

  • Denuncias por monopolio. 2007 – Microsoft denunció a Google por posición monopolística tras la compra de DoubleClick. 2008 – Yahoo! trató sin éxito de alcanzar un acuerdo con Google, las autoridades antimonopolio objetaron. 2009 – SourceTool denuncia a Google por posición dominante. Esto puede aumentar en un futuro dependiendo de las posiciones estratégicas que desarrolle la empresa de Mountain View.
  • Denuncias por infracción del Copyright. La mayoría de los servicios de Google enlazan o albergan material sujeto a copyright (Por ejemplo, YouTube o Google Books), los riesgos de denuncias o solicitudes de compensaciones económicas son bastante altos.

Debilidades internas

  • Incapacidad para contratar o retener personas claves. En empresas maduras, los incentivos para la rentención de empleados o la contratación de nuevos son cada vez menos eficientes.
  • Incapacidad para escalar procesos operativos. Cuanto mayor sea la estructura de Google más dificultades tendrá para dar salida a la innovación y la creatividad, así como se le presentarán dificultades para mantener el nivel cualitativo de sus productos.
  • Dificultades en su alta dirección. Hasta este momento, tres son las cabezas visibles de Google (Larry Page, Eric Schmidt y Sergei Brin) pero en un futuro pueden encontrar dificultades a la hora de delegar competencias.

Amenazas estratégicas

  • Dificultades para nuevas adquisiciones. Aunque la mayoría de las adquisiciones de Google han resultado exitosas, algunas de ellas han demostrado dificultades a la hora de encontrar su hueco dentro de la estrategia global de la compañía.
  • Incapacidad para controlar puntos de entrada. Google ha fracasado a la hora de entrar y desarrollar puntos estratégicos como las Redes Sociales. Puede sucederle también en el futuro en otros campos clave como el de la telefonía móvil, las televisiones, videoconsolas, etc.
  • Nuevas innovaciones. Algunas compañías exitosas han visto su capacidad de influencia decaer tras la aparición de nuevas tecnologías disruptivas, puede que también le suceda a ella.
  • Cambios en las estrategias de sus sectores clave. Que Microsoft se alíe con Yahoo!, o que Apple o Firefox abandonen sus acuerdos de colaboración con Google puede afectar al futuro desarrollo de la compañía.

Otras amenazas

  • Asuntos relacionados con la privacidad. La omnipresencia de los productos de Google en la actividad de los internautas puede suponerle problemas ante las Administraciones Públicas de los países en los que desarrolla sus actividades, así como el uso y recolección que haga de las estadísticas de uso de los mismos.
  • Amenazas por el ecosistema OpenSource. Google trabaja con muchas comunidades independientes, sin embargo estas alianzas pueden cambiar en un futuro si se contempla a la compañía como una amenaza o también puede suceder que simplemente los negocios OpenSource evolucionen.
  • Caídas de los servicios de Google. Las recientes caídas en sus servicios han supuesto daños en la imagen de marca, pero también puede suponer una disminución de usuarios corporativos en sus productos.
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La Prensa decide ir a Google rogando y con el mazo dando

Vaya por delante que el caso de Google News, si yo fuese un editor de un diario, me parecería obsceno. Si acudimos a una de sus secciones genéricas, por ejemplo a la de Economía, descubriremos, para mayor escarnio de los medios, que éstas aparecen agrupadas por hecho noticiable en un espacio terriblemente reducido. Es decir, ahora mismo cuando estoy escribiendo este texto, podemos encontrar hasta 484 artículos que se refieren a una misma noticia que se agrupan en escasas cuatro líneas de la página de resultados. Ante esto, podríamos considerar que ¿dónde queda el valor, el prestigio, el peso específico que una cabecera luce ante la sociedad? ¿Por qué Google, o mejor su algoritmo, dispone que un medio de comunicación aparezca sobre otro? ¿Y qué decir de las noticias trabajadas, esas que requieren un poco de documentación, contraste de fuentes y reflexión, y que quedan relegadas rápidamente por el propio dinamismo de la actualidad informativa?

A los medios de comunicación nunca les ha llegado a agradar ese invento, ese gran distribuidor de tráfico que se supone que es Google News (GN). De hecho, en este producto del gigante de Mountain View, todos los medios son iguales, sin distinción. Yo mismo me he sorprendido durante su uso que el producto de Google situase a webs desconocidas por encima de las cabeceras tradicionales. Sin embargo, ahí radica la magia de Google, que de su chistera no se sabe a ciencia cierta cómo funciona. Durante su fase de expansión geográfica, los medios han cargado las tintas y de qué manera hacia GN adoptando distintas posiciones. Así, los belgas consiguieron que el servicio desapareciera, los franceses obtuvieron que no les indizase aunque después llegasen a un acuerdo con él para que alojase sus noticias. Ahora, tras la decisión del gigante de rentabilizar al máximo sus productos e incluir publicidad contextual en Google News, los medios de comunicación intentan que Google comience a repartir el pastel. No obstante, puede que deberíamos comenzar a preguntarnos si realmente están apuntando más alto.

Porque, no estoy del todo seguro que el tráfico del producto de GN sea excesivo en comparación con otros. Si realizamos una consulta a Google Trends y comprobamos el tráfico que dispone el dominio news.google.com junto a tres de los principales diarios estadounidenses en los últimos doce meses, comprobamos que en el ámbito local los diarios le vencen por varias cabezas. Es decir, los internautas siguen acudiendo a las cabeceras de sus medios de comunicación preferidos antes que al servicio de Google. Entonces, ¿a qué se debe este movimiento entonces? Sí, es probable que quieran una pequeña parte del pastel de GN, aunque seguramente en la distribución se les quedará en un pedazo relativamente pequeño, pero si el gigante cede comenzarán a apuntar más alto, hacia el producto principal: El buscador genérico.

Como hemos señalado anteriormente, desde sus inicios, los medios de comunicación no estaban del todo conformes con el comportamiento del algoritmo de GN y deseaban que Google lo modificase para que no desapareciesen de la página principal los reportajes de forma tan acelerada. Google contestó en su momento que estudiaría sus peticiones, pero no ha demostrado urgencia a la hora de actualizarlo. En este momento, la prensa presiona al buscador para que la noticia original consiga el mejor posicionamiento frente a las otras webs que la recogen o comentan (fundamentalmente los blogs) o hacen derivaciones de ella. En realidad, están entrando en la consideración que la cabecera debería disponer de mayor peso a la hora de posicionar los resultados, algo que Google todo sea dicho ya había contemplado.

Pero, aunque los medios de comunicación presionen al buscador, éste ya se ha movido de forma estratégica. De hecho, los acuerdos que recientemente ha firmado con las agencias de prensa más importantes de distintos países nos señala que Google está tratando de convertir a GN en un medio de comunicación más y que, de forma lógica, posicionará los resultados de las noticias que aloje por encima de lo que recojan los medios de comunicación en sus webs. De esta manera, los medios de comunicación tendrán que preocuparse por la creación de contenidos originales y de cierta calidad antes de centrarse en la redistribución de los textos servidos por agencias.

Pero aquí viene el dilema: Si uno de los modelos de negocio de las agencias de prensa es servir noticias a los medios de comunicación para que los publiquen (Y los medios tradicionales pagan por ellas), pero en la Web los medios no pueden rentabilizar el esfuerzo de pagar ese servicio, ¿lo seguirán manteniendo? ¿O han sido las propias agencias las que se han disparado en el pie ofreciendo sus contenidos a Google a cambio de los réditos de Adsense?

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La biblioteca de «Los Crímenes de Oxford»

El director español Álex de la Iglesia adaptaba la novela Crímenes Imperceptibles de Guillermo Martínez bajo el título Los Crímenes de Oxford en esta producción hispanobritánica que contó con Elijah Wood, John Hurt y Leonor Watling en su reparto. En esta historia, que mezcla filosofía, historia y matemáticas, el estudiante de lógica norteamericano Martin se desplaza hasta la Universidad de Oxford con el objetivo que el prestigioso profesor Arthur Shelton dirija su tesis.

Sin embargo, Martin no lo va a tener fácil puesto que el arisco profesor se dedica a la investigación y la impartición de conferencias y clases magistrales y no es del gusto del trato con alumnos. Martin se siente frustrado en su primer encuentro con el profesor y está cerca de abandonar su propósito, sin embargo un crimen sin resolver y un extraño asesino en serie unirá su trayectoria vital con la del profesor que juntos intentarán desenmascarar al asesino.

Una de las escenas transcurre dentro del campus universitario, cuando Beth acude a la biblioteca en busca de Martin que trata de relacionar los extraños sucesos que está viviendo. El encuentro no es agradable y acaba con mucha tensión entre los dos personajes que, airados, abandonan la biblioteca con mucho estruendo para desconcierto de los estudiantes que se encuentran allí en ese momento.

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Será mejor que no tengas que elegir entre olvido o memoria

Más vale que no tengas que elegir
entre el olvido y la memoria,
entre la nieve y el sudor.
Será mejor que aprendas a vivir
sobre la línea divisoria
que va del tedio a la pasión. […]

Esta boca es míaJoaquín Sabina

La recién estrenada Defensora del Lector del diario El País, Milagros Pérez Olivas, entraba completamente al trapo en su artículo Condenados a permanecer en la Red en la que exponía los casos de algunos lectores que solicitaban la retirada de ciertas informaciones localizables en los archivos del periódico. La Defensora exponía que un número creciente de lectores y usuarios de su web se ponían en contacto con la empresa solicitando el borrado de ciertos datos que les afectaban, porque realizando una sencilla consulta a través del buscador Google utilizando como palabra clave su nombre descubrían consternados informaciones caducas o, según el caso, fuera del contexto en el que se habían dado y las consideraban lesivas.

Como ejemplo, Milagros Pérez recogía el testimonio de un lector que había participado en los foros del diario, algo aparentemente inocente, pero que actualmente consideraba preocupante que ese comentario se expusiese como primer resultado sobre su persona por parte del gigante de Mountain View. Podríamos imaginar que el lector se encontraba consternado porque no deseaba que la primera referencia hacia su persona fuese en un tono desenfadado. ¿Y si, durante un proceso de selección para un futuro trabajo, el responsable de la entrevista consulta la base de datos de Google y descubría aquello? ¿Dónde lo coloca a él? Depende del tono y la temática, por supuesto, aunque hay casos más gravosos.

Realizando consultas nominales, podemos encontrarnos desde resultados de exámenes -información privada que no puede ser expuesta ni en un tablón ni en un PDF colgado en una página web de un sitio universitario-, resultados de procesos selectivos de becas, de exámenes funcionariales, solicitudes administrativas, sentencias o indultos, etcétera. Nos encontramos ante informaciones que se publican diariamente en la Red que en determinado momento pueden resultar útiles para el usuario, pero que pasado un tiempo dejan un rastro de actividades que no todo el mundo gustaría de ellas. En todos estos casos, se trata de información personal, publicada según la legislación vigente a través de publicaciones oficiales, que hasta hace poco sólo era pertinente y conocida casi exclusivamente por el afectado. Sin embargo, Google lo cambia todo y sus robots lo ordenan todo haciéndolo accesible a cualquiera sin contemplar si ponen en evidencia a una persona.

El debate abierto en El País ha sido intenso en los foros periodísticos – Periodistas21 o La Tejedora – donde se ha realizado una reflexión sobre el trabajo del periodista. Así, si a un individuo el juez lo llama a declarar como imputado y lo recogen los medios, pero tras el juicio es absuelto y estos no lo publican, ¿dónde queda la rectificación? ¿Cómo se borra esa mancha injusta en su reputación digital? Por supuesto que, para la empresa editora, los archivos son intocables. No se puede borrar esa información, aunque tal vez sí que debería ser actualizable o al menos no debería caer en el olvido tan pronto como deja de ser noticia.

Mientras tanto Google considera que no es competencia suya mantener limpios los ficheros de todos los sitios webs. La tecnología para hacer inaccesible una página determinada existe y debe ser utilizada por los editores no por los intermediarios entre usuarios e información. Esto lo mantienen sus responsables, aunque exista una sentencia que exige al buscador que esa información sea inaccesible y exima a la empresa editora de la web.

Mientras tanto, la reputación digital toma cuerpo como un elemento necesario a vigilar para cualquier persona. El control sobre lo que se dice de nosotros y lo que es recuperable en la web dispone de cada día de mayor importancia, convirtiendo la Web una prolongación de nuestra identidad profesional y personal más allá de nuestro control. No sólo debemos controlar lo que en las Redes Sociales o la Web 2.0 se publica sobre nosotros, sino que también debemos estar atentos y ser conscientes de qué vías nuestros datos personales son dispuestos de forma completamente libre en la Red de Redes casi sin que nos percatemos de ello.

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Libros y lectores 2.0

Tal y como os comentamos, la semana pasada en Valencia participamos en la mesa redonda celebrada en la Fnac, Libros y Lectores 2.0, a la que Javier Celaya tuvo a bien a invitarnos. Junto a Javier Leiva y Jorge Serrano, estuvimos hablando durante más de una hora sobre los posibles futuros del libro en una sala bastante repleta y que supo dar juego proponiendo diversos temas a debatir.

Imagino que, al igual que los asistentes, podemos resumir que el futuro del libro es bastante incierto y mucho más teniendo presentes los terribles cambios que a los que está siendo sometido el mundo editorial. Por un lado, es bastante probable que el libro impreso no desaparezca, pero que otros productos ligados al sector editorial, como serían los medios de comunicación impresos, evolucionen hacia un consumo a través de diversos dispositivos. Y es importante recalcar lo de diversos, puesto que el consumo del libro electrónico todavía está por definir. No está claro que sean los dispositivos e-books, junto a su tecnología de tinta electrónica, los que vayan a establecerse como medio para el consumo de estos productos. De hecho, es bastante probable que el futuro nos encontremos con híbridos a medio camino entre el libro electrónico y el ordenador portátil que vayan un poco más allá para facilitar la lectura. Así, por ejemplo, a los nuevos dispositivos se les añaden funciones de reproducción de MP3 o de agenda, por lo que no es descartable que un hardware tipo netbook pueda convertirse en el soporte de lectura.

Lo que no cabe duda es que el libro electrónico, ya se trate de complementar o de sustituir al tradicional, ha venido, esta vez sí, para quedarse. Es posible que después de diez años desde el lanzamiento de los primeros e-books comerciales, el libro haya encontrado por fin lo que le venía haciendo falta: Un distribuidor importante. Y ha sido la tienda virtual Amazon la ha apostado en situarse dentro del mercado ofreciendo, por un lado ser el distribuidor y, por otro, ofreciendo la tecnología necesaria para el consumo de estos libros digitales. También es interesante señalar que Amazon no se ha cerrado a otras alternativas como la utilización del iPhone para el consumo de sus fondos bibliográficos.

Sin embargo, no podemos olvidar al gran actor de los contenidos en la web: Google. El gigante de Mountain View se ha lanzado a digitalizar todo libro impreso y conservado dentro de las principales instituciones educativas de todo el mundo. Puede ser que cruzando la línea, derrotando a los grandes legisladores y a los políticos que comprueban que sus intentos a penas pueden hacer sombra al ímpetu del gigante de internet.

Por supuesto que lo ha hecho consciente del futuro, del acceso a través de dispositivos móviles y de la ubicuidad en la Red. Cuando los dispositivos evolucionen, cuando leer a través de un terminal informático no nos suponga un gran esfuerzo, Google ya estará posicionado, más allá de las editoriales tradicionales o de Amazon, ofreciendo contenidos y haberse movido en el tablero del futuro del libro sin que los editores ni los autores se percaten de que no controlan muy bien qué se hace con sus contenidos ni cómo se consumen.

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¿SEO o SEM? La adicción a Adwords

Esta semana pasada se ha celebrado en Valencia el VIII Workshop Calsi en el que, como suele, los contenidos suelen ser superiores a la asistencia que muestra la sala. Como cada año, nosotros estuvimos por allí tanto como nuestras ocupaciones laborales nos permitieron y, además de saludar a las viejas amistades y hacer nuevas, lo cierto es que las mesas a las que asistimos no nos dejaron indiferentes.

Personalmente, la mesa que me despertó mayor interés, fue la moderada por Javier Leiva que llevaba por título Modelos de Negocio 2.0. Es una lástima que llegásemos tarde a ella y sólo pudiésemos disfrutar de su parte final, pero nos sorprendió gratamente que en esta ocasión el moderador no tuvo que emplearse a fondo para lanzar sus preguntas a sus ponentes, algo que suele suceder con demasiada frecuencia, sino que la sala fue la generadora del debate y fue concretando los temas a discutir. Por supuesto que los ponentes estuvieron a la altura y tanto Angel María Herrera, Javier Celaya, Juan Luís Hortelano como Javier Martín nos ilustraron con su experiencia o, ante la falta de ella, su siempre estimulante punto de vista.

No hace falta señalar que son innumerables los temas tratados como, por ejemplo, el cansancio de la utilización del término Web 2.0 y el comienzo de la utilización de Web Social por parte de algunos de los ponentes, pero uno de los temas tratados por el público y más interesantes fue la Adicción a Google Adwords, algo de lo que ya había oído hablar pero me pareció sumamente interesante en su exposición.

El sistema publicitario de Google, por el que obtiene el 95% de sus ingresos, se basa sobre dos soportes: Google Adsense para los creadores o administradores de contenidos (Los editores) y Google Adwords para las empresas anunciantes. Los anunciantes crean sus anuncios textuales o gráficos y posteriormente pujan por determinadas palabras clave. Google se encarga de colocar estos anuncios dentro de páginas relevantes dependiendo de las palabras clave adquiridas. Por ejemplo, si un anunciante quiere vender coches, comprará determinadas palabras clave de esta temática y Google colocará sus anuncios en webs que traten esta temática.

El objetivo fundamental es que los internautas que hagan clic sobre un anuncio estén interesados realmente en el mundo de la automoción y que el visitante adquiera cierto producto. Por supuesto que un anunciante puede tener dos tipos de tráfico hacia su web: El generado mediante el sistema de Adwords (SEM) o mediante el posicionamiento que haga de su sitio a través de los buscadores (SEO).

En la mesa del Calsi, se expuso la problemática de que el sistema funcionaba, pero que la dependencia a éste era contemplada como excesiva. Concretamente, se afirmó que el gasto mensual de la empresa que expuso su caso era de 12.000 € y que obviamente se quería ir reduciendo esta cifra fundamentalmente porque era considerada como una visión cortoplacista. Sin embargo, desde su punto de vista era una manera fácil y rápida de generar ventas, aunque también se había desplegado toda una operativa SEO para posicionar correctamente las páginas del producto.

Los resultados expuestos tanto SEM y SEO eran bastante buenos para la empresa, pero desde ella se contemplaba con preocupación la excesiva dependencia de Google. Aunque la empresa, obviamente, no se identificó, los ponentes de la mesa consideraron que si la política desplegada funcionaba no tenía que preocupar en exceso. Por otro lado, consideraron que las acciones desarrolladas mediante SEO más bien podría tener un efecto pernicioso al inundar la Web de spam y además podría resultar más caro que la compra de palabras clave mediante Adwords.

Tal vez, lo que nos cabría añadir, es que la imagen de una empresa, su posicionamiento en el mercado, más allá de las consideraciones de Google, no se construye en un día. Los internautas que hayan adquirido sus productos y sus servicios gracias a Adwords es bastante probable que vuelvan a ella si están satisfechos, por lo que la Marca se construye poco a poco y las políticas de fidelización no son competencia de Google, sino más bien de sus directivos.

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Entrevistan a Marcos Ros en RecBib

Julián Marquina sigue con su ronda de entrevistas a los profesionales de la información hispanos en su sitio web RecBib. En esta ocasión, le toca el turno a Marcos Ros donde se somete al escrutinio de Marquina en la que no ha podido sustraerse a la longitud media de sus textos. Esperemos que os resulte de interés.

Personal

  • Háganos una pequeña presentación suya

Hasta el día de hoy, como profesional he conseguido dedicarme a lo que me gustaba desde que inicié la Diplomatura de Biblioteconomía y Documentación. No me he centrado exclusivamente en el mundo bibliotecario y mi devenir profesional ha derivado a otras lindes que me parecían un poco más interesantes. He sido documentalista informativo en el diario Levante-EMV y soy documentalista en Aidico – Instituto Tecnológico de la Construcción en Valencia. También dispongo mi pequeño rincón en Internet, soy co-editor del blog El Documentalista Enredado, y en él vuelco la mayoría de mis elucubraciones, no necesariamente acertadas, aunque crea en ellas.

  • ¿Cómo conoció RecBib? y… ¿qué le parece?

Pues seguramente acabaría visitando RecBib mediante un envío a la lista de distribución Iwetel. RecBib es ahora mismo lo que me hubiese gustado que hubiese sido El Documentalista Enredado en sus inicios y, por ello, felicito a sus administradores, porque han alcanzado lo que nosotros nos quedamos a medio camino. Me pareció curioso que en un principio RecBib se gestionase mediante Frontpage, me recordó a los tiempos de El Bibliotecario Desordenado de Javier Leiva.

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