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Mes: febrero 2013

El canto del cisne de la Prensa

Me suele suceder que acudo a sitios donde no debería estar. Debates que podrían considerarse lejanos a mi rumbo profesional actual, pero que no puedo evitar como ciudadano ni como observador y partícipe de nuestra sociedad. Una Sociedad que parece rechazarse así misma, negándose a aceptarse tal como es cuando se mira en el espejo, pero que cae una y otra vez sobre sus propios errores y miseras. Casi se trata de una sociedad ciega y sorda, incapaz de sincerarse y empezar a construirse de nuevo. Imagino que muchas cosas se quedaron en el camino y se perdieron, sin saber ni el porqué ni el cuándo, aunque no faltaron algunas señales.

Lluis Bassets realiza un ejercicio de reflexión hacia el Periodismo, hacia su producto impreso y acepta su final de forma sorpresiva para sus compañeros, con pesadumbre, pero con una mirada hacia el futuro. La presentación de el libro “El último que apague la luz” en la librería Tipos Infames de Madrid juntó a varias caras conocidas del periódico El País. Sindo Lafuente, Soledad Gallego-Díaz que hizo de anfitriona o Juan Cruz se dejaron ver para poner el broche a una tarde de debate y reflexiones en las que el público también estuvo bastante participativo.

El libro de Bassets es toda una declaración de principios para el director adjunto de El País. Parte de la aceptación de que al producto impreso le restan cinco años de existencia y que, en esa coyuntura, los periodistas y la Sociedad deberían prepararse ante esto.

Según el autor, la Prensa ha sido hasta hace poco el mejor artefacto de información jamás concebido hasta el momento, generando tres negocios en uno (Porque en el fondo todo se trata de generar dinero): La venta de espacios publicitarios, la venta de información y la capacidad de dar influencia. De hecho, este modelo ha traído el mejor periodismo en los últimos cuarenta años ya que ha sido capaz de financiarlo. El gran periodismo se realiza gracias a los recursos que aseguran ciertos estándares de calidad, sin embargo la coyuntura económica y la reconversión industrial del sector de la Prensa de recortes generalizados en los medios de comunicación está provocando el cierre de corresponsalías, el despido de periodistas y clausura de secciones enteras. Las expectativas no son halagüeñas, puesto que no parece posible recrear un tipo de negocio como el periódico, ya que el mundo digital fragmenta las audiencias.

El mundo digital plantea distintos escenarios ciertamente complicados para el modelo de negocio tradicional de la Prensa. La progresiva desaparición de productos nacionales perdiéndose la centralidad y fragmentando los intereses, junto a la presión por publicar el primero estrecha la distinción de lo que son rumores de lo que es realmente la información. El periodismo de prensa pensado como un producto cerrado de interés general y reposado sufre una crisis de identidad, una bipolaridad entre lo impreso y lo digital en la que el papel tiene pocas oportunidades de salir victorioso. Además, lo que está sucediendo ahora mismo en el sector de la Información es que la demanda la que reconstituye el mercado y no la oferta como sucedía hasta ahora. Y para cerrar el círculo del complejo entorno de la prensa, no existe un modelo de negocio establecido y viable en el mundo digital.

El periodista también sufre los envites de la Web, las redes sociales también están reconfigurando la figura tradicional del periodista. Si bien el periodista ha firmado tradicionalmente sus informaciones, el producto cerrado del periódico y su cadena de edición aseguraban cierta integridad al producto final. Hoy en día, es el periodista el que debe crearse su propia marca, su propia identidad digital a través de su espacio digital personal ya se trate en las Redes Sociales o en los blogs. De hecho, los medios de comunicación del futuro se cimentarán sobre una marca y distintas marcas agregadas que aportarán los propios periodistas.

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Del outsourcing científico al Science as a Service (SCIaaS)

La revolución de la Web 2.0 nos trajo el concepto de “Cloud Computing” y, por ende, “Software as a Service (SaaS)”. Nuevas palabras que, aunque similares, definen y añaden pequeños matices especificando y diferenciando distintas formas de trabajar. El SaaS y la “Nube” son modelos de distribución de software a los que se accede a través de un navegador e Internet, pero donde el soporte lógico y los datos que se manejan se alojan en servidores de una compañía de tecnologías de información y comunicación. Las principales ventajas de la contratación de SaaS por las empresas son la reducción de costos de entrada en nuevas formas de trabajo y de software, el fomento de la cooperación entre trabajadores, así como favorecer su movilidad.

El concepto de “Science as a service”, rescatado por Renee DiResta y sugerido por Bill St. Arnaud a través del artículo “Accelerating and Democratizing Science through Cloud Based Services” de Ian Foster; trata de aglutinar todos los conceptos anteriores en una nueva manera de hacer Ciencia. La SCIaaS pretende suponer un ahorro de tiempo sin comprometer la calidad de la investigación científica y abarca tanto la contratación de investigadores de forma muy flexible, el alquiler de instalaciones de forma que supongan un ahorro de costos y el desarrollo de la Ciencia de una manera más eficiente, creativa y colaborativa.

Obviamente, lo que se propone en los textos antes citados es el desarrollo de un nuevo modelo de outsourcing que en el campo científico surgió ya en la década de los años 80 y es utilizada sobretodo en el ámbito farmacéutico. Sin embargo, el outsourcing científico desarrollado hasta la fecha es un tanto opaco y bastante caro, además de difícil de encontrar.

Los nuevos modelos desarrollados a calor de la Web 2.0, así como los modelos B2B y B2C pueden ayudara redefinir este outsourcing a través de la creación de Marketplaces donde las instalaciones, los equipos y los profesionales ofrezcan sus servicios a empresas y organizaciones para hacer Ciencia. El ejemplo es el sitio web Science Exchange donde se ofertan y demandan servicios de este tipo de forma abierta y transparente. Este nuevo modelo se encuentra todavía en un estado embrionario, pero ¿sera éste un nuevo modelo de “Open Innovation”?

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