Lentos pero seguros, en España vamos dando los pasos que otros ya dieron antes. Desgraciadamente para nosotros, una década no parece ser suficiente, somos contumaces y caemos reiteradamente en los errores que cometieron otros. La noticia que nos relataba que las empresas españolas no mejoraban sus resultados a pesar de estar implementando nuevas tecnologías en sus organizaciones nos indica que estamos retrasados tecnológicamente hablando, pero es que además no somos cuidadosos. Esta noticia no podía sino recordarme lo que ya contaba Alfons Cornella en su libro de 1994 Los Recursos de Información: Ventaja competitiva de las empresas.
Pero fijémonos en las comparaciones de la noticia de reciente publicación junto lo que nos relataba Cornella. Así, la noticia publicada aseguraba que la llegada de las nuevas tecnologías (TIC) había supuesto una reducción de costes para las empresas que las utilizaban, pero que el aumento de la inversión en tecnología (49%) y en los servicios de consultoría y colaboración (47%) habían producido que los resultados no se hubiesen incrementado sustancialmente. Así, a pesar del impacto significativo de las tecnologías de la información y la comunicación en las empresas españolas, los directivos aún esperan mayores frutos de la inversión dedicada a tecnología en los últimos años.