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El Documentalista Enredado Entradas

Blogs y medios, territorio salvaje

Este texto se publicó originalmente en el blog colaborativo Neumattic el 16 de diciembre de 2010

No hace tanto tiempo que los blogs contemplaban con cierta suficiencia a los medios de comunicación tradicionales. Razones no les faltaron, ya que fueron los primeros que abordaron sin miedo ciertos temas que hasta entonces no alcanzaban o no tenían cabida en las páginas o en los sitios webs de los medios tradicionales. En base a esa nueva forma de enteder la difusión de la información y de crear la noticia, de una forma abierta y sin censuras, sin limitaciones geográficas, se acuñaron términos como “Periodismo ciudadano” y se intuyó una suerte de nueva revolución que a buen seguro haría tambalear los cimientos de la información dentro de Internet y de los vetustos medios impresos.

La reacción de la prensa fue tímida en un principio. Ofrecieron a sus lectores la posibilidad de corregir e incluso opinar dentro de las informaciones, aunque posteriormente la apuesta fue mucho más decidida, intentando crear comunidad dentro de ellos. Así, se brindó la posibilidad de que los lectores pudiesen crear su propio blog como elemento diferenciado informativamente dentro del dominio web del medio de comunicación y, posteriormente, se reforzó esa necesidad de opinión y de seguimiento de la información del medio a través de Twitter y/o Facebook.

Hoy en día, la revolución traída por los blogs se diluye salvo honrosas excepciones. Son escasos los blogs profesionales que pueden hacer sombra a los medios tradicionales, a pesar de que ejemplos existen y que se acercan peligrosamente a la difusión de cabeceras . Mientras que la difusión de noticias e informaciones a través de Twitter y Facebook son las vías preferidas actualmente por los lectores para difundir las mismas.

Mientras tanto, los experimentos sin control quedan un tanto atrás. Los blogs se hallan presentes en los medios de comunicación, sí, pero se promocionan principalmente aquellos gestionados por autores de relumbre para la cabecera que los acoge. Por contra, los blogs de los lectores quedan en un segundo plano hasta desaparecer de las páginas principales de los sitios web de los medios.

En cualquier caso, la Wild Wide Web todavía campa a sus anchas dentro de esos mismos medios y los blogs que acogen, así como dentro de los propios comentarios de las noticias que se muestran en ocasiones como ingobernables e inclasificables, alejados de la línea editorial de la cabecera y que entra en contradición incluso con su posición política.

Incluso, esos medios acogen dentro de sus comunidades a blogs que desdicen completamente a los principales articulistas de los medios como si su línea editorial fuese por un sitio y la comunidad de sus lectores por otro. Es curioso que no se encuentre ningún responsable que trate de corregir o modifique su tendencia, lo que a los ojos de los lectores más habituales chirría profundamente alejándolos de lo que debería ser su medio de comunicación de referencia.

La convivencia del modelo de los blogs dentro de los medios de comunicación todavía tiene mucho recorrido, desde luego. Sin embargo, cuando los cimientos mismos del periodismo son sacudidos por los acontecimientos y por la difusión de información por sitios web como WikiLeaks, son los medios de comunicación tradicionales la vía por la que esta información es tratada y filtrada tratando que llegue lo más lejos posible. El porqué WikiLeaks decidió difundir la mayor publicación de documentos diplomáticos estadounidenses a través de cabeceras tradicionales debe de indicarnos que los medios no fueron derrotados, sino que supieron adaptarse y que cada vez lo harán más rápido.

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Web 2.0: La utopía resquebrajada

Este texto se publicó originalmente en el blog colaborativo Neumattic el 25 de enero de 2011

Hubo un tiempo que consideramos que nosotros, los internautas, los usuarios, desplazaríamos a los grandes medios de comunicación. Hubo un tiempo que nosotros expertos, profesionales, conocedores de la realidad social que vivimos, podríamos hablar cara a cara con los grandes medios, corregirlos, castigar la forma en que pudiesen filtrar la información, darle el tamiz que ellos obviaron u olvidaron. Nosotros nos haríamos un hueco, crearíamos una comunidad interconectada que hablaría con voz propia, con mayor autoridad que los gobernantes o los propios periodistas. Nos haríamos un hueco en esta democracia con una voz propia. Nosotros éramos los medios, nosotros construíamos la Web.

Esta nueva Web, refundada tras sus cenizas del desastre de la Burbuja.com, palpitaba en su momento cumbre con innumerables usuarios actualizando blogs con mayor o menor rigor, con mejores y peores historias, con grandes discusiones que aportaban contenidos o simplemente con el típico griterío de un bar. Pero era un sueño y era nuestro, íbamos a cambiar el mundo, pero ¿qué podría quedar de ello?

El sueño parece diluirse tras estos cinco años acelerados en los que hemos pasado de sólo poder usar la web principalmente desde nuestros ordenadores a otros dispositivos como móviles y tabletas. La información que compartimos es inmediata, se prima el aquí y el ahora, lo breve, lo ingenioso, lo impactante, lo taquigráfico. Una muestra de nuestra sociedad acelerada, lo importante por la mañana es olvidado al anochecer, el impacto que dure un segundo, pero que se grave en la retina aunque se trate de 60 minutos.

Automattic, consciente de la falta de tono muscular de la Blogosfera, ofrece un reto a los blogueros sean o no usuarios de su plataforma: Publicar un post al día. Una imagen, un texto breve son razones más que suficientes para los chicos de WordPress, aunque han tenido que bajar varios peldaños su reto y actualmente se conforman con un post a la semana. Sin embargo, eso mismo ya se comparte en Twitter y/o Facebook, feroz competencia me temo ante que los blogs, menos inmediatos, poco pueden hacer.

Dentro de la Blogosfera, otros que están soportando esta corrección son las redes de blogs. De un tiempo a esta parte, se ha pasado de una situación en la que existían múltiples en activo, apareciendo como setas, hemos pasado al cierre e incluso la compra de algunas de ellas.

Otros proyectos que se convirtieron en estandartes de la Web 2.0 como los marcadores sociales tampoco se encuentran en su mejor momento. Nos referimos principalmente a Delicious que, como es bien sabido, iba a ser cerrado por Yahoo! tras su fracaso en su adquisición y que provocó una reacción melancólica dentro de la Web Social que sólo ha derivado a la intención de la compañía norteamericana hacia su venta, más que su cierre. Sin embargo, los usuarios de Delicious ya se han dispuesto a la búsqueda de alternativas que no hace presagiar un buen desenlace sobre esta web que provocó ríos de tinta en su momento.

La promoción social de informaciones tampoco pasa por su mejor momento tras el descenso de Digg a los infiernos. Los distintos cambios que ha sufrido la gestión de la Web no han sentado nada bien a su comunidad y los internautas han ido progresivamente abandonando el barco. El descenso del tráfico de Digg también tiene su efecto gracias a otras alternativas para compartir información y mantenerse actualizado como sucede con Twitter, lo que nos lleva a la consideración de que los hábitos y las evoluciones de los internautas tienen mucho peso a la hora del desarrollo del negocio de este tipo de webs.

Y, finalmente, y esto debería ser un punto de atención para aquellos proyectos que se encuentran en su hype actualmente. MySpace, otrora la red social por excelencia, que ha visto cómo debía ceder su cetro a otra red social (Facebook) que simplemente ha sabido barrerla del mapa. La estrategia de Rupert Murdoch falló, pero es otro punto de atención innegable que, en la Web, las generaciones que reemplazan a las siguientes bien pueden acabar con un proyecto que parecía completamente asentado y viable económicamente.

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Visio 2011: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Después de cuatro años, acudo al Visio 2011, congreso de referencia en Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva en España, llevándome un sentimiento agridulce. A los contenidos les sigue faltando enjundia, mucha descripción de experiencias y casos de éxito, aunque sigue faltando el rigor del despliegue de metodologías. Sin embargo, como se dijo en Bilbao, “las metodologías no nos las van a contar”, así que nos quedaremos con el contacto y el trato humano como mi reencuentro con Lara Rey, mi referente personal, y una ausencia destacable Raúl Baños.

Ya se han escrito distintos textos con las primeras impresiones respecto al congreso, por lo que no me extenderé. Entre los contenidos a destacar, personalmente, me interesaron todos aquellos relacionados con el Social Media -que tuvieron un gran nivel- un campo emergente en el que muchas disciplinas han puesto sus ojos. Obvio, la información que se haya en ella es cualitativa respecto a tendencias del mercado y satisfacción del cliente, algo que se olvida en la Inteligencia Competitiva obnubilados tal vez por el software que trata de captar información de distintas fuentes.

Y es que en Internet no se haya toda la información, no debemos olvidarnos. Podemos encontrar información estructurada y formalizada, pero como bien sabemos al ser humano lo que le gusta y encuentra mayor valor es la información transmitida de forma informal y desestructurada. La gestión del conocimiento es una de las asignaturas pendientes en las exposiciones de Visio, centradas en la explotación de la gran tormenta de datos que es Internet, pero olvidando otras patas de la Inteligencia Competitiva y que se encuentran bien descritas en los manuales de IC clásicos.

En cualquier caso, una de las conclusiones es que el software no sirve de nada si no hay un factor humano detrás que gestione, analice y distribuya la información obtenida. Que reflexione un momento y que sea capaz de ir donde el software es incapaz de llegar. Tal vez, atendiendo a los perfiles que asistieron a las jornadas (empresas pocas, administraciones, centros tecnológicos y distribuidores de software) podamos entender el porqué de este escoramiento hacia el mercantilismo de las herramientas informáticas, necesarias, claro está; sin embargo como quedó bien demostrado en la experiencia de Kenako Delicatessen Internacional cada organización dispone de unas necesidades muy particulares y por ello necesita de una metodología de Vigilancia propia.

A destacar que Twitter fue una sesión paralela donde se debatieron muchas ideas y un elemento para creación de nuevos contactos y donde se trasladó la tensión de algunos debates de la sala. Una vez más, las baterías de los portátiles fueron un elemento clave para que el debate fuese decayendo durante el transcurso del día y la falta de enchufes restaba para que los twitteros se animasen en el debate paralelo. A destacar que, el elemento innovador de trasladar preguntas a los ponentes a través de Twitter, quedó en agua de borrajas en muchas ocasiones debido a que es difícil trasladar un discurso que se cierra en una pregunta en 140 caracteres.

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Salud 2.0: mirándonos en un espejo

Hace mucho tiempo ya que dejé de ser una parte activa de la biblioblogosfera, y aún diría más, que dejé de ser una parte pasiva. Por circunstancias personales, por trabajo, por tiempo, por pereza… por aburrimiento.

Dejé de leer blogs de documentación y bibliotecas, mientras algunos desaparecían y otros surgían sin percatarme; dejé de leer artículos profesionales, incluso dejé de imprimir o archivar “futuribles” lecturas interesantes; por la imposibilidad de asistir a eventos profesionales fuera de Valencia y su casi inexistencia por estos lares, me fue fácil desvincularme de jornadas y encuentros (auque aún me he acercado a alguno). En definitiva, después de estos dos o tres años pensaba que estaba totalmente fuera de los temas y las inquietudes de mi profesión.

Hoy, se ha dado la circunstancia de desarrollarse en Valencia una jornada denominada “Salud 2.0: Nuevas herramientas aplicadas a la medicina”. Y, aprovechando que tenía la excusa laboral perfecta para asistir, como documentalista en una institución de investigación biomédica, y picada por el gusanillo de la temática Web 2.0 que hace tanto tiempo dejé de lado, allí que he ido.

Mi gran sorpresa ha sido ver que todo era igual a lo que yo había conocido hace unos años en relación a las bibliotecas, pero ahora con temática médica: el miedo de los profesionales a perder su posición “paternalista” tradicional en la relación médico-paciente, porque los pacientes se informan por otras fuentes (todo el mundo busca en Google, también sobre salud, y un paciente puede acceder al último artículo publicado sobre su enfermedad tan rápido como su médico); la crítica a la falta de “fiabilidad” de la información vertida en la Red si no hay un médico o institución detrás (cuando está comprobado que el porcentaje de errores es mínimo ya que la llamada “inteligencia colectiva” corrige errores tan pronto como los detecta); la reticencia, a cualquier cambio tecnológico, a cualquier estrategia de comunicación alternativa y, en definitiva, a establecer una comunicación recíproca con sus pacientes, en los que estos pudieran participar activamente aportando información tanto como recibiéndola.

Trasladado al mundo bibliotecario: cuánto se ha hablado (y temido) del cambio de rol del bibliotecario, que pasó de ser el guardián de la información a un ¿simple? intermediario y facilitador de ésta; cuánto se ha discutido y censurado la posibilidad de que el usuario participara en la indización del catálogo bibliotecario mediante etiquetas, comentarios o recomendaciones, porque la “sagrada” clasificación bibliotecaria se veía comprometida; y, decidme, cuántas herramientas de comunicación real entre los usuarios y su biblioteca se han establecido. Mejor no respondáis a esta última pregunta.

En este evento en el que se han dado ejemplos de proyectos de Salud 2.0, me he dado cuenta de que nada ha cambiado en este tiempo, que no hay tantas diferencias. Que al igual que en las Bibliotecas 2.0 y en la Salud 2.0 trabajamos con las mismas herramientas, también nos enfrentamos a las mismas reticencias de los profesionales y las instituciones.

Y, teniendo en cuenta que, los internautas que se desenvuelven en la Web 2.0, que están en redes sociales, escriben y siguen blogs, y comentan en foros, son los mismos usuarios que buscan una participación más activa en nuestras bibliotecas, y los pacientes que esperan otro tipo de comunicación con sus médicos; como profesionales, bibliotecarios o médicos, no podemos permitir que también nuestros mismos miedos nos detengan y no adaptemos nuestro papel y nuestros servicios a las necesidades del ciudadano del siglo XXI.

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La revolución digital llega al ágora, ¿del ágora al Parlamento?

Me imagino como tertuliano un tanto desconcertado frente al movimiento social que se está produciendo actualmente en las principales plazas de las ciudades españolas, o del 15M. De hecho, lo soy un poco. He acudido a la Plaza del Ayuntamiento de Valencia dos veces y he animado a todos mis conocidos a acudir. Para todos es algo nuevo, los más mayores (aunque yo ya no soy tan joven) tuvieron su movimiento de inconformismo frente a una Dictadura, pero frente a la Transición o el siempre accesible Mayo del 68 no se percatan que algo se perdió en el camino y eso es lo que aparentemente se reclama. Recuerdan a ese Mayo del 68, a su representante Daniel Cohn-Bendit, ya integrado en el sistema y con cargo en el Parlamento Europeo, y consideran que este movimiento se diluirá como un terrón de azúcar en el paso del tiempo. Habrá que verlo.

Es curioso que no hace tanto, nos sugerían que nos indignásemos, que nos lanzásemos a la calle. Pero cuando lo hacemos, justo en un momento electoral, nos dicen que así no, que no es nuestro momento, que el momento es suyo, el momento de los partidos, para sugerirnos sus ideas, que su mensaje nos empape, que nos sentemos frente a la tele, que nos olvidemos del frío adoquín y las noches al raso, que no pensemos que nos ofrecieron ideas, pero nos dieron gato por liebre. Nos mintieron. El domingo lo llamarán la “fiesta de la democracia”, pero el fin de semana se comprobará, tal vez, si la democracia se convirtió sin querer en represora de sí misma.

Lo reconozco. He vagado por medios de comunicación, he escuchado tertulias, he leído análisis políticos intentando diseccionar un movimiento que no tiene líder, que se demuestra cívico y sensato, y que actualmente trata de definirse en sus reivindicaciones. He estado a su lado, codo con codo, escuchándoles, es gente indignada, pero no cabreada. La violencia es inexistente. Como los tertulianos, no sé qué es esto, es un movimiento que está por definir, pero gana adeptos día a día. La sociedad está cansada de la impostura. Tienen razón los tertulianos, no vivimos en los países árabes del Mediterráneo inmersos en dictaduras, pero la sociedad se siente estafada, sin un futuro y cansados de mantener un sistema que no sabe sostenerse a sí mismo.

He tuiteado, retuiteado, compartido fotos, pero curiosamente me he mantenido fuera de los blogs. No he leído blogs para entender esto. He acudido a los medios de comunicación, los he seguido, los he censurado y he compartido su incertidumbre y sorpresa. La revolución será tuiteada, es cierto, pero no nos explicará porqué. Twitter se presenta como centro neurálgico de qué está pasando pero no el porqué. Nadie convoca a nadie, pero siguen acudiendo unidos por un hilo digital que es casi imposible de seguir. Las multitudes se muestran inteligentes y se autoorganizan.

Actualmente, asistimos al mayor experimento social digital, lo estamos viviendo y somos partícipes de él. En una sociedad moderna y occidental, las movilizaciones en Twitter asustaron a los políticos a la hora de aprobar la famosa Ley Sinde, sin embargo en aquel momento, del salón, el internauta no se movió. No se prendió la mecha, pero hoy lo hace y se multiplica exponencialmente. Algunos creen que 60,000 personas manifestándose no son suficientes para promover un cambio, que no alcanzarían para un diputado en el Congreso de Diputados, por lo tanto no hay que escucharles. Sin embargo, la Democracia muta hacia espacios más abiertos, donde las ideas no tardan semanas en propagarse, si no horas. La clase política tardará en hacer la digestión de lo que estamos asistiendo, pero reconocerán que aquellos que los eligen, pueden mostrar su disconformidad de las formas más variadas. En los 60 o en los 70, no existía Twitter, ni teléfonos móviles, las protestas fueron buscando la arena de playa bajo el asfalto y los adoquines. Hoy, la tecnología abre puertas a una economía globalizada e interconectada, pero también hacia una sociedad más participativa y abierta, ¿debemos aprobar una y censurar la otra?

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El sector de los buscadores no está tan muerto como parece

En el 2010 D.C., el sector de las búsquedas de Internet se encuentra ocupada por el Imperio de Google, tras la derrota de Microsoft ante Sergei Brin y Larry Page. Pero no todo el sector de las búsquedas de Internet está ocupado: aún hay una pequeña región, rodeada de campamentos googlenianos, que se resiste al invasor.

¿Alguien recuerda qué era Cuil? Aquel buscador que, desarrollado por ex-ingenieros de Google, le haría frente y temblar casi inmediatamente de su lanzamiento. Sin embargo, su enfrentamiento con Google sólo duraría dos años (2008-2010), los años que pasó del estrellato mediático a ser ninguneado por los internautas. De ejemplos como estos, bien podríamos realizar un listado con un buen puñado de iniciativas. ¿Y qué me dicen de WolframAlpha? Éste sí que iba a revolucionar el sector de las búsquedas puesto que ofrecía respuestas y, al contrario que hace Google, no un listado de páginas web de cierta relevancia. Claro que técnicamente no se trata de un motor de búsquedas, ya que se trata de un buscador de respuestas, por lo que tampoco puede hacerle sombra, realmente.

Google sigue reinando y sólo Microsoft comienza, ahora, a arañarle el terreno tras muchas intentonas y tras haber cambiado su rostro en varias ocasiones. Sin embargo, son diversos los motores de búsquedas que tratan de hacerle frente a Google y, ¿por qué no?, tratar de derrocarlo. En la revista PC Actual de este mes, realizan una recopilación y valoración de cada uno de ellos. Nosotros tan sólo os recogemos su listado para que los probéis.

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La Web devora a sus hijos

Saturno devora a sus hijos

Tim Berners-Lee, creador de la Web, parece un tanto disgustado sobre los derroteros hacia los que camina su criatura. Su crítica se dirige hacia las relaciones que se desarrollan dentro de ella, para él las Redes Sociales son sólo cotos cerrados que no favorecen el intercambio real de ideas o de intereses, sino simplemente sirven para reforzarlos y conectar personas de ideas similares, llegando incluso a los extremos, sin favorecer el debate. Desgraciadamente, esta idea no es exclusiva de Berners-Lee sino tambien de pensadores que tienen la percepción de que la Red, en vez de galvanizar ideas, simplemente reconduce pensamientos similares sin que sea posible la interconexión de las mismas, favoreciendo su aislamiento.

Tony Judt nos ofrecía el ejemplo de un periódico. En un periódico en papel, el lector consulta las noticias que le gustan o le interesan atravesando el producto entero, saltando de columna en columna. Sin embargo, la Web te dirige directamente hacia el objeto de tu interés muy concreto. Su consideración es que en la Web el árbol no te deja ver el bosque.

Pero las preocupaciones de Berners-Lee no quieren decir que la Web no se convierta en un catalizador real de ideas. Actualmente, la Sociedad se encuentra desmotivada y desmovilizada. Las manifestaciones y movilizaciones se presentan con objetivos específicos pero fuera de un corpus ideológico. Una vez el objetivo se ha cumplido el movimiento no tiene razón de ser, no hay pasos posteriores y se diluyen. Las Redes Sociales y Twitter puede que simplemente sean un reflejo precisamente de esa sociedad y que la idealización de Berners-Lee se sustente en una visión anacrónica de lo que tendría que ser precismente nuestra sociedad.

Por otro lado, la Web devora a sus hijos a velocidades de vértigo. En el caso de las Redes Sociales, MySpace marcaba tendencia hasta hace poco, actualmente su comprador, Rupert Murdoch, piensa en cómo venderla. Delicious una bandera de la Web 2.0 iba a ser cerrada por Yahoo!, aunque recientemente ha sido adquirida – ¿rescatada? ¿salvada? – por los creadores de YouTube. La propia Google dispone de sus propias dificultades para amoldarse a esa nueva Web que a su padre no le gusta y trata de convertirse en social.

Facebook asegura que la mitad de sus usuarios son activos, conectándose en tiempos razonablemente cortos, y que más de un tercio se conecta a través de dispositivos móviles. La Web ha muerto aseguraba Chris Anderson contemplando a las aplicaciones – las apps – como el futuro. Todo parece indicar que la Web será móvil o no será, puede que Berners-Lee no la hubiese contemplado así, pero el creador de uno de los inventos con mayor impacto de la Humanidad permitió que fuese un ente vivo, mutable y completamente cruel con sus hijos y su padre.

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