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Etiqueta: Bibliotecarios

Y, además, fueron bibliotecarios…

En el blog La Imagen Social del Bibliotecario, que por otro lado ha comenzado su andadura con fuerza, nos ofrecen una serie de textos encuadrados bajo el epígrafe "Célebres, pero por otra cosa". Dentro de ella, nos recogen algunos personajes famosos, sean reales o de ficción, que además fueron o intentaron llegar a ser bibliotecarios.

Una lectura más que recomendable, a la par que curiosa. De momento, el texto está dividido en 8 entregas, aunque es probable que su autor las aumente con el tiempo:

  1. Arlo Guthrie, Lao-Tse, Georges Perec, Mike Tyson, Stephen King
  2. Giacomo Casanova, Papa Pío XI, Mao Tse-tung, Benjamin Franklin, Inmaculada Contreras 
  3. Jorge Luis Borges, Batgirl, Hector Berlioz, Laura Bush, Robert Burton
  4. Gloria Fuertes, August Strindberg, Bud Spencer, David Hume, John Edgar Hoover 
  5. Papa Nicolás V, Anti-Papa Anastasio el Bibliotecario, Abadesa Santa Matilde de Hackeborn, La Puta Bibliotecaria
  6. Jacob Grimm y Wilhelm Grimm, Golda Meir, Alexander Solzhenitsyn, Pío Moa
  7. Johann Wolfgang von Goethe, Bibliotecario de la Universidad Invisible, José Martínez Ruiz "Azorín", Hilda Guevara, Reinaldo Arenas
  8. Benito Arias Montano, Georges Bataille, Johann Christian Friedrich Hölderlin, Marcel Duchamp, Mateo Morral
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El libro infantil en las bibliotecas

El 2 de abril se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Por ello, el pasado viernes 7 de abril, el diario Levante dedicó, en su suplemento cultural Posdata, un reportaje a esta celebración que recogía distintas impresiones sobre la situación de la literatura infantil y juvenil desde el punto de vista de los distintos sectores interesados. Tampoco faltó el bibliotecario.

[…] También los bibliotecarios valencianos analizan la literatura infantil y juvenil desde otro ángulo.

El presidente de l’Associació de Bibliotecaris Valencians, Francesc Rodrigo, explica que la dotación de las bibliotecas es corta, «no se llega al mínimo recomendado por la UNESCO, aunque se ha hecho un esfuerzo de dotación y nos queda mucho camino para llegar a los estándares europeos, en personal y en fondos». La raíz del problema «está en que el mantenimiento de las bibliotecas recae en los ayuntamientos, que tienen poca capacidad, y la dotación depende de la mayor o menor sensibilidad del concejal; de hecho, en general en los últimos dos o tres años, el presupuesto para libros se ha reducido a una tercera parte», afirma Rodrigo. Tradicionalmente las bibliotecas han sido de los niños y de las personas mayores, los adolescentes «son una franja de edad que no se encuentra en las bibliotecas, tienen otras aficiones, y hay que tener en cuenta que las nuevas tecnologías distorsionan las cifras porque los hay que vienen, pero exclusivamente a jugar en Internet, aunque puede que esto ayude a que después de chatear se lleven algún libro», señala el presidente de los bibliotecarios. […]

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No me llames bibliotecario, llámame…

Nancy Friedberg escribía en el diario The New York Times, en octubre de 2001 nada menos, que el nombre que pudiese definir un puesto de trabajo podía hacer cambiar significativamente la retribución que se podía obtener por él. Uno de los ejemplos significativos que aportaba consistía en la denominación del trabajo de bibliotecario. De esta forma, para un puesto denominado Bibliotecario (Librarian) una persona podía ganar hasta 27.000 $ al año, pero si se cambiaba esa designación por Especialista en la gestión de la información (Information – management specialist), el puesto podría aumentar hasta 100.000 $.

En España, todavía existe un surtido muy pobre a la hora de denominar a un profesional de la información más allá de los consabidos bibliotecario, documentalista o archivero – El éxito de Infonomista todavía no está muy claro -, aunque no sucede así en los países anglosajones. Inspirada en el artículo de The New York Times, la bibliotecaria de Colorado, además de escritora, Michelle Mach comenzó a realizar una compilación de todos los nombres que se utilizaron en distintas ofertas de trabajo para bibliotecas y / o centros de información en Estados Unidos, publicándolas en su sitio web que actualmente no está accesible a no ser que acudamos a Archive.org.

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Una bibliotecaria desenmadeja «El código Da Vinci»

El Código Da Vinci lo leí, jugada del Destino, en inglés y tras descubrir la aparición de una bibliotecaria en su trama, tuve que buscar rápidamente un ejemplar en castellano. Afortunadamente, Susana C. fue muy amable al prestarme el libro para que hoy pudiese transcribir el texto, por ello, gracias.

En inglés o en castellano, mi impresión no cambia en exceso, sigue siendo un libro bastante deficiente y decepcionante en su desenlace. Como sabréis se está preparando una película, cuyo estreno se espera en mayo de este año, en la que aparecen Tom Hanks y Audrey Toutou encarnando a los principales protagonistas de la novela. Creo que en la película no aparece nuestra bibliotecaria y heroína particular, Pamela Gettum, así que rindamos nuestro particular homenaje a esta profesional de la información que facilitó la búsqueda del Santo Grial en la ficción. Debo de señalar que sólo recojo parte de un capítulo, pero que Gettum aparece en uno más aportando la pista final.

La acción se sitúa en la actualidad. El historiador Robert Langdom y la criptóloga Sophie Neveu tratan de descifrar la clave de un poema que les conducirá hasta la próxima pista en su búsqueda del Santo Grial. Para ello, acuden a la biblioteca de una institución que sirve como campo base a los historiadores en sus investigaciones de tan magnífico orbe…

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Desayuno con diamantes en una biblioteca pública

Desayuno con diamantes es una película del director Blake Edwards que trata la relación que se establecerá entre dos personas aparentemente distintas, pero que no se atreven a tomar las riendas de sus vidas.  Audrey Hepburn interpreta el papel de  Holly Golightly, una mujer un tanto alocada que se codea con la alta sociedad de Nueva York que sólo parece preocuparse por los hombres según el tamaño de su cartera; por otro lado, George Peppard es Paul Varjak, un escritor que, a pesar de disponer de un libro publicado tiene completamente abandonada su faceta de narrador, es mantenido por una acaudalada mujer. Estos dos personajes entablarán una relación amistosa que se irá haciendo más próxima según avanza la película, Paul retomará su pluma precisamente gracias a la inspiración que su nueva amiga le aporta.

La película se desarrolla y una mañana Paul recibe un cheque de 50 dólares por parte de un editor como pago por uno de sus cuentos recién escritos. Ante su alegría, él y Holly se proponen hacer durante toda la mañana cosas que uno u otro no habían realizado antes en la ciudad. Por ejemplo, Holly apuesta por pasear por la ciudad de Nueva York por la mañana o entrar en Tiffany’s y comprar cualquier cosa con 10 dólares, mientras que Paul decide que acudan a la biblioteca pública.

Allí, ante los armarios de fichas catalográficas buscan en el catálogo de autoridades y encuentran el registro del libro de Paul Nueve Vidas y decide pedirlo en préstamo para regocijo de Holly. Extrayendo todo el cajón del armario y depositándolo sobre un mostrador, rellena una petición y la entregan. En la siguiente escena, ambos están sentados pacientemente, esperando su turno hasta que su número se ilumina en un panel y los dos se acercan al mostrador donde una bibliotecaria les atiende ofreciéndoles el libro.

Holly con jolgorio le informa a la bibliotecaria que tiene en frente al autor del libro que van a tomar prestado, mientras que ésta le recrimina que no haga tanto ruido. Mientras Paul, animado por Holly, decide escribir una dedicatoria en la portada del libro, la bibliotecaria un tanto sorprendida ante un comportamiento tan estrafalario no se percata de lo que el hombre se encuentra haciendo hasta que ya es tarde. Alarmada, le indica que está dañando una propiedad pública que podría ser denunciable. Finalmente, el libro se queda en la biblioteca y, en su marcha, Holly sentencia que en Tiffany’s son más simpáticos que en las bibliotecas públicas.

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Consell Valencià de Cultura analiza la precaria situación de las bibliotecas públicas valencianas

El Consell Valencià de Cultura es una institución consultiva y asesora de la Generalitat Valenciana en las materias específicas de la cultura valenciana con la misión de velar por la defensa y la promoción de los valores culturales propios de la Comunidad Valenciana. El mes pasado, esta institución hizo público el informe sobre las bibliotecas públicas valencianas en las que se analizan las carencias que sufren estas instituciones y que no se han revelado como escasas.

De todo el informe, en el que se hace especial inciso sobre la precaria situación de los bibliotecarios valencianos y también de las escasas dotaciones que se les asignan a las bibliotecas, os destacamos las conclusiones, aunque también es curioso la parte referente a los robots bibliotecarios de la Biblioteca Nacional Valenciana:

  1. Que las publicaciones institucionales, tal como se hizo constar en las disposiciones legales sobre transferencias de la Administración central a la Comunitat Autònoma Valenciana en materia bibliotecaria, estén en todas las bibliotecas públicas valencianas.
  2. Que las bibliotecas con un numero de usuarios de lenguas no oficiales en la Comunidad Valenciana (actualmente existen unas 75 poblaciones con una masa lectora predominante no valenciana ni castellana) se doten de fondos importantes en aquellas lenguas.
  3. Que se recupere la práctica de servir los libros adquiridos mediante el llamado apoyo genérico a las bibliotecas públicas, como forma de garantizar la presencia de los autores valencianos y la producción editorial propia en esas bibliotecas.
  4. Que los presupuestos, tanto los centrales y autonómicos como los municipales, sean realistas y adecuados a las necesidades bibliotecarias.
  5. Que la situación laboral de los profesionales responda a los criterios establecidos por el Decreto 119/2005, de 24 de junio, por el que se dictan normas para la creación de centros de lectura pública municipales en la Comunidad Valenciana.
  6. Que se adecuen los accesos a estos centros para todas las personas, tengan o no dificultades motrices.
  7. Sería conveniente replantear y repartir los escasos fondos para dotar eficazmente los centros con demanda social más amplia.
  8. La informatización y la dotación de medios audiovisuales es una tarea que no puede demorarse, dadas las demandas actuales.
  9. Los centros docentes y las propias bibliotecas deberían estudiar la posible realización de proyectos de orientación y dinamización lectora, especialmente dirigidos a los grupos sociales (niños, jóvenes, inmigrantes…) más necesitados.
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Blade: El caza-vampiros visita la biblioteca vampírica

El personaje de Blade/Eric Brooks apareció por primera vez en Marvel Comics’ TOMB OF DRACULA #10 en Julio de 1973. Aunque este personaje en papel tan sólo tenía la capacidad de no sufrir los efectos de las mordeduras de los vampiros, en su traslación a la gran pantalla de 1998, los guionistas decidieron aproximarlo mucho más al mundo vampírico otorgándole los poderes que los vampiros poseen, además de darle la capacidad de tolerar la luz solar.

El éxito de la primera película Blade, que se trata de mera película de acción un tanto irregular, animó a Hollywood a producir dos películas más, aunque a nosotros tan sólo nos interesa la trama de la primera película por la aparición de la biblioteca. Así, la primera Blade nos muestra un mundo en el que los vampiros viven ocultos gracias al gran poder político que poseen, sin embargo el viejo orden simbiótico con los seres humanos, o al menos con una minoría de ellos, conducido por los denominados Pura Sangre (Vampiros nacidos vampiros, no convertidos por una mordedura) está siendo amenazado por las presiones que los no Pura Sangre ejercen encabezados por Deacon Frost.

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