Internet se ha convertido en el mayor medio de comunicación jamás diseñado por el hombre. Sencillo en su uso, barato, inmediato… una noticia podría producirse, una opinión podría ser debatida, una denuncia podría ser distribuida sin trabas, sin cortapisas, con total libertad y a una velocidad jamás imaginada. Era un sueño, es todavía un sueño, pero debemos ser cuidadosos, podríamos despertar y descubrir que aquello que una vez tuvimos en las manos, se nos escapó lentamente, por nuestra dejadez y sumisión absoluta.
Internet da miedo, por lo bueno y por lo malo. Los modelos de negocios cambian, las profesiones evolucionan, surgen nuevos empresarios, los antiguos o desaparecen o se adaptan, la información es ubicua, cualquiera puede tener una oportunidad en la Red, cualquiera puede hacer cualquier cosa en ella… Incluso dar su opinión, eso parece que no gusta y se han propuesto combatirlo.
China
Hace unos días los medios de comunicación, y por supuesto la blogosfera, recogían una noticia que venía a ratificar las presiones que ejerce el gobierno chino dentro de Internet para que aquellos ciudadanos que no estén de acuerdo en su manera de proceder o bien relaten la situación interna del país sin que se ajuste a la línea oficial puedan ser censurados. En esta caso, la censura fue a un bloguer mediante la clausura de su blog. Ya recogíamos aquí mismo nuestro modo de parecer hace unos meses cuando nos enteramos que China había presionado a Microsoft para que filtrase en su sistema de gestión de bitácoras, MSN Spaces, ciertas palabras, para que nadie, siempre que utilizase un ordenador dentro del país asiático, pudiese utilizarlas. Algunas de estas palabras eran extremadamente problemáticas para China y, entre otras, estaban libertad, democracia o derechos humanos. Microsoft, al igual que otras empresas que han apostado fuertemente por ese mercado, accedieron a aceptar lo que desde el gobierno se les indicase. Un mercado de más de mil millones de personas es demasiado dinero para tener principios.