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Cien años de la enciclopedia universal ilustrada

Hay obras que son en sí mismas míticas, que no se pueden obviar ni aunque lo intentemos, que su sola presencia atrae la mirada de cualquier persona hacia ellas a pesar de que, como en este caso, sólo veamos el lomo o los lomos negros, puede que nada atractivos. Desde luego que es relativamente sencillo encontrar información sobre la Enciclopedia Espasa en Internet, pero simplemente no podía dejar de recoger este texto que celebra el primer centenario de la obra de referencia que no puede faltar en ninguna biblioteca. Por supuesto que aún recuerdo cómo durante mi estancia en el Instituto de Secundaria miraba embobado la estantería de la biblioteca que contenía todos los volúmenes de esta inmensa obra que aún hoy se mantiene activa y actualizada.

El texto que recojo es de Rafael Brines, escritor y periodista ya jubilado, que lo publicó en el Diario Levante el 25 de julio de 2005, aunque por alguna extraña razón puede hallarse de una forma más sencilla dentro de la edición digital de La Opinión de A Coruña. Como viene siendo habitual durante este verano pecamos de convertirnos en un blog casi referencista (tipo "Visto y Leído") recogiendo textos de otros, pero en cualquier caso, os dejo con el texto para que lo disfrutéis, si queréis, dentro de esta bitácora.

Cien años de la enciclopedia universal ilustrada

Este año se cumple el centenario de una de las obras más voluminosas de los anaqueles bibliotecarios españoles: La Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, que hoy cuenta ya con más de 102 volúmenes; pues si a su primera culminación, mediados de los años veinte, llevaba 72 tomos, en la década de los treinta fueron impresos otros diez apéndices y a partir de 1940 se reiteró la aparición de un tomo bienal, lo que ha supuesto ya más de otros veinte; éstos últimos añaden lo ocurrido en las dos anualidades últimas, con lo que la enciclopedia permanece al día.

La exigencia de una obra por nación

Los países han querido tener siempre su diccionario enciclopédico propio; son universalmente admiradas la Enciclopedia Británica, y no digamos la célebre Larousse de Francia, creada por Pierre Larousse afinales del XIX con 17 tomos y que, hace también ahora un siglo, en 1905, lanzó una edición reducida, el Petit Larousse Illustré, de solamente 8 volúmenes.

En España no podía faltar una obra de tal envergadura, que logró un mayor alcance, pues en la actualidad supera el centenar de libros correlativos, más de 120.000 páginas y varios millones de voces, biografías y documentos.

La trascendental obra arrancó de un catalán, José Espasa Anguera, leridano nacido en la primera mitad del XIX y muerto en 1911 sin ver culminada su aspiración, que continuaron sus tres hijos. Este hombre, siendo un muchacho, se trasladóa Barcelona, donde se colocó en una editorial como repartidor de folletines y contratador de suscripciones, materia en la que pronto se independizó, estableció su propia oficina y su particular imprenta, en la que comenzó a editar diccionarios y gramáticas catalanas, así como obras literarias.

La primitiva imprenta

La primitiva imprenta la montó en la calle Robadors, en el barrio antiguo de la capital catalana, y en seguida concibió la idea de una enciclopedia enciclopédica valga la redundancia, lo que comenzó, como era su oficio de arranque, en fascículos o entregas sucesivas. Curiosamente, la Gran Enciclopedia de la Región Valenciana, que también aquí la tenemos desde hace más de 30 años, se inició en fascículos semanales y concluyóen doce tomos que constituyen una valiosa colección de documentos sobre nuestra tierra hasta la década de los setenta.

En su labor editorial también lanzó Espasa libros de viajes por entregas o fascículos estuvo primeramente asociado con Salvat Editores, relación que se rompió veintiún años después del comienzo de la Enciclopedia; en 1926, se unió a la empresa Calpe, de manera que ambos apellidos ya han quedado para siempre enlazados en el pie de la portada y del lomo de los más de cien tomos que, sucesivamente, se han visto reimpresos, pues así lo ha exigido su demanda por parte de lectores, estudiosos, curiosos y público sin calificar.

Tal fue el empuje que adquirió esta Enciclopedia que, ya fallecido su creador e inspirador, la imprenta se trasladó a otra mayor en la calle de las Corts, también en Barcelona, ampliándose su centro editorial en Madrid y teniendo ya diversas delegaciones en países hispanoamericanos.

La popularidad de esta voluminosa obra El Espasa, como se le conoce en términos coloquiales, dio pie a algunos chistes y bromas sin mala intención.

El mismo Enrique Jardiel Poncela saca en una de sus novelas a un periodista que hoy diríamos salido del armario, al que sus contertulios apodaban Perico Espasa; y explicaba el autor de Amor se escribe sin hache, que la razón de tal nombre falso obedecía: Perico, por lo ya apuntado; y Espasa, porque «había venido de Barcelona y hablaba y escribía de todo», aunque no supiera de nada.

Esto último se desdice, pues la centenaria enciclopedia profundiza en cuantos temas incluye. ¿Qué sería de muchos escribidores, de no tener a mano El Espasa?

Más información sobre la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana de Espasa en:

Publicado en Visto/Leído

3 comentarios

  1. Anónimo Anónimo

    muy malo no vioene nada de informasion

  2. vicente arusa vicente arusa

    hola estimados les cuento que tengo en mi coleccion de libros la enciclopedia universal ilustrada, europeo-americana Espasa-Calpe me fantan 16 volumenes pero tengo apendice 1931-1935 completa y los 10 primeros suplementos. saludos

  3. sergio (dgo-mex) sergio (dgo-mex)

    Encontré la suscripción del 1ro de Enero de 1897.

Los comentarios están cerrados.