Publicado el lunes, 4 de mayo de 2020 por El Documentalista Enredado
Orwell temía a aquellos que prohibían los libros. Huxley temía que no hubiera razones para prohibir libros porque no quedaba nadie que quisiera leer. Orwell temía que nos ocultaran información. Huxley que nos dieran tanta información que nos viéramos reducidos a la pasividad y el egoísmo. Orwell temía que nos ocultaran la verdad. Huxley que la verdad sería ahogada en un mar de irrelevancia. Orwell temía que nos convirtiéramos en un público cautivo. Huxley que nos convirtiéramos en una cultura trivial, preocupados por alguna versión de «the feelies, the orgy porgy and the centrifugal bublepuppy»
PEIRANO, Marta El enemigo conoce el sistema Madrid: DEBATE, 2019
Publicado el miércoles, 29 de enero de 2020 por El Documentalista Enredado
El 26 de abril de 1986 el reactor número 4 de la central nuclear de Chernobyl (Pripyat, Ucrania) explotó provocando el mayor desastre nuclear civil registrado hasta ese momento. El reactor tipo RBMK, uno de los más usados dentro de la Unión Soviética, explotó durante una prueba de seguridad. Las investigaciones posteriores demostraron que ese tipo de reactor tenía un fallo en su diseño y que las condiciones que se sucedieron durante esa prueba facilitaron el colapso del reactor.
La mini-serie Chernobyl (2019) de la HBO muestra con crudeza los sucesos antes, durante y tras la explosión que provocó el abandono de la ciudad de Pripyat. No podemos olvidar que el coste humano del accidente todavía está por esclarecer y determinar. Además, se considera que los trabajos y recursos destinados a tratar de mitigar el desastre aceleraron el colapso del sistema soviético en 1991.
Hay que tener presente que esta serie es una dramatización, por lo que la serie simplifica el número de personas implicadas en la lucha de la mitigación del desastre. De este modo, el espectador le es más sencillo identificarse con los principales protagonistas. De hecho, el personaje de Ulana Khomyuk interpretado por Emily Watson es ficticio y trata de homenajear el esfuerzo conjunto de todos los científicos que estuvieron asistiendo a Valery Legasov y a Boris Shcherbina en las tareas de contención del desastre. Khomyuk será la encargada de tratar de esclarecer qué sucedió realmente durante aquella noche. Más allá de las entrevistas de los supervivientes, acudirá a una biblioteca para revisar el diseño del reactor y si había algo que podría haber fallado durante la prueba que se realizó el 26 de Abril.
La biblioteca que escoge dentro de la serie para investigar es la Lomonosov University Library (Moscú). La universidad fundada en 1755 actualmente ha cambiado su denominación por Universidad Estatal de Moscú y es una de las universidades más prestigiosas de Rusia.
Las tareas de búsqueda de información por parte de Khomyuk se describen en el capítulo 4 – The Happiness of All Mankind donde en un primer momento vemos a la científica consultando un catálogo de fichas y recopilando información sobre los documentos que quiere consultar.
Tras finalizar la búsqueda, se acercará al mostrador donde señalará a una bibliotecaria que quiere consultar esos documentos y que dispone de un permiso del Comité Central. La bibliotecaria la mirará escéptica y mediante un interfono reclamará la presencia de un miembro del Partido llamándole camarada. Este recogerá el documento con las referencias bibliográficas y pasará a revisarlo. Finalmente, filtrará la lista dejando tan sólo un documento disponible para su consulta.
El secretismo fue una de las características del gobierno soviético y el desarrollo nuclear se consideraba como información militar y estaba muy restringido su acceso. Sin embargo, existía fuera de la Unión Soviética una gran presión científica respecto a la aclaración de los hechos qué provocaron el accidente nuclear en Chernobyl. La imagen que se trasladaba fuera de las fronteras de la URSS también era importante para el Estado y los propios científicos no disponían de toda la información que necesitaban para realizar sus evaluaciones y estudios.
En la propia serie, se remarca este hecho puesto que Khomyuk se da cuenta cuál es problema con el reactor. Porque, aunque si bien le censuran los documentos a los que tiene acceso y partes de su contenido, olvidan tachar el índice que señala finalmente dónde estaba el problema de diseño de los reactores y que el propio aparato del estado soviético había intentando ocultar.
Publicado el miércoles, 8 de enero de 2020 por Marcos Ros
Jocasta Nu con un Lightsaber Rifle
Jocasta Nu, maestra Jedi y jefa de bibliotecarios, que pudimos conocer en la película Episodio III – La venganza de los Sith, tuvo dos muertes. Por así decirlo, la no-oficial y la oficial. En la primera de ellas, Anakin Skywalker recién convertido en Darth Vader acude a la Biblioteca y la asesina tras la Orden 66 (la orden militar mediante la cual el emperador Palpatine ejecuta a todos los Jedi). Desde luego que no se trató de una muerte épica, sino dentro de un videojuego y de forma rápida. Jocasta no era una gran guerrera, disponía de otras habilidades, así que poco podía hacer frente a uno de los mejores Jedis de la Galaxia. pero Disney tenía mejores planes para ella y un final mucho más épico.
El emperador Palpatine le encomienda a Vader que comience una búsqueda a los Jedis que han sobrevivido pero pone un foco especial respecto a Jocasta Nu. A pesar de que tienen toda la biblioteca para la orden Sith donde podrán recopilar conocimientos, Palpatine advierte a Vader que necesitan de la bibliotecaria puesto que hay conocimientos más allá de la biblioteca que puede atesorar sólo ella. De hecho, el emperador es consciente de que existe un registro de todos los niños que pueden ser sensibles a la fuerza y cree que Jocasta tiene un rol relevante en la gestión de ese archivo. No estaba equivocado.
Jocasta Nu tras el alzamiento del Imperio está preparando la transmisión de conocimientos a otros Jedis, iniciando una biblioteca personal y generando lo que se denomina holocron. Estos artefactos van más allá de los libros que se pueden ver en la película del Episodio III y son dispositivos que sólo pueden abrirse y usarse utilizando la Fuerza.
Pronto se percatará la Jedi que debe acudir a la Biblioteca para recuperar información relacionada con el registro de los seres sensibles a la fuerza antes de que lo describan los Sith. Resuelta y con el peligro que ello supone, se desplaza a Coruscant para tratar de acceder a la biblioteca. En su camino hasta una cámara especial dentro de ella, descubre al gran Inquisidor consultando los libros, lo que le produce rechazo y piensa en asaltar al aliado de los Sith.
Jocasta Nu se enfrenta al gran Inquisidor
Si bien consigue contenerse en un primer momento, justo cuando está saliendo de la misma tras obtener el archivo no puede refrenarse y ataca al Inquisidor. En ese momento, Vader interviene puesto que tiene la misión del emperador de mantener a la Jedi con vida frente a la intención del Inquisidor de acabar con la Jedi.
Tras una batalla mediante la cual Jocasta se percata que no es rival para ninguno de los dos Sith, decide borrar toda la Biblioteca y atacar a Vader con distintos artefactos. Sin embargo, es capturada no sin antes borrar todo el contenido de la Biblioteca (esto lo hace mediante un terminal de un ordenador) y realizar una batalla donde resiste de la mejor manera que puede los envites del Lord Sith. Capturada, trata de convencer a Darth Vader que lo mejor que puede hacer es matarla puesto que el emperador utilizará sus conocimientos y finalmente acabará con Vader (digamos que los Sith nunca se han fiado los unos de los otros). Vader hace explotar la nave en la que transportan a Jocasta Nu hasta el emperador acabando con su vida.
Los gurús llevan tiempo intentando enterrar el libro. A principios del siglo XIX, la floreciente popularidad de los periódicos – sólo en Londres se editaban más de cien – llevó a muchos observadores a suponer que los librosestaban a punto de quedarse obsoletos. ¿Cómo iban. competir con la inmediatez de la hoja diaria? «Antes de que acabe el siglo, el periodismo será todo lo que se imprima, abarcará todo el conocimiento humano_ – proclamó el poeta y político francés Alphonse de Lamartine en 1831 -. El pensamiento se expandirá por el mundo a la velocidad de la luz, concebido al instante, instantáneamente escrito, entendido de inmediato. Cubrirá la Tierra de un polo a otro: súbito, instantáneo, inflamado del fervor del alma que lo alumbró. Será el reino de la palabra humana en toda su plenitud. El pensamiento no tendrá tiempo de madurar, acumularse en la forma, morosa y tardía, de un libro. Hoy el único libro posible será el periódico.»
[…] Hacia finales de aquel siglo los libros seguían ahí, conviviendo impávidos con los periódicos. […] Durante el siglo XX la lectura de libros soportaría un ataque frontal de enemigos aparentemente mortales: el cine, la radio, la televisión. Hoy los libros siguen siendo los objetos comunes de siempre, y no hay ningún motivo para suponer que las obras impresas vayan a dejar de producirse ni de leerse, en medida muy considerable, a medio plazo.
Publicado el martes, 13 de noviembre de 2018 por El Documentalista Enredado
“¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.”
Publicado el jueves, 9 de febrero de 2017 por Marcos Ros
Ya hace unos meses que ando escuchando La Órbita de Endor (LODE), un podcast centrado en el mundo de la fantasía y de la ciencia-ficción, que dispone de cierto éxito en España (si es que se puede limitar a un ámbito geográfico la fortuna del trabajo bien hecho en Internet). Dirigido por Antonio Runa, los participantes de LODE saben abordar las películas, libros y cómics de este género desde un punto de vista ameno e imparcial (o lo intentan) sin caer en dogmatismos y siempre tratando de contrastar opiniones. Los podcasts que se publican en LODE suelen ser kilométricos, en ocasiones rozando las ocho horas de audición, que demuestran la profundidad y la pasión con la que tratan el género en el que se centran.
No pude más que llevarme una sorpresa cuando descubrí que habían abordado el libro El Nombre de la Rosa, uno de nuestros libros favoritos, y su correspondiente película, junto a una breve mención a La Abadía del Crimen que es uno de los videojuegos españoles más recordados y muy inspirados en el libro. En el podcast LODE 4X22 EL NOMBRE DE LA ROSA libro + film, se afirman cosas como que las 100 primeras páginas del libro son una verdadera prueba de fuego para el lector que se trata de acercar a la novela, que la película es totalmente intemporal gracias al estupendo casting que se hizo con los monjes (el bibliotecario era casi el más feo de todos) y los problemas que tuvieron los programadores de la Abadía del Crimen para que Umberto Eco les atendiese (algo que al final no hizo). En definitiva, una gozada detenerse un momento y darle una oportunidad.
La joven afgana de ojos verdes (Afghan Girl) es una de las imágenes icónicas del siglo XX. Puede que el lector recuerde la publicación en la que apareció publicada por primera vez (National Geographic), aunque es posible que le cueste un poco más identificar a su fotógrafo (Steve McCurry), aunque pertenezca a la prestigiosa agencia Magnum Photos.
Un libro que tal como ha señalado el propio autor es un homenaje a André Kertész, uno de los maestros clásicos de la fotografía, que ya publicó un libro de temática similar en 1971 con el título “El íntimo placer de leer ”. La confección de este libro, según admite McCurry, se ha visto facilitado enormemente a su sistema de clasificación y organización de su archivo fotográfico “un sistema de clasificación riguroso, con todas las fotos escaneadas y etiquetadas con palabras clave ” que abarca unos 40 años. Sobre la lectura reúne 62 fotografías de distintas personas absortas en la lectura de un periódico, libro o revista a lo largo de treinta países. Según su autor, este libro es una mirada poética a esta actividad común que todos compartimos, la lectura; una mirada lírica a gente que disfruta de la lectura en el mundo.
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