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El Social Media no es para el trabajo

Algunos iconos del Social Media

Contaba Nic el pasado 8 de octubre, administrador del blog Dona i mar, su experiencia después de que un amigo suyo enviase la dirección de su bitácora a la redacción de “El País” y acabase reseñada en el suplemento Ciberpaís. El autor contaba que el día de la publicación de la nota, el aumento del tráfico fue tan notable que el autor quedó un tanto hipnotizado por el volumen de las visitas que su sitio web sufría. Lo más curioso de su texto es el desgranamiento de los lugares de procedencia de sus visitantes, reseñando fundamentalmente las instituciones públicas que dirigían buena parte del tráfico hasta después del almuerzo cuando las visitas ya pasaron a pertenecer a IPs privadas hasta la última puntilla a las 10 de la noche en la que los internautas volvían a la actividad.

La discusión sobre los usos (y abusos) de Internet en los puestos de trabajo es eterna, con sus detractores que acusan a la red de redes de provocar un descenso de la productividad de los trabajadores hasta los estudios que señalan justo lo contrario. El chat y el uso del correo electrónico profesional para uso personal son dos de las herramientas que se encuentra de forma tradicional dentro del punto de mira de los jefes, preocupados de que sus subalternos trabajen, y de los administradores de sistemas, peleándose porque el malware no campe a sus anchas dentro del parque informático de las organizaciones que vigilan. Sin embargo, parece ser que los nuevos desarrollos y el surgimiento de nuevos conceptos, otro tipo de servicios de Internet se aprestan a ser prohibidos dentro del horario laboral.

El Social Media ha traído consigo nuevos hábitos en los internautas más allá de la navegación y el chateo y estos no pierden ocasión para utilizar este tipo de herramientas durante el tiempo que pasan en la oficina. Unos de los primeros trabajadores que han sido castigados en sufrir los rigores de la prohibición de utilización de este tipo de servicios han sido los funcionarios de Suiza e Indonesia, aunque es probable que la lista se vaya ampliando lentamente sin tanto ruido. El caso de los empleados públicos de Suiza es ejemplar, porque si bien no se les impidió del todo utilizar los servicios de redes sociales, sí que se les advirtió de su abuso. Finalmente, los avisos fueron insuficientes para evitar que los funcionarios disminuyeran su uso, por lo que la prohibición total (excepto en casos puntuales de trabajadores que razonasen para qué querían utilizar este tipo de servicios) fue un paso necesaria considerando que la productividad no cayese en picado.

Dentro del ámbito empresarial, el uso de estas herramientas también se está viendo limitado desde dos frentes. Por un lado, para evitar que los empleados no se entretegan durante las horas que pasan en la oficina, (un estudio de Estados Unidos indica que el 77% de los trabajadores que disponen de una cuenta en Facebook la usan en su puesto de trabajo), mientras que por otro para evitar que se desvelen demasiados secretos profesionales. Este hecho no es baladí y se encuentra más extendida de lo que creemos, ya que algunas organizaciones deportivas están prohibiendo a los deportistas de élite que se abstengan en utilizar Twitter durante los partidos o de forma previa a ellos para evitar que la información que puedan llegar a publicar pueda ser utilizada en contra de la limpieza de la competición.

Si el Social Media es prohibido sistemáticamente en las oficinas, ¿dónde quedará la efectividad del word of mouth en la Web? Puede que (todavía) en el Searching.

Publicado en Internet

6 comentarios

  1. Cristina Cristina

    Sí y no, los que nos dedicamos a administrar páginas web debemos estar al corriente de las modas y tendencias, aunque no nos afecten directamente, yo considero que forma parte de mi formación profesional.
    Y el tema de los funcionarios es endémico, si les quitan internet se ponen a jugar al buscaminas, y sinó se traen los crucigramas o los apuntes de inglés. Conozco a un par de funcionarios, y me cuentan que se mueren de asco en el trabajo por falta de actividad, más les gustaría a ellos tener algo que hacer, cuando les cuentas que te estresas en el trabajo te contestan «qué envidia!».
    Todo depende de los usos que le dé cada uno, yo sin pretenderlo he aprendido muchas cosas chafardeando por internet para mejorar la web de mi institución, debe ser cuestión de deformación profesional.

  2. Por supuesto Cristina! Aquí sólo estamos apuntando una tendencia y el subsiguiente descenso del tráfico en estos sitios si se convierte en algo normal.

    Sobre los funcionarios, no quiero entrar sobre si se aburren o tienen mucho tiempo para aburrirse, simplemente que les cortaron el acceso por el abuso que hacían sobre estas webs.

  3. JFA JFA

    Yo tengo la impresión de que tratar de impedir el acceso de los trabajadores a internet durante la jornada laboral es como tratar de poner puertas al mar…

Los comentarios están cerrados.