Siempre he sido una ávida lectora.
Durante toda mi infancia, adolescencia y gran parte de mi vida adulta, leí todo lo que cayó en mis manos: cuentos y novelas infantiles y juveniles, clásicos de la literatura y el teatro, novelas actuales, históricas, policíacas, de ciencia-ficción, de terror, ensayos de una variedad innombrable de temas… Todo lo que me interesaba en uno u otro momento que, evidentemente, a lo largo de los años fue cambiando y evolucionando.
Pero decidí estudiar. Escogí, o más bien ella me escogió a mí, la Diplomatura de Biblioteconomía y Documentación y, posteriormente, la Licenciatura de Documentación. Y entonces dejé de leer.
Como no sólo me dedicaba a la carrera, sino que también estudiaba idiomas y trabajaba, mi tiempo libre era limitado y mis lecturas se restringieron casi estrictamente a las profesionales. Si tienes que leerte el “Manual de biblioteconomía” de Orera Orera, el “Manual de archivística” de Cruz Mundet y “La documentación y sus tecnologías” de Amat Noguera, entre otros, no te queda ni tiempo ni ganas para leer nada que suponga un mínimo esfuerzo.
Como gran amante de la lectura, intentaba sacar algo de tiempo durante el año, y sobretodo en verano, para desarrollar esta pasión, pero mis lecturas eran escasas. Aún así, recuerdo haber sorprendido a mi profesora de Valenciano Técnico, en la Licenciatura de Documentación, por haberme visto leer la Odisea de Homero. Ella, acostumbrada a dar clase sobretodo a estudiantes de informática y otras ingenierías (la Licenciatura de Documentación en Valencia está en la Facultad de Informática), alucinaba al encontrarse a alguien que leía y ¡leía clásicos!.
A pesar de mis esfuerzos, ahora, después de finalizados mis estudios, me doy plenamente cuenta que desconozco completamente el panorama literario actual, dejando a un lado los best-seller más cacareados, de los cuales, incluso viviendo en otro planeta, habría oído hablar.
He dejado pasar infinidad de obras “imprescindibles”, de temas interesantes, de nuevos autores… Incluso creo que he perdido vocabulario “literario” a fuerza de sustituirlo por vocabulario “profesional”. Intento recuperar el tiempo perdido a marchas forzadas, pero estos largos años de estudio son difícilmente insalvables y no sé si seré capaz de ponerme al día.
Esta claro que la Universidad me ha aportado nuevos conocimientos, me ha abierto campos que desconocía, pero también está claro, que no me ha hecho más culta.
Es curiosa la imagen que tienen los norteamericanos de las universidades. Si ves una serie o una película americana, un estudiante de instituto se maravillará del universitario porque éste se presupone que es capaz de leer a Platón.
Eso tan sólo me provoca una sonrisa, puesto que también nos es transmitida la idea de los clubs de estudiantes PI – ALFA – OMEGA que se dedican a emborracharse y a pasárselo bien. La última novela de Tom Wolfe versa precisamente de esto. Una estudiante del interior de USA marcha a la Universidad para formarse y cual es su sorpresa que allí sólo se está para divertirse.
Ellos tampoco se hacen más cultos, aunque traten de transmitir la idea. Nosotros somos más humildes y en series como «Aquí no hay quien viva» o «Siete Vidas», los estudiantes viven en la cafeteria jugando al mus.
Qué le vamos a hacer
Me parece que en la Universidad Platón sólo lo lee el que lo tiene como obligatorio de alguna materia en su carrera.
Y está claro, que la vida en la cafetería es una parte importante del tiempo que se pasa en la Universidad 🙂 . Desde luego es mejor que asistir a algunas clases…
Si, lo cierto es que no entiendo como los americanos no aprecian nuestro sistema educativo, con aquellas universidades tan horribles que tienen allí, llenas de profesores tarugos y estudiantes zoquetes, sin apenas medios ni instalaciones de ningún tipo, ¡en fín!
Esto me recuerda a la frase siempre en boca de mis padres cuando eramos enanas mi hermana y yo: ¿acaso no os enseñan educación en el colegio? Pues no mira papa en el coelgio nos intentan enseñar a sumar, a que aprendamos de memoria las capitales europeas, a como se gestó la 2 º guerra muendial… pero educación?, no, no tenemos ninguna asignatura que se llame así.
Recuerdo la sensación del primer año de carrera, cuando creía que me encontraría a auténticos pensadores y me topé con demasiados gorrones de sus padres.
Pensé que sería de otra manera, pensé que la Universidad sería más seria.
La cultura, al igual que la educación, es algo que nos forjamos nosotros mismos por nuestras inquietudes personales y no creo que ninguna «institución», léase colegio, instituto o universidad, sea capaz de dárnosla.
Conozco gente sin estudios universitarios con un nivel cultural impresionante y a universitarios verdaderamente «cortos», cuyos conocimientos e intereses se limitan exclusivamente a los estudios de su carrera.
Yo no esperaba la «iluminación» cuando empecé a ir a la universidad, quizá porque empecé años después de dejar el instituto y me había hecho más escéptica, pero sí que esperaba más inquietudes entre mis compañeros: culturales, sociales o de algún tipo. Aunque esto puede ser porque tenía referencias de mi hermano mayor y otras generaciones más adultas, en las que «ir a la Universidad» implicaba mucho más.
Desde luego, fue una decepción en ese sentido, y lo peor fue que durante algún tiempo me contagiaron ese pasotismo. Por suerte, creo que ya se me está pasando.
Que la Universidad se convierta en un lugar masificado provoca que nos podamos encontrar con mucha gente con distintas inquietudes. Nos podemos encontrar con gente que sólo acude a clase para acabar la carrera y que las empresas «llamen» a su puerta, otros que se lo saben pasar bomba, otros con inquietudes que exceden de las clases, otros que tan sólo pasan el tiempo, etc.
En cualquier caso, en la diversidad se encuentra la virtud.
Me encanta este post, ¡coincido!. En la universidad no te haces más culto, y además corres el peligro de volverte subnormal perdido, porque pierdes toda sensibilidad con tanto academicismo.
A mí me ocurrió algo parecido, pero durante muchos muchos años. Y la verdad, la pasión por la literatura juvenil e infantil no se recupera, eso te lo aseguro. NO es lo mismo.
Pero no te preocupes, ya volverá de otra maneara. Puedes practicar con el blog ;-), yo creo que con este post vas bien encaminada ;-)))
Respecto a las obras esas imprescindibles que has dejado pasar, yo no me preocuparía mucho, seguro que no lo eran tanto.
Gracias por vuestro apoyo.
Cuando empecé a escribir este post pensé ¿seré la única que se ha quedado «descolgada» en la Universidad? ( o colgada 😉 )
[…] ción, de los que me siento más orgullosa y los que más aprecio. Estos muestran como soy y, ese es el tipo de post que este aniversario demandaba. Cuando e […]
[…] Y es que, mi proceso creativo no consiste en ponerme delante de la hoja (o de la pantalla) en blanco y empezar a escribir. Se supone que la inspiración tiene que venir cuando estás “trabajando”, pero ese no es mi caso: mi inspiración surge en los momentos más insospechados (y en ocasiones, más inoportunos). Surge de algo que he visto o incluso sentido y, entonces, es cuando se convierte en una necesidad transmitir eso que me ha “tocado” de alguna manera. No voy a decir que todos mis post son así: no, también los hay estudiados y preparados, como quien prepara un trabajo de clase, con el único fin de dar a conocer un hecho, establecer unas bases, sintetizar unas ideas… ; pero, aunque siempre se deja ver una parte de uno mismo, en estos post no me siento implicada personalmente, ya que tan sólo “traduzco” con mis palabras lo que otros han dicho antes. Por ello, es de los primeros, de los que nacen de la inspiración, de los que me siento más orgullosa y los que más aprecio. Estos muestran como soy y, ese es el tipo de post que este aniversario demandaba. […]
¿Como o cómo?
Creo que tienes razón, yo pienso que una persona no se hace más culta por ir a la universidad, es verdad que adquieres más conocimientos sobre una materia, pero también hay personas que no han ido a la universidad y son ahora mismo grandes escritores o personas muy sabias que saben de todo un poco. Yo soy universitaria, y al igual que tu, a mi también me encanta leer.
Quería añadir una cosita para los que dicen «América» y «americanos» : América es un continente, no un pais, Estados Unidos es un pais y porque ellos se llamen a ellos mismo americanos, o digan que su pais es América, no debemos utilizar este nombre sólo para ellos, América es muy grande, de norte a sur, y todos los paises que la componen son Americanos. Es como si en Europa llamaramos a Inglaterra Europa, a vosotros no os molestaría? Un Saludo.