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Las bibliotecas no son para el verano

Hoy, los valencianos nos desayunamos con una noticia que cuenta que el Partido Socialista del País Valenciano (PSPV) denuncia que sólo ocho de las veintisiete bibliotecas municipales abren durante el mes de agosto. Podría parecer que esta noticia es, en cierta manera escandalosa, que tan sólo el 30% de las bibliotecas de una ciudad permanezcan abiertas, pero como uno ya va adquiriendo alguna experiencia en el tratamiento informativo en los medios de comunicación, os debo de advertir que se trata solamente de una noticia estacional. Es decir, una de esas noticias que aparecen cada año dentro de un marco temporal.

En el texto de la noticia, tenemos la declaración de Juan Soto concejal del PSPV del Ayuntamiento de Valencia en la que asevera que:

[El ayuntamiento] obvia que los estudiantes necesitan también acudir a las bibliotecas durante el verano para preparar exámenes así como en septiembre, que es cuando comienza el curso, una situación que conculca el derecho de los ciudadanos a recibir la prestación de servicios que pagan con sus impuestos.

Desde luego, que la noticia me retrotrae a otro asunto que ya recogimos aquí sobre cierta crítica que se realizaba a la Biblioteca Pública de Valencia en la que una usuaria acababa realizando cierta reflexión:

Me encuentro con las páginas amarillas buscando una biblioteca que no quede demasiado lejos de mi casa y donde pueda estudiar sin que se me eche.

Debemos confiar en que esta persona ya no tenga necesidad de utilizar las instalaciones de alguna biblioteca para sus estudios, ya que de lo contrario tendrá que rebuscar mucho en las Páginas Amarillas para hallar alguna biblioteca que se encuentre Abierta por vacaciones. Pero en cualquier caso, podría parecer que se han sucedido los años y las actitudes respecto a la política bibliotecaria durante el mes de agosto no han variado excesivamente, aunque sería algo completamente ajeno a la realidad. Podemos recordar que el 29 de junio de 2003, el mismo concejal del PSPV, criticaba el cierre vespertino de las bibliotecas durante los meses estivales:

Es ilógico y no está justificado que se establezca un horario de verano para las bibliotecas por el que desde el 23 de junio al 30 de septiembre permanezcan cerradas por la tarde, ya que de esta forma se reduce un servicio durante tres meses y medio, a pesar de la demanda que sigue existiendo en estas fechas.

Y aunque parezca un tanto extraño, lentamente, se van haciendo progresos para ofrecer alternativas culturales a aquel 42% de la población que no se marcha de vacaciones. Exactamente, fue en 1999, cuando las bibliotecas de la ciudad de Valencia abrieron por primera vez en agosto aunque sólo por las mañanas, la iniciativa tuvo cierto éxito ya que el año siguiente permanecían abiertas 7 de las 15 existentes en la ciudad de entonces, el 50%. Esta iniciativa fue relativamente bien recibida incluso por los propios bibliotecarios a pesar de que tuviesen que trabajar durante el mes de agosto, ya que por aquel entonces afirmaban que era necesario que existiesen bibliotecas abiertas durante el verano puesto que había gente que reclamaba ese servicio.

No nos llevemos a engaño, desde luego que los niveles de público y de préstamo son bastante discretos comparados con otros meses del año, pero sí que hay usuarios. Puede que la mayoría sean estudiantes que huyan del calor para prepararse los exámenes de septiembre, pero también nos encontraremos con jubilados y mucha gente ociosa que se resguardada del astro rey disfrutando de la lectura, aunque se trate en su mayoría de publicaciones periódicas, dentro de la fresca biblioteca.

Publicado en Biblioteconomía Visto/Leído

8 comentarios

  1. Yo creo que sería mejor que las bibliotecas estuvieran abiertas tb en verano, y en el mes de agosto. Es verdad que todos tenemos derecho a vacatas, pero parace que la cultura, los libros, se asocian mas con una imposición o un deber, y no con el placer de la lectura. Y se lee más cuando hay tiempo libre, no? Pues que nos den facilidades:
    Que contraten más gente y las dejen abiertas más tiempo ;o)

  2. Según me comentan, aunque haya un descenso en el número de usuarios, hay mucha gente, más de la que podamos imaginar que sigue acudiendo a las bibliotecas abiertas en agosto.

    No sé qué se hará en el resto de ciudades, pero las bibliotecas más importantes sí que deberían abrirse durante el mes de agosto.

  3. No puedo asegurar si habrá más o menos gente en las bibliotecas durante el mes de agosto, pero desde luego, la existencia de exámenes en institutos y universidades en septiembre, posibilita que muchos jóvenes si que necesiten de esas instalaciones para estudiar y demás.

    Con lo cual, es vergonzoso que se cierren el 70 % de las bibliotecas públicas en tu Comunidad.

    ¿La cultura, además, descansa en verano? Creo que no.

    Saludos!!

  4. En Iwetel mandaron hace unos días un mensaje con un texto extraidom de Cartas aldirectos de ElPaís del 11 de Agosto sobre Verano y bliotecas, no tiene desperdicio, echadle un ojo.

  5. Os dejo la Carta al Director que comenta Catuxa.

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    Verano y bibliotecas

    Las bibliotecas son centros que acumulan saber y distracción en sus libros, sitios para aprender en su silencio tranquilo, sitios de ocio de la mejor calidad y sitios, incluso, de reposo físico y de información diaria.

    En España hay todavía pocas bibliotecas, y no es general el hábito de frecuentarlas incluso como un lugar de reunión más beneficioso que la mayoría y tan atractivo por lo que encierra, que una librería parisiense, famosa y antigua, lleva el nombre de La Alegría de Leer.

    La alegría de vivir y la alegría de leer van parejas para los que sienten esa necesidad, esa curiosidad por otros mundos de todo tipo, desde pequeños. Ésos no necesitan, para querer leer, nada más que libros. Leen en cualquier parte y en cualquier silla o con cualquier luz. Pero a veces no tienen presupuesto para comprar todos los libros que leerían. Para eso están los organismos públicos, o privados, que deben contribuir a la calidad de vida de los ciudadanos, crear bibliotecas y abastecerlas de libros y los otros elementos que hoy conllevan. Para los que no son todavía usuarios de las bibliotecas es conveniente dar las mayores facilidades y atractivos para que lo sean. Naturalmente, decimos esto porque damos por sentado que una mente que lee, que se cultiva, es más feliz y vive mejor.

    En España, el Ministerio de Cultura hace campañas para aumentar el número de ciudadanos con hábito de lectura, y la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid quiere que pasemos a tener en las bibliotecas madrileñas más de un libro por habitante, pues la media europea es dos libros en las bibliotecas públicas por habitante.

    Desde antiguo, las bibliotecas tienen libros de saber, para estudiar, y libros de literatura para, como decía Aristóteles, “enseñar deleitando”. Pero aprender y disfrutar no es algo que deba dejar de hacerse los fines de semana. Es más, en algunas épocas y países, las bibliotecas son un lugar tranquilo, iluminado y caliente en invierno para estudiar, y con el cambio de clima pueden ser un lugar fresco en verano para aprender y relajarse.

    Por tanto, es necesario que las bibliotecas en toda España tengan un horario de ocio para que los usuarios disfruten de su ocio cultivándose. Como los museos, deben tener un horario de apertura que incluya los sábados y domingos y los días vacacionales (salvo Navidad, Año Nuevo y Pascua) de todo el año, pues son los días en que, precisamente, podrán ir a sus instalaciones los usuarios que todavía no lo hacen. De ese modo podrán ir más personas que trabajan durante la semana y podrán organizarse clubes de lectura para atraer a personas de más edad a ese lugar encantado. Los ejemplos de bibliotecas de varias ciudades que ya abren en sábado y domingo demuestran que están bien concurridas, y los lectores, contentos.

    María Siguero Rahona. Colmenar Viejo, Madrid.

    El País – Jueves, 11 de agosto de 2005

  6. Recuerdo que desde pequeña, cuando llegaban las fechas de cierre de las bibliotecas, me pasaba por la de mi barrio a elegir las lecturas del siguiente mes. Había que darse prisa y no dejarlo para el último momento porque si no ya no quedaba nada interesante.

    Lo mejor era que podías llevarte muchos más libros de los que te dejaban durante el resto del año. Lo peor era que cuando los terminabas -o no, porque no te habían gustado y los dejabas sin leer- no podías sacar otros nuevos. ¡Era una frustración tener que esperar para poder conseguir nuevas lecturas!

  7. […] Razonábamos hace unas semanas porqué las bibliotecas parecían no ser para el verano, al menos en la ciudad de Valencia, a través de una noticia aparecida en un medio de comunicación. Mientras, en su blog Álvaro Cabezas hacía otro tanto, sin embargo la respuesta a esta pregunta lo encontraría en el lugar menos sospechado, ya que Calvin & Hobbes parecían tener buenas razones para que las bibliotecas cerrasen durante el periodo estival. Aunque sabiendo que Calvin no parece tener mucho aprecio por la profesión bibliotecaria, la respuesta no hubiese podido ser otra. […]

  8. berna berna

    He viajado por Europa, EE.UU. y pasar el Domingo o sábado en una Biblioteca es lo mejor para conocer y acercarte a los que visitas. Te proporcionan todo tipo de información y GRATIS, mejor que las guias turísticas. Trabajo como interina en una Biblioteca universitaria y me dá mucha pena que los estudiantes no tengan abiertas las biblio los días de fiesta y verano… Cia

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