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Categoría: Biblioteconomía

La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (2): Facebook

Uno de los lugares más populares en las Redes Sociales en Internet es Facebook. Nos hemos centrado en ella debido a la aparente buena representatividad de los profesionales de la información dentro de ella, de hecho, esta presencia se ha reforzado con la creación, por parte del equipo de redacción de la revista especializada El Profesional de la Información, del Grupo El Profesional de la Información – EPI en ella y que actualmente cuenta con 380 miembros.

Por otro lado, aunque ya lo indicamos en el texto anterior, el objetivo de este sitio web es el desarrollo de relaciones sociales no necesariamente enfocadas a los contactos profesionales, disponiendo un enfoque mucho más informal y ocioso que las otras dos Redes Sociales a estudiar. Las consultas se realizan sobre toda la base de datos de usuarios que dispone Facebook, aunque apenas se puede consultar nada dentro de los perfiles puesto que se debe ser aceptado como «amigo» para su visionado.

Las consultas a la base de datos se han abordado a través del buscador genérico de la página web, situado en la parte superior derecha una vez que el usuario se ha logueado dentro de ella. Las tres consultas lanzadas han sido: Bibliotecario, Bibliotecaria y Documentalista, obteniéndose los siguientes resultados:

Total Hombre Mujer NS/NC
Bibliotecario 17 12 3 2
Bibliotecaria 37 0 35 2
Documentalista 21 7 14 0

Nótese que la columna correspondiente al NS/NC se debe a que algunos usuarios de Facebook utilizan seudónimos o acrónimos para identificarse dentro de la Red Social, por lo que aunque se han contabilizado no ha podido determinarse su género. Por otro lado, es interesante señalar que en distintas búsquedas los profesionales de la información se consideraban indistintamente como Bibliotecario/Documentalista por lo que el perfil se encuentra presente en ambas búsquedas.

Intentando mejorar el alcance de este pequeño estudio, se han consultado otros aspectos de los profesionales de la información más allá de la denominación que hacen de sus respectivos puestos de trabajo. Así pues se han intentado obtener datos referidos a las carreras, los puestos específicos desempeñados y las empresas dentro de las plantillas de búsqueda avanzada. de perfiles

La imagen de la izquierda corresponde a las opciones de búsqueda que nos ofrece Facebook a octubre de 2008. Teniendo presentes los resultados anteriores, no se ha dispuesto ninguna limitación de ámbito geográfico que, como se verá, posteriormente se deberá adoptar dentro de otras redes para poder realizar un análisis mínimo de datos.

  Total Hombre Mujer
Genérico: Biblioteconomía 26 11 15
Genérico: Documentación 63 20 43
Carrera: Biblioteconomía 5 2 3
Carrera: Documentación 7 4 3
Puesto: Bibliotecario 0 0 0
Puesto: Bibliotecaria 3 0 3
Puesto: Documentalista 3 0 3
Empresa: Biblioteca 1 0 1
Puesto: Librarian / País: España 0 0 0

En el cuadro superior, detallamos en cada fila el campo y el término para realizar la consulta. De esta manera, «Carrera: Biblioteconomía» correspondería a la Búsqueda de Perfil dentro campo «Carrera» utilizando el término «Biblioteconomía».

Más información:

  1. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (1): Introducción
  2. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (2): Facebook
  3. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (3): LinkedIn
  4. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (4): Xing
  5. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (y 5): Conclusiones
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La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (1): Introducción

A principios de este año, ya señalábamos que durante el mismo de lo que más se hablaría en la Web sería sobre las Redes Sociales. Para aquellos que desconozcan el concepto, el objetivo de estos sitios sería utilizar el alcance de Internet para facilitar la ampliación del círculo de contactos de sus usuarios y poder compartir intereses, de la naturaleza que sean, con un gran número de personas sin ninguna limitación física o temporal. Las redes sociales parten de la teoría de los seis grados de separación, según la cual cualquier persona del planeta está conectada a otra por sólo seis pasos entre gente que se conoce.

Dentro del colectivo de la Biblioteconomía y la Documentación, durante este año se han presentado y realizado multitud de cursos para tratar de ofrecer una guía a los profesionales de la información sobre la Web 2.0 y lo que se está moviendo dentro de ella. Uno de los epígrafes obligatorios dentro de este tipo de cursos pasaba necesariamente por las Redes Sociales, así que me he decidido a echar un vistazo sobre el grado de penetración que este tipo de webs tiene dentro de la profesión.

Redes Sociales y extracción de datos: Barreras iniciales

Una de las principales barreras a la hora de realizar un estudio de estas características es, por un lado, la privacidad y, por otro, el número de perfiles que se encuentran completos dentro de ellas. Así, en el primer caso, podemos encontrarnos que el sitio web no nos permite acceder a un perfil determinado si la persona que queremos consultar no nos ha aceptado como “amigo”. El concepto de “amigo” es muy sencillo de explicar, las Redes Sociales tratan de mostrar las relaciones sociales que mantiene una persona dentro del mundo real. Cuando una persona conoce a otra, ésta invita a otra para formar parte de su Red Social como “amigo”, obviamente las dos personas deben de estar de acuerdo aceptando y realizando la invitación, porque si no la posibilidad de acceder a un perfil determinado no existe. En cualquier caso, también existen Redes Sociales que crean un perfil público, con datos que el usuario controla y que quiere mostrar, de tal manera que la consulta de perfiles y de su búsqueda sea mucho más sencilla.

Otro de los problemas a la hora de obtener información relevante a la hora de atacar las bases de datos es que sus usuarios no rellenen totalmente las fichas con sus perfiles. Es frecuente, mucho más en las Redes Sociales profesionales, que el sistema nos solicita rellenar una ficha con nuestros estudios, profesión y lugar de trabajo, aunque no suele ser una condición sine qua non para comenzar a interactuar con el sistema y ponernos a trabajar con él. Este hecho, el de la falta de datos dentro de las fichas, degrada nuestros resultados a la vez que oculta la cantidad de personas que se dedican a una tarea determinada.

Además, es posible que nos encontremos que seis grados de separación no son suficientes. Dependiendo de la Red Social que consultemos, podemos realizar una ecuación de búsqueda sobre toda la base de datos que tienen disponible o sólo un porcentaje de ella. Por ejemplo, en LinkedIn sólo podemos consultar hasta los seis grados de separación dentro de la Red a la que pertenezcamos, por lo que obviamente sufriremos un sesgo a la hora de obtener los datos y los perfiles.

Finalmente, también debemos tener presente el idioma. Aunque actualmente los sitios de Redes Sociales se han actualizado, anteriormente, sólo estaban disponibles en inglés y eran utilizados intensamente por la comunidad anglosajona. Esto provocó, y en gran medida en las Redes Sociales profesionales, que los early-adopters no anglosajones utilizasen el sistema en su idioma original, esto es el inglés, desechando la posibilidad de hacerlo en castellano porque, al fin y al cabo, Business is Business.

Nuestro pequeño ensayo en LinkedIn, Facebook y Xing

A falta de una Red Social específica para los profesionales de la información, nos hemos centrado en dos de las más populares donde podíamos extraer datos sin excesivos problemas: LinkedIn, Xing y Facebook. Los datos fueron extraídos el 21 de octubre de 2008 utilizando mi perfil en todas las redes. LinkedIn es una Red Social enfocada a la generación de contactos profesionales, fundada en diciembre de 2002 y lanzada en mayo de 2003, actualmente dispone de un tráfico de 3,2 millones de visitantes al mes con 24 millones de usuarios registrados. Por otro lado, Facebook, la más conocida y popular para los internautas, nació como un sitio cuyo usuario objetivo eran los estudiantes universitarios de Estados Unidos para posteriormente ampliar su público hacia el resto de la población. Actualmente, dispone de 100 millones de usuarios registrados y una de sus características es el desarrollo de aplicaciones por parte de terceros que van ampliando sus posibilidades de interacción. Finalmente, Xing adquirió a la Red Social eConozco que era una de las Redes Sociales para profesionales más importantes de España. Dispone de más de 6 millones de personas dadas de alta.

Las consultas se realizarán en castellano centrándose en aspectos del desarrollo de la profesión y de los estudios exclusivamente. No voy a realizar un control de vocabulario previo, es decir, no voy a buscar nuevas definiciones de la profesión como el término infonomista, ni de nuevas áreas de interés de la misma como vigilancia tecnológica, realizando una primera cata sin ser detallista ni preciso. De hecho, esto sólo es una primera aproximación a la utilización de las Redes Sociales por los profesionales de la Biblioteconomía y la Documentación. Por otra parte, también debemos tener presentes las características específicas de cada una de las bases de datos, por lo que los campos y formularios a consultar podrán diferir de una a otra.

Más información:

  1. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (1): Introducción
  2. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (2): Facebook
  3. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (3): LinkedIn
  4. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (4): Xing
  5. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (y 5): Conclusiones
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Bloggin’ in the wind

How many roads must a man walk down
Before you call him a man?
Yes, ‘n’ how many seas must a white dove sail
Before she sleeps in the sand?
Yes, ‘n’ how many times must the cannon balls fly
Before they’re forever banned?
The answer, my friend, is blowin’ in the wind,
The answer is blowin’ in the wind.

Blowin’ in the Wind – Bob Dylan

Imagino que, como otros, me quedé traspuesto ante la respuesta de Laura Novella en una discusión abierta en Iwetel sobre la política de gestión de carnet de usuarios dentro de la Biblioteca Pública de Valencia. En concreto, el hilo de la conversación saltaba cuando una usuaria de esta lista de distribución inquiría sobre las políticas de expedición de carnets de usuarios de las Bibliotecas Públicas, ya que se había encontrado con que la de Valencia le solicitaban un papel que acreditase fehacientemente que residía en Valencia. Amparo nos contaba que todavía no vivía en Valencia, que había aprobado una oposición y estaba a la espera de su nombramiento, pero al no poder acreditar su residencia en Valencia se quedó sin carnet. La sorpresa de Amparo fue mayor cuando consultó la información sobre la obtención del carnet, ya que según se afirmaba allí sólo era exigible la comprobación de residencia en el caso de ser extranjero.

El hecho es que, tras distintos correos cruzados entre dudas y aclaraciones, Laura que se identificó como trabajadora de la Biblioteca en liza trató de justificar ese hecho con distintos datos y cifras. Del texto, en el que se incide en los distintos problemas a los que se enfrenta la institución derivados de la población a la que debe de atender, pasa relativamente pronto a denunciar el hecho de que la investigación dentro del campo de la Biblioteconomía no está bien encaminada según su criterio y, de él, destaco:

Para no divagar más: entiendo que cada uno tiene unos intereses, y posiblemente tenga más actualidad y relevancia la web social y otros temas virtuales que los problemas de carnets de usuarios; pero esto no justifica que estas cuestiones (domésticas y menores para algunos) se traten tan a la ligera como creo que habéis hecho en los primeros mensajes. El fin último de la información es servir a las personas y está regulado por personas. Si perdemos esto de vista, acabaremos todos «blogging in the wind». […]

Tal vez Laura, sin pretenderlo realmente, trató de expresar un sentimiento común de muchos bibliotecarios que consideran que la Biblioteca 2.0, porque sería injusto quedarnos tan sólo en los blogs, y todo lo que está conllevando se quedará en agua de borrajas al obviar los principales problemas de las bibliotecas. Problemas que no son ya coyunturales y que están pasando a ser estructurales ante la falta de presupuestos y de financiación, de carencia de personal y cualificación, de instalaciones y renovación de fondos.

Es posible que los investigadores en nuestro campo se olviden de los riesgos laborales de los bibliotecarios, que los tienen, y que se centren, por poner un ejemplo, más en el número de estudiantes que salen de las universidades junto con el descenso de las solicitudes que en averiguar la situación real en la que se encuentran realmente las bibliotecas de las administraciones públicas.

No te voy a quitar la razón Laura, a veces lo nuevo, lo urgente, nos hace obviar lo importante, pero tal vez se trate de que nuestra profesión está todavía en pañales y hay que trabajarla un poco más. Sin embargo, te diré que el Bloggin’ in the wind también es necesario, que hay que ejercerlo para no ir desacompasados respecto a la Sociedad que servimos, a la vez que estamos atentos a sus variaciones y poder amoldarnos a sus cambios.

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«Información y Documentación» en la Wikipedia: es hora de ponerse a trabajar

Llevo un tiempo esperando que el equipo que ha venido desarrollando el Wikiproyecto Información y Documentación se lanzase a publicitar su trabajo. Finalmente, la espera ha merecido la pena y a través del blog del SEDIC nos invitan a unirnos a él en la entrada Información y Documentación: nuestro espacio en la Wikipedia.

Lo primero que debemos hacer es aplaudir este tipo de iniciativas, mucho más dentro del marco en el que lo están haciendo, y conscientes del esfuerzo de coordinación y reunión necesarios para llevarlas a cabo. Por otro lado, también tenemos que considerar que en vez de realizar un wiki genérico, mediante las distintas herramientas que se encuentran disponibles, el equipo ha decidido vehicular sus esfuerzos a través del referente del éxito de la Web 2.0, la Wikipedia, y lo hace dentro de un marco inmejorable para comenzar a alentar a los bibliotecarios para comenzar a difundir sus actividades y sus desempeños.

Recientemente, en la lista de distribución Iwetel, se calentaba el eterno debate sobre la necesidad de publicitar nuestras actividades y dejarnos ver por la Sociedad; por otro lado, durante este último año, en el que los bibliotecarios se han esforzado en dar forma a la Biblioteca 2.0, a empaparse de la nueva Web Social. Es por ello que ya va siendo hora de pasar a la acción, que por otro lado ya se está haciendo, y comenzar a ser mucho más participativos en los ámbitos que nos debieran pertenecer por definición.

Pero veamos qué es un Wikiproyecto primero. Según nos cuenta el equipo de Información y Documentación, «un Wikiproyecto no es un lugar para escribir artículos enciclopédicos, sino un recurso para ayudar a coordinar y organizar la escritura de artículos. Las páginas de discusión de cada Wikiproyecto pueden utilizarse como punto de reunión por aquellos interesados en un proyecto particular. Los Wikiproyectos pueden también tener un Portal asociado que exponga su trabajo en Wikipedia».

Así pues, ya disponemos de un equipo dispuesto a coordinar a todos los interesados en escribir artículos sobre la Biblioteconomía y la Documentación dentro de la Wikipedia. Yo mismo inicié una serie de entradas dentro de ella, ya hace mucho tiempo y las cuales no citaré puesto que el trabajo colaborativo dentro de ella no debe de ser reconocido en exclusiva por sus miembros, porque simplemente no existían. ¿Cómo era posible que no existiesen términos y personas que deberían ser un referente de la Biblioteconomía dentro de ella? Así pues, me dispuse a crear los artículos y comenzarlos, dejando el resto del trabajo para aquellos que lo quisieran continuar, aunque los cambios no han sido excesivos ni radicales a lo largo del tiempo.

Por lo tanto, los responsables del Wikiproyecto nos han dispuesto su hoja de ruta, abriendo una ventana hacia la creación de contenido colaborativo, realizando un esquema desde el cual todos aquellos interesados puedan comenzar a aportar contenidos y modificarlos, así como la creación de una TODO list abierta a nuevas adiciones y concreciones. Sólo hacen falta voluntarios dispuestos a crear los contenidos, a aumentar los conocimientos sobre la Biblioteconomía y la Documentación dentro de la Wikipedia como plataforma para dar un paso más en la Web Social. La pregunta es: ¿Te apuntas?

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La Infoxicación 2.0

Hace unas semanas que me llamó poderosamente la atención el Prisma de la Conversación. Se trata de un intento de representar la mayoría de los servicios actualmente disponibles dentro de la Web 2.0 situando cada uno de ellos dentro de una categoría. Su autor, Brian Solis, nos hace un comentario en su blog de cómo llegó a la génesis de su mapa de la conversación 2.0, aunque lo más impactante es cómo se han ido añadiendo nuevos servicios, mediante notas, por parte de los usuarios de Flickr.

Personalmente, este gran abanico de opciones, de aplicaciones tan específicas, de mundos por explorar y descubrir, sólo me pueden producir angustia. Sí, puede que se trate de nuevo de la asimetría digital, aunque creo que se trata más bien de un nuevo tipo de infoxicación. Creo que estoy completamente desesperado por la intoxicación de la información dentro de la Web 2.0, de tantos productos a los que seguir su evolución, de los comportamientos de sus usuarios dentro de ellos, aquellos que son tan específicos -Hay una categoría correspondiente a específico de Twitter– que se me antojan completamente desconocidos hasta este momento.

De este modo, descubrimos que tal es la avalancha de nuevos desarrollos y nuevos conceptos que se presenta como terriblemente complicado evaluarlos todos y, además, desarrollar nuestra actividad digital dentro de ellos. Imagino que al final tendremos que discriminar, utilizar aquellos que realmente nos ofrecen un retorno adecuado en la cimentación de nuestra identidad digital, a pesar de que, en muchas ocasiones, el retorno tarde en llegar. En definitiva, no teníamos suficiente con la Infoxicación de toda la vida, que debemos que vérnosla con las nuevas formas que adopta dentro de la Web 2.0 y «La Conversación».

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Catalogar vs. indexar

Uno de los mayores pecados que puede realizar un documentalista o un bibliotecario es pronunciar la palabra tabú: NO. «No está, no existe o no se puede hacer» son frases que en algunas ocasiones lanzamos casi de forma automática casi sin percatarnos bajo la presión de una consulta de información de un usuario urgido por la necesidad, casi sin tiempo para realizar una segunda reflexión. Tal vez deberíamos adoptar una actitud mucho más positiva, o idealista según se mire, como hacen los informáticos, siempre dispuestos a decir que sí y para posteriormente convertirlo en un «ya veremos». Es posible que esa negatividad manifiesta surja de los documentalistas porque somos capaces de situarnos en el lado del usuario, conscientes de la problemática que éste se va a encontrar cuando comience a utilizar una aplicación, una página web, una interfaz que ataca una base de datos. Es por ello que siempre estamos dispuestos a situar un «pero», cuando consideramos que el bosque es mucho más extenso de lo que creen nuestros amigos, los informáticos, en un momento. Así pues, deberíamos cambiar nuestra actitud, colocar siempre el SÍ ante cualquier otra consideración y luego ya nos preocuparemos de cómo salimos del entuerto, simplemente a modo de supervivencia.

Digo esto porque recientemente, revisando una de las revistas informáticas más populares de España, me encontraba con una columna de opinión de un informático que atacaba la catalogación, las folksonomías y por extensión la documentación en un entorno donde Google podía hallarlo todo. Concretamente, a modo ilustrativo, nuestro informático consideraba que no necesitaba clasificar los correos que le llegaban, puesto que utilizando una serie de palabras clave podía localizar el email perdido en la avalancha de su buzón. Al mismo tiempo, creía que el etiquetado social, el tagging, era una actividad prescindible puesto que el superalgoritmo googleliano bien podría resolvernos la papeleta sin necesidad de andar perdiendo el tiempo en la gestión de la información personal.

Qué crueldad. En diez años, Google nos ha jubilado. Nos hemos convertido en prescindibles, en una figura cómica al lado de la compleja programación desarrollada desde Mountain View, creo que es el momento de acabar con esta farsa… En realidad, somos unos tecnófobos redomados, realicémonos un harakiri colectivo y entonemos un mea culpa. Somos unos obsoletos digitales

Sin embargo, no estamos más lejos de la realidad. Por ejemplo, seguramente nuestros lectores dispondrán de una cantidad mayor de ejemplos, me pregunto, ¿ha intentado recuperar información de una base de datos de un medio de comunicación? ¿Ha utilizado los sistemas de búsqueda en los archivos que los medios de comunicación disponen en sus webs? ¿Ha utilizado a Google para ello? ¿Cuáles han sido los resultados? Yo se lo diré, la experiencia manda: O sabe lo que busca, colocando específicamente las palabras mágicas publicadas en el texto que busca o difícilmente va a encontrar lo que desea. O lo ha leído previamente, o va a ser complicado encontrar nada y simplemente el silencio será estruendoso.

Hay que tener en cuenta que el trabajo que se realiza desde la parte humana en la descripción de la información, ya se trate de palabras clave, pequeños resúmenes o el control del vocabulario, es valor añadido a la información. Es relativamente sencillo perderse dentro de una base de datos documental en la que se vuelcan diariamente informaciones sin el menor control del vocabulario. Si se trabaja dentro de un medio de comunicación, lo primero que se aprende es que los propios periodistas utilzan conceptos y palabras distintas enfocados en un mismo tema, que una noticia seguimiento de una información anterior no tiene porqué necesariamente hacer referencia directa a la previa y a la hora de recuperar ambas la desambiguación es completamente necesaria.

Porque el informático podrá considerar que es posible indexar toda la información que se produce diariamente en un medio de comunicación impreso, sin embargo lo que los documentalistas ponemos sobre la mesa son las dificultades a la hora de recuperación, ordenación de resultados y pertinencia de los mismos. Sin embargo, a veces nos quedamos en un NO y una sonrisa, lo que no es suficientemente significativo para nuestro interlocutor y no aportamos valor añadido a la discusión. Sí, es cierto, el motor de búsqueda recuperará información si colocamos las palabras mágicas, las que conocemos que el texto contenía, aunque no siempre las conoceremos de antemano. Dispondremos en nuestra cabeza de conceptos y sinónimos, el rico lenguaje natural, sin embargo no siempre podremos atacar una base de datos con ellos y recuperar información, no recuperaríamos nada y será entonces cuando algo realmente no exista, a pesar de que realmente no lo habremos recuperado.

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Cómo pasar por 2.0, cuando no se llega a 1.0

Es de todo bien sabido que los medios de comunicación muestran verdadero pánico a que sus visitantes se marchen con los bártulos a otro lugar. Cuando la competencia está a un clic, aparentemente lo menos deseable es ofrecerle una ventanasa un mundo lleno de oportunidades y curiosidades. Un mundo que tal vez pueda reflejar la realidad, o una parte de ella, mucho mejor que el tratamiento que los medios de comunicación tradicionales pudiesen otorgar. Desde mi punto de vista, se asemejaría a la situación de aquel que, dado de alta al servicio de acceso a Internet por tarifa plana de Ya.com, se quiso dar de baja porque ya había visto todo Internet. En realidad, el internauta novato no había salido del portal de contenidos de Ya.com,  no había encontrado el camino, y llamando al servicio de atención al cliente, el teleoperador le sugirió que probase una dirección nueva: http://www.google.es. Después de esto, creo que todos podremos concluir que el internauta novato no volvió a llamar asegurando que se quería dar de baja porque ya había visto toda la Web.

Los medios de comunicación se han afanado últimamente en ser más 2.0, ofrecen servicios de sindicación de contenidos, un cierto movimiento aperturista mediante la realización de comentarios a las noticias e incluso hacia el periodismo ciudadano; han incluido enlaces para añadir sus páginas hacia servicios de marcado social o promoción social de noticias, foros o incluso la oportunidad a sus lectores para gestionen sus propios blogs. Todo lo anterior constituyen servicios que persiguen que los lectores se mantengan fieles a su URL aumentando su tráfico, así como el tiempo de permanencia medio en sus webs que, al fin y al cabo, es lo que les va a aportar publicidad e ingresos.

Podríamos entrar a discutir la evolución de los medios de comunicación hacia la etiqueta 2.0, incluso el desarrollo de contenidos más avanzados como canales de televisión propios dentro de ellos o la utilización del microblogging como Twitter, sin embargo no han conseguido quitarse de encima su tradición de convertirse en lo que se denomina Black Hole SEO, agujeros negros de enlaces que sólo aspiran a recibirlos desde fuentes externas e internas pero nunca a citar hacia el exterior.

Lo cierto es que en ocasiones, leyendo informaciones en la Web, las situaciones se me antojan ridículas y fuera de lugar teniendo presente el desarrollo actual de la Web. Así, por ejemplo, los medios de comunicación son capaces de publicar un texto sobre una página web ¡sin enlazarla! Concretamente, recientemente en La Vanguardia abordaban la experiencia de BuzzMetrics, desarrollado por la empresa de medición de audiencias Nielsen Online, bajo el titular Lanzan un sistema para medir las opiniones de los usuarios en blogs y redes sociales y no se encontraban capaces de enlazar al web, ni siquiera con el atributo «nofollow», no sea que les mejore el posicionamiento para más inri.

Afortunadamente, los medios de comunicación están quitándose las antiguas ataduras impuestas desde las redacciones impresas en un momento de convergencia. De hecho, es frecuente que las informaciones  publicadas en la web que se editan para las ediciones impresas de los diarios no provean enlaces para el enriquecimiento de la noticia, sin embargo en noticias elaboradas por las redacciones digitales sí que comienzan a disponer de ellos. Me refiero, por ejemplo, a la estupenda Revista de Webs de El País, donde la redacción trata de conformar una nota sobre qué se cuece en ese momento en la Red y, más concretamente, en la Blogosfera.

Pero podríamos profundizar un poco más. Fijándonos en artículos de economía, porque no sólo de tecnología vive el hombre, en la pieza informativa Las fortalezas de la banca española no hallaremos ni un solo enlace dentro del texto, mientras que en el artículo Las «lecciones» que enseña la economía española, según Financial Times sí que se nos ofrecen una buena cantidad de ellos que sirven para acotar, aclarar y contextualizar la noticia. Es decir, en el primer artículo, el medio de comunicación no ofrecía ningún tipo de apoyo para relacionar la noticia dentro de su contexto, a pesar de que exista un epígrafe «Si te ha interesado esta información, te recomendamos:» que sirve de apoyo al marco de la noticia, aunque imperceptible para los lectores; mientras que en el segundo se nos da una buena cantidad de ellos (internos, de acuerdo, pero enlaces). Tengo que aclarar que me he cerciorado de que el primer documento se publicó en la edición impresa del diario, mientras que el segundo, seguramente por el marco temporal, se realizó para la digital. Esto nos puede llevar a la conclusión que al tratarse de una noticia volcada desde el papel no disponga de los elementos enriquecedores que dan los enlaces, en cambio la segunda se realizó contando con posibilidades para añadir estos elementos.

Nos hallamos, por lo tanto, ante la transición definitiva de los medios que irán aceptando y empapándose del entorno en el que desarrollan sus actividades económicas. Son muchos los que se comienzan a revolver contra estas prácticas, la de no-enlazar, que no favorecen el feedback, pero que los medios aprovechan bajo el entorno 2.0 para posicionarse dentro de los buscadores. Los medios deberán aprender a adaptarse rompiendo otra barrera, la del miedo a lo ajeno, porque al final de cuentas ellos son los grandes generadores de contenidos de la Web y ante eso no van a encontrar rival. Y eso Google también lo sabe…

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