En un artículo reciente, que comentaba las conclusiones a las que se había llegado en la «Mesa sobre estrategia documental en las empresas«, organizada en Barcelona por la Asociación Española de Directivos (ADE), se contemplaba como la mejor opción, para organizaciones de todo tipo, la externalización de los procesos de digitalización y del tratamiento de la documentación empresarial.
La externalización de los servicios de digitalización documental permite que las empresas dediquen sus recursos económicos y humanos a aquellas tareas que se centran en el propio negocio, reduciendo además los costes derivados de los procesos documentales al evitar la necesidad de inversión en la tecnología y el know-how necesario.
Externalizar estos procesos elimina también los costes fijos de archivo, haciendo de todos los gastos derivados de la documentación empresarial costes predecibles y garantizando además al mismo tiempo la escalabilidad y la evolución tecnológica sin necesidad de continúas inversiones.
Pero este proceso de externalización de los servicios documentales, no sólo se produce en las organizaciones empresariales, ni sólo en los procesos de digitalización.