Ahora hace tres años que este espacio se inició como otros muchos, sin rumbo fijo, destino u objetivos preestablecidos. Por aquel entonces, queríamos una bitácora para relatar nuestros avatares a la hora de desarrollar un portal y, lentamente, la bitácora se convirtió en algo más que superó y engullió al primero. La historia de entonces ya la hemos contado anteriormente y considero que está más que suficientemente detallada, por lo que no creo necesario volver a hacerlo. Sin embargo, esa historia no debería parecer tener un final, puesto que el día que acabe, un poco de nosotros se habrá perdido.
Mi crisis como bloguer, por así decirlo, empezó a principios del año 2006, por aquel entonces pasaba por un trago difícil de desengaño y suponía, además, un período en el que la necesidad creativa encuentra muchas piedras para seguir adelante. Como ya sabéis, en general, las expectativas en el mantenimiento de una bitácora se alcanzan al año o año y medio; y para entonces muchas personas deciden qué quieren hacer con su espacio personal en la web. Muchos abandonan, otros siguen adelante sintiendo que algo se ha perdido y que nunca va a volver, pero simplemente se trata del tiempo que se escabulle por las esquinas.
Es posible que las personas que no disponen de un blog consideren a éste como un elemento más del egocentrismo de otras, como si los bloguers estuviésemos leyendo y releyendo nuestros textos, los comentarios recibidos, como si nuestras vidas girasen alrededor de las estadísticas obtenidas, el ranking (o rankings) en el que aparecemos, los ingresos monetarios o el pagerank de Google, como si necesitásemos de esto para justificar nuestra existencia… Hay quien considera que en el futuro todos tendremos a 15 personas que creerán que somos famosos, en clara analogía a Warhol, como si necesitásemos el reconocimiento continuo de nuestros semejantes para ser aceptados, aunque considero que no hay nada más lejos de la realidad.
Este blog se convirtió por entonces en pensamiento crítico y sincero sobre lo que leíamos, sabíamos, veíamos y pensábamos, sin tratar de ocultar nada, ni siquiera cuando nos equivocábamos, algo que ha sucedido en varias ocasiones y es inevitable que lo haga. Durante estos tres años hemos hecho un poco de periodismo ciudadano, contamos nuestras experiencias en un congreso de bibliotecarios, realizamos una pequeña tarea de compiladores de la imagen de los bibliotecarios en los medios de comunicación de masas, fomentamos la carrera y sus estudios e incluso estamos atentos a lo que sucede dentro del mundo de la información dentro de nuestra comunidad autónoma, seguimos la evolución de la biblioblogosfera y de la blogosfera; y no nos cortamos a la hora de opinar porque se trata precisamente de eso.
Estamos donde estamos gracias a muchos de vosotros que nos dijisteis Es genial cuando creíamos que Es una basura. Es cierto, podéis considerar que soy un egocéntrico, puesto que escribo lo que pienso esperando que alguien acepte mis razones, pero también para que las rebatan, que afilen el discurso hasta llegar a una verdad, tal vez no la única, pero una de ellas, confiando en que la blogosfera, o mi bitácora, sean un espacio de debate de yo con vosotros y vosotros contra mí si llega el caso. Mis razonamientos pueden estar equivocados, pero no estoy aquí para discutir sino para aprender, sin tener miedo a lo primero.
Definitivamente, la vida nos conduce hacia distintos caminos, algunos son fáciles, mientras que otros resultan tortuosos y desagradables; pero los cruzamos esperando que al final de ellos podamos encontrar algo que nos dé sentido. Este blog es uno de esos caminos, pero no ha llegado su final, sus bifurcaciones son sorpresivas y desconocidas, pero las andamos porque al final siempre hay algo sorprendente que nos enseña cosas de nosotros mismos. Son tiempos difíciles, esta bitácora es una muestra de lo que sucede en nuestras vidas, pero saldremos del túnel y nos recuperaremos, puesto que somos conscientes de que esto ya no es lo que era.
Entonces lo celebramos…
2006 – Querid@s Amig@s
2005 – Un año no más