Etiqueta: Bibliotecarios
Hannibal Lecter, no hace ninguna falta presentarle con su sobrenombre de Hannibal el caníbal, es uno de los personajes que ha calado más hondo en la imaginería popular gracias al cine. Sin embargo, anterior a su salto hacia la fama tras la película El Silencio de los Corderos, Lecter había sido creado por Thomas Harris en novela, con una breve aparición en el Dragón Rojo primero y la novela homónima a la película que le seguiría. Posteriormente, el escritor se lanzaría a la redacción de una tercera novela que vería la luz poco tiempo antes que la película que nos ocupa con el título Hannibal. Después, Lecter volvería a ser retratado en la precuela basada en el primer libro, Dragón Rojo, pero su papel sería menor incluso que en El Silencio de los Corderos. Finalmente, os comentaré que la industria del cine falta de ideas está pensando rodar Behind the mask en la que se nos mostrarála juventud del psicópata que, por supuesto, tendrá su correspondiente libro.
Pero como podéis imaginar, no es éste un texto ni sobre las películas, ni sobre las novelas, ni siquiera sobre la personalidad ni las bases que ayudaron a crear el personaje de Lecter. Curiosamente, en la película Hannibal el psicópata quiere convertirse en bibliotecario y es esto lo que realmente nos interesa, cómo es tratada su figura y, por ende, el de la biblioteca de la Fundación Capponi en la que el doctor quiere trabajar, aunque finalmente las circunstancias y sus ansias le impidan convertirse en bibliotecario.
Considerando la posibilidad de publicar toda la secuencia del cómic de Mortadelo y Filemón que como ya os comentamos tiene lugar en una biblioteca, creemos que es mejor publicar tan sólo el final de la corta historieta, en la que la hosca bibliotecaria queda completamente desquiciada por las acciones y accidentes de los dos agentes de la TIA.
Que lo disfrutéis.

Ver tira completa.
Ver también:
Mortadelo y Filemón visitan una biblioteca (1)
Un comentarioEsta es una curiosa historia que la Televisión de Catalunya (TV3) tuvo a bien a difundir ayer y que puede que en otro momento del año no se hubiese producido. Aunque lo mejor que podéis hacer es visionar el vídeo aunque sea de mala calidad, también podéis leer el texto del reportaje emitido por el espacio Telenoticies llamado Recuperen un vídeo documental dels anys 20 de la històrica Escola de Bibliotecàries. Obviamente está en catalán, pero os lo traduzco puesto a buen seguro lo encontraréis interesante. Perdón por las incorrecciones, claro.
Recuperan un vídeo documental de los años 20 de la histórica Escuela de Bibliotecarias
La Escuela de Bibliotecarias fue fundada el año 1915 por la Mancomunidad de Cataluña y es la segunda de Europa y única que ha tenido continuidad hasta hoy en día. Ahora, su historia está un poco más completa, gracias al hallazgo de una película documental de principios de los años 20. Se trata de un documento de gran valor, ya que, además, está rodado en soporte de nitrato, un material muy sensible y que es raro que haya sobrevivido durante tanto tiempo
Hoy, los valencianos nos desayunamos con una noticia que cuenta que el Partido Socialista del País Valenciano (PSPV) denuncia que sólo ocho de las veintisiete bibliotecas municipales abren durante el mes de agosto. Podría parecer que esta noticia es, en cierta manera escandalosa, que tan sólo el 30% de las bibliotecas de una ciudad permanezcan abiertas, pero como uno ya va adquiriendo alguna experiencia en el tratamiento informativo en los medios de comunicación, os debo de advertir que se trata solamente de una noticia estacional. Es decir, una de esas noticias que aparecen cada año dentro de un marco temporal.
En el texto de la noticia, tenemos la declaración de Juan Soto concejal del PSPV del Ayuntamiento de Valencia en la que asevera que:
[El ayuntamiento] obvia que los estudiantes necesitan también acudir a las bibliotecas durante el verano para preparar exámenes así como en septiembre, que es cuando comienza el curso, una situación que conculca el derecho de los ciudadanos a recibir la prestación de servicios que pagan con sus impuestos.
Desde luego, que la noticia me retrotrae a otro asunto que ya recogimos aquí sobre cierta crítica que se realizaba a la Biblioteca Pública de Valencia en la que una usuaria acababa realizando cierta reflexión:
Me encuentro con las páginas amarillas buscando una biblioteca que no quede demasiado lejos de mi casa y donde pueda estudiar sin que se me eche.