Hannibal Lecter, no hace ninguna falta presentarle con su sobrenombre de Hannibal el caníbal, es uno de los personajes que ha calado más hondo en la imaginería popular gracias al cine. Sin embargo, anterior a su salto hacia la fama tras la película El Silencio de los Corderos, Lecter había sido creado por Thomas Harris en novela, con una breve aparición en el Dragón Rojo primero y la novela homónima a la película que le seguiría. Posteriormente, el escritor se lanzaría a la redacción de una tercera novela que vería la luz poco tiempo antes que la película que nos ocupa con el título Hannibal. Después, Lecter volvería a ser retratado en la precuela basada en el primer libro, Dragón Rojo, pero su papel sería menor incluso que en El Silencio de los Corderos. Finalmente, os comentaré que la industria del cine falta de ideas está pensando rodar Behind the mask en la que se nos mostrarála juventud del psicópata que, por supuesto, tendrá su correspondiente libro.
Pero como podéis imaginar, no es éste un texto ni sobre las películas, ni sobre las novelas, ni siquiera sobre la personalidad ni las bases que ayudaron a crear el personaje de Lecter. Curiosamente, en la película Hannibal el psicópata quiere convertirse en bibliotecario y es esto lo que realmente nos interesa, cómo es tratada su figura y, por ende, el de la biblioteca de la Fundación Capponi en la que el doctor quiere trabajar, aunque finalmente las circunstancias y sus ansias le impidan convertirse en bibliotecario.
La trama bibliotecaria de «Hannibal»
Hannibal Lecter tras su espectacular huida de Estados Unidos ha cambiado su identidad por la del doctor Zeld, bibliotecario interino de la biblioteca Capponi de Florencia. El bibliotecario oficial, el señor Bonaventura, ha desaparecido misteriosamente por lo que la policía se encuentra investigando el caso. El inspector Rinaldo Pazzi se desplaza hasta la sede de la Fundación para entrar en contacto con el interino y solicitarle su colaboración por si descubriese entre los papeles de Bonaventura alguna pista sobre su paradero. Mientras la corta entrevista entre el policía y Zeld se desarrolla, el consejo de la Fundación se encuentra reunido considerando los posibles candidatos, además de decidir cómo se va a proceder para asignar un nuevo bibliotecario ante la larga desaparición del titular.
Tras unas palabras breves de cortesía, Zeld se muestra completamente colaborador indicándole al inspector que si encuentra alguna nota de Bonaventura se la hará llegar con mucho gusto. Pazzi se muestra agradecido y el doctor le ofrece al policía que si lo desea puede acudir hasta la biblioteca para recoger las pertenencias del bibliotecario desaparecido. El inspector se muestra de acuerdo, así que le contesta que lo hará en cuanto pueda.
Por supuesto que para el inspector de policía el primer sospechoso del caso es precisamente el bibliotecario interino, por lo que comienza a investigarle siguiéndole por las calles de Florencia. La vida que se nos muestra fruto de esa investigación es una vida completamente reposada, Lecter disfruta completamente de una buena vida de bibliotecario con largos paseos por las calles de la ciudad, leyendo o bien tomando café o una copa de vino en las numerosas cafeterías y restaurantes de la localidad italiana. Pazzi desconfía de él y la casualidad hace que descubra que el FBI se encuentra investigando al interino. El inspector que desconoce todavía la identidad de Lecter decide consultar las bases de datos del FBI para descubrir quién es realmente el doctor Zeld. Cuál es su sorpresa al descubrir que el caballero de maneras tranquilas y exquisita educación es uno de los psicópatas más buscados de EE.UU.
Pazzi decide entonces actuar de una forma completamente irregular, busca en Internet la posibilidad de obtener una recompensa por su captura y no duda en llamar a un teléfono que se encuentra en una página web. Pero no va a ser sencillo obtener el dinero, puesto que le solicitan que les provea de una huella digital para poder proceder a su captura, además de proceder del pago de la recompensa. El inspector decide entonces acudir a la biblioteca Capponi, que es donde precisamente vive Lecter, para tratar de obtener la huella digital.
De la biblioteca se nos muestra poco en la película, parece ser una vivienda normal, ni siquiera un palacio, eso sí con un piano, bustos y esculturas, del que el bibliotecario es el conservador, tal y como le llama el inspector a Lecter en un par de ocasiones; apenas se dejan ver estanterías en la estancia y Lecter se pasea con una especie de pijama por la biblioteca.
Las escasas pertenencias del anterior bibliotecario caben en un par de maletas, por lo que el inspector le solicita a Lecter un inventario con todas las pertenencias. Lecter y Pazzi tienen una breve conversación sobre el pasado trágico de la familia del inspector. Finalmente, Pazzi no obtiene la tan esperada huella digital, pero un policía corrupto tiene distintas formas de obtener una huella. Una de ellas pasa por tratar con un ratero, convencerle de que trate de robarle la cartera a Lecter y de esta forma conseguir su impronta.
A pesar de que Lecter asesina al ratero, Pazzi obtiene lo que andaba buscando y finalmente consigue el cobro de su recompensa. Pero desea extralimitarse en sus funciones, queriendo cooperar en la captura del psicópata porque él es un profesional. El apresamiento de Lecter se producirá en su exposición para ser aceptado y contratado en la biblioteca Capponi como bibliotecario titular, sus méritos pasan por demostrar una gran cultura, sobre todo en lo tocante a lo italiano y a Dante Alighieri, y no conocimientos específicos relacionados con la Biblioteconomía. Como curiosidad, el tema elegido por Lecter trata de las representaciones de Judas Iscariote ahorcado. Por supuesto que la exposición de Hannibal es muy bien acogida entre los miembros de la Fundación asegurándose su puesto, sin embargo los acontecimientos posteriores hacen que finalmente se descubran su verdadera identidad tras el asesinato del inspector Pazzi.
El guión también ofrece una doble lectura del personaje de Pazzi, así Lecter dice que la avaricia provoca la auto-destrucción de Judas, tal y como le sucede al inspector de policía. Curioso bibliotecario este Lecter.
Estoy seguro que sería un buen bibliotecario, limpio, ordenado y discreto. Aunque tendría algún fallo de clasificación con CDU: Anatomía humana -611- por el 641.81 -Platos principales-. Para que digan que la CDU es objetiva.
JajaJAja muy buena JM XD
Estoy recordadno yo cierto capítulo de los Simpsom…mmm voy a ver si consigo algunas imágenes y posteo 😛 XD XD
Habrá que verla, habrá que verla
Bufff, me has pillado, no alcanzo a tanto con la CDU
Lo que no está nada mal es la posibilidad de utilizar el piso donde se encuentra la biblioteca para vivir.
Solucionamos dos problemas a la vez: el laboral y el alojamiento.
¿Qué más se puede pedir? ¿Dónde hay que apuntarse?
Yavannna, yo te recomiendo el libro, pero la película me pareció un tostonazo (imaginando que no te has leido el libro, porque si ya te lo has leido te lo pasas bien, aunque sólo sea porque evocas la novela).
Efectivamente no me leí el libro… mmmm lo buscaré 8induscutiblemente mejor una buena lectura 😛 😛 )además acabo de terminar uno… qué mejor momento!!!!
ES MI SIGUIENTE TRANSFORMACION POR HUIR DE LA MALDITA GENTE TAN SO LO TIENE IGNORANCIA EN VEZ DE MEMORIA Y ESTUPIDECES EN VEZ DE EJEMPLOS DE TRATO HUMANO
estoy de acuerdo con huir de la gente tambien con lo de mmmmmmmmmm ….. estupideces y no trato humano,,,,,,,,,,
despues de todo lec solo queria leer un buen libro… pero alguien lo interrumpio que podemos hacer en esos casos… NO SE PODRIA CULPAR A ALGUIEN POR ESO…
el libro es realmente bueno y a la pelicula le falto mucho!!! no era lo ke esperaba
es extraordinario, me apaciona
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