La unidad mínima de información es un bit, un unidad que indefectiblemente sólo puede representar dos cosas un uno o un cero. Sin embargo, cuánta información hay actualmente hay disponible en Internet es casi una quimera poder representarla o calcularla. Se cree que en el año 2016 la cantidad de información que se creará en la Web ascenderá a los 7,9 zettabytes (Un zettabyte corresponde a 1021 bytes), una cantidad que difícilmente podemos imaginar a no ser que recurramos a algo más tangible.
Existen distintas referencias para tratar de aproximarnos a las unidades de medida de información tangibles y para que podamos hacernos idea de estas magnitudes realizando extrapolaciones. Los ejemplos más habituales hasta el momento son un libro específico (El Quijote es el más usado en España, aunque la Biblia entera se podría representar en 5 megabytes), nuestro cada vez más olvidado CD-Rom que corresponderían a 650 megabytes (Un megabyte son 106 bytes), a colecciones de libros como enciclopedias (La Britannica sólo necesitaría de dos CD-Roms) o a bibliotecas enteras como la Library of Congress (LoC) de Washington. Y aquí es cuando empiezan los problemas.
Sin embargo, el uso de una unidad no-estandarizada como la Biblioteca del Congreso americana enciende debates sobre cuánta información alberga. Una de las cifras más bajas sitúan esta cantidad de información en 10 terabytes de toda su colección impresa como se afirma desde la Universidad de California en Berkeley y que tiene su origen en el artículo de Michael Lesk (1997), How Much Information Is There In the World? Sin embargo esta cantidad está en continua revisión ya que se cree que se encuentra infravalorado ya que sólo su archivo de la Web alcanza la cantidad de 385 terabytes (Un terabyte son 1012), mientras que desde la propia Library of Congress se aseguraba en septiembre de 2012 que el total de la información que albergaba se acercaba a 27 petabytes. Desde la LoC, han tratado de recoger citas en las que se da este dato como referencia, mientras que en el texto se asegura que el volumen de información de la biblioteca a marzo de 2012 es de 3 petabytes (Un petabyte son 1015 bytes).
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Una de las señas de identidad de la redacción de cualquier medio de comunicación, una vez nos adentramos en él, es la ingente cantidad de papeles, libros y documentos de todo tipo que los periodistas van acumulando a lo largo de los meses sobre sus mesas. Tanto es así que, de vez en cuando, es necesario acometer una limpieza llevada a cabo de motu propio, o incluso en ocasiones se impone una limpieza general donde es Dirección la que pone a disposición de los redactores contenedores, las papeleras se antojan a todas luces insuficientes, para que los trabajadores puedan, todos a una, deshacerse de la enorme cantidad de papeles acumulados.