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Etiqueta: Software

La gestión de la información se basa en método no en tecnología

Free-vs-Paid

En distintos frentes, para poder encararnos a la infoxicación desarrollamos herramientas para poder gestionarla. Uno de los ejemplos más inmediatos son los blogs que fueron las principales plataformas que hicieron popular la sindicación de contenidos (RSS) que facilitaba la lectura de publicaciones que o bien se actualizaban poco o bien se actualizaban en exceso. Los agregadores de contenidos permiten gestionar, clasificar, archivar y difundir fuentes de información en este formato y, por ende, disminuir la infoxicación. Sin embargo, la utilización de estas herramientas no aseguraba que finalmente no acabases de nuevo completamente sobrecogido por la cantidad de información que debías digerir al día.

Los agregadores de contenidos son tan sólo una de las herramientas disponibles para la gestión de la información y tratar de lidiar con la infoxicación. Como hemos señalado al principio del texto, en muchos ámbitos se diseñan y preparan softwares específicos y enfocados a la gestión de la información para el desempeño de distintas tareas. Por ejemplo, dentro del área de la vigilancia tecnológica y la inteligencia competitiva son diversos los proveedores que ofertan soluciones para que las organizaciones puedan encarar la ingente cantidad de información que se genera día a día y de esta manera obtener cierta ventaja competitiva.

En el caso de la vigilancia tecnológica, ya recogimos distintas soluciones gratuitas o relativamente baratas para poder encarar esa tarea. Pero no debemos llevarnos al engaño de que sólo en las pequeñas y medianas organizaciones se buscan las soluciones gratuitas, si no que en muchas ocasiones son éstas soluciones lo suficientemente dignas para no necesitar el desembolso de grandes cantidades de dinero para la gestión de la información.

Incluso en Apple, gracias a su guerra de patentes con Samsung, descubrimos que se usan herramientas gratuitas para la monitorización de la competencia. A través de la publicación de una serie de correos entre el responsable de marketing Phil Schiller y un directivo senior de la empresa de Cupertino, Arthur Rangel, el segundo sugiere la adquisición de un software para monitorizar las redes sociales. La respuesta de Schiller no puede dejar indiferente puesto que considera que la adquisición de un software específico es una tontería puesto que esa monitorización puede realizarse a través de herramientas gratuitas que él, asevera, utiliza todos los días.

«I think paying money for social media tracking tools is nuts. It is easy to track social media, I do it every day, there are lots of summary feeds, groups, and notification tools built right in to the social networking sites, all free.

(i think the guys at samsung sat around a coffee table watching Twitter and Facebook feeds and didn’t need to pay for anything in the example below)»

 

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Mis addons de Firefox imprescindibles

No puedo ocultar que soy un fan declarado de Firefox, podría decir que sólo he utilizado Internet Explorer para descargar Firefox, pero mentiría. Desgraciadamente, en el entorno laboral en el que me muevo, todavía es necesario utilizar Explorer para algunas cosas, por lo que de vez en cuando me vuelvo a encontrar con esa interfaz y esa manera de hacer las cosas. Qué le vamos a hacer.

Pero, qué duda cabe, Firefox es mi navegador por defecto el que utilizo el 95% de las ocasiones y del que doy gracias porque siga su desarrollo. Es cierto, puede ser un poco lento a la hora de arrancar, pero me animó que en su última versión (Firefox 3.6) se aligerase un poco y que, por defecto, casi te invitase a probar Personas, las plantillas de personalización de las que he cogido una un poco insulsa (Greyday), pero me recuerda a cierto entorno.

Actualmente, tras algunas semanas de intensa utilización, mi navegador se mueve un poco más lento, pero no puedo dejar de usarlo. Creo profundamente en él, en la Fundación Mozilla que lo gestiona y en su inmensa comunidad. Miro de reojo las novedades que nos traerá Firefox 4 y sólo puedo alegrarme del viento fresco que supone Firefox en la Web.

Pero este texto no iba encaminado a ensalzar las bondades de Firefox, sino más bien a contaros qué addons, o complementos, que tengo instalados en todos los Firefox que toco (es decir, en el trabajo o en casa). Estos pueden variar dependiendo del momento del año, en qué trabajo o proyecto ando metido y todas esas cosas, pero estos son básicamente los que no me pueden faltar y que considero que cualquier internauta puede encontrar interesantes:

  • Adblock Plus. No sé que haréis, pero yo no veo publicidad. No es que me molesten los anuncios contextuales de Adsense, es que me incomodan tremendamente los banners, popups y animaciones en Flash que alguien decide que debemos sufrir cada vez que queremos acceder a algún tipo de contenido. Para mí, es imprescindible.
  • Delicious Bookmarks. Algo de web 2.0 iba a quedarse en mi navegador y la necesidad de “taguear” y guardar algunas páginas a las que más tarde acudiré para escribir algo (o para olvidarlas quién sabe) se me antoja una necesidad, además de tenerlas accesibles en cualquier lugar y momento.
  • Diccionario de Español/España. Trabajar en la nube tiene sus ventajas e inconvenientes. Uno de los principales inconvenientes es que, al contrario que podemos realizar con aplicaciones de escritorio, no podemos corregir la ortografía mientras escribimos. Todos tenemos algún día tonto en el que avance se escribe con zeta. Este diccionario viene a suplir esa carencia en cualquier contexto, ya sea posteando, realizando un comentario o redactando un mail. Completamente necesaria.
  • Download Statusbar. Como dije antes, odio los popups y, en general, cuando descargamos cualquier documento en la web, tenemos una molesta ventanita que debemos respetar para que el proceso de descarga llegue a buen término. Afortunadamente, este complemento permite gestionar las descargas de forma integrada en la ventana principal del navegador. Casi el primer addon que me instalé.
  • Echofon. Anteriormente conocido como Twitterfox, me permite saber qué andan tramando mis followers de Twitter. No es excesivamente invasiva si se la trata bien, aunque el número de tweets que pueda llegar a recoger en 30 minutos pueda dar la impresión de estar completamente infoxicado… O terriblemente ocupado en el trabajo.
  • Email This! Siempre hay alguna noticia que resulta relevante y que quieres compartir. Esta pequeña aplicación te permite enviarlo o bien a través de algunos clientes de correo electrónico de escritorio o, aquí lo interesante, a través de los correos de Yahoo! o Gmail en un sólo clic. Si no lo tengo instalado, lo echo en falta.
  • Optimize Google. Ese gran gigante al que algunos temen y otros miran con recelo. Esta aplicación la utilizo para controlar fundamentamente la privacidad, aunque también añadía funciones por defecto que algunos servicios de Google no permitían hasta el momento.
  • Read it later. Todo esto se ve muy interesante, pero no tengo tiempo para leerlo. Puede que no quieras guardarlo en marcadores para que sea abandonado en el sueño de los justos, o puede que no quieras guardarlo en Delicious, o no crees que puedas utilizarlo en un futuro, o puede que estés demasiado ocupado en ese momento y posteriormente en un valle de tu actividad diaria quieras darte el gustazo. Simplemente, léelo después.
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Herramientas de software para la vigilancia tecnológica

Jornada de Vigilancia Tecnológica en Aimplas

El pasado 19 de noviembre tuve el gusto de asistir a la jornada Software para aplicaciones de inteligencia y vigilancia estratégica: Análisis crítico que impartía Infocenter. Organizado por REDIT, junto a la colaboración de Aimplas donde tuvo lugar la actividad, Óscar Marañón, director de sistemas de Infocenter, realizó a los técnicos que integran la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana una introducción a las principales herramientas de software de los que nos podemos servir durante el desarrollo de la Vigilancia Tecnológica (VT).

Durante la charla, además de la tradicional breve explicación sobre lo que es la VT y sus principales objetivos, se incidió en la importancia de la parte humana de la Vigilancia, del análisis de los datos recolectados, la huida de tratar de realizar una recolección extensiva de la información y la necesidad de centrar las búsquedas en aspectos concretos de lo que se desea vigilar. La jornada consistió en la visión de la Vigilancia donde una pequeña inversión económica en software se puede realizar una tarea muy eficiente, rehuyendo de las grandes inversiones en productos de software mucho más complejos y con mayores funcionalidades.

Aunque, obviamente, existe un abanico bastante amplio de software que realizan funciones similares, Óscar se detuvo en los siguientes programas para la realización de distintas tareas de Vigilancia:

  • Website-Watcher. Fundamentalmente, persigue la búsqueda de actualizaciones y cambios dentro de las páginas web de cualquier tipo, resaltando los cambios y pudiendo señalar diversos aspectos de las variaciones a advertir cuando se produzcan.
  • Patent Hunter. Aunque funciona mejor sobre la base norteamericana USPTO, la funcionalidad de este software pasa por la posibilidad de descargarse las patentes en diversos formatos sin necesidad de acudir a los tediosos entornos web de las oficinas de patentes.
  • EndNote. Software para el tratamiento de citas bibliográficas perteneciente a Thomson Reuters y de pago, no se citó a Zotero una alternativa abierta y gratuita que puede ser interesante en un futuro no tan lejano.
  • Bibexcel. Esta pequeña aplicación desarrollada por Olle Persson está enfocada hacia el tratamiento de citas bibliográficas y el desarrollo de informes bibliométricos. Bajo una apariencia adusta, dispone de funcionalidades muy interesantes que a buen seguro hace las delicias de los bibliómetras.
  • Matheo Patent. Se trata del software de tratamiento de datos de patentes por excelencia y desde el cual se pueden realizar distintos informes y gráficas incidiendo en diversos aspectos de las mismas.
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Windows 7 para perder a Vista

Si acabaste cansado de Windows Vista, si creíste que el nuevo sistema Aero era muy bonito pero trabajar con tu ordenador un infierno (Demasiadas veces te preguntaba si realmente querías hacer algo que ya le habías dicho que querías hacer), si te decepcionó que Vista no funcionase con tu antigua impresora o tu escáner, no te preocupes no fuiste el único. Hace ya un tiempo que Windows Vista ya fue considerado un fracaso por Microsoft, comparado y vilipendiado como el segundo Windows Me, puede que las razones de ello pudiesen reducirse a: Sus diversas versiones hasta siete con distintas funcionalidades cada una, a la falta de compatibilidad y los grandes requisitos de hardware que solicitaba para cuando fue lanzado, el excesivo celo a la hora de gestionar la seguridad y las acciones de los usuarios o su falta de impacto mediático (!).

En esta ocasión, no le funcionó el rodillo a Microsoft, no resultó suficiente con controlar el 90% del mercado de los PCs destinados al hogar, mientras que antes de lanzar su nuevo sistema operativo, en julio de 2005, trataba de vender ordenadores preparados para Vista que nunca pudieron moverlo. Microsoft comprobó que el mercado no se movía al ritmo que marcaban desde Redmond. Sus usuarios se mantenían alejados de Vista forzando a la compañía de Redmond a seguir extendiendo las licencias y el soporte para el viejo XP.

Además, los usuarios comenzaron a contemplar otras alternativas. Por un lado, Apple aprovechaba el efecto Halo de su producto estrella de la última década, el iPod, y comenzaba a atraer a un público más heterogéneo que veía en los productos de la manzana una marca de distinción, fiabilidad y diseño, mientras que, por otro, las compañías de hardware lanzaban un nuevo producto informático no concebido para el trabajo continuo, pero que permitía a su usuario facilidad de transporte y conectividad allá donde se encontrase: Los netbooks o ultraportátiles.

Los netbooks comenzaron a comercializarse con bajas prestaciones técnicas a principios de 2007. Procesadores pequeños y discos duros flash de 4 Gb parecían suficientes para estos productos destinados a la navegación y la consulta del correo electrónico. Sin embargo, su evolución ha sido muy agresiva hacia casi la canibalización del mercado de sus hermanos mayores, los portátiles, aumentando sus prestaciones y tamaños en muy poco tiempo. Concebidos como ordenadores de muy bajo costo (250$), los primeros modelos fueron lanzados bajo un sistema operativo que requería menos prestaciones que Vista y cuya licencia era casi despreciable: Linux.

En cualquier caso, la aceptación de este producto fue tal que Redmond tuvo que moverse rápido de no perder a los usuarios y a las empresas fabricantes, el resultado ha sido que la mayoría de estas máquinas actualmente funcionan bajo XP a pesar de que Microsoft decidió retirar la extensión de licencias en junio de 2008 para el resto de equipos. Por otra parte, otra de las amenazas para Windows proviene de Google que se encuentra trabajando en Android un sistema operativo desarrollado en código abierto y que ya se encuentra presente en algunos teléfonos móviles del mercado, por lo que el salto hacia ordenadores ultraportátiles puede considerarse como un paso lógico.

En definitiva, en 2008, Microsoft se encontraba frente a un mercado renuente a la utilización de su nuevo sistema operativo que a pesar de su posición dominante en el mercado no había conseguido llevar a entornos corporativos. 22 meses después del lanzamiento de Vista, decidía dejar de otorgar licencias a fabricantes de hardware de su viejo XP lanzado en 2001, pero debía desdecirse en el mercado de los ultraportátiles donde Linux podía sacarle ventaja. Finalmente, Windows Vista quedaba un tanto desprestigiado al no funcionar en condiciones óptimas en algunos de los equipos más avanzados tecnológicamente manchando la imagen de Windows, por lo que el mercado, cada vez más volcado a la Web 2.0 y al trabajo en la nube, decidía moverse hacia la gama alta de la informática: Los Macintosh. Tampoco debemos olvidar que desde Cupertino se facilitó el tránsito, cambiando los procesadores de PowerPC desarrollados por IBM hacia los Intel que facilitaban la instalación y ejecución de software diseñado para PC en lo que se denominó Boot camp.

¿Era ésta una situación sostenible? Ante el empuje de Google y la reciente popularidad de Apple por parte del usuario medio, los de Redmond se han movido rápido y han decidido escuchar a sus usuarios, a la vez que les invitaban ayudarles a mejorar y poner a punto el nuevo sistema operativo -Además de allanar el terreno para su comercialización, volcando a los medios para la publicitación de su terreno y a los early adopters para que utilicen el Social Media-. Otro de los cambios significativos fue el cambio en el sistema a la hora de denominar los nuevos sistemas operativos, por años (98, 2000) y otras fórmulas (XP o Vista), Windows vuelve a la numeración tradicional que abandonó en su versión 3.1. En esta ocasión, el nuevo sistema operativo de Microsoft llevará la denominación Windows 7.

Un sistema operativo que se asegura que puede funcionar perfectamente con los equipos actuales, que no necesitará unas máquinas muy potentes, y que podrá funcionar incluso en los ultraportátiles sin excesiva dificultad (Aunque habrá hasta seis versiones comerciales del mismo sistema operativo). De hecho, por primera vez, nos encontramos frente un movimiento audaz en la búsqueda de la máxima aceptación y transición desde Vista a Windows 7. Actualmente, cualquier persona que lo desee puede descargarse una versión candidata (Release Candidate, es decir, una versión lo suficientemente avanzada en su desarrollo sin que podamos encontrarnos con problemas importantes) del nuevo sistema operativo de forma gratuita totalmente operativa y tras comprobar el éxito, 3 millones de descargas, 90% de software compatible y 2’7 millones de drivers compatibles, que había supuesto la política de descargas de la versión beta.

De momento, las críticas han sido positivas, aunque se mantiene la prudencia, así que si todo marcha según lo establecido Windows 7 será distribuida de forma comercial a partir de octubre de 2009. Por otra parte, aquellos que comiencen a utilizar la Release Candidate podrán disfrutar de ella hasta marzo de 2010 sin ninguna restricción, fecha a partir de la cual el sistema se apagará cada dos horas hasta que el 1 de junio de 2010 dejará de funcionar completamente.

Mucha suerte a los intrépidos.

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Google se descubre en la guerra de los navegadores presentando ‘Chrome’

Es posible que uno de los mayores errores estratégicos de Microsoft durante la década de los años 90 fuese no percatarse de las posibilidades que podía ofrecer Internet como canal comunicativo, de negocios y de distribución de contenidos y productos que llegaría a ser a finales del siglo XX. Fruto de esa falta de perspectiva inicial, se desarrolló lo que se ha denominado como primera batalla dentro de la guerra de navegadores que dispuso de dos contendientes: Netscape, cuyo navegador era casi un estándar de facto en 1995, y la compañía de Redmond que no dudó en utilizar todas sus herramientas y sus posibilidades para acabar hundiendo el modelo de negocio de su competidora, ofreciendo su navegador Internet Explorer de forma gratuita y configurando su página inicio para que señalase a Microsoft, lo que derivó en que el Netscape Navigator fuese barrido y que languideciese durante algunos años.

De aquella primera batalla, Microsoft salió relativamente airosa. Su navegador Internet Explorer 6 disponía de una cuota de mercado superior al 80%, mientras que el Navigator, junto a Netscape, era adquirido por AOL, para finalmente desaparecer el pasado 1 de marzo de 2008. Sin embargo, el trabajo realizado por Netscape no acabó abandonado en su totalidad puesto que el motor del navegador de Netscape renacería para acabar presentando batalla al Explorer que, por otro lado, durante un lustro permaneció estanco y sin mejoras importantes. Estamos hablando de Mozilla Firefox.

Firefox, basándose en la filosofía Software Libre, tomó el testigo para intentar hacerle sombra al dominio aplastante del Explorer bajo la tutela de la Fundación Mozilla encargada de desarrollarlo, mientras que paralelamente surgían otros navegadores – Opera desarrollado por Opera Software y Safari desarrollado por Apple Inc.- que estarían dispuestos a presentar armas en lo que se ha considerado como la segunda batalla de la guerra de los navegadores. Sin embargo, no podemos olvidar que dentro de esta pugna tras el deceso de Netscape falta señalar puede que el actor más importante de todos los citados hasta el momento: Google.

La Fundacion Mozilla, cuyo navegador ha conseguido arañar cuota hasta alcanzar el 20% del mercado, reconocía hace pocas semanas que su dependencia respecto a los ingresos que le aportaba el acuerdo de colaboración con Google era excesivo. De hecho, los aportes de Google se acercan al 85% del total de los ingresos de la Fundación y, aunque los tienen asegurados hasta el año 2011, desde la propia Fundación reconocen que es completamente necesario diversificar sus ingresos para evitar suspicacias entre usuarios y desarrolladores, además de evitar que Google tome cartas sobre lo que se debe y lo que no se debe desarrollar para el producto estrella de la Fundación, Firefox.

Desgraciadamente, los recelos hacia la estrecha relación entre el gigante de Mountain View y Firefox ya se han producido en la utilización del ‘Google Safe Browsing’ que se trata de un sistema anti-phising desarrollado por Google que necesita de algunos datos privados de los internautas para ser efectivos comprometiendo la privacidad de los usuarios del navegador.

Pero, ¿por qué necesita Google de un producto como Firefox? En primer lugar, para evitar que los usuarios del buscador tengan que pasar por un producto desarrollado por la competencia directa de Google -Microsoft y su navegador Explorer- que podría comprometer la experiencia de usuario de los productos de Google en caso de que Microsoft lo desease. Así, por ejemplo, es conocido que Hotmail, uno de los servicios de correo electrónico más populares y propiedad de Microsoft, no funcionaba demasiado bien en las primeras versiones de Firefox, y además en la nueva versión del Explorer, la octava, está planteado que el internauta disponga de modo de navegación, denominado InPrivate, cuyo objetivo es la navegación anónima. En segundo lugar, teniendo presente que cada vez más tareas se realizan a través de los navegadores, en mayor medida los internautas comienzan a trabajar de forma completamente distribuida, en la Web, alejándose cada vez más del escritorio de su ordenador y de su disco duro, por lo que es el propio navegador una de las herramientas que más se utilizarán y con mayores fines en un futuro.

Por lo tanto, a lo que estamos asistiendo no es a una batalla sobre software, sino a una guerra sobre cómo en el futuro se accederá a la Web, cómo se procesará la información y qué características técnicas dispondremos para ello. Los pasos de Google ya no se encaminan hacia organizar la información del mundo como nos anunciaba cuando daba sus primeros pasos, sino que está dispuesto a avanzar un poco más su propia herramienta para acceder a la Web y a toda la información que ésta contiene: El navegador Google Chrome. De esta manera, Google está dando un golpe sobre la mesa, presentando su candidatura formal en el desarrollo de software, preparando al usuario a utilizar su interfaz, dispuesto a crear una comunidad en torno a él, además de dar el salto a otros terminales más allá del ordenador sobremesa, puesto que el futuro de Internet es la ubicuidad y la movilidad.

De momento, el navegador no ha decepcionado a los early adopters y más allá de los fallos de programación y de seguridad que se detecten en esta versión 0.6 (Beta), la compañía está dispuesta a apostar fuerte por crear un producto que favorezca completamente a sus intereses corporativos y de sus productos desde cualquier plataforma, permitiendo a sus usuarios que Google Gears, una aplicación que nos permite trabajar off-line con los servicios de Google, se encuentre implementada en nuestro navegador y que los fallos a la hora de la utilización de los servicios de Google sean los menores posibles.

No, esto no va a ser una guerra contra un software, esto es una guerra total por el futuro del acceso a la información, donde podríamos estar vendiendo nuestra alma al diablo pervirtiendo nuestra privacidad si no andamos con tiento. No, esto no es guerra por un software para situarse en un rincón de nuestros escritorios, es una guerra por la Web como Sistema Operativo donde el mejor posicionado se llevará el gato al agua y donde no dejaremos de ver zancadillas e incomodidades entre las empresas desarrolladoras. Desde luego que esto es sólo es el principio.

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</Microsoft Office> <OpenOffice>

Ésta es mi manera (un poco techie) de decirle a Microsoft Office que hemos acabado, que de forma particular, la laboral es otro cantar, le dejo por otra suite ofimática, que me paso a OpenOffice que Word será a partir de ahora Writer, que Excel ya no calculará mis datos lo hará Calc.

Podría decirse que no ha sido una decisión fácil, he trabajado con Office durante más de diez años, susurrándole mis secretos, desbordando mis ilusiones, plasmando mis ideas; pero no es una decisión que tomo por vez primera, antes de Office hubieron otras. Al principio, trabajé con Microsoft Works (1991-1994), aunque pasé posteriormente a WordPerfect (1994-1996), pero después caí en sus garras y ya no pude dejarle durante mucho tiempo. Pero ironías de la vida, una parte de culpa de mi abandono la tiene Apple y sus Mac que me han mostrado el camino con NeoOffice.

Mi paso a Firefox parece marcar el principio de mi abandono por los productos de la compañía de Redmond, puede que una pequeña muestra de su letanía, el cambio de un mundo que se mueve demasiado rápido para sus pasos de elefante. Hoy en día todo está en Internet, piensa en qué necesitas y alguien lo habrá pensado antes y, además, lo habrá programado y casi, casi publicado de forma gratuita y abierta. Es el caso de Firefox, es el caso de OpenOffice.

El hecho es que recientemente he adquirido un ordenador portátil que lleva Windows Vista preinstalado, sí uno de los productos más decepcionantes de 2007 dicen, pero que todavía respeto por cuestiones de garantía. Pero si Internet Explorer sólo lo utilicé para bajarme Firefox, la versión de evaluación de Microsoft Office 2007 con la posibilidad de utilizarlo 60 veces sólo la utilicé una vez. La abrí, miré, curioseé y la desinstalé, fuera la basura que viene preinstalada con el ordenador. Fundamentalmente, porque este software no es del todo compatible con las anteriores versiones de Office, crea documentos que no pueden ser abiertos por éstas a no ser que se instale un determinado complemento. De hecho, ya me he encontrado con personas que, desconocedoras de esto, envían currículums vitae en formato Word 2007 que son desechados por no ser compatibles (No se pueden abrir). Y qué decir del torticero intento por parte de Microsoft de que la ISO le apruebe un estándar de documentos electrónicos de forma propietaria, monopolística e impositiva (El famoso OOXML).

Siendo un usuario intensivo de Google Docs, o existiendo Zoho que es mucho más potente que éste, ¿por qué debería encadenarme a un software propietario? Porqué obcecarme en el .DOC cuando el futuro es abierto y en línea y los movimientos de Microsoft tan sólo corroboran su fracaso en una política errónea que lo encuentra con la marcha cambiada. De hecho, los hechos demuestran su fracaso la bajada de un 95% del precio de Office 2007 para estudiantes y profesores (una muestra de debilidad y que una versión anterior de Office es la mayor competencia de cada nueva actualización de Office), que se recojan firmas para que Microsoft siga dando soporte a Windows XP, junto a las políticas de downgrade ante el rechazo de Vista; sólo hacen presagiar un futuro un tanto negro a una compañía cuyo último movimiento en Internet, la compra de Yahoo, no le ha salido bien.

Mientras tanto OpenOffice entra en mi vida para el trabajo off-line, siendo consciente de que a pesar de sus diferencias, el producto abierto me ofrece justo lo necesito como un usuario medio de este tipo de software y que Microsoft Office lo tiene difícil para volver a entrar en mi ordenador. Quién sabe si en el futuro una amplia gama de portátiles vendrán con Linux preinstalado y me despida de Microsoft Windows para siempre. Ya veremos.

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Zotero, un gestor de referencias bibliográficas integrado en Firefox

Los gestores de referencias bibliográficas están diseñados para facilitar:

  • La integración, importación y organización de referencias bibliográficas obtenidas de distintas fuentes (catálogos, bases de datos, internet, etc.) dentro de  su propia base de datos.
  • Crear  bibliografías y listas de lecturas recomendadas en un formato estándar. Las bibliografías así generadas pueden ser editadas, impresas y exportadas, así como ser citadas en un documento word.
  • Desarrollar de forma automática la lista de referencias bibliográficas de los documentos citados y las notas a pie de página al final de su documento de trabajo.

Existe un buen puñado de gestores de referencias bibliográficas, los más utilizados son Reference Manager, EndNote, ProCite y RefWorks – podéis consultar  el texto Gestores personales de bases de datos de referencias bibliográficas: características y estudio comparativo para más información – sin embargo todos son de pago y para un pequeño investigador, o estudiante, su adquisición puede que resulte excesiva.

Para aquellos que comienzan, una alternativa interesante, además de gratuita, podría ser Zotero. Este software es, en realidad, un plugin para el navegador Firefox que permite recopilar y gestionar información bibliográfica. Básicamente, la extensión está preparada para extraer información de las principales fuentes web de información bibliográfica, pudiendo guardar toda la información asociada: autores, título, screenshot de la fuente bibliográfica, PDF con el artículo, etc. El programa lo desarrolla el Centro de Historia y Nuevos Medios (Center for History and New Media) de la Universidad de George Mason, es abierto y extensible, permitiendo a otros usuarios contribuir estilos de citas y traducciones de páginas y, de forma más general, cualquiera que esté construyendo herramientas digitales para investigadores puede expandir la plataforma.

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