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El desconocimiento de la información pública: el e-administrado ignorante

En los últimos años, estamos viviendo una creciente tecnificación de nuestras vidas. Toda una serie de nuevas tecnologías de la comunicación y del ocio, desde teléfonos móviles a televisores de plasma, se están introduciendo de manera desaforada en la sociedad española; en cambio, respecto a la implementación del uso de Internet, seguimos a la cola.

Desde la Administración se promueve la utilización de Internet, por las ventajas que ello conlleva, en todos los ámbitos: el laboral, el ocio, la comunicación y, por supuesto, para la propia interacción con la Administración, con su política de e-gobierno o administración electrónica, aunque a este respecto tampoco estamos para lanzar cohetes.

La cuestión es que, a pesar de que al parecer el internauta español ha alcanzado la “madurez”  en la utilización de éste medio de comunicación y fuente de información inigualable, estoy convencida de que el ciudadano medio está mucho mejor capacitado para buscar y descargar la música o película que le guste, localizar las ofertas de ocio y viajes, contratar dichos servicios y comprar todo tipo de productos a través de la Red, que para saber cómo y dónde buscar información relativa a organismos públicos de una manera eficiente y fiable, como ya nos ilustró Marcos en una ocasión. Todos usamos Google, y yo la primera, para buscar todo tipo de información, pero tenemos que llegar más allá si queremos que esa información sea la adecuada.

Parte de la culpa en el desconocimiento de las fuentes oficiales de información, la tiene la propia Administración que preconiza la utilización de las nuevas tecnologías y de la e-sociedad, pero no publicita de ningún modo dónde el ciudadano puede acceder a ella. Se realizan todo tipo de campañas para la promoción del uso de Internet (como la del pasado 7 de febrero para el “Día internacional por una Internet más segura”), pero muy pocos ciudadanos son capaces de recordar la página web de un organismo público que le proporcione la información que como “administrado” puede interesarle. Bueno, miento, conozco un solo caso de publicidad institucional realizada por la Generalitat de Catalunya para el uso de su web como medio de conexión e interacción con sus ciudadanos.

He podido comprobar, en mis diferentes experiencias bibliotecarias y por las dudas que se plantean mis usuarios, conocidos o compañeros, que el que más y el que menos (más bien el que menos) sabe (o intuye) que puede buscar este tipo de información en la web de su ayuntamiento si se trata de un gran municipio, de su diputación, o del organismo territorial que gobierne en su comunidad; pero, en vista del desconocimiento total de una fuente nacional que proporcione información institucional, podría pensarse que ésta no existe… y eso es completamente incierto.

Aunque cuando empecé a escribir este post no me planteaba ser yo misma una promotora de la e-administración, no puedo pasar por alto la importante fuente de información que es la web “administracion.es el portal del ciudadano”. Cuando los cambios políticos implican cambios de ministerios, de competencias, de funciones… resulta difícil saber quién hace qué y adónde debemos recurrir. Este portal presenta una muy completa información clasificada según sus usuarios (ciudadano, empresa u organización pública), por temática, por territorio; enlaza con las diferentes web públicas, de ámbito local, regional, nacional, europeo e internacional; proporciona acceso a diversas utilidades como por ejemplo “ayudas, becas y subvenciones”, o los diferentes boletines oficiales; y, en definitiva, ofrece todos los servicios relacionados con la administración electrónica.

Todo ello, desde luego, es información muy útil y bastante bien estructurada. Pero, supongo que cuando nos surjan dudas diversas como, por ejemplo: cuáles son las ofertas de empleo público, cómo podemos solicitar el cambio de nombre y apellidos, cómo convalidar y homologar nuestros títulos en el extranjero, o cómo beneficiarnos de asistencia sanitaria gratuita cuando viajemos por Europa; seguiremos recurriendo a nuestro recurso más socorrido: buscar en Google.

Publicado en Tecnología

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