En la prestigiosa Universidad de Guernon, en Francia, se ha cometido un crimen atroz. El bibliotecario ha sido asesinado tras largas horas de tortura y terribles mutilaciones. Pero, ¿quién querría matar a un bibliotecario? Su trabajo consistía básicamente en gestionar los libros y las plazas de estudio en la biblioteca. Así que, ¿cuál podría ser la motivación del criminal? ¿un sacrificio ritual? ¿qué las lecturas de los alumnos le llevaron a descubrir algún oscuro secreto de estos y lo hicieran callar? ¿qué no les prestara el libro adecuado?
En la película “Los ríos de color púrpura”, que Mathieu Kassovitz dirigió en el año 2000, apenas podemos ver un par de escenas que se desarrollan en la biblioteca. Ésta aparece ante nosotros como las tradicionales bibliotecas de antiguas universidades: espacios descomunales, auténticas murallas de estanterías de madera repletas de libros, un aspecto algo lúgubre y silencioso que sin embargo invita al estudio con sus numerosos puestos de lectura iluminados con una lámpara de mesa de tulipa verde…
Y aunque eso es casi todo lo que podemos ver de la biblioteca en la película, en la novela homónima de Jean-Christophe Grangé en la que se basa la biblioteca tiene un peso significativo en la trama de la obra y en el origen del crimen. Y el papel del bibliotecario es mucho más importante de lo que pudiera parecer a primera vista.
En el pasado o en el trabajo de este bibliotecario, que siguiendo la tradición paterna ocupa su misma plaza, parece estar la clave. O al menos eso cree el famoso detective Niémans, experto criminólogo encargado de resolver el caso. A su llegada a la Universidad de Guernon (al igual que en la película Seven) pone a su equipo a trabajar en la búsqueda de los libros que pudieran haber inspirado al asesino y los alumnos que los tomaron prestados, buscando en su catálogo términos como “mal”, “violencia”, “tortura”, “sacrificios rituales”, “mutilaciones”… Realizando una exhaustiva búsqueda de información que pueda dar alguna luz sobre el porqué del asesinato del bibliotecario, que sólo es el primero.
La verdad es que nunca me habia parado a ver las bibliotecas con ese sinfin de rasgos caracteristicos. Desde este momento, cada vez que entre la biblioteca de mi pueblo, mirare antes para todos los lados. Por lo demas, muy interesante blog.
Las viejas bibliotecas como la de la fotografía pueden contemplarse en universidades o en bibliotecas nacionales de larga tradición.
La experiencia de visitar este tipo de bibliotecas es realmente impresionante.
[…] En la película “Los ríos de color púrpura”, que Mathieu Kassovitz dirigió en el año 2000, apenas podemos ver un par de escenas que se desarrollan en la biblioteca. Ésta aparece ante nosotros como las tradicionales bibliotecas de antiguas universidad(Más ies: espacios descomunales, auténticas murallas de estanterías de madera repletas de libros, un aspecto algo lúgubre y silencioso que sin embargo invita al estudio con sus numerosos puestos de lectura iluminados con una lámpara de mesa de tulipa verde… Más información […]
nadie a comentado la pelicula, esta es la parte 1 de una saga de 2, en esta biblioteca trascurre lo que podemos llamar la escena del crimen.Pero en esta biblioteca no ocurrió nunca un crimen,el director se enfoca en transmitir algo de suspenso esperando que el espectador piense que ocurrira alguna muerte,cosa que nunca ocurre en estas dependencias,entonces para mi las escenas en la biblioteca estan demas en la pelicula.
Qué ilusión me ha hecho ver una publicación tan reciente sobre esta gran película! Una de mis películas favoritas sin ninguna duda, de esas que siempre vuelvo a ver una o dos veces al año. La atmósfera que consigue transmitir es realmente asombrosa. Una joya de principio a fin. Y la banda sonora sublime, sobre todo esa pieza introductoria que te absorbe como preludio de la gran trama (clin clin clin). Increíbles Jean Reno y Vincent Cassel.
La ambientación tan maravillosa se consigue gracias a que la trama transcurre en ubicaciones tan fabulosas como los exteriores de la Universidad, el paisaje de alta montaña, el pueblo de Guernon y cómo no, la Biblioteca. Un escenario clave en el argumento de la película, que nos transporta de inmediato a ese ambiente propio de las universidades históricas, tan misterioso y solemne pero a la vez tan fascinante. Personalmente creo que la Biblioteca de la universidad es unos de los escenarios clave de la película, ya que el puesto de bibliotecario implica conocer a la perfección toda la documentación existente en la universidad, y poder aprovecharla para diferentes fines, como controlar la información a la que tienen acceso los alumnos, o poder ponerse en contacto con diferentes personas sin levantar sospechas.
Como se dice en un momento determinado de la película, el de bibliotecario es un puesto «clave» en la universidad.