Definitivamente, no soy un buen gurú. Nunca creí que 140 caracteres dieran para mucho, consideré que si bien el microblogging disponía de cierta utilidad, nunca llegaría a romper definitivamente y ser un instrumento de masas. Puede ser que se trate de una perspectiva demasiado personal, si para enviar un SMS me quedo corto, imaginaos para explicar una idea por la Web. Es posible que nuestra acelerada vida nos empuje invariablemente a ser cortos y concisos, pero dentro de Internet esto se convierte en una necesidad.
El menos es más aplicado a las noticias o al argumentario de las ideas nunca me acabaron de agradar. Si nos quedamos con el teletipo no contemplamos el contexto, perdemos la profundidad del hecho. Es como contemplar el Guernica de Picasso sin comprender porqué se pintó y en qué condiciones se compuso. Nos agradará más o menos, pero perderemos la intención del pintor.
Dicen que tienes que utilizar Twitter para poder criticarlo, que se contempla con cierto escepticismo al principio pero que después te engancha. Lo siento no es mi caso. Ni siquiera algunas de las aplicaciones trasladadas al mundo Twitter son de mi agrado, más bien me parecen cierta involución. Sin embargo, no puedo negar que éste es el año Twitter pese a quien le pese, aunque puede que dentro de dos, el efecto Twit se diluya como un azucarillo como sucedió con la revolucionaria Blogosfera (Aunque quien tuvo retuvo, por supuesto).
El mundo descubrió la potencia de Twitter cuando la oposición iraní se lanzó a las calles coordinada y convocada a través de esta red social/servicio de microblogging. En realidad, su uso fue alentado por el propio gobierno de forma accidental que se apresuró a cortar los servicios de mensajería corta a través del móvil y capando el acceso a otro tipo de páginas web como Facebook. Si el proceder de sus autoridades se hubiese desarrollado de otra manera, puede ser que en vez de libros sobre la revolución Twitter hubiesen llevado otra marca comercial en la portada.
Sin embargo, Twitter también arrastra sus propios problemas a pesar de su popularidad entre las personalidades famosas. El primero de ellos, la competencia feroz de Facebook y los servicios de redes sociales que está tratando de trasladar el modelo de qué estás haciendo hacia sus cotos cerrados con cierto éxito. De hecho el joven becado de Morgan Stanley ya baticinó que Twitter es para viejos reservando el olimpo del sabroso mercado adolescente y juvenil a Facebook. El segundo es su falta de un modelo de negocio que tratará de ser creado mediante el establecimiento de cuentas Premium de pago (Pero, ¿no utilizábamos en la Web 2.0 el término molón Fremium?). Finalmente, el tercero es la falta de actualización de las cuentas, pero bueno esto es una constante en casi cualquier servicio web.
Mientras tanto, las compañías parecen encantadas con el nuevo juguete, mientras según se asevera Twitter y Facebook han trasladado parte de lo que se denominó “La Conversación” hacia su terreno. E incluso amenaza con engullir los agregadores RSS considerados como algo obsoletos y difíciles de entender para cualquier internauta normal; a la vez que los medios e infinitos sitios web se muestran encantados de volcar sus actualizaciones informativas hacia este nuevo servicio que amenaza en convertirse en un nuevo foco de infoxicación para el internauta, a pesar de lo corto de los mensajes a lanzar dentro del mismo.
Por otro lado, los spammers también han puesto su ojo en él, aunque no consigo a vislumbrar su meta y su porcentaje de éxito. Tienes que ser follower o seguidor de alguien para ver sus mensajes, es decir, el usuario tiene que cometer una acción para recibir el spam de Twitter.
Twitter también puede dejar a contrapié a los buscadores de empleo, porque ya se realizan ofertas de trabajo cuyo requisito para los aspirantes es disponer de 250 seguidores. Aunque los followers pueden comprarse con relativa facilidad, porque como no podría ser de otra forma de cualquier asunto podemos establecer un nuevo sistema económico, que el mundo debe seguir girando.
Yo le voy cogiendo el truco «poco a poco», pero me cuesta aunque hay verdaderos profesionales.
Al principio sólo replicaba otros tweets porque no sabía contestar, o me parecía una chorrada, «What are you doing?», pero ahora ya emito mis propios tweets, jajaja.
Por lo del spam, hay cuentas con muchos following y uno o ninguno followers con un solo tweet, que si lo pinchas es un página guarra (como está abreviado/camuflado no sabes dónde te lleva)
Un saludo
Hoy firmo con twitter. Mi cuenta no es lo más, pero hay algunas que valen mucho el riesgo de la infoxicación.
– Si se le da un uso mayormente profesional, va bien para compartir apuntes breves que a veces generan discusión –y puede que sea en otra. Gracias a los retweets, es útil para enterarse qué acaba de publicar un blog que desconocía. Me descubre enlaces interesantes (si tuviera que consultar los delicious de media humanidad…) Me interesa, por ejemplo, seguir a Nick Name y a Silvae.
– El estado de Facebook se puede importar de Twitter.
– Aunque lo que yo difunda o lo que a mí me llame sólo nos incumba a cuatro, ya es útil.
Gracias por vuestros comentarios, la verdad es que se aprenden cosas.
Sí, los tweets se pueden republicar en Facebook inmediatamente (y viceversa), lo que me lleva a pensar qué es lo que le queda a Twitter si FB fagocita sus funciones.
Sobre lo de los spammers, me gustaría conocer su ratio de éxito, pero bueno.
En Facebook un conocido comparte un enlace de Francis Pisani (en Soitu) al respecto. Resumen sui generis: aunque sólo el 4% de la información sea push interesante y el resto palabrería de bar, este 4% es una cantidad respetable (y asimilable para no infoxicarse, añado). Por lo demás, la palabrería de bar de permite tener «conciencia social periférica» 😀 según lo llaman.
Marcos, tanto Twitter, com Facebook y otras redes sociales son faciles de integrar con Yoono, teniendo un único programa para acceder al uso más frecuente de este tipo de servicios (incluídos, Messenger, Flickrs…) No publicito el programa porque lo estoy probando todavía, pero entiendo que usándolo te abstrae de las particularidades de cada una de ellas… Felicidades por el blog, me está siendo muy útil, compartimos interés por la documentació publicitaria.
Gracias por el comentario, la verdad es que no conocía el software. Imagino que sí, surgirán multitud de aplicaciones para intentar tener todo el Social Media concentrado en una solo lugar.
Yo, de momento, intento ser lo más minimalista posible en ese aspecto y utilizo lo mínimo (Firefox y algún addon).
😉
Pero intentaré echarle un vistazo.