Saltar al contenido →

El síndrome del blogger quemado

Cayendo reiteradamente en mis contradicciones, hace una semana escribía un texto un tanto pesimista sobre mi situación como biblioblogger, que no como blogger, considerando que tal vez no volvería a escribir en esta bitácora. Es curioso que ahora me vea delante del editor de textos escribiendo de nuevo para un sitio sobre el que dije que me tomaría un tiempo antes de volver a publicar. Puede mi caso sea el de un blogoadicto, pero dejaré esa sintomatología para otro texto, si alguien no se aventura antes, centrándome en este caso en otro de los síndromes de la blogosfera: El blogger quemado.

Concretamente en aquel artículo aciago de resignación y renuncia, opinaba que no me veía con la capacidad de escribir nada más para este blog. Las razones aducidas eran diversas, pero básicamente me encontraba un tanto cansado, o más bien saturado, del esfuerzo que había realizado durante el año largo de existencia de esta bitácora. Es probable que entonces pareciese que la condenase a su desaparición, y por ende mía, de la blogosfera; sin embargo, hoy heme aquí, delante de un ordenador, tratando de imponer el orden a las ideas, escribiendo un nuevo texto que no he podido evitar redactar, como si a la cabeza aún dispusiese de carburante. Al menos para uno más.

Sí, el motor se enciende, pero lo hace de la forma más egocentrista posible, considerando mi problema como algo global al que muchos bloggers se enfrentan cada día. Es curioso que entre tantas personas no nos hayamos percatado que algo parece fallar en un momento determinado en el mantenimiento de un blog. Así que me veo con las fuerzas para tratar de reflejarlo, a pesar de que habrá quien creerá que este punto está fuera de lugar, que mis opiniones son completamente erróneas. Probablemente, pero personalmente considero que muchos de nosotros llegamos a un punto en que un post más es una tortura, un comentario de recriminación es un paso hacia atrás, una pequeña penalización hacia lo que se convertirá en nuestro abandono (temporal o total) de la blogosfera.

Pero dejadme que me explique antes de que se os encienda el alma, permitidme una vez más desarrollar mis consideraciones y después podréis hablar, aquí mismo o en otro lugar, sobre la existencia, o no, del síndrome del blogger quemado.

Del entretenimiento al compromiso

Hubo un tiempo que un blog podía ser considerado como un entretenimiento, un punto más del desarrollo de nuestra personalidad en la Red, y que con el mantenimiento de uno dábamos un paso más allá y hacíamos de la vida Red un punto para compartirlo con el resto de las personas. Los weblogs se han alimentado y crecido en buena parte gracias a su carácter dinámico y abierto, algo que por fin los medios han comenzado a comprender, mientras que la creciente popularidad de su modelo ha facilitado el cambio de perspectiva de sus objetivos variándolos.

Uno de los pasos más significativos de la evolución de los blogs del entretenimiento hacia algo más serio, ha sido la creación de los blogs mercantiles, blogs finalistas cuyo objetivo es la obtención de beneficios y el ánimo de lucro en definitiva. Aquí debemos puntualizar que los hay que nacieron con ese objetivo (los menos pero hay cada vez más), mientras que hay otros, accidentales, que por tráfico aprovecharon una coyuntura favorable para insertar publicidad en sus sitios para obtener algún beneficio económico.

Muchas personas de las que participan de estos blogs mercantiles son también bloggers que por distintas circunstancias descubrieron una forma más de obtener ciertos ingresos por una actividad que era de su agrado. Sin embargo, el mantenimiento de un blog de estas características supone un esfuerzo bastante importante a la hora de mantenerlo actualizado, la tensión informativa para cada uno de estos blogueros es constante.

La importancia de ser el primero en dar una noticia no es baladí puesto que la blogosfera, salvo alguna excepción, se mantiene fiel al derecho de cita. Así, si eres el primero en dar una noticia, o traducirla desde una fuente extranjera, muchos bloggers que te leen probablemente la recogerán y te referenciarán como fuente en un post. Con ello, ganas enlaces y tráfico, por lo que tu sitio web será atractivo para los patrocinadores, además de que a mayor tráfico más probabilidades de obtener un clic en tu publicidad de pago por clic.

Afortunadamente, El Documentalista Enredado es un blog menor, en muchos sentidos, pero también es, desde cierto punto de vista, finalista ya que cumple una función concreta. Esta bitácora tiene una misión que se trazó en su nacimiento: Dar de conocer la función de los documentalistas a la sociedad, abrir debates sobre la Sociedad de la Información entre el gremio y servir como punto de denuncia de la dejadez de la Administración en cuanto a la Documentación se refiere.

Tan sólo hay que centrarse en los contenidos para comprobarlo, además de realizar algún texto sobre el estado del arte de alguna materia y de abrir puntos de debate, perseguimos un punto más lúdico plasmado en la influencia del libro en otros medios de masas como los cómics, los libros y el cine.

Es bastante obvio que aquí no sufrimos de la tensión informativa antes citada que sufren los blogs mercantiles, pero la exigencia de cierta calidad en la composición y la redacción de textos, que se presupone en éstos, me devastó en su momento sobrepasado por un punto de no retorno, cuando pareció que lo que fuese a escribir ya no podría superar jamás lo ya dicho.

Miles de ojos te vigilan

Pero dejando de un lado los blogs temáticos y centrándonos en otras tipologías, tantas como personas que mantienen una bitácora, y para ello tan sólo habría que echar un vistazo a la biblioblogosfera, probablemente descubriríamos otro tipo de presiones que sufren los bloggers.

El más inmediato es, desde luego, el que ejercen los denominados trolls, esos simpáticos personajes obcecados en llevar la contraria, cuando no a tratar de demostrar su superioridad de cualquier tipo, a una persona que tan sólo da su opinión libre y públicamente. Y, por otro lado, apartando las personas que no conocemos o que se esconden bajo el anonimato de la Red, nos hallaríamos frente al mundo físico del propio weblogger del que no nos podemos abstraer aunque lo intentemos.

El caso de los weblogs personales es de lo más ilustrativo. Muchos amigos se han enfadado por lo que alguien dejó caer en su propio blog, es difícil cuando no imposible cuantificar cuántos se habrán vistos recriminados en hogares, círculos amistosos o incluso en su propio lugar de trabajo por aquello que publicaron y no debieron hacer tan descuidadamente. Desde luego que en estos casos, aunque no pueden significar el fin de un blog a corto plazo, pueden construir barreras a lo largo del tiempo y hacer creer a su propietario que su mantenimiento no merece el esfuerzo que le dedica. Cada palabra escrita es una trampa que se instala uno mismo bajo sus pies.

Por supuesto que no serían bloggers quemados aquellas personas que no disponiendo de un trabajo en un momento determinado, comienzan a publicar y mantener una bitácora y en cuanto acceden a un puesto de trabajo comienzan a abandonarlo. Sería el caso de un oportunista, que desde la perspectiva de que mantener un blog puede llegar a ser un punto más, o puede que no, en su currículum.

Finalmente, disponemos de los ejemplos de los bloggers que conscientemente y por decisión propia los abandonan. Es este un caso extremo en el que el propio bloguero se despide de su audiencia de distintas formas, así tenemos que la persona puede aducir desde razones personales, a que escribir para no se sabe bien a quien es complejo y agotador, pasando por que la aventura fue bonita mientras duró, mientras asevera que está agotado y que el invento ya no puede dar más de sí o viceversa. Éste podría ser mi caso, por ejemplo.

Desde luego que los que tienen cierta deferencia hacia su audiencia son los menos, ya que los hay que de una forma inconsciente, o puede que no, extenuados por el esfuerzo ya no pueden proseguir con la actualización de su bitácora y lentamente la abandonan a pesar de publicar esporádicamente. El blogger se olvida de su rincón en la Red y su bitácora cae lentamente en el olvido general y personal. Es éste un ejemplo claro de cómo Internet y la blogosfera evoluciona, sencillamente actualiza o muere.

Nota: Aunque podría enlazar a muchos blogs como ejemplos ilustrativos de lo que aquí afirmo, he considerado no hacerlo. Primero porque es difícil enmarcar una situación en la que un blogger se reconozca como quemado y segundo para no crear agravios. Muchos de nosotros podemos citar muchas bitácoras que conocemos y que se encuentran en una u otra situación, sin embargo aquí hacemos referencia a la generalidad, dejando a un lado las concreciones evitando así la indignación de los posiblemente citados.


Actualización (22/10/2005): Sobre la depresión del blogger

Publicado en Blogosfera

16 comentarios

  1. Anfitrite Anfitrite

    Ánimos, si te sirve de consuelo no eres el único que tienes estos sentimientos cuando escribes un post 😉

  2. Lo más curioso de Marcos es que, considerándose un «blogger quemado», todavía tiene la capacidad de escribir para contarlo 🙂
    ¡Le envidio!

    Creo que todavía tenemos Marcos para rato. Sólo es cuestión de tomarse las cosas con calma… y a ver si yo me pongo manos a la obra que hace casi un mes que no escribo nada.

  3. Marcos ánimo hombre!!!!

    En mi opinión todos acabamos saturados en algún momento, no se nos ocurre que escribir, y cuando por fín tenemos un montón de artículos de interés al lector lo que no encontramos es tiempo; pero también creo que con calma y poco a poco (aunque la bitácora no se actualice a diario y con una regularidad alta) finalmente se vuelve a recuperar esa ilusión. Porque, a fin de cuentas, los blogs se crearon como extensiones de nosotros mismos, como cosas que queríamos contar…. y, después de casi un año en la bibliosfera me doy cuenta de la cantidad de puntos de vista distintos y de las ilusiones de todos (y de la perseverancia) que creo (en mi humilde opinión) que las crisis no pueden acabar con ello (yo seré la «friki» de estos lares, pero todos tenemos un puntito de «frikis», si no no lo haríamos… y eso es algo dificil de quitar 😛 )

    Recupérate y vete a tomar un mojito o una caipiriña trankilito 😀 !!!!!!!!!!!!

  4. Ummm, ok gracias.

    Pero esta vez no estaba hablando de mí, o al menos lo intentaba, era una impresión que me da paseándome por la blogosfera. ¿O no?

  5. Sipe, era una impresión… pero si estuvieses más animadillo a lo mejor pensabas… la gente vuelve pez de las vacaciones!!! 😛

    jejejeejeje (a mi me pasa… 😛 )

    Tranqui que todos tenemos rachas, pero creo k nos pondremos en marcha otra vez (incluido tú) cuando se nos pase el stress post traumático vacacional

  6. Creo que habría que recomendar varias pautas para que la vida de un blogger fuera longeva (de momento la esperanza de vida debe ser cercana al año).
    Lo primero sería disfrutar de lo que se escribe, y nunca intentar ser demasiado fiel al lector (es el lector el que debe intentar ser fiel al blog). Para ello es bueno intentar no mirar demasiado las estadísticas. La tranquilidad en este caso es consecuencia de una ignorancia positiva.
    Los textos deben ser cortos, salvo excepciones, pues un texto largo, ocupa demasiado tiempo y esfuerzo, lo que provoca que el síndrome del blogger quemado aparezca demasiado pronto. En casos en los que se tenga un especial interés en mostrar una opinión o favorecer un debate vale la pena esforzarse en escribir un texto tipo artículo.
    Mi última recomendación sería intentar ser altruista con los otros blogueros (que suelen ser los lectores más fieles). Intentar visitarles e intentar poner algun comentario, a la que uno vea que puede aportar alguna cosa (vale una simple gracia o unas palabras de ánimo). Y no enfadarse por si este al que yo visito y el no me visita, etc…
    Espero a ver dicho algo aprovechable. Saludos.

  7. Quiero decir «haber». Vaya…

  8. Bueno, cada uno vive el blog como quiere y puede, sin embargo siempre debemos tener un ojo puesto a lo que hacemos, lo que les atrae a la gente de nuestros blogs y siempre intentar mejorar.

    ¿Vida media de un blog de un año? ¿Tan poco? No sé, no sé.

    Sobre la extensión de los textos, desde luego que depende mucho de la perspectiva que se quiera dar al blog. Es cierto que los blogs iniciales se dedicaban simplemente a referenciar fuentes, sin embargo hemos evolucionado hacia algo más complejo que una simple referencia o una breve nota.

    Un blogger no está solo, tiene su audiencia y debe mimarla, enlazando y comentando en los blogs que le despiertan interés. Aunque hay muchos que se dedican a observar,

    Sobre las estadísticas, aunque no hay que obsesionarse con los grandes o los bajos números, desde luego que sirven para sentirse «vivo» dentro de la blogosfera e internet. Q no quepa duda.

    Gracias por el comentario tan largo

    🙂

  9. Creo que yo también lo padezco… y no hace falta que lo explique; no hay más que echarle un vistazo a Buscanoticias durante los últimos meses.

    Enhorabuena por el post. Espero que se te pase el mal y continúes con tu excelente blog.

  10. Ánimo José Ángel, esto es momentaneo ya verás como pronto le vuelves a coger el regusto a eso de ir publicando en tu blog y ha recibir muchos comentarios de la biblioblogosfera.

    Es cuestión de tomarse las cosas con calma y mucha filosofía.

  11. […] Tres meses es el tiempo razonable para saber si un blog dispone de posibilidades de quedarse y un año es el tiempo en el que el bloguer comienza a preguntarse si el esfuerzo valió la pena. Son etapas necesarias en la que todo bloguer decide si es su blog tiene alguna utilidad para él, o simplemente es un sobreesfuerzo innecesario. Las razones para el abandono de un blog son varias como el cansancio, las expectativas frustradas, una entrada en la que se dijo algo que no se debía, la lucha incesante contra los trolls, los spammers, el desarrollo de la vida personal y/o profesional, o incluso el monstruo que puede llegar a convertirse un blog si dispone de cierto éxito. En cualquier caso, para superar las pequeñas crisis los bloguers necesitan de buenas armas cargadas de paciencia y un planteamiento necesario de qué es un blog y para qué lo quiere. […]

  12. […] Por otro lado, también se debate sobre el estado de la biblioblogosfera. Álvaro Cabezas proponía una serie de retos para los blogs documentales. A mí, me parecen todos correctos y sinceros, pero obviamente debemos enfrentarnos a la realidad. Los que escriben en nuestra biblioblogosfera son profesionales, algunos becarios, otros estudiantes; que ya hacen suficiente esfuerzo por dedicar unas líneas a un espacio que sólo tiene el objetivo de robar un poco de tiempo. Es complicado y muy duro mantener un blog, más si estás estudiando y mucho más si tienes una ocupación fija, tenemos el ejemplo del blog Documenta2 ya cerrado. […]

  13. […] hace ya algunas semanas estoy sufriendo una “crisis del blogger” que repercute en una menor actualización del blog y si, soy consciente, una peor calidad en […]

  14. […] decir que hemos pasado por todas las crisis que podrían sucederle a un bloguer. Por un lado, la propia duda existencial que te asalta cuando crees que ya no tienes nada que decir, por otro, la fragilidad que sientes cuando Google parece que te ha penalizado y todo el esfuerzo […]

  15. […] cabeza completamente vacía, sin nada en el tintero para escribir, aunque si bien en otro momento hubiese supuesto pánico y frustración, en esta ocasión lo veo como algo positivo, territorio inexplorado que vamos a ir descubriendo […]

Los comentarios están cerrados.