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Fesabid 2005: Fantasmas de lo nuevo

Tal y como ya dijimos, asistimos a las 9as Jornadas Españolas de Documentación que se celebraron en Madrid los pasados 14 y 15 de abril. Prometían ser muy interesantes, puesto que parecían abordar uno de los nuevos campos en los que la Documentación está desarrollando nuevas facetas, la Gestión de la Información en las Organizaciones, por lo que tenían el título de Infogestión. Sin embargo, consideramos que el resultado final no ha sido especialmente satisfactorio.

Estas jornadas han tenido un carácter completamente sorpresivo, y curioso, puesto que el contraste que hemos podido comprobar en el ambiente general en las distintas actividades propuestas ha sido muy impactante. Pero antes de nada, nos gustaría poder asignar un sustantivo global que pudiese resumir convenientemente lo acontecido en Madrid, que pudiese sintetizar las distintas mesas redondas y las comunicaciones a las que hemos asistido personalmente, y la única palabra que nos viene a la cabeza es transición.

En el programa de estas jornadas, se ha aunado lo viejo con lo nuevo, y hemos podido comprobar que muchos profesionales de la información viven mucho más fuera de la Red de lo que debieran, además de lo que resulta aconsejable. Eran bastante perceptible las distintas consideraciones que se dan entre el mundo empresarial y el universitario, y no sólo en cuanto a evolución tecnológica y su aplicación en el ámbito bibliotecario / documental, sino también en cuanto a su conocimiento. Pondremos un ejemplo, en la mesa redonda Gestión de contenidos y gestión documental: La integración de la información en la empresa celebrada el día 14, se describía la experiencia de la Universidad Complutense en la creación de su archivo Open Access de e-prints y un portal de revistas también Open Access (Curiosamente implementado en el cada vez más problemático PHP-Nuke), pero cual fue nuestra sorpresa a la hora de descubrir que algunos de los asistentes no habían oído hablar jamás de este nueva forma de publicar la información científica a través de la Red e incluso denostaban la iniciativa, puesto que no aseguraba la calidad de los artículos.

Pero aún habría más. En la mesa del día siguiente Edición digital: Abriendo las puertas cerradas, las grandes editoriales que más que alentar el debate realizaron una presentación de marketing sobre sus organizaciones trataron de defender su ya obsoleto modelo de negocio. Para ello, trataban de justificarse sin percatarse de que caían en la más absoluta contradicción, reafirmando que son absolutamente necesarias en la comunicación científica por su experiencia de más de 100 años en el ramo, olvidando que Internet es un modo de comunicación abierto y gratuito que no necesita necesariamente de intermediarios. También, olvidaron que son las bibliotecas las que juegan un papel destacado a la hora de difundir el conocimiento científico y que las editoriales tan sólo son otro de los canales. Es curioso el cinismo protagonizado por estas empresas evitando dar datos reales sobre el increíble crecimiento del volumen de trabajos científicos, mientras que el presupuesto de las bibliotecas no había podido mantener el ritmo. También obviaron el continuo aumento del precio de las publicaciones periódicas y el obtuso desarrollo de las colecciones digitales que han diseñado algunas de ellas. Sin embargo, la forma de comunicación está evolucionando y con él deberán aprender a convivir con las nuevas experiencias Open Access que tanto sorprendieron la jornada anterior.

Hubieron más sorpresas y hubo espacio para que se nombrasen las licencias Creative Commons, para desconcierto de muchos de los allí presentes que no comprendían su verdadera utilidad, tampoco ayudó que en algunas de las presentaciones no fueran capaces de dar una definición adecuada de éstas. Sin embargo, no se dio ejemplo en el Taller Práctico de Propiedad Intelectual, donde ni siquiera fueron nombradas y se dio imagen de cierta cerrajón sobre la cuestión del canon bibliotecario.

Pero hubo mucho más para el desconcierto y escarnio de los participantes de estas jornadas. Uno de los puntos más sangrantes era la falta de coherencia y la poca relación existente, a veces ninguna, entre las comunicaciones presentadas en una misma sesión, lo cual repercutía en un interés disperso de los asistentes y no permitía la iniciación de un debate entre los ponentes y su público. Tampoco podemos decir con absoluta rotundidad que fuera así en todos y cada uno de los casos, ya que fue interesante comprobar que en la actividad paralela Nuevas tendencias: Open Access, Open Archives Initiatives frente a los sistemas de edición tradicional. ¿Convivencia en las Ciencias de la Salud? se presentaba, con mayor o menor acierto según los comunicadores, este método de publicación desde diferentes perspectivas: las de un repositorio temático, un repositorio institucional, una revista comercial que mostraba su posicionamiento respecto a ese tema, y una empresa que ofrece acceso a repositorios.

También nos resulta lamentable aseverar que algunos trabajos pecaban de falta de interés y de un desarrollo insuficiente para llegar a ser aceptadas por el comité organizador, llegando incluso a presentar carencias que fueron rápidamente señaladas por los presentes sin defensa alguna. En cambio, otros ponentes descubrieron un nuevo mundo al realizar su presentación, como sucedió en Empresa y mercado en la que Joaquín Tena mostró los múltiples vínculos que los documentalistas están realizando con la Gestión de la Información en las organizaciones y, por ende, de la Inteligencia Competitiva que él presentaba. Por otro lado, fue sorprendente descubrir en una de las comunicaciones hasta cuatro trabajos firmados por un mismo autor.

Sobre Internet, poco se desarrolló o profundizó en estas jornadas. Salvo algunos trabajos sobre los distintos CMS (Content Management Systems), el desarrollo de contenidos o metadatos, no se analizó ningún aspecto que se esté desarrollando actualmente, y por poner dos ejemplos, no se habló ni de Google y su proyecto de escaneo masivo de fondos libres de derechos de autor de bibliotecas ni del fenómeno weblog que también se está dando en el mundo de la Biblioteconomía. Sobre este último tema, un punto y a parte, puesto que tan sólo mereció un póster Weblogs: Un nuevo modelo de comunicación educativa, un nuevo servicio en la biblioteca, en el que ningún ejemplo fue de un weblog de Biblioteconomía o Documentación. Esperemos que la presentación que realicen Bárbara y Elisa en el Primer Encuentro de Estudiantes de Documentación para la Organización del Conocimiento haga que los documentalistas y los bibliotecarios descubran finalmente la blogosfera.

Por supuesto que dentro de la decepcionante impresión de calamitosidad general que se dio en las actividades a las que asistimos, también pudimos escuchar propuestas muy interesantes, como las que presentaron Luis Fernández Sanguino o Carlos Fernández sobre Gestión Documental y del Conocimiento, respectivamente, que se están realizando desde el sector privado. Por fortuna, la culminación de las Jornadas concluyeron con el discurso del siempre innovador Alfons Cornella que con sus iniciativas planteó un futuro en el que, debido a la saturación informativa a la que nos lleva Internet, el fácil acceso a cualquier tipo de información y la necesidad innovacional de la empresa para destacar en un mercado saturado; el detonante para el éxito de una organización será la calidad de la información, no la exhaustividad, y es precisamente en ese punto donde nosotros consideramos que los documentalistas podemos desempeñar un papel fundamental.

Resumiendo, unas Jornadas de las que poco se puede extraer de contenido salvo el momento de impasse general que se está viviendo dentro de la profesión. Sin embargo, tendrán que esforzarse un poco más para la próxima edición para no caer en la anodinia de ésta.

Publicado en Actividades y Congresos

9 comentarios

  1. Julio Ruiz Julio Ruiz

    Vaya, es una pena que no hayan tratado casi ningun tema del estado actual de la documentación y los mecanismos y propuestas que están surgiendo, en fin…

  2. Sin WIFI pero te ha quedado un post redondo 😛

    Sobre la dispersión en el mundo documetnal, es algo bastante común, y más en los últimos tiempos, en los que las tecnologías han entrado de manera tan abrumadora en la profesión.

    Siguen existiendo reacios a las tecnologías o sencillamente gente que investiga en otros campos, es lógico que exista esa disparidad de opiniones e incluso esa obsolescencia en algunos campos.

    Parece que sacasteis partido 😀 !!!!!

  3. Lo del WiFi es una anécdota, por supuesto que escribiremos unas cuantas, pero que en un congreso de Documentación no haya conexión a Internet ni para los asistentes ni, y es más grave, para los conferenciantes es un tanto ridículo.

    De hecho, muchos conferenciantes apostillaron «Podría enseñarles esto o lo otro, pero como no hay conexión a Internet». Desde la globalidad, algunos sacaron más partido que otros, pero en general la impresión es buena.

    ¿Repetir? Sólo pero esto merece la pena.

  4. Muchas gracias por acercarnos a los que no pudimos asistir, lo que se habló y lo que no se habló, en el congreso.
    Lamentablemente la mayor aprte de las veces, los cursos, jornadas, etc, decepcionan más que enseñan, pero siempre sacamos algo positivo.

    Sobre la ausencia de temas de «rabiosa actualidad», o la falta de coordonación o conocimiento de noticias punteras de las que se habla cada día en la blogosfera… creo que solo es una consecuencia más del carácter estático y rancio que suele rondar el ámbito académico.

  5. Es palpable la gran brecha que hay entre profesionales y academicos en el mundo de la biblioteconomía. Amenudo la desidia, el especializarte muchísmo en un campo de conocimiento o simplemente el hacer tu trabajo como un autómata te limita la capacidad de actualización e innovación. CURSOS DE RECICLAJE TODOS LOS MESES¡¡¡¡¡

    P.D. Gracias por el resumen de las jornadas. Me muero de la envidia.

  6. Tampoco hay que ser catastrofista. Siempre se puede sacar algo bueno de este tipo de Jornadas: como que lo mejor es no ir a ninguna otra.
    No, en serio, se aprenden cosas, se ven las carencias y las posiblidades, y hacen que te plantees la necesidad de seguir estudiando para no quedarte estancado.

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