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Las bibliotecas y la Ley de Murphy

Ya se habló hace tiempo en Véase Además de las Leyes de Murphy para bibliotecario, algunas insuperables desde luego, pero lo que os recojo en este post son las que se publicaron en el libro La Ley de Murphy de Arthur Block y tienen relación con el mundo de las bibliotecas y el libro.

Espero que las disfrutéis tanto como yo.


Murphyología avanzada

Ley de Maryann
Siempre se encuentra lo que no se busca.

Murphyología aplicada

Axioma de Hansen sobre la biblioteca
La biblioteca más próxima no cuenta con el material que le hace falta.

Ley de London sobre las bibliotecas
Necesite el libro que necesite, será el último del montón.

Corolario de Atwood
Los únicos libros que desaparecen de las bibliotecas son los que usted necesita.

Investigacionología y academiología

Ley de Parkinson
El progreso de la ciencia es inversamente proporcional al número de revistas especializadas que se publican.

Ley de Hanggi
Cuanto más trivial sea una investigación, más personas las leerán y estarán de acuerdo con ella.

Ley de Weiner sobre bibliotecas
Nunca hay respuestas, sino referencias a otros textos.

Academiología

Ley de Murphy del trabajo fin de curso
El libro o la revista fundamental para terminar su trabajo de fin de curso será el único que no esté en la biblioteca.

Corolario
Si no falta, le habrán arrancado las páginas más importantes.

Ley de Duggan sobre la investigación erudita
No podrá determinar la fuente de la cita más valiosa.

Corolario
La fuente de la cita que usted olvidó consignar, aparecerá en la crítica más desfavorable a su trabajo.

Ley de Whittington sobre la comunicación
Si un escritor elabora un manuscrito sobre un tema del que no entiende, sólo lo entenderán los lectores que saben del tema más que el propio escritor.

Corolario
Los textos que se elaboran de esa manera no cumplen el primer objetivo de la comunicación: informar al desinformado.

Murphyología situacional

Ley de Jones sobre la imprenta
Hay errores que pasan desapercibidos hasta que el libro está en prensa

Corolario de Block
Cuando el autor recibe las pruebas y abre el libro al azar, se encuentra con el error más garrafal.

Metaleyes

Ley de Digiovanni
El número de leyes se multiplicará hasta cubrir todo el espacio editorial disponible.

Publicado en Literatura

4 comentarios

  1. […] Podríamos decir que se trata de una ley de Murphy informacional que ya recogimos la semana pasada, siempre se encuentra lo que no se busca, o podríamos considerar que se trata de la Serendipia que ya nos estuvo definiendo David hace unos meses. El caso es que, una cosa u otra, estaba buscando otro texto entre los añejos microfilms del Diario Levante, cuando me topé con un artículo de opinión sobre la Biblioteca Nacional de hace más de 80 años. […]

  2. […] que también tú has sobrevivido a Murphy… He encontrado en El documentalista enredado un post muy interesante sobre la cuestión. No debe de tener derechos de autor, ya que está basado en el libro […]

  3. […] Ya lo hemos dicho, pero lo repetimos, que los bibliotecarios son personas totalmente desprovistas de imperfecciones y defectos. En todo aquello que hacen el resultado es pulido, metódico y eficaz. Sin embargo, no todo el mundo es así. El mundo no-bibliotecario, me refiero. Existen personas con un karma especial, cuyo campo de acción dependerá del grado de su magnetismo. Son capaces, por ejemplo, de incrustar un disquete en una ranura que no es ni del CD ni del propio disquete; bueno, de hecho, no era nada. También son capaces de aporrear la pantalla del ordenador durante media hora porque no funciona, antes de darse cuenta de que dicha pantalla no está enchufada. Incluso pueden no ser capaces de descargar las fotos de una cámara digital si se trata de algo tan ’simple’ como de encender la mencionada cámara. O de encertar la tortilla de patatas en el pequeño vaso con Martini enmedio de toda una gran mesa por lo demás vacía. Es un caso concreto, JuanMagneto, pero seguro que conocéis más: son aquellas personas que hacen reales las Leyes de Murphy. Entre esas personas de aura singular, hay por supuesto usuarios de biblioteca. Y por lo tanto, leyes de Murphy aplicadas a la biblioteca: […]

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