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Categoría: Visto/Leído

Nuestro día del libro: Homenaje a Quino

Hace muy pocos días, Joaquín Salvador Lavado ‘Quino’ anunciaba que abandonaba temporalmente el mundo del dibujo para no repetirse. El autor, sorprendido por la vigencia de sus antiguos dibujos en la actualidad, ha decidido dejar de dibujar para no repetirse en los temas y estilo del dibujo dándose un tiempo de reflexión para encontrar algún modo de renovar su enfoque.

Aquí hemos publicado algunas tiras de su personaje más popular, Mafalda, y nos sumamos en este Día del Libro al homenaje que realizó el dibujante Liniers.


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Las cuatro leyes matemáticas de las Redes Sociales

[…] En la economía de las redes sociales a través del ordenador, [se] han formulado cuatro leyes de crecimiento matemáticas fundamentales: la ley de Sarnoff, la ley de Moore, la ley de Metcalfe y la ley de Reed. Todas ellas tratan sobre la influencia del desarrollo tecnológico en el valor.

La ley de Sarnoff surgió a partir del desarrollo de las redes radiofónicas y televisivas a comienzos del siglo XX, redes en las que una fuente central mide desde un pequeño número de emisoras a un gran número de receptores. David Sarnoff […] concluyó lo más evidente: el valor de las redes de difusión es proporcional al número de espectadores.

La tan manida ley de Moore es el motivo por el que la miniaturización electrónica ha impulsado la hiperevolución de la electrónica, los ordenadores y las redes. […] La previsión de Moore era que el número de elementos [transistores que pueden introducirse dentro de un circuito integrado] se duplicaría cada dieciocho meses en el futuro. […] Sin las eficiencias descritas por la ley de Moore, el PC, Internet y los teléfonos móviles serían excesivamente grandes, caros y poco inteligentes. […]

Metcalfe […] formuló la ley que lleva su nombre que describe el crecimiento de valor en las redes. El principio es sencillo y se basa en una propiedad matemática fundamental de las redes: el número potencial de conexiones entre nodos crece más rápidamente que el número de nodos. El valor total de una red en la que cada nodo puede conectarse con todos los demás equivale al cuadrado del número de nodos. Si hay dos nodos, cada uno con un valor de una unidad, el valor de la unión de ambos nodos es de cuatro unidades. Cuatro nodos interconectados, cada uno con valor de una unidad, equivalen a dieciséis unidades cuando se ponen en red, y cien nodos equivalen a cien veces cien, es decir, diez mil. Cuando el valor crece exponencialmente con respecto al número de nodos, la consecuencia matemática se traduce en impulso económico: la conexión de dos redes crea mucho más valor que la suma de sus valores respectivos como redes independientes. […]

La ley de Reed demuestra que el valor de la red (una red informática junto a la comunicación humana) no crece en proporción al cuadrado de los usuarios, sino exponencialmente. Esto significa que la fórmula es dos elevado a la potencia del número de nodos, en lugar de elevar este número al cuadrado. El valor de dos nodos es cuatro según ambas leyes, pero el valor de diez nodos es cien (diez elevado al cuadrado) en la ley de Metcalfe y 1024 (dos elevado a diez) en la ley de Reed. […] Esto explica que las redes sociales, creadas por correo electrónico y otras comunicaciones sociales, hayan expandido el crecimiento de la red más allá de las comunidades de ingenieros, hasta el punto de incluir toda clase de grupos de interés. La ley de Reed es el enlace entre las redes informáticas y las redes sociales.

RHEINGOLD, Howard. Multitudes inteligentes. La próxima revolución social. Barcelona: Gedisa, 2004. pp. 85 – 87

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Una biblioteca escolar en “Magnolia”

Magnolia de Paul Thomas Anderson nos muestra una serie de historias donde sus personajes se encuentran interrelacionados en cierta forma, ¿recuerdan aquello de los Seis Grados de Separación?, pero que no llegan a confluir todos al unísono hacia un mismo desenlace sino que les tiene preparados distintos finales. De esta manera, las tramas de cada uno suceden de forma paralela durante unas pocas horas a lo largo de un mismo día en el que llegarán a cierto punto crítico cuando finalmente decidirán dar el paso para comenzar a cambiar las cosas en sus vidas.

Puede que, en esta película, Anderson esté retratando de nuevo la soledad de las grandes ciudades, personas rodeadas de iguales que no saben o no les quieren escuchar lo que provoca una multiplicación en su sentimiento de aislamiento a pesar de encontrarnos en la era de las nuevas tecnologías. Fundamentalmente, nos enfrentamos a personajes frustrados a distintos niveles de su vida personal, donde algunos tratar de satisfacer los deseos de las personas que quieren, mientras que otros consideran que la vida los situó ahí y sólo deben dejarse llevar.

Uno de estos personajes es un niño prodigio dedicado a un programa de TV que se encuentra en antena más de 30 años. Presionado por su padre, carga con cuatro bolsas de libros todos los días que se marcha al colegio y se dedica por entero a llenar su cabeza con anécdotas que posteriormente regurgitará en la batería de preguntas del programa. Algunas de las escenas se desarrollan dentro de la biblioteca escolar de su colegio que os recogemos para esta ocasión.

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Citas al libro /33

“No hay cosas tales como libros morales o inmorales. Los libros están bien o mal escritos”
Oscar Wilde

“La literatura no puede reflejar todo lo negro de la vida. La razón principal es que la literatura escoge y la vida no escoge”
Pío Baroja

“El plagio es la base de todas la literaturas, exceptuanda la primera, que por otra parte es desconocida”
Jean Giraudoux

“La literatura puede ser eterna como tal, pero no los sentimientos que la hicieron nacer”
Carmen Martín Gaite

“Los gobiernos recelan de la literatura porque es una fuerza que se les escapa”
Émile Zola

“El medio es el mensaje”
Marshall MacLuhan

“Las novelas no las han escrito más que los que son incapaces de vivirlas”
Alejandro Casona

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La biblioteca de «Los Crímenes de Oxford»

El director español Álex de la Iglesia adaptaba la novela Crímenes Imperceptibles de Guillermo Martínez bajo el título Los Crímenes de Oxford en esta producción hispanobritánica que contó con Elijah Wood, John Hurt y Leonor Watling en su reparto. En esta historia, que mezcla filosofía, historia y matemáticas, el estudiante de lógica norteamericano Martin se desplaza hasta la Universidad de Oxford con el objetivo que el prestigioso profesor Arthur Shelton dirija su tesis.

Sin embargo, Martin no lo va a tener fácil puesto que el arisco profesor se dedica a la investigación y la impartición de conferencias y clases magistrales y no es del gusto del trato con alumnos. Martin se siente frustrado en su primer encuentro con el profesor y está cerca de abandonar su propósito, sin embargo un crimen sin resolver y un extraño asesino en serie unirá su trayectoria vital con la del profesor que juntos intentarán desenmascarar al asesino.

Una de las escenas transcurre dentro del campus universitario, cuando Beth acude a la biblioteca en busca de Martin que trata de relacionar los extraños sucesos que está viviendo. El encuentro no es agradable y acaba con mucha tensión entre los dos personajes que, airados, abandonan la biblioteca con mucho estruendo para desconcierto de los estudiantes que se encuentran allí en ese momento.

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El bibliotecario de “Los ríos de color púrpura”

En la prestigiosa Universidad de Guernon, en Francia, se ha cometido un crimen atroz. El bibliotecario ha sido asesinado tras largas horas de tortura y terribles mutilaciones. Pero, ¿quién querría matar a un bibliotecario? Su trabajo consistía básicamente en gestionar los libros y las plazas de estudio en la biblioteca. Así que, ¿cuál podría ser la motivación del criminal? ¿un sacrificio ritual? ¿qué las lecturas de los alumnos le llevaron a descubrir algún oscuro secreto de estos y lo hicieran callar? ¿qué no les prestara el libro adecuado?

En la película “Los ríos de color púrpura”, que Mathieu Kassovitz dirigió en el año 2000, apenas podemos ver un par de escenas que se desarrollan en la biblioteca. Ésta aparece ante nosotros como las tradicionales bibliotecas de antiguas universidades: espacios descomunales, auténticas murallas de estanterías de madera repletas de libros, un aspecto algo lúgubre y silencioso que sin embargo invita al estudio con sus numerosos puestos de lectura iluminados con una lámpara de mesa de tulipa verde…

Y aunque eso es casi todo lo que podemos ver de la biblioteca en la película, en la novela homónima de Jean-Christophe Grangé en la que se basa la biblioteca tiene un peso significativo en la trama de la obra y en el origen del crimen. Y el papel del bibliotecario es mucho más importante de lo que pudiera parecer a primera vista.

En el pasado o en el trabajo de este bibliotecario, que siguiendo la tradición paterna ocupa su misma plaza, parece estar la clave. O al menos eso cree el famoso detective Niémans, experto criminólogo encargado de resolver el caso. A su llegada a la Universidad de Guernon (al igual que en la película Seven) pone a su equipo a trabajar en la búsqueda de los libros que pudieran haber inspirado al asesino y los alumnos que los tomaron prestados, buscando en su catálogo términos como “mal”, “violencia”, “tortura”, “sacrificios rituales”, “mutilaciones”… Realizando una exhaustiva búsqueda de información que pueda dar alguna luz sobre el porqué del asesinato del bibliotecario, que sólo es el primero.

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Citas al libro /32

“La palabra no es más que un ruido y los libros nada más que papel”
Paul Claudel

“Los libros hacen libre al que los quiere”
Vicene Espinel

“Unos libros almacenan sabiduría y otros tontería: unos rebosan conocimiento y otros ignorancia”
José Ferrater Mora

“Por fortuna, hay libros que no son de quien los escribe sino de quien los sufre, y éste es uno de ellos”
Gabriel García Márquez

“Muchas veces un libro ha formado o aniquilado a un hombre para toda la vida”
Johann Gottfired Herder

“Cuando cojo este libro, súbitamente se me pone limpio el corazón, lo mismo que un pomo cristalino”
Juan Ramón Jiménez

“Odio los libros; enseñan a hablar de lo que no se sabe”
Jean-Jacques Rousseau

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