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El Documentalista Enredado Entradas

Steve Jobs, el talento hecho exquisitez

Permitidme que esta vez me desvíe de las principales temáticas que tratamos dentro de este blog y que le podamos dedicar unas líneas a uno de los principales visionarios del mundo de la informática de nuestro tiempo: Steve Jobs. Porque a pesar de todo, el que más y el que menos, se ha detenido alguna vez a probar suerte con uno de los productos de la compañía de Cupertino, ya sea en exposición, en el trabajo o gracias a un amigo.

Por mi parte, la primera vez que puse mis manos sobre un Mac fue en la Facultad de Historia de la Universitat de València, allá por 1997, dentro del aula de informática. En aquel entonces, el funcionamiento de esta aula en esta Facultad se basaba fundamentalmente en el asalto, es decir, más o menos como las puertas de El Corte Inglés el primer día de rebajas, aunque los codazos se repetían todos los días por la mañana y después de comer cuando se reabría el aula. En cualquier caso, esto no debe conducir a la sorpresa, puesto que, teniendo en cuenta que para que los alumnos dispusiésemos de correo electrónico en la Universitat nos tenía que firmar la solicitud un profesor, la penetración de las nuevas tecnologías en aquella Facultad era bastante escasa. En cualquier caso, me imagino que en la Facultad de Informática las cosas marcharían mucho más avanzadas, aunque quién sabe.

A pesar de esto, no fue hasta el año 2000 cuando realmente comencé a trabajar con Mac. Por supuesto que tras entrar a trabajar en el diario Levante-EMV como documentalista. No hace falta decir que el responsable de la sección de Documentación, Alfonso Rodero, era un entusiasta de los Macintosh y siempre sonreía cuando yo le hablaba de Directorios, que era la forma antigua de denominar las Carpetas en el viejo MS-DOS, mientras que los Maqueros ya andaban con ese concepto desde hacía diez años antes, desde 1984.

Desde luego, si hay algo que le debemos a Steve Jobs los usuarios medios es su capacidad de entendernos completamente. Sabe situarse justo en la posición de un usuario medio de la informática, es decir, aquel que tiene miedo a tocar nada del ordenador por si se “rompe”, y desarrollar todo un producto intuitivo y a la vez atractivo visualmente para el usuario. De hecho, las mayores innovaciones de Apple se han producido mientras él ha estado al mando, en la primera época desde 1976 a 1985 y, posteriormente, desde su vuelta en 1996 hasta la actualidad.

Para hacernos una idea de lo avezado de su visión, el primer ordenador destinado al consumo masivo con un sistema operativo utilizando la interfaz de usuario en base a ventanas y con un ordenador, que hoy casi no podríamos vivir, fue comercializada por Jobs en 1984 bajo la denominación Macintosh, mientras que Microsoft no lanzaría su sistema operativo más estable con una interfaz gráfica similar, el Windows 3.0, hasta seis años después en 1990 y que curiosamente la compañía de Redmond ha seguido ofreciendo licencias de uso hasta hace bien poco.

Tras la marcha de Jobs, la marca de la manzana creció durante un tiempo, aunque no pudo con el empuje de otros sistemas operativos, con Windows quedándose con la inmensa mayoría del mercado de gran consumo. Fuera de Apple, Jobs siguió trabajando, trató de lanzar una nueva computadora que se considera actualmente avanzada para su tiempo, NEXT Computer, sin embargo su idea no cuajó debido a los altos costos de la misma. En 1996, NEXT fue adquirida por Apple y Jobs volvería a la empresa que había cofundado para tratar de sacarlas de las pérdidas en las que se encontraba, no sin antes haber ayudado a la fundación de Pixar, una compañía cinematográfica que demostraría que se podía hacer buen cine por animación por ordenador.

El retorno de Jobs trajo nuevos bríos a Apple, mientras cerraba proyectos deficitarios, y habría otros nuevos. De su mano, los Mac volverían a asombrar al mundo con su nueva línea iMac, ordenadores de sobremesa compactos, que integraban la CPU junto al monitor que sacrificaban por vez primera la disquetera, y los iBook unos nuevos ordenadores portátiles pensados para el gran consumo. De su experiencia en NEXT, nacería un nuevo sistema operativo, el celebrado Mac OS X, mientras que se plantearía el asalto hacia el mercado multimedia del que nacería el iPod, que derivaría en la venta de música on-line con la iTunes Store y en los terminales para las telecomunicaciones con el iPhone.

La visión del genio ha sido diseccionada y analizada sin acabar de esclarecer nada. Pero de lo que no hay duda es que para Jobs no existen las medias tintas. Admirado y temido por igual, para Jobs sus subalternos son “genios” o “idiotas” y no hay quien pueda escapar de una montaña rusa de adjetivos. Los abusos personales de Jobs son legendarios: estaciona su Mercedes en los sitios para discapacitados, lleva periódicamente a sus empleados a las lágrimas y los despide en ataques de ira. Pero, también es justo señalar que muchos de los altos ejecutivos de Apple han trabajado con él durante años. Cómo se las arregla para que coexistan esos comportamientos opuestos, generando efectos espectaculares de éxito, es un rompecabezas.

No cabe duda de que la marca Apple se encuentra unida a su liderazgo, Jobs es la quinta esencia de la compañía de la manzana y, al mismo, tiempo su talón de Aquiles, y su delicado estado de salud, desde su primera operación por cáncer de páncreas, aparentemente sólo significan nubarrones para el futuro de la compañía. Actualmente, Jobs se encuentra retirado por baja médica de la máxima actividad al frente de Apple por, según ha informado Apple, un desequilibrio hormonal, aunque los rumores se desataban el verano pasado por su delgadez. Jobs ha delegado funciones y ha preparado un equipo directivo para afrontar su baja, pero tal vez escarmentada por la primera vez que fue operado, la SEC urge que se le informe sobre el estado de salud del CEO de Apple para que los accionistas no se vean afectados. La SEC solicita que información personal del máximo directivo para mantener una acción, una demostración más de que el binomio del talento de Jobs y los resultados Apple son indisolubles.

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«Todos los hombres del presidente» de Alan J. Pakula

Todos los hombres del Presidente (All the President’s Men) es una película basada en las tareas de investigación que los periodistas de The Washington Post, Bob Woodward (Robert Redford) y Carl Bernstein (Dustin Hoffman), llevaron a cabo durante el escándalo del Watergate (1972-1974) que finalizaría meses después con la dimisión del presidente de los Estados Unidos Richard Nixon. En un trabajo de investigación profundo y en el que nadie creía – de hecho Woodward llevaba apenas unos meses en el periódico cuando inició su investigación, es decir era un novato, y trataron de pasar el tema a un redactor más experimentado cuando la dimensión del caso fue ampliándose – las tareas de recuperación de información y entrevistas con testigos y con implicados fueron determinantes para esclarecer lo que realmente había sucedido dentro del Hotel Watergate.

Para percatarnos de el enorme trabajo que supuso desvelar el verdadero trasfondo de lo que se convertiría en un escándalo de enormes proporciones, en la película se nos ofrece una simple muestra. Las pesquisas de los dos reporteros les llevan hasta Howard Hunt y su secretaría que había solicitado una serie de libros sobre el asesinato de John F. Kennedy a la Biblioteca del Congreso (Library of Congress). Woodward consulta a una de las bibliotecarias si ese extremo era cierto y durante un momento de duda la bibliotecaria lo afirma para posteriormente negarlo todo. Sorprendido por la reacción de la bibliotecaria, Bernstein vuelve a llamar y se produce de nuevo la negación de la bibliotecaria. El hecho de que la Casa Blanca pida material sobre Kennedy a una biblioteca podría parecer poco relevante, hay que recordar que Nixon se enfrentó a JFK en las elecciones presidenciales y perdió, pero las formas y el aparente temor que parece demostrar la bibliotecaria ante una cuestión tan trivial invita a los dos investigadores a desplazarse hasta la Biblioteca del Congreso.

Finalmente, ante la imposibilidad de poder contrastar el interés de la Casa Blanca sobre el asesinato de Kennedy vía telefónica, los dos periodistas solicitan revisar las fichas de préstamo de todo un año (1971) ante lo que uno de los bibliotecarios accede no sin antes decirles: “Se les van a caer los ojos”.

En la película, se nos ofrece un plano cenital de una de las salas de consultas de la Library of Congress que es lo que recogemos aquí.

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¿Debería la UNESCO declarar a la Wikipedia ‘Patrimonio Cultural de la Humanidad’?

La Wikipedia cumplió hace poco su octavo aniversario que coincidió con una ronda de financiación a la que llegó por los pelos. En esta ocasión, el montante fueron seis millones de dólares (Unos cuatro millones de euros) y aunque la mayoría de los medios de comunicación informaron que Jimmy Wales había conseguido la financiación durante una semana (entre donaciones de particulares y otras instituciones), lo cierto es que la ronda permanecía abierta desde el verano, tal y como los usuarios de Barrapunto intuían. Puede ser que una de estas dificultades a la hora de obtener financiación, descartando la crisis económica, pase por que una de las mayores obras construidas de forma desinteresada por miles o millones de personas está repleta de claroscuros que la cubren con la sombra de la duda. ¿Dónde va a parar el dinero? ¿Se utilizan los fondos para lo que se supone que se debería de utilizar?

Obviando los reproches que se realizan a Wales sobre su gestión, la Wikipedia es actualmente uno de los mayores monumentos dedicados al conocimiento humano de forma desinteresada. Cualquiera persona puede editarla, ampliarla, enriquecerla; tan sólo debe disponer de un poco de tiempo, paciencia (porque tampoco es tan intuitiva su edición) y sus conocimientos. Lo mejor de todo es que es un éxito entre los internautas por su sencillez de uso, fiabilidad y rápida edición y actualización. Actualmente, dispone de 12 millones de artículos (2’7 millones de ellos en inglés) repartidos en 253 idiomas (236 de ellos activos actualmente). Incluso se ha calculado que si se imprimiese toda su información (con datos de octubre de 2006) el número de volúmenes ascendería ha 750, desde luego que el resultado es una obra magna. La pregunta que os lanzo es ¿Debería la UNESCO declarar a la Wikipedia ‘Patrimonio Cultural de la Humanidad’? Pero vayamos por partes.

Según la UNESCO, el patrimonio cultural representa lo que tenemos derecho a heredar de nuestros predecesores y nuestra obligación de conservarlo a su vez para las generaciones futuras. Las formas visibles de la cultura, monumentos, libros y obras de arte son tan preciosas que los pueblos tienen la responsabilidad de asegurar su protección. […] La UNESCO es la entidad responsable de la protección jurídica internacional del patrimonio cultural. Esto lo hace a través de las administración de diversas convenciones que protegen los bienes culturales en conflictos armados, impiden la importación y exportación ilícitas, y protegen el patrimonio subacuático.

Tal vez las lenguas que se extinguen, el folklore que se desvanece por la occidentalización de las culturas de todos los rincones del planeta, las sociedades que desaparecen por la presión migratoria, los conflictos armados que todo lo destruyen, merezcan un mayor foco de atención por parte de la UNESCO -Ante esto poco puedo añadir y está fuera de toda discusión-, puede ser que mi mirada sea un tanto reduccionista, apartada de la realidad por ser precisamente digital, pero ¿no es acaso la Wikipedia un patrimonio de miles de personas de distintas culturas, corrientes, pensamientos, orígenes, preocupaciones, etc. que debería ser preciso proteger desde alguna institución supranacional? ¿O la Wikipedia acabaría muriendo al pasar a manos privadas más allá de la Fundación Wikimedia que la gestiona?

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El bloguer que no leía blogs

En los inicios de año siempre se trazan buenos propósitos para el año viniente, dejar de fumar, adelgazar o ser menos sedentarios son los más frecuentes, deseos que sufren una segunda revisión tras el verano… Por supuesto que las buenas intenciones se suelen agotar tras el paso de los meses y el bucle se debe reiniciar necesariamente al año siguiente tratando de demostrarnos nuestra fuerza de voluntad. Es probable que como soy bastante escéptico sobre las buenas intenciones, o tal vez se deba a que me conozco en demasía, nunca me he aventurado a establecerme objetivos para los años recién estrenados; y aunque yo no lo haga, no quiere decir que dentro de este blog sí haya algunas que se pronuncien sobre ello.

En cualquier caso, la sobrecarga de información es algo que todos hemos sufrido antes o después. Personalmente, pasé de leer más de 200 blogs a tener que ir reduciendo aquella cantidad de forma abrupta, escogiendo los esenciales, aquellos que me aportasen mayor valor en el día a día. Sin embargo, debemos que tener presente que el RSS, la sindicación de contenidos, ya no es patrimonio exclusivo de los weblogs y ha sido adoptado tanto por revistas científicas, de divulgación o por medios de comunicación. Digo esto porque, a pesar de reiniciar mis suscripciones, limitándolas a 20, a lo largo del tiempo han ido creciendo lentamente, sin apenas percatarme y situar mis sitios agregados a un número cercano a la cincuentena.

La infoxicación no es patrimonio de documentalistas, por supuesto, en más de una ocasión podemos encontrarnos con personas que se declaran agotadas ante tal volumen de información. De hecho, en ocasiones, las herramientas creadas para combatirla producen el efecto contrario justo cuando se popularizan, pero afortunadamente la desuscripción es mucho más sencilla que tener que ir mandando correos o recordando contraseñas.

En cualquier caso, quiero traeros aquí el caso de un emprendedor que ha decidido dejar de leer blogs, convencido de que tiene que acercarse a sus usuarios, viendo el mundo bajo su prisma, más allá -o más acá- de las visión endogámica de los bloguers. Me refiero a Fernando Plaza, bien conocido en la Blogosfera hispana por su proyecto Compareblogs.

En el texto 2009 el año en que dejé de leer blogs, Fernando nos descubre su hartazgo sobre las temáticas que machaconamente tratan los bloguers, su lejanía de las verdaderas inquietudes de la persona de apie, o tal y como dirían en Microsiervos, del Mundo Real™™. Es posible que Fernando tenga razón, los usuarios de sus sitios web disponen de otras inquietudes, de otras necesidades informativas, de otro tipo de productos más ajustados a sus conocimientos. Sin embargo, hay que tener cuidado. No hay que replegarse sobre las necesidades informativas de otros, está bien diseñar productos que les agraden, que para ellos sean una completa necesidad y escucharles. Pero la Vigilancia de lo que hacen otros también es necesario para estar al día y no caer en el conformismo. No sea que, por inmovilismo, el queso se lo lleven otros.

Vaya por delante que la decisión de Fernando me parece correcta, él cree en ella y no trato de cuestionarla. Lo que quiero decir es que estoy convencido de que Fernando tratará de llevar su buen propósito anual a rajatabla, pero al mismo tiempo sé que sus fuentes de información irán aumentando lentamente, para posteriormente descubrirse en la misma situación -o similar- que a finales de 2008. Por supuesto que no hace falta decir que Fernando dispone de un blog, que por supuesto tengo suscrito, y no lo va a abandonar, y yo tampoco voy a dejar de leerle, y él tampoco podrá dejar de leer blogs.

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¿Qué papel puede jugar el centro de documentación en la Vigilancia Tecnológica?

La biblioteca, unidad de información o centro de documentación permanece como la puerta de entrada de todo tipo de informaciones (de negocios, técnica, interna, externa). En tandem con Internet, la biblioteca, todavía proporciona una oportunidad excelente para adquirir información. Puede no entrar demasiado en la labor de análisis y en el área de elaboración de informes. Pero, al menos, para acceder a la información juega un papel que puede potenciarse con su contribución a las Intranet corporativas. No obstante, si no existe un entendimiento mutuo en la redefinición de su papel entre la Dirección y el centro de información, su existencia puede peligrar precisamente porque su función tradicional de intermediación se ve amenazada por la mayor facilidad de acceso a la información electrónica al tiempo que queda lejana a la generación de valor.

PALOP MARRO, Fernando. Cuestiones sobre Inteligencia competitiva. IPN-CIECAS, Volumen VI 3/2004. P. 16

Me iba a conformar con dejaros esta pequeña cita, una gota dentro del océano de Internet, pero tal vez mi visión como documentalista merezca en esta ocasión una oportunidad. Lo que tenemos aquí es la visión tradicional de la Biblioteca, es decir, un centro encargado de las compras del fondo documental y su custodia, pero la Biblioteca, el centro de documentación o el de información, tras el desarrollo de las teorías de la gestión de la información y del conocimiento, no debe quedarse como un mero intermediario y gatekeeper de la información.

Si una organización dispone de un Centro de Documentación, se encuentra estableciendo los mecanismos para la Gestión de la Información (o al menos de una parte de ella) que utiliza durante su día a día. Es posible que mucha información ya se encuentre dentro de la Web, como señala el autor, pero ¿todos los artículos de revista son accesibles de forma gratuita? La respuesta es, obviamente, no. Alguien deberá encargarse de su compra y lo hará llegar al investigador que lo solicite, alguien deberá integrar ese documento dentro del fondo documental en forma de Intranet Corporativa.

La Vigilancia Tecnológica es una traslación de los tradicionales servicios de Difusión Selectiva de la Información (DSI) que realizaban los bibliotecarios antes de la popularización de Internet. La aplicación de nuevas herramientas informáticas a la recuperación de la información no debe ser óbice para despreciar los conocimientos y el saber hacer de los profesionales de la información en un nuevo intento de reinvención de la rueda.

No, el Centro de Documentación debería ser un elemento clave dentro de los procesos de Vigilancia Tecnológica y Gestión de la Información de una organización dedicada al I+D, porque de lo contrario estaremos tropezando una y otra vez con la misma piedra.

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Nos integramos en la ‘Red de Blogs de levante-emv.com’

Aún recuerdo la primera vez que crucé las puertas del diario Levante-EMV para encararme a una de mis primeras entrevistas de trabajo. Bien podría relataros aquí lo que en aquel despacho se dijo y mis impresiones de entonces, qué sucedió tras la entrevista, cómo acabaría mi carrera profesional desarrollándose dentro del periódico y algunas de mis anécdotas como trabajador. Tal vez lo que más os pueda interesar es que aquel día sufría una otitis que arrastraría durante dos semanas y que a día de hoy todavía me pregunto cómo acabé tan bien parado. Aunque puede ser que en realidad puede que ya lo haya hecho.

Hoy el diario Levante es como una segunda universidad para mí, me he formado y he crecido en muchos aspectos, personal y profesionalmente, guardo gratos recuerdos y muchas amistades en él y, de alguna extraña manera, todavía me tiene enganchado. Así que no es de extrañar que, al final, nuestros caminos se hayan vuelto a cruzar, esta vez en la Red, y confío que se trate de una experiencia muy provechosa para ambos.

Hace ya un tiempo que me percaté de la oferta que el diario realizaba en su búsqueda de bloguers para comenzar a crear su propia red de blogs al igual que otros medios habían comenzado a hacer. Huelga decir que, en aquel momento, nos auto-excluimos, puede ser que conscientes de que el ámbito temático que desarrollamos en esta bitácora no fuese de especial interés para el periódico. Sin embargo, la entrevista a Lluís Cucarella, el director de su edición digital, aparecida en el blog 233Grados me invitó a replantearme el hecho de ofrecernos para colaborar con el diario.

Siendo conscientes de que un título como El Documentalista Enredado puede llegar a no invitar a sus lecturas a los neófitos en nuestro ámbito temático, lo hicimos con un poco de escepticismo. De hecho, Lluís me confesaba que no sabía cómo íbamos a cuadrar dentro de los contenidos de un diario regional como Levante-EMV; pero lo cierto es que una vez repasados algunos de nuestros textos, descubrió que nuestra amplitud temática era suficientemente para poder atraer a sus lectores y que nuestra colaboración fuese satisfactoria.

Hay que señalar que este acuerdo no supone ninguna cortapisa sobre lo que debamos a publicar, por lo que nuestra línea editorial va a seguir siendo la misma. Como venimos haciendo hasta ahora ,os ofreceremos un poco de nuestras lecturas, nuestras experiencias, nuestras reflexiones, nuestras actividades y lo que se nos vaya ocurriendo, por lo que nuestros lectores habituales apenas se percatarán de ningún cambio de relevancia salvo la presencia de un nuevo pequeño logotipo en nuestra cabecera.

Actualización (2/2/2009): El diario Levante-EMV recoge nuestra incorporación e historia en su edición de hoy.

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Las características de la información como un bien económico

Durante los últimos veinte años, los investigadores han desarrollado un creciente campo de investigación sobre el valor de la información y sus características únicas como un bien económico. Algunas de las características únicas de la información como una entidad económica incluyen:

  • La información es cara de producir, no así de reproducir ya que apenas dispone de costos.
  • La información puede ser un bien público, privado, o un bien híbrido.
  • Dependiendo del tipo de bien (público, privado o híbrido), el valor de la información puede aumentar o disminuir en función de su disponibilidad.
  • La información es un bien unido a la experiencia. Su valor puede revelarse sólo después de su uso.
  • El valor de la información es, en gran medida, subjetivo.
  • La información se transfiere principalmente por la copia. Por lo tanto, los derechos de propiedad no, o al menos no deberían, plantear un problema.

El valor de la información es una de las ideas más difíciles de conceptualizar. Los investigadores han analizado este concepto en una gran variedad de formas, cada uno complementando al otro, así como aumentando la complejidad del concepto. La información puede ser una mercancía, un producto, un servicio o una experiencia. Además, su valor aumenta a lo largo de este continuo. El valor a veces es asignado en la forma que la información es empaquetada y distribuida; pero, en ocasiones el valor es inherente a su contenido a pesar de la forma que es transmitida. También el valor de la información puede estar derivado del intercambio o su uso y pueden ser evaluado de forma normativa, realista o subjetiva.

[…]

AHARONY, Noa; RABAN, Daphne R. Economics of information goods: An interdisciplinary subject for Israeli LIS and MBA curricula. Library & Information Science Research, 30 (2008), p. 103

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