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Etiqueta: Google

Googlelizados, 10 años del nacimiento de una revolución /1

Google desbancó a la competencia gracias a su calidad, sin tener necesidad de gastarse un dólar en publicidad, todo gracias al boca-boca de los internautas que simplemente lo abrazaron según lo fueron descubriendo. Puede que algunos consideren que Google dispuso de mucha suerte, aunque en realidad sus fundadores sabían lo que estaban haciendo y lo mejor es que todo les marchó sobre ruedas desde un principio.

Nos encontramos a finales de los años 90, en esa época nos hallamos ante una Web donde se exigían cada vez más recursos tecnológicos para indexar páginas web, donde la información crecía de forma exponencial y donde los spammers se encontraban a sus anchas colocando sus páginas va´cías y rebosantes de publicidad en las primeras posiciones de los buscadores existentes. Los mejores motores de búsqueda -Incluyendo al más eficiente por entonces, Altavista– se veían desbordados ante la avalancha de información junto a la basura que se generaba día tras día, mostrándose incapacitados para ofrecer lo que los internautas deseaban: Páginas relevantes frente a sus ecuaciones de búsqueda.

En el año 1998, todavía era posible mantener actualizado de una forma manual mediante editores directorios de sitios web de calidad sin casi obviar ninguna página de relevancia, como por ejemplo Yahoo!, los portales  web causaban furor, creciendo de forma exorbitada siendo concebidos como lugares donde un usuario se mantuviese atrapado disponiendo de infinidad de servicios y posibilidades. Por otro lado, las conexiones a Internet eran realmente lentas, insufribles para un internauta de la década actual, incapaces de procesar la cantidad de páginas recargadas que se diseñaban y se lanzaban sin considerar apenas las dotes de navegación de los usuarios y, algo más importante aún, su paciencia.

El motor de búsqueda Backrub desarrollado por Sergey Brin y Larry Page nació concebido para analizar la web e indexarla desde una aproximación revolucionaria, considerándola como una suerte de democracia de contenidos. Si Tim Berners-Lee diseñó un sistema de información (La World Wide Web) mediante el cual todos documentos relacionados pudiesen estar conectados mediante enlaces, Page y Brin descubrieron todo un sistema democrático dentro de él. De este modo, creyeron que las mejores páginas web sobre un tema debían encontrarse muy enlazadas por páginas de contenido similar, por lo que comenzaron a asignar pesos a los sitios web otorgándoles relevancia mediante un baremo denominado Pagerank. De este modo, iban más allá de las palabras clave incluidas en el HTML (Meta-datos) que tan fáciles habían resultado de explotar por los spammers. El salto desde la universidad de Stanford, donde Page y Brin habían realizado sus estudios, hacia el mundo empresarial se realizó mediante una cantidad inicial de 100.000$  cuyo destinatario era una compañía no constituída todavía bajo la denominación de Google Inc. El resto ya es historia.

Una visión, una imagen

Es probable que la buena imagen que dispone Google actualmente por parte de la comunidad internauta se deba a que tanto Brin y Page surgiesen del ámbito universitario y no dejasen en ningún momento el pilotaje de su nave. Bajo dos frases sencillas Organizar toda la información del mundo y No seas malo (Don’t be evil) construyeron una cultura corporativa que hasta ahora no ha sido manchada a pesar de las suspicacias levantadas y las críticas recibidas. Su manera de concebir la web, de comprender lo que quieren los internautas en todo momento mientras se lo ofrecían, y no dejar que las presiones económicas y empresariales les desviasen de los productos y servicios diseñados; constituyen un punto más a su favor en la construcción de una marca sin reproche y que tiene mucho a su favor para seguir creciendo durante los próximos diez años.

Porque Google, nacida en septiembre de 1998, no se lanzó a la carrera del capital-riesgo para salir inmediatamente en bolsa durante la Burbuja.com. Infinidad de empresas tecnológicas se abalanzaron en una carrera epara la obtención de fondos que después no pudieron devolver. Algunas de ellas simplemente estaban vacías, mientras que otras fracasaron porque se adelantaron a su tiempo. Sin embargo. Brin y Page, junto al CEO de Google Eric Schmidt, arrumbaron su proyecto confiando en él y esperando mejores oportunidades (Google no comenzó a cotizar en bolsa hasta agosto de 2004), a la vez que buscaban un modelo de negocio para lo que aparentemente no lo tenía: Sólo un buscador. Sin embargo, la adquisición de la compañía Applied Semantics y el desarrollo de una plataforma para la venta de publicidad contextual a empresas (Adwords) junto al desarrollo de una plataforma de publicidad contextual para sitios webs (Adsense) sin querer asaltar a los internautas ni ser intrusivo como se hacía con las pop-ups, le abrió las puertas para hallar un modelo de negocio viable y seguir creciendo.

Sin embargo, Page y Brin no se encantaron con las alabanzas recibidas y siguieron trabajando. Conscientes de que su mayor y mejor producto era el buscador, se centraron en su perfeccionamiento, así como la mejora de su algoritmo para evitar que los spammers mejorasen sus técnicas de posicionamiento dentro de él. Google se convertiría muy pronto en el buscador de referencia, el que (En general) no devolvía ruido ante una consulta y si no estaba en Google no se existía. Con el tiempo, Google representaría para una generación la idea abstracta de lo que es la Web, páginas interconectadas sin ningún orden, amontonadas, apiladas en una actualización y adición sin fin que podían ser ordenadas en una lista sorprendentemente útil. Hoy en día, muchas personas no sabrían moverse por la Web sin este motor de búsqueda.

Durante estos diez años, Google ha desarrollado motores de búsqueda específicos, tratando de categorizar los diversos contenidos que disponía la web. Nació de esta forma Google News para la actualización constante de medios de comunicación, Google Images, Froogle (Un intento fallido de realizar un buscador comparativo de productos en venta en la web), Google Scholar para artículos científicos o Google Blogs Search. Sin embargo, Google pronto se percató que no podía contentarse con ser un mero distribuidor de contenidos, a la vez que sacaba réditos de la publicidad contextual, pronto se dio cuenta que necesitaba controlar también los contenidos.

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Google se descubre en la guerra de los navegadores presentando ‘Chrome’

Es posible que uno de los mayores errores estratégicos de Microsoft durante la década de los años 90 fuese no percatarse de las posibilidades que podía ofrecer Internet como canal comunicativo, de negocios y de distribución de contenidos y productos que llegaría a ser a finales del siglo XX. Fruto de esa falta de perspectiva inicial, se desarrolló lo que se ha denominado como primera batalla dentro de la guerra de navegadores que dispuso de dos contendientes: Netscape, cuyo navegador era casi un estándar de facto en 1995, y la compañía de Redmond que no dudó en utilizar todas sus herramientas y sus posibilidades para acabar hundiendo el modelo de negocio de su competidora, ofreciendo su navegador Internet Explorer de forma gratuita y configurando su página inicio para que señalase a Microsoft, lo que derivó en que el Netscape Navigator fuese barrido y que languideciese durante algunos años.

De aquella primera batalla, Microsoft salió relativamente airosa. Su navegador Internet Explorer 6 disponía de una cuota de mercado superior al 80%, mientras que el Navigator, junto a Netscape, era adquirido por AOL, para finalmente desaparecer el pasado 1 de marzo de 2008. Sin embargo, el trabajo realizado por Netscape no acabó abandonado en su totalidad puesto que el motor del navegador de Netscape renacería para acabar presentando batalla al Explorer que, por otro lado, durante un lustro permaneció estanco y sin mejoras importantes. Estamos hablando de Mozilla Firefox.

Firefox, basándose en la filosofía Software Libre, tomó el testigo para intentar hacerle sombra al dominio aplastante del Explorer bajo la tutela de la Fundación Mozilla encargada de desarrollarlo, mientras que paralelamente surgían otros navegadores – Opera desarrollado por Opera Software y Safari desarrollado por Apple Inc.- que estarían dispuestos a presentar armas en lo que se ha considerado como la segunda batalla de la guerra de los navegadores. Sin embargo, no podemos olvidar que dentro de esta pugna tras el deceso de Netscape falta señalar puede que el actor más importante de todos los citados hasta el momento: Google.

La Fundacion Mozilla, cuyo navegador ha conseguido arañar cuota hasta alcanzar el 20% del mercado, reconocía hace pocas semanas que su dependencia respecto a los ingresos que le aportaba el acuerdo de colaboración con Google era excesivo. De hecho, los aportes de Google se acercan al 85% del total de los ingresos de la Fundación y, aunque los tienen asegurados hasta el año 2011, desde la propia Fundación reconocen que es completamente necesario diversificar sus ingresos para evitar suspicacias entre usuarios y desarrolladores, además de evitar que Google tome cartas sobre lo que se debe y lo que no se debe desarrollar para el producto estrella de la Fundación, Firefox.

Desgraciadamente, los recelos hacia la estrecha relación entre el gigante de Mountain View y Firefox ya se han producido en la utilización del ‘Google Safe Browsing’ que se trata de un sistema anti-phising desarrollado por Google que necesita de algunos datos privados de los internautas para ser efectivos comprometiendo la privacidad de los usuarios del navegador.

Pero, ¿por qué necesita Google de un producto como Firefox? En primer lugar, para evitar que los usuarios del buscador tengan que pasar por un producto desarrollado por la competencia directa de Google -Microsoft y su navegador Explorer- que podría comprometer la experiencia de usuario de los productos de Google en caso de que Microsoft lo desease. Así, por ejemplo, es conocido que Hotmail, uno de los servicios de correo electrónico más populares y propiedad de Microsoft, no funcionaba demasiado bien en las primeras versiones de Firefox, y además en la nueva versión del Explorer, la octava, está planteado que el internauta disponga de modo de navegación, denominado InPrivate, cuyo objetivo es la navegación anónima. En segundo lugar, teniendo presente que cada vez más tareas se realizan a través de los navegadores, en mayor medida los internautas comienzan a trabajar de forma completamente distribuida, en la Web, alejándose cada vez más del escritorio de su ordenador y de su disco duro, por lo que es el propio navegador una de las herramientas que más se utilizarán y con mayores fines en un futuro.

Por lo tanto, a lo que estamos asistiendo no es a una batalla sobre software, sino a una guerra sobre cómo en el futuro se accederá a la Web, cómo se procesará la información y qué características técnicas dispondremos para ello. Los pasos de Google ya no se encaminan hacia organizar la información del mundo como nos anunciaba cuando daba sus primeros pasos, sino que está dispuesto a avanzar un poco más su propia herramienta para acceder a la Web y a toda la información que ésta contiene: El navegador Google Chrome. De esta manera, Google está dando un golpe sobre la mesa, presentando su candidatura formal en el desarrollo de software, preparando al usuario a utilizar su interfaz, dispuesto a crear una comunidad en torno a él, además de dar el salto a otros terminales más allá del ordenador sobremesa, puesto que el futuro de Internet es la ubicuidad y la movilidad.

De momento, el navegador no ha decepcionado a los early adopters y más allá de los fallos de programación y de seguridad que se detecten en esta versión 0.6 (Beta), la compañía está dispuesta a apostar fuerte por crear un producto que favorezca completamente a sus intereses corporativos y de sus productos desde cualquier plataforma, permitiendo a sus usuarios que Google Gears, una aplicación que nos permite trabajar off-line con los servicios de Google, se encuentre implementada en nuestro navegador y que los fallos a la hora de la utilización de los servicios de Google sean los menores posibles.

No, esto no va a ser una guerra contra un software, esto es una guerra total por el futuro del acceso a la información, donde podríamos estar vendiendo nuestra alma al diablo pervirtiendo nuestra privacidad si no andamos con tiento. No, esto no es guerra por un software para situarse en un rincón de nuestros escritorios, es una guerra por la Web como Sistema Operativo donde el mejor posicionado se llevará el gato al agua y donde no dejaremos de ver zancadillas e incomodidades entre las empresas desarrolladoras. Desde luego que esto es sólo es el principio.

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Google, el medio de comunicación del siglo XXI (2) – Google es Internet

Hace ya unas semanas, que me aventuraba a reflexionar sobre las formas mediante las cuales nuestros visitantes llegan a nuestros sitios web. Os refresco la memoria u os pongo al día si no llegasteis a leer el texto:

  • A través de la barra de dirección del navegador web.
  • Mediante un marcador (Bookmark)
  • Mediante un enlace
  • Sindicación de contenidos
  • Un buscador

Hoy me quiero centrar sobre el rol que están jugando los buscadores respecto a la utilización de Internet, puesto que más allá de toda duda o consideración, son los actores que más echaríamos en falta en caso de que desapareciesen. De hecho, los buscadores son, no podemos negarlo a pesar de que depende de cada sitio web, una de nuestras principales fuentes de tráfico a la hora de recibir visitantes. Tanto es así, que hoy en día no podemos imaginarnos una Red sin ellos, negándonos a utilizar la Web por la inutilidad de la misma. Tal es la cantidad de información que Internet contiene, que confiamos que sean ellos los que se dediquen a organizar, clasificar y realizar una valoración previa de aquello que, ante cualquier dificultad, necesitemos encontrar.

En un mundo académico, y porqué no, en un mundo utópico, las distintas especificaciones a la hora de describir el contenido mediante la utilización de metadatos, ya sean siguiendo las especificaciones del W3C (World Wide Web Consortium) o las Dubin Core, hubiese funcionado bastante bien, llegando a permitir que la recuperación de información no fuese tan tediosa dependiendo de ciertas temáticas. Sin embargo, la Web es hoy en día un lugar marcado por los intereses comerciales, por lo que el engaño y la redirección de tráfico dentro de ella se produce tanto en los resultados de los buscadores como dentro de la publicidad contextual que los mismos tratan de gestionar.

No, no es suficiente una descripción de buena fe desde la posición del webmaster para que nuestra página sea considerada pertinente a ojos de los buscadores, hay que ir un paso más allá desarrollando otras técnicas y saber qué es lo que realmente se valora dentro de los buscadores para obtener resultados que sean realmente interesantes.

Así pues, los buscadores, y en España fundamentalmente Google, se convierten en juez y parte -parte porque gestiona mucha información sobre los gustos y necesidades de sus usuarios y busca la rentabilización de ello- entre las necesidades de información y los contenidos propiamente dichos. No podemos olvidar que la Web fue concebida como un sistema de información y, como todos sabemos, un sistema de información es relevante, pertinente y útil si es capaz de satisfacer nuestras necesidades informativas. Por escala, la propia implementación de la Web hace imposible este objetivo sin un intermediario, al menos hasta la siempre deseada llegada de la Web Semántica, los buscadores que son los que dictaminan y sopesan qué información nos puede interesar y cuál no. Por lo tanto, son los buscadores los que se erigen como controladores del tráfico de la web, hubs en su acepción inglesa, concentradores, y son ellos, o al menos el mejor de ellos, el que se está convirtiendo en la viva imagen de la web y fagocitando la Red misma.

Porque Google, no nos llevemos a engaño, hoy por hoy es mucho más que un buscador, con el número de servicios que ha desplegado, además de su increíble aceptación por parte de los internautas. Deberíamos maravillarnos por la capacidad que la empresa de Mountain View ha adquirido en su objetivo de organizar la información del mundo, puesto que esto ya no parece un sueño romántico ni una quimera. Por ende, ha sabido desarrollar su modelo empresarial sin, aparentemente, agredir a sus clientes ni que se sientan incómodos con sus actividades, desarrollando un modelo de amabilidad y fraternidad que muchas organizaciones hubiesen querido para ellas. Hay que añadir que otro de los puntos fuertes de Google es su otro eslogan, aquel No seas malo, que muchos tienen presente y creen en él, a pesar de que la empresa ofrece comportamientos censurables desde el punto de vista occidental.

En definitiva, Google se convertiría en el sueño de cualquier magnate de la información del siglo XX. Todos aquellos que quieren mantenerse informados mediante un medio determinado pasan por él, o bien, acuden a él. Y lo mejor de todo es que él les provee de la información de forma indirecta y lo mejor de todo es que no dispone de manchas en su expediente, ni se encuentra próximo a un partido político o es proclive a una condición religiosa. Es como si el mando de la televisión lo tuviese la televisión dictándonos lo que debemos ver, y no nosotros, y ni siquiera nos percatásemos de ello. Además, Google dispone de un aura etérea, no se sabe bien qué es ni quién está detrás – hay personas sí – pero las desconocemos completamente. Los periodistas, por ejemplo, o yo mismo cuando me meto en algún malentendido, tenemos que dar la cara en algunas ocasiones, pero en general Google no tiene necesidad de ello.

Además, los propios medios caen en su trampa y le echan una mano cada vez que pueden. Ahora, los descubro utilizando su logo para ilustrar temas genéricos sobre Internet, ilustrando el complejo mundo de documentos digitales interconectados mediante enlaces, englobándolos bajo un mismo concepto, una misma idea. El sinónimo de Internet en los medios de comunicación es Google.

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La publicidad en los feeds, el turno de Feedburner & Adsense

Un rumor recorre la Web estos días, la blogosfera todavía no se ha teñido de preocupación, puesto que la amenaza no se ha cumplido. Algunos consideran que la controversia está apunto de inundar los foros, se cruzarán enlaces, se rellenarán cajas de comentarios y se alzarán voces en contra y pro del próximo movimiento de Google. Personalmente, todavía estoy a la espera porque no me lo acabo de creer, pero todo parece indicar que Feedburner incluirá enlaces publicitarios vía Adsense le guste al editor del medio o no.

Los feeds son considerados por los románticos de la blogosfera como el último reducto donde no deberían aparecer mensajes publicitarios. Dentro de la controversia de hace unos años, estéril todo sea dicho, de si los blogs debían desarrollar modelos para su rentabilización, se consideró que la sindicación de contenidos era exclusiva de los suscriptores y, la limpieza de contenidos publicitarios. un premio hacia los lectores más fieles. Sí, los feeds eran el último lugar donde la información podía evitar la intoxicación informativa de las campañas de marketing. Huelga decir que los feeds se vieron inundados también por la publicidad al cabo del tiempo. Los post patrocinados, la polémica del mes, son el caso extremo de la contaminación publicitaria, pero también la colocación de publicidad contextual e incluso banners dentro de cada post.

Sin embargo, la aparición de publicidad era una elección soberana del editor del blog. Hace ya unos años se debatió mucho sobre el modelo de negocio de los agregadores de feeds por Web. Algunos de ellos cerraron al no poder capitalizar los esfuerzos técnicos que este esfuerzo merecía y muchos bloguers consideraron que no era procedente que los agregadores utilizasen publicidad contextual para monetizar las visitas de sus usuarios, al fin y al cabo, los contenidos eran suyos, así que se creían con derecho a decidir si colocar publicidad en ellos o no. Ahora Feedburner decide sacar provecho a los feeds que controla, una cifra que no puede dejar indiferente 1,570,012 feeds de 882,989 editores a fecha de hoy, situando publicidad en ellos. Por supuesto que Google deja la puerta abierta a todos aquellos que se quieran marchar, simplemente tienen que dejar de utilizar el servicio.

Don’t be evil pregona la compañía de Mountain View, pero reflexiona sobre el hecho de realizar un movimiento monopolístico, mueve una palanca para comenzar a sacar provecho de un servicio que no dispone de competencia que pueda hacerle sombra y que la inmensa mayoría de aquellos que lo prueban se quedan. No hace falta decir que Feedburner ofrece desde hace tiempo la posibilidad a los editores de situar los códigos javascript publicitarios dentro de los feeds que gestiona para que estos puedan obtener ingresos por su esfuerzo, pero además dispone de una ingente cantidad de servicios, además de posibilidades, muy interesantes para los bloguers:

  • Estadísticas de los feeds. Número de suscriptores, número de lecturas, evolución en el tiempo de éstas, que nos permiten ajustar los contenidos porque nos ofrecen datos de aquellos que tienen mayor impacto en nuestros lectores.
  • Estadísticas de los suscriptores por mail. Para aquellos tradicionalistas, o simplemente desconocedores de las ventajas de los feeds, ofrece un servicio de suscripción a los contenidos de un sitio por correo electrónico, enviando servicios de alertas.
  • Estadísticas para un sitio web. Al igual que Google Analytics o servicios similares, podemos conocer cuántos visitantes tienen nuestros sitios web al día y datos bien conocidos por todos.
  • Centralización. Podemos concentrar todos los feeds que genera automáticamente WordPress hacia un único feed, el que gestiona Feedburner, para evitar la dispersión de nuestros lectores.
  • Control sobre el estado del feed. Si se encuentra caído, tiene errores de codificación.
  • Servicio de Ping a los sitios encargados de seguir la actualización de las bitácoras como Technorati.
  • Servicio de optimización como que el feed sea lo más compatible posible para los distintos navegadores, que añada distintas opciones de interactividad para nuestros lectores o que facilite la suscripción a los distintos agregadores de feeds.
  • Además, permite que el feed no sea indexado por los bots de los buscadores evitando las duplicidades de contenido que posteriormente nos podrían penalizar o la opción de incluir una cláusula de licencia sobre uso de contenidos Creative Commons.

Así pues, el panorama futuro pasa porque todas las cuentas Feedburner sean trasladadas a Google Acounts, un movimiento con vista a aumentar el control de la información que se publica en la Red, para ir localizando a los editores de contenido -¿No les parecía suficiente Analytics?- y a sus lectores. Google tiene muchos tentáculos y la competencia que puede hacerle sombra sólo se dedica a pelearse por sus sobras.

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Google, el medio de comunicación del siglo XXI (1) – Formas de visitar una web

Una de las cosas que más nos gustan a los editores de páginas web, imagino que para eso nos pagan -aunque aquí eso está mal visto-, es comprobar cuántas visitas conseguimos generar a lo largo del día. Nos gusta conocer de dónde provienen nuestros lectores, por dónde se entretienen dentro de nuestras webs, cuánto tiempo permanecen, las rutas que siguen, etc. Esto, a un nivel profesional, se le denomina Web Analytics y, a pesar de que en nuestro caso sólo sirve para hinchar el orgullo, es un asunto muy serio que se tiene en cuenta dentro de la mayoría de las organizaciones que se dedican a la generación de contenidos para la Web. Fundamentalmente, las visitas hacia un sitio web se generan a través de cinco fuentes:

  • Introduciendo la dirección web de memoria en la barra de direcciones de un navegador web. Respecto a esto un apunte breve, últimamente se está detectando que los internautas utilizan cada vez los cuadros de texto de los buscadores como meras barras de direcciones, es decir, que introducen las URL en ellas para hacer dos veces clic o simplemente escriben la denominación del sitio web que quieren visitar. Es decir, la barra de direcciones de los navegadores parece estar cayendo en desuso.
  • Mediante un marcador (o bookmark) a través de las opciones para la gestión de estos que ofrecen los propios navegadores o, recientemente, sitios web que tienen este fin como del.icio.us.
  • Mediante un enlace. Sencillamente, un editor de un sitio web, sea el que sea, considera relevante lo que hemos señalado en cierto momento o, mejor, nos recomienda la visita por los contenidos que albergamos. Es decir, nos da un voto recomendándonos como fuente de información sobre cualquier temática y deriva la atención de sus lectores hacia nuestra web.
  • La sindicación de contenidos. La última en llegar y tal vez la más interesante puesto que aporta un valor añadido respecto a los marcadores para los editores web. Gracias a ellos, podemos llegar a saber qué audiencia tenemos y detectar qué contenidos son los más interesantes para nuestros lectores, así como poder seguir las tendencias de interés que despierta nuestro sitio web.
  • Un buscador. Obviamente, la búsqueda es una de las actividades preferidas de los internautas y, por lo tanto, una de las fuentes de tráfico más importantes de las que disponemos, aunque uno de los objetivos de todo webmaster es depender cada vez menos de los buscadores por razones de dependencia.

La más poderosa, en cuanto a tráfico e influencia, sin duda alguna la última; las que crean marca las cuatro primeras. Obviamente, todas se encuentran interrelacionadas y son dependientes. Las cuatro primeras buscan la fidelización del usuario, es decir, que nos busquen como generadores de contenidos y sitios web de referencia, mientras que la última, a pesar de que pueda parecer residual, es la que nos obliga a hacer algo más en la Red, a ir un paso más allá a la hora de crear los contenidos y preocuparnos por posicionarnos para que los buscadores sean los que nos coloquen más arriba, que nos promocionen y nos hagan publicidad. En definitiva que nos envíen el tráfico, porque no todo es hacer marca en la Web.

Los medios de comunicación descubrieron tarde que la cabecera, su marca, no es vital en la Red, que sus modelos de suscripción, sus modelos cerrados fracasaban estrepitosamente dentro de ella. Teniendo presente que la distancia de la competencia más inmediata se encuentra a tan sólo un clic, en Internet, se da la competencia pura y perfecta y los medios deben doblegarse precisamente ante alguien que no era productor de contenidos sino conductor de audiencias: Google.

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Una Biblioteca en Google

Se ha tratado de uno de los reportajes que han sido más enviados y reenviados por los internautas en imágenes sueltas o en PowerPoints. Y es que el reportaje fotográfico publicado por El Mundo de las oficinas de Google en Zurich (Suiza) ha venido a demostrar que otra forma de trabajar es posible.

Como no podía ser de otra manera, Google además de toboganes, gimnasios y billares para sus trabajadores, también les ofrece el servicio de biblioteca. Desde luego que la imagen de la biblioteca dista mucho de la idea que tenemos en España de unidades de información en centros de investigación, pero es mucho más relajante y cercano.

Una biblioteca de una sede de Google

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La Blogosfera ante la crisis económica (y 4) – Conclusión

El panorama que se abre ante los editores web durante este año no es nada alentador. Tal y como hemos venido describiendo en esta serie de textos, disponemos de una serie de frentes abiertos que van a suponer distintas dificultades para la superación del bache económico que ya tenemos con nosotros. Por un lado, nos hallamos inmersos dentro de una crisis económica que no se sabe a ciencia cierta hacia dónde puede desembocar y que, afirme lo que se afirme, va tener su impacto dentro de la Web. Por otro, los nuevos modelos publicitarios desarrollados al calor de los blogs, ya que la publicidad contextual tipo Adsense se antoja insuficiente para la mayoría de los editores, basados en la compraventa de enlaces y revisiones y promociones, se fundamentan sobre el valor que otorga un único buscador a las distintas páginas webs que lo conforman, el Pagerank; es obvio que Google no va a permitir que el dinero corrompa este valor construido de forma democrática por webs comerciales o no.

Ante esto, lo primero que debemos tener presente es que Google es una empresa sujeta a su balance de situación (Ingresos frente a gastos) y mucho más desde que dejó su estatus de start-up desarrollando un modelo de negocio basado fundamentalmente en la publicidad contextual. Sus accionistas, inversores, socios y propietarios vigilan detalladamente la evolución de las distintas áreas operativas de la organización y ante la situación de incertidumbre que se está abriendo, es posible que la empresa de Mountain View podría no ser un valor seguro a pesar de su carácter de líder imbatible dentro de la Red. De hecho, las bajadas de los ingresos en Adsense para los editores – algunos lo cifran alrededor del 60% – también están repercutiendo en los resultados económicos de Google que a su vez influye en la situación de sus acciones en los mercados de valores, para más inri, el tráfico de Internet que gestionó la compañía disminuyó durante el mes de enero lo que definitivamente está comenzando a poner nerviosos a sus inversores ante la incertidumbre económica.

Es bastante obvio que la negra situación de los próximos meses va a tener cierto impacto en el desarrollo económico del buscador, sin embargo deberíamos considerarlo más bien como un bache más que como una crisis. Google es hoy por hoy un gigante que sigue trabajando y ampliando sus áreas de negocio, por lo que no se trata pues de un gigante con los pies de barro. De esta manera, el siguiente paso de Google hacia el control total de la publicidad en Internet ha sido la presentación de Google AdManager, que no ha sido bien recibida por los editores, ya que supone un paso más hacia el control de la información sobre los ingresos que se realizan en los distintos sitios web, además de que existen aplicaciones gratuitas alternativas, y bastante afianzadas, a la propuesta de AdManager.

Pero, en cualquier caso, las turbulencias económicas, las dificultades dentro del gigante van a trasladarse necesariamente a sus afiliados y que trabajan con él, no puede ser de otra manera. Aquellos bloguers que trabajen para la obtención de réditos económicos deberían comenzar a plantearse de que al menos durante este año, la situación no va a ser todo lo favorable que debería y que pasaremos por un período de vacas flacas. Sólo hay que resguardarse y esperar que el temporal pase pronto.

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