En este blog, no vamos a negarlo, no somos expertos en Bibliometría (parte de la cienciometría que aplica métodos matemáticos y estadísticos a toda la literatura de carácter científico y a los autores que la producen, con el objetivo de estudiar y analizar la actividad científica), para eso ya está la troupe de Álvaro Roldán, sin embargo queremos señalaros, como curiosidad nada más, las leyes bibliométricas que reflejan, de nuevo, la existencia de leyes de potencia dentro de esta área de conocimiento. Las leyes de las que vamos a hablar son las leyes de Bradford y la de Lotka, bien conocidas por los bibliómetras pero que pueden pasar desapercibidas para el resto de los bibliotecarios e incluso para los documentalistas.
La ley de Lotka o de la productividad de los autores (1926) afirma que en una determinada especialidad unos pocos autores publican un gran número de artículos mientras que el gran número de autores restantes publica muy poco. Lotka comprobó que el 50% de los trabajos de un área sean publicados por cerca del 10% de los autores totales, un 25% por un 15% de autores y el restante 25% de textos por un 75% de autores.
Mientras que la Ley de Bradford o de dispersión de la literatura científica (1934) exponía que un pequeño número de revista sobre una determinada disciplina reunía la mayor parte de los artículos. De esta manera, una pequeña parte de las publicaciones aunarían la mayor parte del prestigio, concentrando una gran parte de los trabajos más interesantes, mientras que el resto de textos se encontrarían dispersos en publicaciones de diversa índole.
Finalmente, como apunte y cerrar este texto, señalaros la tercera ley sobre la que se fundamenta la bibliometría es la Ley de Price o del crecimiento exponencial. Según esta ley, el número de publicaciones científicas que hay en el mundo crece de manera exponencial. Dicho crecimiento es tal, que cada 10-15 años la información existente se duplica con un crecimiento exponencial, aunque esto depende en gran medida del área de conocimiento de la que se trate. Sin embargo, no sólo la literatura científica crece de forma exponencial, sino también lo hace el número de investigadores, por lo que la primera conclusión que obtuvo Price del crecimiento exponencial fue la contemporaneidad de la ciencia. Esto es un porcentaje que nos dice cómo se encuentra la ciencia actual respecto del conjunto de las demás épocas.