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La Larga Cola (Long Tail) está llena de basura

La Larga Cola (The Long Tail) es un concepto acuñado por Chris Anderson, editor de la revista Wired, basado en las conocidas distribuciones estadísticas como, por ejemplo, la de Pareto o la ley de Zipf. En el artículo The Long Tail, publicado en Wired octubre de 2004, Anderson afirmaba, tras el análisis de datos y tendencias en los comercios digitales, que Internet y el entorno digital han cambiado las leyes de distribución y las reglas del mercado. La reducción en el coste de almacenamiento y distribución que permiten las nuevas tecnologías, hace que no sea ya necesario focalizar el negocio en unos pocos productos de éxito, en los superventas. Por lo tanto, proseguía, ahora existen dos mercados: uno centrado en el alto rendimiento de pocos productos y otro, nuevo y todavía no familiar, basado en la suma o acumulación de todas las pequeñas ventas de muchos productos, que puede igualar o superar al primero. Son el antiguo mercado de masas y el nuevo nicho de mercados, representados por la cabeza y la cola de la conocida gráfica de distribución estadística.

[…] Hace una década, la gente se quejaba de que había demasiada basura en Internet y, en efecto, una navegación al azar rápidamente lo confirmaba. Luego llegaron los motores de búsqueda para permitir que algunas señales sobresalieran del ruido, y por fin llegó Google, que utilizaba la inteligencia colectiva y ha convertido una masa incoherente en lo más parecido a un oráculo.

Esto no es exclusivo de la web, ocurre en todas partes. La ley de Sturgeon (llamada así por el autor de ciencia ficción Theodor Sturgeon) establece que "el 90 por ciento de cualquier cosa es basura". Pensemos en el arte, no desde la perspectiva de una galería sino de un mercadillo. El 90 por ciento (por lo menos) es basura. Y lo mismo se puede decir de la música, de los libros y de todo lo demás. El motivo por el cual no lo vemos así es porque la mayoría de esos bienes son filtrados por el cedazo de la distribución comercial minorista.

En las estanterías de una tienda o en cualquier otro medio limitado de distribución, la proporción entre lo bueno y lo malo importa porque una cosa descarta a la otra. El espacio de un artículo elimina el espacio para el otro. La visibilidad de uno oculta al otro. Si en los estantes de una juguetería hay diez juguetes malos por cada juguete de calidad, eso afectará a la imagen de la tienda y nadie querrá seguir curioseando en ella. Del mismo modo,  no tiene sentido saltar de un cajón a otro de CD, si no hemos oído hablar de ninguno de ellos.

Pero cuando tenemos un espacio de exposición ilimitado, la situación es diferente. Es un juego de suma no-cero. En la web hay miles de millones de páginas malas, pero no representan el mismo problemas que ocasionarían miles de millones de CD malos en las estanterías de Tower Records. El inventario es "no competitivo" en la web, y el porcentaje de artículos buenos y malos es simplemente un problema de señal-ruido, que se puede resolver con herramientas de información. En realidad, esto no es un problema, sólo se necesitan mejores filtros. En otras palabras, el ruido todavía está allí, pero Google nos permite ignorarlo. ¡Los filtros molan!

Esto explica por qué son diferentes las largas colas. Las largas colas no son previamente filtradas por los requerimientos de la distribución ni por ninguna de las personas involucradas (las editoriales, los ejecutivos de los estudios cinematográficos, los cazatalentos y los gerentes de compra de Wal-Mart). En consecuencia, sus componentes varían ampliamente en calidad, como todo en este mundo. […]

ANDERSON, Chris. La economía Long Tail: De los mercados de masas al triunfo de lo minoritario. Barcelona: Urano, 2007. pp. 154 – 155

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