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El empleo en Biblioteconomía y Documentación: Mucho y malo

Buscando trabajoRecuerdo que, hace unos años, la Universitat de València me llamó para realizarme una encuesta sobre el nivel de satisfacción que como alumno tenía tras mi finalización de los estudios de la Diplomatura en Biblioteconomía. Se trataba de una encuesta telefónica, así que armándome de paciencia, no me gusta rellenar encuestas, decidí contestar con toda la amabilidad que me fuese posible. De las preguntas que me realizaron, me acuerdo fundamentalmente de dos (La formulación es completamente inexacta aunque es su esencia): Cuál era mi grado de satisfacción respecto a lo estudiado y mi desempeño profesional, y si la Universitat me había ayudado para obtener mi primer empleo como titulado.

Teniendo en cuenta que cuando empecé mi andadura como documentalista los servicios que ofrecía la Universitat de València a través del ADEIT eran bastante escasos, mi respuesta fue que la Universitat no me había ayudado en nada a la hora de obtener mi trabajo. Y, respecto a la primera, teniendo presente que por entonces trabajaba en un periódico y los contenidos que se impartían en la Diplomatura de Biblioteconomía respecto a los medios de comunicación social eran ninguno, no me quedó otra que señalar que tampoco en nada.

La obtención de empleo es una de las máximas aspiraciones de todo universitario. De hecho, dentro de una carrera te encaminas hacia la especialización, aunque ya lo haces a la hora de escogerla, por tus preferencias pero también por la esperanza, así que la obtención de trabajo dentro de nuestro campo siempre nos ha resultado de interés y desgraciadamente un terreno abonado para la denuncia. Así, ya evidenciamos el hecho de que cuando llega la Navidad muchos becarios se ven abocados al paro ante el cese de sus contratos, mientras que los becarios también sufren retrasos en los pagos de sus nóminas por parte de las administraciones, además de que los contratados no aspiran a ganar más de mil euros pasando a engrosar las listas de los denominados mileuristas.

Pero estas percepciones se confirman cuando algún investigador se decida a realizar estudios sobre los estudiantes y los profesionales de la información. Recientemente, en el artículo, Desarrollo profesional y opinión sobre la formación recibida de los titulados universitarios en información y documentación de las universidades públicas de Madrid (2000-2005) se nos aportan elementos de valor sobre la situación del mercado laboral dentro del sector de la Biblioteconomía y Documentación a partir de una serie de encuestas (118) realizadas mediante correo electrónico a diplomados y licenciados en información y documentación de las universidades públicas de Madrid de las promociones egresadas
2000 y 2005.

El estudio es mucho más profundo que lo aquí se refleja y dispone de muchos más indicadores, sin embargo, escogemos estos porque nos parecen de interés siguiendo el criterio de publicación que hemos llevado desde un principio. En cualquier caso, los resultados de los estudiantes madrileños encuestados son descorazonadores:

  • Trabajan en el sector de la Biblioteconomía y Documentación. Es muy alto el porcentaje de personas que trabajan en este campo, el 79,5% (93) frente a un 20,3% (24) que no lo hacen.
  • Tiempo transcurrido hasta encontrar el primer empleo en biblioteconomía y documentación. Un 58,6% (68) lo encontró antes de terminar la titulación, un 12,9% (15) en menos de seis meses y un 9,5% (11) entre 6 meses y un año.
  • Nivel de responsabilidad. Los datos obtenidos señalan que un preocupante 44,4% (146) de los empleos obtenidos por los titulados que trabajan en información y documentación son de un nivel de auxiliar, inferior al que debe ocupar un titulado universitario. Como técnico encontramos un 35,6% (117), nivel que se asemejaría con una diplomatura, mientras que tan sólo hay un 13,7% (45) de nivel de técnico superior y un 6,4% (empleos) de nivel experto que se corresponderían con la licenciatura.
  • Tipo de relación contractual. La mala calidad del empleo obtenido, ya señalado por otras investigaciones6, queda patente: el 41,9% (139) eran becas y sólo un 11,7% (39) se materializó en contratos indefinidos.
  • Remuneración mensual (salario neto). Tendríamos un porcentaje del 73,1% de casos con una remuneración menor a los 900 €.

Publicado en Profesión

6 comentarios

  1. Pues si compañero. Aún así, ese estudio es parte de una realidad que sólo afecta a Madrid. En Andalucía la cosa es mucho más dura. Yo, personalmente, he encontrado trabajo a los 9 meses, pero conozco, al menos, dos casos que superan los dos años sin trabajo.
    De todas formas, desconozco si en el trabajo se reflejan una serie de temas fundamentales para mi:

    – Intrusismo Laboral (En ciertos trabajos que circulan por Iwetel, el requisito formativo indica que con ser Licenciado en Humanidades es más que suficiente)

    – Dentro de nuestro círculo, muchas personas entienden que, para ser Auxiliar de Biblioteca, hay que estudiar ByD, cuando sabemos que esa escala en el empleo público exige sólo Bachillerato. No estoy diciendo que nosotros no podamos y debamos cubrir estos puestos, lo que digo es que a la hora de enfrentarnos a unas oposiciones, competimos con muchisima más gente que en escalas superiores.

    – En cuanto a lo del sueldo, es lo normal. En aquellas industrias y servicios que dominan la economía en España es donde se encuentran los salarios más altos, lo que no quiere decir que todos los sueldos sean altos. Me explico: Construcción ( 1 motor economía): tenemos a Ingenieros, Arquitectos, Economistas, Administradores de Empresas, Notarios, etc..Todos ellos, por norma general, ganan más de 900€ netos.

    – Con respecto a las Becas, creo que son esenciales, pero hemos de empezar a considerarlas como experiencia profesional. ¿Por qué no? Un compañero acaba de finalizar una estancia de 2 años en una de las Islas Afortunadas con una beca en la Biblioteca de un Premio Nobel. Ha hecho de todo: funciones de auxiliar, de bibliotecario, etc…Ahora que vuelve a la Península, ¿quién le dice a él que su experiencia con la Beca no puede considerarse como experiencia laboral? No sería ni justo ni moralmente admisible. Las Becas a partir de 6 meses deberían ser consideradas como Experiencia. Es mi opinión.

    – Por último, creo que la distancia entre la Universidad y el mundo empresarial es extremadamente grande y, si no fuera por las asociaciones profesionales, los estudios propios de ByD caerían en saco roto.

    Un Saludo

  2. En la actualidad, además de los contratos por debajo del nivel, de los puestos cubiertos con becas (conviene recordar que lo de los becarios mileurista es, en muchos casos, algo inalcanzable. En muchas becas de esta profesión no se supera la barrera de los 600€, aunque parezca mentira), conviene recordar que buena parte de los profesionales dedicados al sector desarrollan su trabajo como autónomos dependientes, trabajando en los archivos y bibliotecas de la administración. ¿Es este un trabajo precario? En muchos casos los sueldos / facturas no se corresponden con lo que cobraría un trabajador asalariado, además de no tener derechos (ahora se vislumbran con el nuevo estatuto). ¿Vosotros que opináis?

    http://autonomospublica.blogspot.com/

  3. Tristemente es la realidad. Sobre el comentario de Juan José, la beca está regulada, aunque se pasan por alto muchas cosas. En una empresa o institución el becario tiene el derecho a que se reconozca su tiempo de formación, como experiencia y antigüedad dentro de la organización, a la hora de vacaciones y aumentos salariales, entre otras cosas. Muy diferente es que se aplique.
    Las cosas tendrán que cambiar porque ya se sabe que el ladrillo y el petroleo no dan buenos resultados. Quizá las nuevas tecnologías de la información y la cultura sea una buena salida, como bien hizo Irlanda, y aquí los documentalistas tendremos algo que decir y mucho que aportar.

  4. Lo cierto es que desde aquí no nos cansamos de denunciar las situaciones de precariedad que sufren nuestros compañeros y amigos.

    Y, por lo visto, no se trata de situaciones puntuales sino mucho más extensas y difundidas de lo que sería deseable.

  5. La verdad es que es muy triste. Precisamente anoche lo comentaba con una compañera de departamento (periodista) a la que le decía la suerte que había tenido por trabajar en lo que me gusta (documentación fotográfica) y encima tener un sueldo decente. Le dije que los sueldos de bibliotecarios y documentalistas eran muy bajos en la empresa privada y por ello muchos, a pesar de no tener vocación, optaban por opositar a la administración pública que perciben como empleo seguro y sueldo justo, aparte de reconocimiento laboral. También le comenté que según estudios realizados la media de sueldo de un documentalista es de 15.000 brutos y los responsables de departamento raramente superaban los 18.000 euros brutos. Ella me dijo atónita ¿y cómo viven? no supe responderle.

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