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Las nuevas funciones del documentalista de prensa (1)

La figura del Documentalista, tanto dentro como fuera del ámbito del Periodismo o las Ciencias de la Información, se encuentra en constante evolución y redefinición. La evolución de los roles que debe adoptar el profesional de la información anda paralela con los nuevos métodos para gestionar y tratar la información que se formulan ante los nuevos avances de la tecnología.

Hay que tener presente que en muchas ocasiones el Centro Documental de un medio de información es tratado como un elemento menor dentro de la cadena de producción de un periódico, por lo que la evolución de los métodos que debe desarrollar un documentalista dentro de éste se ven influenciados de una forma categórica con los recursos económicos, humanos y materiales que se destinan a él. La evolución de la Documentación Periodística a lo largo de la historia de la prensa marca distintos roles que desarrolla el documentalista dentro de estos centros. Sin embargo, el marco temporal en el que nos encontremos no es razón suficiente para encontrarnos en una situación u otra si realizamos la evaluación de un centro de documentación de un medio. Sin embargo, dentro de cada una de las etapas se perfilan una serie de actuaciones que desarrolla el profesional de la información que vamos a estudiar aquí con un poco más de detenimiento, aunque nos centraremos en la época actual que es la que nos ocupa.

La evolución de la profesión y de las funciones del documentalista se produce paralela según la tecnología y la implantación de éstas avanza dentro de las organizaciones. Por un lado, tenemos una primera situación en el que el documentalista es tratado como un simple Gatekeeper que permite o prohíbe el acceso a los documentos, un simple administrativo que conoce la situación de los recursos informativos en papel y que se dedica a recolectarlos y a archivarlos en carpetas. Posteriormente, la función del documentalista se hace más técnica con la aparición del microfilm y las primeras bases de datos, esta situación se prolongará con la aparición del CD-ROM y con la aparición de las primeras bases de datos a texto completo.

Para entender la duración de estas funciones dentro del perfil del documentalista hay que considerar que en estos momentos las limitaciones técnicas todavía son evidentes. Hay que ser conocedor de un lenguaje de consulta y generar unas ecuaciones de búsqueda para obtener resultados pertinentes y equilibrados. En este momento, los usuarios de los centros de información no disponen ni de la capacitación ni del tiempo posible para satisfacer plenamente sus consultas por sí mismos. Por otro lado, la disponibilidad de terminales de consulta es limitada ante el coste económico de éstos.

Sin embargo, la difusión de Internet y su popularización a principios de los años 90 convierte al documentalista más en un espectador que intermediario entre el usuario y la información. La posibilidad de utilizar un software único, el navegador, para la consulta tanto de bases de datos propias como externas facilitan que usuarios no expertos puedan consultar bases de datos de una forma sencilla e intuitiva. Esto es debido a que la implementación de nuevos recursos informativos y de nuevas tecnologías se ven ampliamente facilitadas ante la interconectividad y la estandarización de lenguajes de programación por lo que no debe aprender el funcionamiento de cada programa cada vez. Nuevos conceptos y doctrinas como la Usabilidad comienzan a surgir y la formalización de interfaces de consulta facilita la migración de un sistema a otro. Es, en este momento, cuando el usuario ya conoce cómo consultar diversas bases de datos, cuando la necesidad de una redefinición del papel del documentalista en la prensa se hace más acuciante. La pregunta que muchos se formulan es ¿qué rol le resta al documentalista si ya no es intermediario entre el usuario y la información almacenada?

Por supuesto que esta pregunta no es exclusiva dentro del ámbito periodístico, debido a que los Documentalistas Científicos y de otras disciplinas también deben reconsiderar sus funciones ante la avalancha informativa ante la que se ven abocados tanto ellos como sus propios usuarios.

Publicado en Profesión

8 comentarios

  1. Rol de documentalista como «Information management» (y así de paso te contento con la terminología anglosajona XD)

    Desde mediados de los años noventa el rol del documentalista ha ido variando en extremo, ya no se desempeñan funciones archivísticas propiamente dicha, si no que su papel, se centra más en una recuperación de la información de manera eficaz y pertinente.

    El gran desarrollo tecnológico en el que aún nos encontramos inmersos va definiendo poco a poco este nuevo papel que ejercemos en una sociedad sobrealimentada informativamente hablando.

  2. Jejejeje, lo de la denominación del nuevo documentalista me da «más o menos» igual. Sin embargo, debemos de tener presente que debemos focalizar hacia dónde queremos ir.

    Debemos de tener en cuenta que las funciones de los documentalistas no las marcan ellos, si no el Mercado. El Mercado proporciona los desarrollos tecnológicos y distribuye nuevas funciones a desempeñar. Quién las desarrolle dependerá del hueco que se hagan unos u otros dentro del Mercado Laboral.

  3. […] Aunque el campo es muy amplio y podemos desempeñar un papel fundamental en el mercado privado, para el mundo empresarial somos unos grandes desconocidos. Apenas podemos nombrar contadas excepciones de trabajos en el sector privado, como es el caso de los documentalistas en medios de comunicación o el trabajo cada vez más frecuente en empresas documentales, especialmente realizando trabajos de catalogación. Pero la realidad es que aún no hemos encontrado nuestro sitio. […]

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