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Categoría: Enredando

WordPress cuánto nos has cambiado

No acostumbramos a loar las excelencias del CMS (Content Management System) que solemos usar para el mantenimiento de este blog, pero acercándonos a los preparativos del lanzamiento de su próxima versión –la 2.7 ya– considero que va siendo hora de recapitular de nuevo sobre el mismo. Porque no vamos a negar que estamos encantados con WordPress, y le hemos dedicado algunos textos –Nueva actualización de WordPress. ¡Malditos geeks! o Algunos buenos plugins de WordPress -, pero el hecho es que según se avanza en su desarrollo mejora su experiencia a nivel usuario, a pesar de las distintas pegas que puedan atribuirle.

Sí, puede que el sistema sea un mastodonte a la hora de acaparar recursos de los servidores en los que se instala, sí puede que sus usuarios (y entre ellos algunos reconocidos bloguers) echen pestes cuando tienen que actualizarlos, sí puede que la interfaz a la hora de gestionarlo no sea la mejor diseñable; pero si se trata de lo que les prometieron, escribir y darle al botón de «Publicar», no se puede negar que WordPress alcanza con creces sus objetivos. Porque este sistema para la gestión de blogs nació en el momento justo y supo adoptar una filosofía muy propia de la Web para la Web 2.0. De esta manera, su principal cabeza visible, Matt Mullenweg, decidió desarrollar de forma paralela un sistema de gestión de contenidos ya establecido, b2evolution, hacia lo que sería WordPress justo cuando la blogosfera comenzaba a arrancar de forma masiva. Nos encontrábamos en tiempos en los que Google adquiría Blogger y el CMS más popular, Movable Type, se pegaba un tiro en el pie al pasar ser de pago si queríamos que el blog fuese para distintos autores.

Frente a esto la comunidad WordPress apuntó hacia el usuario pro, aquel que iba a instalarse un blog en un servidor, ofreciéndole sencillez en la instalación y posibilidades de desarrollar el CMS con nuevas funcionalidades en forma de plugins. Su aceptación fue tan grande que el éxito de WordPress invitó a sus desarrolladores a lanzarse al ámbito empresarial, naciendo de esta forma Auttomatic, así como el desarrollo de su propia plataforma de mantenimiento de blogs conocida como WordPress.com.

La sencillez y la seguridad en la gestión fueron el caballo de batalla que WordPress indujo en el desarrollo de plugins que facilitase la tarea a los administradores. Así, por ejemplo, se desarrollaron el plugin para la lucha contra el spam, Akismet, la posibilidad de realizar copias de bases de datos con unos pocos clics, WP-DB-Backup, o el reciente plugin para la actualización de todo el sistema que va a integrarse dentro de WordPress, WordPress Automatic Upgrade.

Atrás quedaban las horas de revisión de los comentarios y de su borrado, la preocupación de que los spammers contaminasen con sus enlaces y sus mensajes textos a los que habíamos dedicados algunas horas, las tribulaciones respecto a las copias de seguridad que mantendrían a buen recaudo nuestro esfuerzo o las horas de lucha ante una actualización fallida, o incluso errónea, de algunos ficheros borrados por error. El automatismo en su gestión y en su actualización, hacia donde camina WordPress en su nueva versión, ya se trate en los plugins (ya implementado) o en todo el sistema puede ser peligroso por inseguro a aquellos confiados que no realizan copias de seguridad de sus blogs, pero facilita tremendamente la tarea que fundamentalmente preocupa a los bloguers: Escribir y transmitir el mensaje. Atrás quedará el uso del FTP, de la selección de los ficheros a borrar, de la lentitud del proceso… Se trata, sin lugar a dudas, de un gran paso.

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Como fuente en «Documentación Empresarial» de la Universidad de Murcia

Comienzo a convencerme que los balances anuales de las actividades, ya sea en la empresa, como profesionales o dentro de las instituciones; no deberían realizarse a finales de año, sino cuando se supera el mes vacacional por excelencia: Agosto. Es durante este periodo de tiempo cuando una gran cantidad de nosotros desconectamos en mayor o menor grado -los que podemos disfrutar de ello, claro- tomándonos un descanso o relajándonos, huyendo de los ordenadores y sus escritorios, de Internet y sus velocidades de vértigo. Es a la vuelta cuando nos detenemos para mirar con la distancia que se merece el camino recorrido y el que queda por recorrer, hacer balance de lo obtenido, disponernos a aprender de los errores y fijarnos nuevas metas.

Por nuestra parte, retomamos la actividad tras el periodo estival, afirmando que no somos dignos, tras descubrir que aparecemos dentro de la Bibliografía Básica en una asignatura impartida por la Universidad de Murcia bajo el título de Documentación Empresarial. Aunque agradecemos que el profesor/a nos haya tenido en cuenta a la hora de recomendar los contenidos para sus asignatura, comenzamos a sentir la Espada de Damocles de la responsabilidad bajo nuestras cabezas. Esperemos que durante este curso no decepcionemos y eso que no siempre gustamos ni interesamos o seamos contemplados con cierta reticencia.

En cualquier caso, como siempre, a todos, gracias por seguir ahí.

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El blog y su discontinuidad

A aquellos que hemos estudiado la lengua inglesa, los profesores nos suelen advertir de la existencia de determinadas palabras que pueden ser consideradas false friends (falsos amigos) o cognates (cognados) y son términos que por escribirse de la misma forma (o parecida) en español son confundidas, pero que en realidad en inglés significan otra cosa, y que nos pueden llevar a disgusto cuando realizamos un examen.

To discontinue es una de ellas y últimamente me la encuentro sobre todo cuando los blogs hacen referencia a servicios o programas que las empresas desarrolladoras abandonan. Según la Real Academia de la Lengua Española, discontinuo significa “interrumpido, intermitente o no continuo”, dejando la puerta abierta al restablecimiento de aquello que ha perdido su continuidad. Sin embargo, To discontinue significa "Interrumpir o suspender" de forma literal lo que no priva a los bloguers a trasladar el término a sus textos sin tener en cuenta el cognado.

Así, por ejemplo, una persona que haya leído las últimas noticias sobre Microsoft le habrá parecido que últimamente se encuentra en un estado completamente discontinuo, ya que además de abandonar su servicio de digitalización y consulta de libros, Live Search Books, también interrumpe el servicio de distribución de música digital, MSN Music, dejando a más de uno con cara de pardillo porque las canciones que compró a Redmond, tienen fecha de caducidad.

Hecha esta aclaración, anunciaros que los blogs también disponen de períodos de discontinuidad, en ocasiones por la propia incomparecencia de sus autores o simplemente por la dejadez de los alojamientos donde se hallan. Qué decir cuando un bloguer trata de publicar un texto intentando acceder a su bitácora pero ésta se encuentra caída aumentando su frustración. Dependiendo del hosting, esto puede ser usual o muy extraño, pero a todos se nos pasa por la cabeza la desazón sobre cuál habrá sido la suerte de la bitácora o, peor y posible, de la empresa que lo aloja (Que de todo hay).

En la mayoría de las ocasiones, no se suele pasar a mayores y el servicio se reestablece tras unas horas, sin embargo no hay mayor frustración para un bloguer que un post interruptus, cuando lo tienes todo listo para publicar pero por una razón u otra, no puedes hacerlo o pierdes todo tu texto. En nuestro caso, a veces, aunque cada vez menos, nuestro blog ha llegado a estar inaccesible durante horas, o incluso durante fines de semana completos, lo cual nos molesta soberanamente puesto que pagamos por que se nos ofrezca un servicio, aunque las comodidades sean muchas y las incomodidades discontinuas.

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La obsolescencia de los medios impresos cuando hablan de la Web

Qué injusta la tiranía de la Web que a nadie espera, cuando te quieres dar cuenta eres un producto en extinción, tú que fuiste en su momento adalid de la innovación, admirado y conocido por todos, eres rápidamente sustituido, sin remilgos, condenado por el paso del tiempo o en este caso de los bits. Es bien conocido aquello de que publica o muere, la espada de Damocles de todo científico y, porqué no, bloguer. Pero, esa rápida obsolescencia, trae consigo algunos efectos colaterales, indeseados en la mayoría de los casos. Aquellos que te consideran referente, dan un traspiés, condenados por el ritmo de publicación del papel, un ejemplo lo sufrimos en la Biblioblogosfera y otro lo descubrí este mes.

El presente número de la revista PC Actual nos ofrecía un enésimo especial sobre la Web 2.0, ese conjunto cada vez más difuso de aplicaciones y plataformas con varios fines, aunque siempre de bordes redondeados. Este mes nos invitaba a visitar distintas webs innovadoras, a descubrir con los ojos maravillados proyectos que se fundamentaban en la Web Social, otorgándole nuevas perspectivas y potencialidades.

Sin embargo, esta vez lo rompedor se convirtió en obsoleto justo cuando la publicación entraba en máquinas, ya que la página dedicada al proyecto de Fernando Plaza, Compareblogs, ofrece actualmente el resultado de un proyecto que ha pasado a mejor vida, y cuidado que se asemeja a un link-farm, esperando quizá una segunda oportunidad.

Sí, las publicaciones impresas parecen buenos vehículos para el asentamiento de conocimientos y hechos demostrados, como las monografías lo fueron respecto a las revistas en su momento. La cuestión es si actualmente las revistas deberían correr esa misma suerte frente a elementos mucho más dinámicos presentes en la Red hoy en día.

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Cuatro años en la carretera

La primera meta de alguien que no puede vivir sin escribir no es lo que escribe;
su verdadera necesidad es escribir.
Joaquín Estefanía

Mi idolatrado Bob Dylan inauguró su denominada Never Ending Tour (La gira sin fin) con la idea de que no estuviese fijada su fecha de finalización. Si el comportamiento tradicional de los músicos es realizar una gira por cada nuevo disco que editan, Dylan parece que se obcecó en no querer detenerse nunca. Por supuesto que esto es un decir, ya que entre concierto y concierto busca espacios en su agenda para grabar, publicar discos, promocionarlos e incluso ir redactando su autobiografía bajo el título de Crónicas. Huelga decir que no entra en mi cabeza, ni dispongo de la osadía de comparar mi genio creativo con el cantante de Duluth, pero la tarea de bloguer es comparable a la concepción de Dylan respecto a su vida, puesto que el blogging es un nunca acabar que bien podría asemejarse al nunca darse por vencido.

Hoy se cumplen cuatro años de la primera entrada de aquel blog de "El Documentalista Enredado" y muchas cosas quedan atrás. Podría tratar de hacer balance de cada uno de estos cuatro años, pero qué puedo decir que no os haya susurrado ya. Desde luego que si el primer objetivo del blog de aquel portal fue ser transparentes ante nuestros visitantes y seguidores, creo que es una herencia que hemos tratado de enarbolar hasta sus últimas consecuencias tras su despedida.

Así que informar, a aquellos que no lo habéis probado ya, que lo de ser bloguer es completamente agotador. Y no sólo por la tarea de buscar contenidos o ideas para mantenernos actualizados, sino a la hora de plasmarlos (sentarse y redactarlos, sí), pelearnos con el servidor, la base de datos, las nuevas actualizaciones de WordPress  y, sobre todo, con los plugins que dejan de funcionar.

Tras tanto tiempo podría recopilar tantas anécdotas que esto parecería un parte de guerra más que una celebración y es que, según avanzo en la redacción de este texto, me percato de que podría enlazar a numerosas entradas que quedaron atrás, más o menos sepultadas, por las posteriores, mucho más frescas pero no necesariamente importantes. Pero al final sólo me atrevería a hacer referencia a una. Aquella que escribí en el tercer aniversario de esta bitácora, que resume mi sentir general y que utilicé en mi presentación en la mesa de blogs del Fesabid: Estamos aquí porque os lo debemos.

Así que señalaros cuatro años no son nada y confío que nos queden unos cuantos más si es en vuestra compañía. Aprendiendo, polemizando y siempre divirtiéndonos.

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¿Tu blog? Pues la verdad es que no me interesa mucho

La Blogosfera hispana anda encendida sobre una polémica nacida desde la revista Time que, además de escoger los 25 mejores blogs anglosajones, ha señalado los 5 blogs más sobrevalorados. Como a los bloguers les encanta meterse en camisas de once varas, El Catalejo, un blog mantenido desde el diario El Mundo, ha propuesto sus 5 blogs hispanos más sobrevalorados y no ha sido necesario mucho más para que se arme el belén.

Ya hemos visto mucho de la historia blogosférica para entrar a valorar opiniones que se quedan en sólo eso, opiniones; así que dejemos que los debates se prolonguen hasta que se extingan por sí mismos porque a fin de cuentas sólo parecen interesarles a los bloguers. Me pregunto qué pensarán los meros lectores, ya se sabe, el 90% de la población que se pasea por la Web 2.0 pero siempre se queda agazapada, sin participar. Aunque me imagino que levantarán una ceja y, entre aburridos y escépticos, evitarán el tema.

Así que me quedo con la valoración que me hizo una de las becarias que se pasearon durante este curso académico por Aidico. Cuando ya finalizaba su periodo de prácticas, creo recordar que fue el último día, le comenté que yo tenía un blog, que si lo conocía – No habíamos hablado del tema hasta entonces, para que luego me tachen de monotemático -, a lo que ella me dijo que por supuesto, que en una de las clases de la carrera un profesor se lo había recomendado a los alumnos por si podían extraer algo de él. A continuación, en un arranque de sinceridad, me confesó que en realidad los contenidos de este blog no le interesaban mucho, que poco había podido sacar de él, que le parecía mucho más interesante el de Enrique Dans.

En fin, que, a final de cuentas, no somos nadie y lo importante no es si escribimos cosas útiles o interesantes para todos los internautas, sino simplemente si disfrutamos con lo que hacemos. En eso, estoy servido.

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Pero, ¿por qué cambiar la plantilla de un blog? (1) – Aspectos externos

Hace ya casi cuatro años que esta bitácora permanece activa y cuatro han sido las plantillas que hemos usado durante su mantenimiento. Concretamente, se ha tratado de versiones más o menos modificadas de los themes Gutenberg, Shaded Grey y, el actual, Blog Oh Blog; mientras que también hemos utilizado una plantilla concebida por nosotros mismos que llevaba por nombre Ars Nigra. Os confesaremos que, como no somos en ningún caso diseñadores, Ars Nigra se trató más bien de un “corta y pega” del código de otras plantillas para WordPress adoptando algunas ideas que nos gustaban – una nueva razón para no liberarla y permitir su descarga – tomando como base Shaded Grey. Curiosamente, la plantilla de trabajo de Ars Nigra se denominaba Fronkonsteen, en claro homenaje a estas circunstancias, y su desarrollo ha marcado sobremanera el cómo queremos que se lea nuestro blog para futuros cambios de diseño. Fruto de aquel esfuerzo, Ars Nigra estuvo con nosotros durante dos años y no fue fácil encontrar un theme sustituto que fuese digno de ella y puede que, por eso, nunca parecía que nos decidiésemos en cambiarla.

Debido a esa búsqueda de una plantilla sustituta, ya escribí el pasado mes de octubre un texto refiriéndome a algunas consideraciones que había que tomarse a la hora de escoger el diseño de un blog. Pero más allá de los colores y la disposión del texto que se adopta dentro de una plantilla, debemos tener presente algunos aspectos al instalar un nuevo theme dentro de nuestra bitácora, así como realizar algunas tareas de acomodación y limpieza del código que llevan incluido.

La razón principal del cambio de una plantilla en una bitácora es que un blog no es inamovible en el tiempo. Obviamente, sufre ciertos picos de actividad, popularidad, puede cambiar de dominio, del sistema de gestión de contenidos, puede comenzar a variar su temática, pueden incluso agregarse autores y editores, mientras que otros lo abandonan, etc. Por otro lado, los diseños web varían, los gustos evolucionan y nuestro blog también debe ser reflejo de esto. Debemos de tener presente que el diseño de un blog es lo primero que entra por los ojos de nuestros lectores y, por lo tanto, no debe de ser descuidado. Ninguna plantilla es suficiente, ni es excesiva; los bloguers mantienen un blog fijándose ciertos objetivos y aspiraciones, por lo que el diseño debe ser reflejo de todo ello.

Así pues, a continuación os ofrecemos un compendio de lo que nosotros tenemos en cuenta cuando realizamos un cambio de un theme en el blog. Tened presente que no somos diseñadores web, somos simples bloguers que realizan el trabajo que actualmente realizan miles de profesionales. Por lo que estas reflexiones no son, ni mucho menos, verdades absolutas ni hay que seguirlas a pies juntillas, son simples recomendaciones para usuarios de apié como nosotros. Por supuesto que la riqueza de la blogosfera no puede ceñirse a criterios de unos, así que simplemente os contamos lo que nosotros creemos y hacemos cuando cambiamos una plantilla.

Al no ser diseñadores, ni poder permitirnos la contratación de uno para que nos diseñe la plantilla, opción que tampoco estaría mal; realizamos nuestra búsqueda de una nueva plantilla dentro de nuestros intereses y gustos dentro de los distintos directorios web de themes para WordPress gratuitos (Por ejemplo, el oficial Theme Viewer o WordPress Themes), siguiendo siempre dos criterios:

  1. Diseño sencillo y claro. Nuestros contenidos suelen tener un enfoque serio, por lo que los colores estridentes están completamente descartados.

  2. Que la hoja de estilos (CSS) sea fácilmente editable. Después de una selección de varias plantillas y su sometimiento a votación, comprobamos cual de ellas es más facil de editar. A nosotros, nos encanta cambiar los colores, los tipos de letra, los espacios entre bloques de texto, las disposiciones de las columnas… Pero no sabemos mucho de CSS, así que si comprobamos que la edición de la hoja de estilo es complicada, solemos darnos por vencidos y pasamos a otra.

Hay que recalcar que una plantilla que nos parece atractiva, puede no serlo cuando la instalamos en nuestro blog. De hecho, acomodar continente con contenido no siempre es una tarea sencilla, por lo que puede darse el caso que instalemos un theme que puede parecernos sugerente y después decepcionarnos completamente. Un apunte, una recomendación de usabilidad es que siempre se use letra negra sobre fondo blanco para facilitar la lectura, así pues si el theme no usa letra de color negro en el texto lo deberíamos cambiar siempre. Esto último puede parecer algo obvio, pero hay gente que le atrae jugar con los colores hacia combinaciones insospechadas. Lo que me lleva a los colores de los enlaces. Otro aspecto básico es que los enlaces se distingan del texto. Puede parecer una perogrullada, pero lo cierto es que esta misma plantilla tenía el texto y los enlaces bajo el mismo color (gris), aunque los enlaces eran visibles, puesto que estaban subrayados, era muy difícil distinguir qué texto estaba enlazado y cual no.

Sobre los tipos de letras, comentar que actualmente la web está completamente ceñida a un puñado de tipografías. Es triste que sea así, ya que en el papel coexisten millones de ellas, pero que en la Red nos tengamos que conformar con muy pocas es completamente descorazonador. Así pues, personalmente nos decantamos frecuentemente por la Verdana, Georgia y Trebuchet MS, aunque no son las únicas disponibles, claro.

La composición y el número de las columnas también es interesante. Indicar que desde hace tiempo que nos gusta que el diseño del blog disponga de tres. Una, la principal, para contenido, mientras que las otras dos se repartirían el resto de elementos (Archivos, Categorías, Últimos comentarios, Últimos posts, etcétera). Mi recomendación es que se sitúen los elementos convenientemente agrupados para facilitar la navegación. Por ejemplo, yo situaría el buscador siempre en la parte más alta, porque es un elemento completamente necesario tanto para nosotros como para nuestros visitantes, después colocaría los Archivos y Categorías juntos, mientras que los Últimos Comentarios y los posts estarían unidos. El blogroll es otro de los elementos indispensables que jamás apartaría de la página principal de un blog, aunque parece que se trata de un elemento en decadencia dentro de los weblogs.

Finalmente, habría que revisar cómo están situados ciertos elementos característicos de los posts, los consabidos campos de Autor, Fecha, Categorías y Etiquetas, puesto que puede que el autor de la plantilla no haya contado con ciertos elementos que pueden parecernos atractivos o su disposición no nos interese, como por ejemplo situarlos al final del texto y nosotros queramos tenerlos al principio.

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