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Un año no más

Es éste un post de antítesis y de contrastes desde cualquier punto de vista. Es uno sólo pero son dos, puede que debieran ser dos pero finalmente se quedó en uno. Curiosamente abarca un sólo tema, nuestro primer aniversario en la Blogosfera, pero son curiosamente dos enfoques completamente distintos. En cualquier caso, si los leéis, creo que los encontraréis muy divertidos (O no).

Escribir me obliga a pensar

Por Maria Elena Mateo

Cuando Marcos me recordó que el 7 de mayo cumplíamos un año desde la creación del primigenio Blog de El Documentalista Enredado, y que era mejor que fuera escribiendo algo, no lo tomé demasiado bien. Por circunstancias personales, para mí éste no era el mejor momento para idear un post sobre nuestro primer aniversario como bloggers con la calidad que el acontecimiento requería.

Y es que, mi proceso creativo no consiste en ponerme delante de la hoja (o de la pantalla) en blanco y empezar a escribir. Se supone que la inspiración tiene que venir cuando estás «trabajando», pero ese no es mi caso: mi inspiración surge en los momentos más insospechados (y en ocasiones, más inoportunos). Surge de algo que he visto o incluso sentido y, entonces, es cuando se convierte en una necesidad transmitir eso que me ha «tocado» de alguna manera. No voy a decir que todos mis post son así: no, también los hay estudiados y preparados, como quien prepara un trabajo de clase, con el único fin de dar a conocer un hecho, establecer unas bases, sintetizar unas ideas… ; pero, aunque siempre se deja ver una parte de uno mismo, en estos post no me siento implicada personalmente, ya que tan sólo «traduzco» con mis palabras lo que otros han dicho antes. Por ello, es de los primeros, de los que nacen de la inspiración, de los que me siento más orgullosa y los que más aprecio. Estos muestran como soy y, ese es el tipo de post que este aniversario demandaba.

Cuando este blog nació hace un año, estabamos completamente absorbidos por la elaboración del Portal El Documentalista Enredado y su creación surgió como un suceso lógico en nuestro proyecto, ya que primeramente se ideó para relatar su proceso evolutivo. Pero un blog puede dar mucho más de sí y el nuestro pronto dejó de lado ese aspecto y pasó a convertirse en un lugar donde tanto Marcos como yo pudiéramos mostrar nuestra reflexión personal sobre la Biblioteconomía y la Documentación. El Blog nació marcado por el carácter «profesional» que habíamos decidido dar al Portal y, cuando éste se extinguió, siguió su andadura en solitario con la misma seriedad.

No es fácil escribir para El Documentalista Enredado, al menos para mí no lo es. Yo siempre he sido mucho más lectora que escritora («Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído«. Borges) y mi mentalidad «científica» es poco dada a las divagaciones creativas; bueno, en realidad sí que lo es, pero me temo que mis divagaciones serían poco apropiadas o interesantes para este blog. Y ahí radica muchas veces mi problema: en ocasiones hay cosas sobre la profesión que llaman mi atención y me sugieren miles de ideas y comentarios, pero no me parecen lo suficientemente relevantes o formales para publicarlos aquí, ya que no siguen el «estilo» que nos hemos marcado. Seguramente pensaréis: «es vuestro blog, cambiad el estilo«. Pero lo cierto es que no queremos, nos gusta como está. Esa restricción que nos auto imponemos, en cuanto a los temas a tratar y la forma de hacerlo, nos obliga a esforzarnos más porque nuestro blog cumpla las expectativas que nos hemos propuesto: tenemos el blog que queremos tener; o, para no ser pretenciosos, se parece bastante. Al igual que con el Portal intentábamos ocupar un vacío que habíamos detectado, con el Blog intentamos marcar una «diferencia», seguir nuestro propio camino. Quizá esa «diferenciación» que hemos buscado expresamente, sea la razón de que hayamos encontrado un hueco entre vosotros y, de esta forma, vuestro apoyo nos haya llevado a estar donde estamos: a ser finalistas para Mejor Bitácora Temática; o quizá no, y simplemente tenemos algún buen enchufe en Bitacoras.com.

La cuestión es que, en definitiva, ya ha pasado un año desde aquel primer post, y me sigue costando el mismo esfuerzo escribir ahora que al principio (aunque, eso no hace falta que os lo diga, porque habréis comprobado que no me prodigo demasiado). Para mí, escribir en El Documentalista Enredado es una responsabilidad, lo que me lleva a revisar una y otra vez los textos buscando una perfección que evidentemente nunca se puede producir, y me supone un esfuerzo hercúleo intentar alcanzar la fecundidad y la calidad de los textos de Marcos. Cada vez que busco algo sobre lo que escribir pienso: «ya lo han dicho antes y mucho mejor que yo«; o «si ellos lo saben y yo lo sé, ¿para qué hablar de ello?«. Pero aún así, no tomo el camino más fácil, que sería simplemente dejar de escribir en el Blog. Y no lo hago por una muy buena razón: porque escribir me obliga a pensar. Porque cada vez que busco un tema para comentar, que analizo un texto para extraer su esencia o que desarrollo una idea para transmitir mi punto de vista, tengo que «pensar en ello»: descubrir mis conocimientos, reconocer mis carencias… y solventarlas; y entonces siempre aprendo algo nuevo. Seguramente, si no escribiera para este blog no sabría de que soy o no soy capaz, qué es lo que sé y lo que no sé realmente. Escribir me ha obligado a pensar y, ya sólo por eso, me ha merecido la pena.


Para qué vine, si es más fácil venir que irse

Por Marcos Ros

Un año siempre es poco tiempo, sin embargo, siempre tendemos a marcar las fechas para señalar los ciclos de nuestra vida. Lo curioso es que según añadimos unidades a estos ciclos nos van pesando si no alcanzamos nuestras metas, si no nos sentimos satisfechos con nosotros mismos, si sentimos frustración por lo que imaginamos conseguir y no llegamos si quiera a rozar… Por mi parte, considero que lo importante es estar aquí y ahora, tomar decisiones y poder sentirse orgulloso de lo que hicimos a pesar de que nadie nunca nos llegue a dar la palmada en la espalda espetándonos: Al menos lo intentaste.

Un blog no es distinto a cualquier iniciativa que podamos emprender. El primer post es sencillo y difícil a la vez, puesto que tratamos de no ser demasiado obvios, pero en general lo llegamos a ser. No se puede decir nada más que nada. Incluso podemos considerar que el principio no importe mucho, puesto que la mayoría no llegarán a él, pero es completamente necesario. Sobre esta bitácora, nuestro primer post no es mejor que muchos, es un grito de desesperación, es una reprimenda, pero es un primer post y sirve para salir del paso.

Hoy ya hace un año que comenzamos la redacción de esta bitácora. En un primer momento tan sólo era un lugar donde hacer anotaciones sobre el desarrollo del portal de El Documentalista Enredado, pero el weblog tomó tanto cuerpo que sólo necesitamos éste para proseguir nuestra presencia en la Red una vez que caímos desengañados. Considero que no es necesario hacer aquí una vivisección sobre el número de visitas que tenemos al día, al año, las palabras clave utilizadas en los buscadores y mediante las cuales nos encuentran, los comentaristas más activos, etc. Este tipo de datos tienden a ser fríos y aburridos, pero en cualquier caso, si alguien quiere el ejemplo de una bitácora de éxito con sólo un año de andadura que visite Mangas Verdes, nosotros ni nos acercamos a sus datos. Pero si alguien siente la necesidad irrefrenable de conocerlos, que los solicite y se los enviaré, no tengo problemas respecto a esto.

Durante este prolífico año, Javier se ha sorprendido de la cantidad de posts que escribo y de su extensión, mientras que Maria Elena me recrimina que tal vez tengo demasiado tiempo libre por lo que puedo escribirlos. Por mi parte, considero que Enrique Dans es un hombre mucho más ocupado que yo y sin embargo no tiene ningún problema a la hora de escribir sus posts casi diarios y muy interesantes en su mayoría (Aunque también es cierto que posee una Blackberry). En cualquier caso, no me sorprendo por la cantidad y extensión de los escritos que publico.

Y no lo hago, ya que durante mi adolescencia escribía, y mucho. Mis profesores consideraban, dentro de las circunstancias que envuelven la adolescencia, que tenía cierta madera de escritor, pero creo que ya puedo afirmar que les decepciono puesto que no dispongo ni de la inspiración ni de la aspiración para siquiera tratar de conseguirlo. Sí, me sigue gustando la escritura, pero sinceramente creo que escribir posts me reporta más prebendas que firmar libros que seguramente acabarán olvidados y seguidamente guillotinados.

Así pues cada semana es un nuevo reto, me estrujo las sienes tratando de extraer temas donde los haya y donde no. Es curioso puesto que muchos se conforman en publicar en sus blogs, coto cerrado, y sin embargo mis necesidades pasan por hacer dripping en los que no son el mío. Mis razones son varias y las comparto: Primero porque me gusta visitar otros blogs y segundo porque curiosamente lo que exporto tiene mayor impacto que lo que publico aquí mismo, lo cual no me llego a explicar. En cualquier caso, tengo pendientes muchos posts, algunos ya comprometidos y otros futuribles si sus respectivos dueños me lo permiten, aunque tiempo al tiempo. En este camino errante, que no errado, he sido incluso abducido de alguna extraña forma, pero siento decir que no volveré a decir que sí (o puede que no, nunca se sabe). Así pues, seguiré esta ruta sin sentido por la blogosfera mientras pueda y me queden fuerzas.

No sé si os habréis percatado pero no dispongo de un patrón de comportamiento a la hora de seleccionar los temas. A veces, escribo porque me gustan, otros porque tengo la necesidad de dar mi opinión sobre algo, otros construyo un texto sobre una frase o sobre una palabra, otras porque siento la necesidad de que cierto conocimiento sea fijado de alguna forma exclusiva para que pueda ser difundido… En ocasiones, también funciono como un periodista, pero prefiero ser un periodista frustrado que un frustrado periodista que aunque no lo parezca no es el mismo caso. Creedme, sé lo que digo.

De momento, creo que me gusta demasiado esto para dejarlo. Soy consciente que llegará el momento en que los distintos profesores de las universidades comenzarán a publicar sus bitácoras, que sus contenidos podrán sobrepasarnos, que el público captará su atención y que puede dejemos de ser lo que somos. Llegará el momento en el que el tiempo nos carcomerá y comenzaremos a languindecer como luceros del alba, cuando nuestros enlaces y nuestros lazos comiencen a agrietarse por la dejadez, por crecimiento de la blogosfera o simple desgaste del tiempo.

Puede que dentro de otro año ya no me quede mucho por decir, pero os puedo asegurar que si llego a esa situación, tampoco tendrá mucha importancia. La vida me ha enseñado que no dé mucho valor a las cosas, porque no quedará nada de ellas. Son las personas sobre las que debemos fijar nuestra atención, las personas que viven junto nosotros y comparten sus vidas. Un blog es un medio de comunicación, pequeñito, pero es nuestro e intransferible. Un blog no tiene ninguna importancia, por supuesto, ya que lo verdaderamente importante de ellos son las personas que escriben en él, los que lo leen y lo disfrutan.

Publicado en Enredando

13 comentarios

  1. Felicitaciones por el aniversario. Creo que vuestro proyecto navega con mucha fuerza y con buenos vientos. Me gusta mucha la bitácora y no es primera vez que entro. He esperado a pasarme a WP para enlazaros porque quiero hacer comunidad con gente como vosotros.
    Saludos muy cordiales desde Noruega

  2. felicidades a los dos por el año¡¡¡¡

    me ha hecho mucha gracia que pusierais nuestro primer post, que era de prueba para hacer un trabajo de clase..y no pensabamos q se fuera a hacer publico¡ Que recuerdos.

    Lo dicho, mucha suerte y pa´alante

  3. Felicidades chicos, ya un añito!!!

    Como decis, lo mejor de todo es que el blog nos proporciona un aprendizaje continuo, un flujo de conocimientos en pemanente estado de retroalimentación… y además nos da la oportunidad de reunir a un puñado de locos por la documentación a hablar horas y horas del tema!

  4. Gracias a tod@s por ir dejando vuestros puntos de vista en forma de comentarios. Es lo mejor que tienen los blogs, la interactividad con la gente que nos visita.

  5. Muchas felicidades chicos!!!

    Seguid así sois estupendos!!!!!!!!!!!!!!!!

  6. Noraguenaaaa

    Lo de desaparecer con el tiempo arrollado por peña brillante y tal también lo he pensado muchas veces, mientras tanto les haremos el trabajo sucio 😉

    En Véase no tenemos fecha de inicio, bueno (creo que es lo más parecido)

  7. Lo cierto es que busqué en Véase Además el primer post y no lo encontré, así que no pude ponerlo. Pero gracias por la puntualización en cualquier caso.

    Muy curioso, por supuesto.

  8. ajap, supongo que por el camino encontraste otras cosas glup … sin comentarios. Son los trapos sucios del Véase 😉 Bueno, mis trapos sucios.

  9. Reafirmo lo que dice Marcos: gracias a todos por estar ahí y por vuestros comentarios. Sin ellos la cosa no tendría ni la mitad de gracia.

  10. Catorze Catorze

    He estado unos días recluido en un mundo de olores y sabores y blablabla, así que llego tarde. Felicidades, en todo caso, vuestro ritmo productivo no deja de asombrarme 🙂

  11. Felicidades. El ‘éxito’ no radica en las estadísticas, sino más bien fuera de ellas.

    Un saludo.

  12. […] Citando las palabras de Paula J. Hane, “blogs are a natural for librarians”, Clyde justifica la creación y mantenimiento de un blog por parte de un bibliotecario o documentalista, por la importancia que esta actividad puede llegar a tener para su desarrollo profesional: le ayuda a estar continuamente al día. Además, los bibliotecarios reconocen cada vez más la importancia de los blogs como fuentes de opinión, información, entretenimiento y comunicación entre profesionales, por lo que podemos encontrar numerosos blogs elaborados por bibliotecarios, bibliotecas y servicios de información, bibliotecas y departamentos de biblioteconomía de universidades, y también por asociaciones profesionales. […]

  13. […] El 16 de agosto de 2001 Jorge Serrano inauguraba su bitácora Trucos de Google con un texto que iniciaba, a su vez, la breve historia de lo que se puede considerar la Biblioblogosfera. El artículo, que todavía puede ser visitado en el blog original, constituía toda una declaración de intenciones sobre la temática del sitio que se inauguraba (que, por otro lado, es lo que se suele hacer cuando se comienza un weblog): […]

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